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Moon Trance por Zack Engel

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Notas del capitulo:

hola~

bueno es jueves y toca la segunda entrega de moon trance, como saben soy mala con los nombres para los capitulos, asi que esta vez tambien me costo un mundo escogerlo ... bueno sin molestarlos mas espero que les guste el capitulo  y lo disfruten~

Los meses pasaron con lentitud, pero en esos meses ambos chicos habían logrado todo  lo que se proponían, pudieron ser el objeto de interés del consejo estudiantil, eran los representantes del curso, sus profesores los amaban, tenían los mejores notas lo cual llevaba a que ambos se llevaran los primeros puestos, eran estudiantes modelos y sus compañeros los admiraban de sobremanera. Lo único que les faltaba era vencer a dos titulares del club solamente, porque todos los otros habían sido vencidos por los chicos ya sea en individuales o dobles.

Ambos después de terminar sus clases y conversar con el concejo estudiantil fueron a las canchas donde una vez más Zack miro a todos lados sin llegar a encontrar a su amigo de la infancia, ya iban 4 meses que no lo veía lo cual le hacía perder los ánimos de querer verlo tan solo para vencerlo en un partido y al fin humillarlo, sabía que solo así podría vengarse y no tener deudas con él.

Sintió una mano en su hombro que lo hizo saltar y girarse para ver de quien se trataba, pero al darse cuenta que era Cristian le sonrió y asintió con la cabeza. Sabía que tenía que ir a cambiarse de ropa o estaría en problemas. Entrando a la sala  vio a otros integrantes de su misma edad e incluso algunos titulares, en conjunto saludaron a todos para así poder comenzar a cambiarse, pero cuando estaban en ello Zack sintió que alguien lo empujaba con algo de fuerza haciendo que chocara contra el casillero que tenía al frente, no le había dolido tanto como le molesto, ya que conocía quien era, un titular que se había encargado de molestarlo desde que había vencido al capitán Vergil, pero nunca le había aceptado o pedido un partido.

-discúlpame Zack, no era mi intención empujarte – dijo con una risa

-no te preocupes, cuando tienes problemas de motricidad te ocurren estas cosas, me daría vergüenza si me pasara a mí – comento con los ojos cerrados terminando de colocarse la camisa de deportes

-¿Qué dijiste?

-¡John! Escándalos en mi equipo no aceptare – grito Vergil desde la puerta – a la cancha ahora tendremos partido todo el día

Todos los chicos salieron con emoción, menos Zack que se acomodó la ropa lo mejor posible antes de querer salir, aunque cuando dio un paso se dio cuenta de la mirada de su capitán. Dio un suspiro y se preparó para que el mayor también lo molestara, después de todo el chico estaba tan acostumbrado a que todo el mundo lo tratara como un huérfano que solo tenía que pedirles que hicieran fila para poder recibir a todos de la mejor manera posible.

-Zack hoy tienes que dar todo tu potencial

-¿disculpe?

-hoy tenemos visita, no tienes permitido perder o no mostrar tu potencial

-aunque no me lo dijera no perdería,  a diferencia de otras personas no me gusta romper mis promesas – dijo mirando al mayor sin expresión alguna al recordar cómo le habían tratado

-¿te gusta el tenis? – pregunto ladeando la cabeza un poco dejando que su cabello rubio se moviera suavemente

-solo cuando la luna se presenta ante mis ojos – comento poniendo ojos fríos mientras tomaba su raqueta y acomodaba las cuerdas con sus dedos

-¿Qué?

-no espero que usted me entienda capitán – dijo encogiéndose de hombros mostrándose desinteresado con el otro, tan solo quería que lo dejara en paz

-quiero hacerlo Zack, tu juego promete

-hmm… no promete nada, pero daré lo mejor si gusta – dijo aunque en su mente daba cabida a otro pensamiento “si gusta  y con eso me deja en paz de una buena vez”

-Zack…

-con su permiso – con la mirada siempre fría hacia el mayor dio una pequeña reverencia  para salir del vestuario

Mirando por todos lados  caminó lentamente, todos estaban jugando un partido o veían uno de los titulares, por parte de Zack el solo busco el partido de su amigo que sabía no se contendría para nada en querer jugar y mostrarse. Al encontrar a su amigo sonrió suave y se fue a sentar en las gradas  para observar de mejor manera el partido mientras que sus manos jugaban con la raqueta que sostenía

Ese partido lo estaba jugando con un desconocido que le estaba dando algunos problemas al rubio, ya que a pesar de que para el exterior el partido lo tenía completamente dominado cada vez que llegaban al 40-0 el pelinegro, quien era el contrincante, repuntaba llevándose rápidamente el juego sin ningún sobreesfuerzo de hecho si uno se detenía a mirarlo su expresión  no cambiaba para nada y casi no sudaba haciendo que su amigo se enojara mucho más por el resultado.

Llevo su mirada a otro rubio que gritaba emocionado “¡vamos Sherlock!” cada cinco minutos y alzo una ceja, estaba seguro que estos invitados no eran tan comunes como había llegado a pensar, pero no dijo nada hasta que termino el partido con un 6-4 dándole la victoria a Sherlock y dejando a un Cristian completamente frustrado y enojado.

Zack rodo los ojos y suspiro en lo que esperaba que se acercara, pero no llego con el de los primeros, sino que sintió el viento producido por una raqueta que golpeo suavemente sus cabellos y al ver de quien se trataba se encontró con su “buen amigo”  John quien lo miraba retadoramente y casi como si lo sentenciara de muerte

-vamos a jugar un partido huérfano

-como quieras

Zack no era de los chicos sumisos, pero a veces era necesario algunas humillaciones para conseguir ciertos beneficios. Así fue porque apenas empezó el juego Zack dejo que se llevara los primeros 5 juegos completos sin siquiera luchar, la diferencia vino después cuando John subió a la red haciendo que Zack le siguiera  quedando cercanos. En ese momento Zack no pensó mucho las cosas y solo sonrió entre sádico y divertido mientras que sus ojos reflejaban un mar de sentimientos haciendo que John, el titular más hablador, quedara completamente congelado.

-welcome to my world- dijo Zack dándose la vuelta al dejar la pelota al otro lado de la cancha- wolcome to the moon trance John Miller

El partido continuo dejando a todos anonadados por el jugar de John, quien a pesar de responder las pelotas lo hacía con miedo e inseguridad, era como si recién estuviera aprendiendo a jugar, pero con una mente en otro lado, quizás en sus más tristes recuerdos por la mirada que mostraba y por como respondía. Fue inevitable que el chico perdiera todos los puntos restantes, era como un niño jugando a obligadas.

Sin mucha más demora el partido termino con el marcados en 7-5 dejando a John sentado en el suelo tiritando suavemente. Zack suspiro y salto la malla para acercarse al cuerpo ajeno, no tenía ganas de volver a traerlo al “mundo” sinceramente, pero el chico sería una molestia mucho mayor ahora que cuando era un patán. Acerco sus ojos a los del contrario y le susurro unas palabras haciendo que el chico volviera a la normalidad y lo empujara como si nada de lo que hubiera pasado antes existió para él.

Todos quedaron confundidos por el comportamiento distinto del brabucón,  quien al ver el marcador maldijo a Zack en tres idiomas diferentes, en realidad a Zack eso no le preocupo y siguió con su vida tranquilo haciendo lo mejor que sabía hacer, entrenar en solitario hasta que llamaron a todos los jugadores, obviamente Loki apareció frente a ellos y comenzó a hablar severamente.

-hoy mis chicos vinieron a probarlos – dijo mostrando a los 7 chicos que se encontraban atrás suyo -  y en conjunto con Sherlock hemos seleccionado dos candidatos anexo al capitán Vergil… Cristian Allston y John Miller

El lugar comenzó a formar un bullicio por los seleccionados, obviamente John celebro a viva voz siendo alentado por sus compañeros y empezó a burlarse indirectamente de Zack aunque este ni siquiera se inmutaba, pero al parecer su buen amigo si porque con el ceño fruncido hablo al capitán

-¿Por qué John si perdió contra Zack? Es la peor elección que pueden hacer, no es justo

-no tengo porque decir mis razones

-entonces no quiero entrar a un grupo tan mediocre

-Criss no digas estupideces – hablo al fin Zack tomándole de la mano

-no quiero

-¡Cristian!

-si no quieres te reemplazaremos, no tenemos problemas – dijo observando nuevamente una lista llevándose la mirada de todos los chicos-Alf…

-no es justo, Zack es el mejor que conozco a vencido a todos los chicos del club, ¡necesitamos una explicación!

-no, yo no quiero jugadores como él en el equipo

-yo también soy huérfano

-pareces más ingles

-¿Qué dijiste imb…

-discúlpelo por favor – dijo Zack apretando fuertemente sus puños y  haciendo una reverencia  al peli naranjo  mientras mantenía sus ojos cerrados – el acepta entrar y pide disculpas por el problema causado, prometo que no habrá mas

-¡Zack!

Sin decir nada Zack lo miro completamente enojado haciendo  que el rubio no siguiera peleando. Molesto se quedó en su lugar sin volver a mirar al castaño en lo que quedo de la práctica, incluso cuando Zack se despidió y salió de los camerinos este no reparo en su persona. Zack suspiro y solo siguió con su camino queriendo llegar a su casa, pero antes de poder siquiera salir del colegio vio no muy lejos de él al tal Sherlock, Loki, Vergil y a John, no era que le interesara que era lo que hablaban, pero no pudo evitar tener contacto visual con John quien de inmediato se probaba un jersey de la selección y le sonreía con malicia

El castaño lo miro con indiferencia y siguió con su camino “no soy patriótico así que no me interesa… pero es la primera vez que rompo una promesa, no… ya van siendo dos me estoy volviendo un mentiroso” pensó Zack con la cara un poco abatida y se acercó a la limusina para ir a la casa al lado de su hermanastro que lo odiaba de infinitas maneras.  Zack tenía claro que el mundo no era sencillo, pero en ocasiones creía que el mundo se ensañaba con él al quitarle todo lo que tenía y dejarlo en un lugar que todo el mundo lo despreciaba ¿no era mejor morir y dejar tranquilo a todos? No, no era lo mejor, porque a pesar de que ahora su hermanastro le pegaba en su brazo o en cualquier otra parte Zack se había prometido luchar por su verdadera familia, por su hermano y su madre.

Los días pasaron sin pena ni gloria, aunque debía admitir que era mucho más tranquilos porque su gran molestia, John, se iba a entrenar con los seleccionados la mayoría de los días por lo que ya no tenía que soportarlo más que sus alardeos. En todo el resto era igual, incluso ya tenía un pie adentro de la presidencia del consejo, solo tenía que esperar a que Marcus saliera del colegio para ser el nuevo presidente.

Después de hablar con Marcus y aprender más de su cargo el castaño decidió ir a su casa porque se le hacía tarde y sabía que tendría que caminar, definitivamente su hermanastro no lo esperaría. Salió del colegio  y se quedó casi impresionado de lo que tenía frente a sus ojos,  a sus 12 años de edad no se esperaba esto realmente, vio un vehiculo algo simple, pero especial para dos personas, con su padrastro apoyado en el esperando a algo, esperándolo a él.

Zack trago fuerte y se acercó con paso decidido a el mayor para quedar frente a él y hacer una reverencia, tenía claro que se le podía venir el infierno encima si es que no había cumplido con alguna de las ordenes, pero tenía claro que lo había hecho todo, es decir, ya casi estaba en la presidencia y… no, no había entrado a la selección de buenas y primeras como lo había hecho Cristian así que posiblemente ahora le venía la reprimenda.

-es raro verlo aquí señor Engel – dijo levantando un poco su vista- ¿ha pasado algo que deba informarme señor?

-sube al auto Zack

-si

No hablaron más en todo el camino, el cual fue algo corto porque llegaron a un cementerio pequeño y casi común si  los comparaba con los que solían visitar para ver a los familiares muertos de los Engel. Sin saber nada y sin comprender algo si quiera Zack se bajó del auto siguiendo al mayor que compro un rapo de flores blancos y se lo entrego al menor para que lo llevara.

Caminaron un buen trecho hasta llegar a unas lapidas que hicieron caer el ramo de flores y que sus piernas comenzaran a flaquear, pero aun así él se acercó y arrodillo entre las dos lapidas frías. En estas marcaban los nombres de Alicia Williams y Ronald Williams. Zack intento no llorar, realmente lo intento, pero no pudo evitar que unas lágrimas salieran de su cara en cuanto toco aquellos cuadrados de cemento frio y rozara con sus dedos las letras talladas.

-¿por…por qué? No… no era su obligación – pregunto intentando contener las lágrimas que salían con más ahínco, él sabía que por su pobreza los cuerpos estaban en una fosa común y eso no podía cambiar nunca, pero este detalle era mucho más grande que donde quiera que estuvieran los cuerpos- nunca se lo poder pagar señor Engel.

-fue porque quise – el siguió con su actitud pedante y despreciativa, pero en su cara se formaba una pequeña sonrisa sincera que nunca vio el castaño- no estoy pidiéndote que me lo pagues, eres huérfano así que es imposible, pero no quiero volver a enterarme que dejaste ir la oportunidad de entrar a la selección, recuerda nuestra promesa

-lo se… pero es difícil con ric…

-cuando fui a buscarte al orfanato tu pasión no era ser el chico inteligente sino que era el tenis, recuerda que te aferrabas a esa raqueta roja con amarillo sin dejar que nadie la tocara- dijo encendiendo un cigarro

-las cosas cambian

-tus sentimientos no – dijo tranquilo antes de dar un suspiro- ¿Cómo está tu mano?

-perfecta señor

-muéstramela – dijo arrodillándose  y dejando una rodilla en el suelo

-…- a regaña dientes se separó de la fría lapida de Ronald y se sacó la muñequera que tapaba toda la palma de su mano derecha para acercarla a las manos frías del mayor – me arde un poco, pero es por el recuerdo

-no digas cosas ilógicas, es por la raqueta el mango te está haciendo mucho daño

-es por eso que me estoy intentando acostumbrar a jugar con la muñequera en la palma de la mano…pero esto no es nada com…

-si vas a decir algo estúpido mejor cállate – dijo con el ceño fruncido revisando la palma para luego  meter su mano a uno de los bolsillos del pantalón y entregarle un Walkman con unos audífonos pequeños- mantén tu cabeza ocupada en vez de pensar tonterías – mirándolo un momento se separó volviendo a su posición inicial y le dio una calada a su cigarrillo

-¿Por qué me da tanto si yo no merezco nada de esto?

-no creas que eres especial, un paciente me lo dio y mi hijo no tendrá algo tan común

-hmm… muchas gracias señor, de verdad muchas gracias – dijo viendo el objeto que estaba completamente nuevo y ya había visto ese en un una tienda comercial, no era posible para “gente común” comprarlo por el simple hecho de regalarlo

-bueno volvamos ahora

-¿puedo quedarme un momento más?

-no llegues pasada las 10 o será mejor que no llegues nunca mas

-gracias

Zack se quedó recostado con las rozas esparcidas entre las lapidas y comenzó a juguetear  con el walkman, él no era apegado a la tecnología, pero empezada una canción lo relajo enormemente y creyó que esa canción fue creada para el “savin’ me” de Nickelback, cerro sus ojos y decidió dormir un momento, no sabía cuanta importancia podría tener la música en él, pero ahora con ese regalo de seguro la música le marcaria  más de lo que había pensado.

En otro lado no muy lejos iba caminando el hombre mayor algo ido en sus pensamientos, aun así no relajaba su expresión, solo espero que le abrieran la puerta de la limusina que había llegado hace poco y se sentó comenzando a divagar en sus recuerdos.

Hace años atrás Winfried Engel era un chico recién titulado en medicina con una personalidad arrogante y apática que molestaba a más de algún compañero o paciente, pero a él no le importaba ni lo mas mínimo los sentimientos ajenos solo se encargaba de tener un buen trabajo como médico cardiovascular y llegar a su casa lo más tarde posible para no tener que soportar a su esposa porque no la amaba, aquel matrimonio arreglado por su padre para salvar el apellido fue lo peor que le pudo pasar según él.

Sus días eran tranquilos hasta que llego aquel momento que a todo doctor le toca, perdió su primer paciente, el no supo cómo reaccionar, estaba en completo estado de shock por lo que cuando se acercó a la familia afectada para dar la información no supo hacer las cosas provocando que dentro de aquella familia afectada creciera un gran resentimiento y dolor y que entre sus colegas se creara el mito de su frialdad inhumana.

Una noche, cercana al cumplimiento del mes de fallecimiento de su primer paciente,  el joven Engel  caminaba por las calles intentando llegar lo más tarde posible, pero no se esperaba  que un grupo de encapuchados se acercara a él y lo golpeara hasta dejarlo inconsciente, nadie se acercaba a ayudarlo o eso había creído por qué cuando despertó se vio en otro lugar, una casa roñosa, pero limpia y tenía vendas mal puestas.

Intento pararse, pero le dolía demasiado la cabeza por lo que se quedó acostado hasta que un chico castaño y de ojos azules, de no más de 4 años, volvió con un paño húmedo y una sonrisa pegada en la cara. Se acercó a su cuerpo y como pudo se la acomodo en la frente haciendo que el mayor quedara impresionado, era la primera vez que alguien intentaba cuidarlo y decía intentaba porque el chico se notaba que no sabía que hacer.

-es mejor una bolsa con hielo y dejarla en mi nuca mocoso

-no se sacar hielo… solo servir agua, hacer jugo y llevar las bandejas – dijo algo apenado con un leve sonrojo- ¿Cómo se siente señor?

-con dolor, pero no importa ¿Dónde estoy y porque?

-¡estamos en mi casa! – grito emocionado para después taparse la boca al ver el gesto de molestia en la cara del mayor- es porque el señor estaba durmiendo en la calle, hace mucho frio para dormir fuera

-¿acaso eres idiota?

-papa dice que si

-¿Dónde están tus padres?

-papa salió con amigos y mama está durmiendo

-¿Qué tienes ahí?- pregunto levantando su mano para ver la mano izquierda del menor que tenía un gran moretón

-papa lo hace porque hago mal las cosas, es un castigo

¿Te castigan mucho? – no entendía que pasaba con él, nunca fue cercano a ningún extraño y menos interesado por la vida de un mocoso

-antes si, pero ahora estoy mejorando, papa me enseñara a preparar pasteles cuando cumpla 6 así que tengo que dejar de ser castigado

-ya veo – susurro con un suspiro y se sentó viendo que todas las vendas se movían – gracias por el cuidado, pero debo irme

-claro señor, cuídese

-¿cómo se llaman tus padres?- pregunto intentando acomodar bien las vendas antes de volver a ponerse la camisa

-Albert Williams y Alicia Williams – dijo con una sonrisa

-¿Alicia? –Pregunto abriendo los ojos enormemente y tomo el hombro del chico- ¿dijiste que tu madre estaba durmiendo no? Necesito verla

-pero mamá ahora está descansando

-no la despertare

-bueno

Sin más el chico lo guio hasta la pieza para que el hombre mayor entrara y con algo de dificultad prendió la luz que tenuemente alumbro el lugar dejando al adulto impresionado. Al frente suyo había una mujer acostada sobre la cama completamente destapada y con ropas simples, su cabello era largo y de color rubio, sus ojos estaban cerrados pero adivinaba que eran azules como los del niño, su piel era blanca casi pálida llena de moretones  y alguna que otra herida grave, pero lo que más le importo fue que cuando se acercó vio en el velador una foto arrugada de la mujer en tiempos antiguos  al lado de unos adultos que presentía eran sus padres y también se encontraba otro chico, que sabía era el mismo cuando pequeño.

El hombre retrocedió casi asustado y vio que al lado de ella se encontraba un pequeño niño que también era rubio pero su tez era un poco más morena. Volvió su vista al chico que le había salvado y sintió como le tomaba la mano en un intento de calmarlo, no era típico de él, pero sin pensarlo dos veces tomo al chico castaño entre sus brazos y abrazándolo con fuerza lo llevo fuera de la habitación dejándola tal como la había encontrado

-dime… cómo te llamas

-soy Zack Williams señor – dijo sonriendo y seco las lágrimas del mayor- no debe llorar, papa dice que los hombres no lloran

-eres inteligente Zack – susurro con una pequeña sonrisa- muchas gracias por haberme salvado

-¿en serio lo cree?- pregunto con una sonrisa recibiendo un asentimiento del mayor, pero pronto esa sonrisa se esfumo ante lo segundo que dijo- ¿ya se va?

-sí, tengo que ir, mi familia espera – dijo bajando al chico y volvió a su postura inicial poniéndose el abrigo- espero que algún día podamos volver a vernos y devolverte la mano

-puede visitar la panadería de mi papa, me gustaría prepararle algún pastel cuando pueda señor, yo seré el mejor panadero del mundo – dijo sonriendo ampliamente  y lo acompaño hasta la puerta

Al salir el adulto ni siquiera se dio la vuelta, solo caminó  nuevamente por las calles, aun se encontraba en shock por lo que había encontrado “Alicia, mi querida hermana” pensaba intentando reprimir sus ganas de llorar  mientras caminaba por las calles, pero le era casi imposible, porque después de todo, toda su vida había creído de sus padres que la chica había muerto en un accidente, incluso le habían hecho un velorio y enterrado un ataúd, pero todo eso resulto ser una mentira para que él no fuera en búsqueda de su hermana y ahora ella estaba toda lastimada y descuidada por culpa de la negligencia de sus padres y por el marido que se gastaba

Al llegar a la estación golpeó con fuerza la muralla y recordó la sonrisa del menor y además se preguntó como lo había llevado hasta su casa, mirando hacia abajo vio sus pantalones sucios de barro y pasto. Sonrió muy suave preguntándose cómo era que podía ser tan bueno y tener una sonrisa tan grande y pura  a pesar de tener muy mala condición de vida. Miro hacia el frente y se decidió que cuando ellos lo necesitaran él los ayudaría, los vigilaría en silencio y cuidaría de esos tres.

“pero no pude hacerlo, cuando más me necesitaron yo tuve que ir a un viaje corto y los abandone, abandone a mi hermana y sus hijos” pensó el mayor poniendo un gesto de tristeza en su cara recordando cómo era que se había encontrado nuevamente al chico de sonrisa tan amplia, pero esa personalidad ya no existía sino que se había convertido en un chico sin emociones, se había convertido en un autómata al igual que él.

Aun recordaba todo lo que tuvo que pelear con su esposa para poder adoptarlo, además que tuvo que inventar una buena excusa para que nadie se diera cuenta y cuando lo consiguió noto que el chico profesaba ahora un gran amor por el tenis y no por la cocina, sabía que algo debió haber afectado en su amor, pero él no se metería en sus problemas “solo estoy pagando mis deudas nada más” se dijo a si mismo cerrando los ojos y sonrió suave, estaba seguro que el chico era tan inteligente como su hermana así que no se metería en sus decisiones, solo no dejaría que cometiera actos estúpidos para que no se desviara del camino, no podía desviarse del camino como lo había hecho su hermana o se lamentaría el resto de sus días.

A pesar de todo lo que decía e intentaba demostrar amaba a ese chico como a su verdadero hijo, no, no era como su hijo para él Zack era su verdadero hijo desde que lo conoció aunque su trato no fuera de lo mejor.

-o-

Zack abrió los ojos con pesadez y noto que ya la luna estaba cubriendo el cielo, cosa que lo asusto de sobremanera porque no sabía qué hora era, solo sabía que no podía llegar más tarde o su padrastro se molestaría tanto con el que no lo dejaría entrar a la casa, por lo que trago fuerte y se paró haciendo una reverencia frente las lapidas.

-vendré a visitarlos pronto mamá, Ronald – dijo con una sonrisa antes de salir corriendo  hacia la salida del cementerio

No se esperaba encontrar el mismo auto que lo había traído y pensó que Winfried estaba esperándolo con el ceño fruncido, pero no fue así porque se encontró con un sirviente que le sonrió y le informo que le habían dejado este auto para poder ir a casa. El menor no pudo más que sonreír ante lo amable que podía llegar a resultar su padrastro y entro al auto  mirando en todo momento a la luna, se sentía extraño realmente, pero ver esa noche la luna realmente lo tranquilizo, era como si ella comprendiera completamente sus sentimientos y le dijera que todo estaba bien, que por fin podría sonreír como lo hacía antes porque sus seres queridos estaban en una tumba, no sentía pena por su padre ni nada por el estilo porque sabía muy bien que todos sus problemas y sufrimientos habían sido por culpa de él, incluso el hecho de que tuviera que conocer a un traidor como Loki era culpa de su padre, por lo que no lamentaba el hecho de que no tuviera una tumba que le rindiera honores.

Al llegar a su casa dio un suspiro y fue directamente al despacho del señor Engel para avisar que había llegado, por suerte el reloj marcaba las 9:30 de la noche así que solo recibió un asentimiento con la cabeza y salió de la habitación dejando al otro hombre sumergido en sus papeles.

No entendía muy bien porque le encantaba estar entre tanto trabajo siendo que podría tomarse unas vacaciones largas con su familia sin que nadie lo moleste, pero tampoco era una cosa que se iba a meter en aquello por lo que se fue a su cuarto  y tiro su bolso a la cama viendo todo a su alrededor, el lugar estaba completamente ordenado y casi vacío, Zack no era de tener muchas pertenencias por lo que en su habitación solo estaba una cama, su closet, un escritorio con computador  y un estante con algunos libros.

 Dio un suspiro suave y decidió que tomaría un baño, pero antes de entrar a su baño personal vio su raqueta y alzo la vista, ya no podía jugar como antes, no podía seguir jugando con la mano descubierta y se había prometido jugar excelente con la muñequera en la palma, no sabía que tan difícil podía serlo, pero tenía que intentarlo por lo que se decidió cambiar de ropa colocándose un short deportivo, un jersey sin manga y unas zapatillas antes de tomar su raqueta y salir al patio para practicar.

Los primeros movimientos que hizo con la raqueta le costó demasiado y es que ahora con la muñequera en su palma y no en su muñeca sentía un leve peso en aquella articulación además que su dedo pulgar comenzaba a sentir un leve ardor por el rose que le provocaba  la raqueta con su pulgar. Solo pudo hacer 20 balanceos antes de soltar la raqueta por los malestares provocados ¿Cómo iba a poder jugar bien si no soportaba aquello? No lo sabía, pero tenía claro que no volvería jugar un partido oficial hasta que su mano no se acostumbrara al 100%.

Se inclinó para tomar nuevamente la raqueta, pero un pequeño golpe en su cabeza detuvo su acción haciendo que se fijara en el objeto que tenía en frente, había sido una zapatilla el que le había causado el dolor y no necesitaba saber de quien se trataba por lo que lo ignoro como siempre supo hacer. Volvió  a tomar su raqueta para continuar con sus balanceos, no cabía duda que le comenzaba a molestar demasiado el tomar la raqueta y estaba seguro que le saldría un callo en el pulgar.

Continuo tranquilo con su balanceo hasta que otra zapatilla, el par del que habían lanzado anteriormente, se dirigía hacia él por lo que con un rápido movimiento se tiró hacia atrás y ya enojado con todo lo que le pasaba golpeo la raqueta contra la zapatilla para que fuera directamente a la cara de su hermanastro, no podía negar que ver la cara llorosa y enojada del chico le encantaba, esos eran pequeños placeres de la vida que el chico disfrutaba y no dejaba que nadie se interpusiera en su camino.

Le sonrió a su hermanito menor con autosuficiencia y siguió con lo suyo hasta que apareció su madrasta acompañado de su hijo “¿Cómo fue a querer ella un hijo adoptado? Lo que hace el dinero” pensó Zack rodando los ojos y soportando lo que se vendría, no era que la mujer fuera muy mala de hecho era bastante permisiva ya que a todos los torneos juveniles que Zack asistió en el extranjero fue con el consentimiento de ella, aunque tenía claro que la mujer quería que se perdiera en el país aun así el siempre volvía con una sonrisa sínica y un trofeo para que la mujer se ahogara en orgullo de la bondad que le ofrecía al huérfano, en esos momentos siempre lo trataba bien,  pero estaba el hecho de que siempre que tocaba a su “hijito” le miraba como cualquier persona miraría a un vagabundo leproso.

-¿Zack que le has hecho a mi pequeño?- grito ella espantada  mientras ponía una mano en su corazón

-solo le devolví su zapatilla que se había caído, no era mi intención que le golpeara – dijo el castaño poniendo su cara más sínica que tenia

-mentira mama lo hizo apropósito, sabes lo bueno que es jugando con la raqueta

-me alagas “hermanito” pero no fue intencional

-te prohíbo jugar tenis en la casa Zack

-pero seño…. Ahh está bien pediré al señor Engel que interceda por mí – dijo con una sonrisa sabiendo que el mayor lo apoyaría – a no ser que usted, la dueña de casa, hable con él y pida fervientemente que me deje ir a practicar a una cancha de noche

-¿Por qué haría yo eso por ti?

-porque así no me ve la cara en la noche y tampoco le golpearía a su preciado hijo señora – dijo poniendo la raqueta en su propia espalda y se acercó con una tierna sonrisa- debería pensarlo, usted es inteligente y no se dejaría avasallar por su marido, saldría ganando solo usted… yo tendría que moverme para poder jugar, que tristeza – dijo lo último con dramatismo

-a pesar de ser un huérfano sí que sabes pesar… está bien lo hare desde mañana empezaras ir a otra parte – dijo con una sonrisa recibiendo un reproche de su hijo pero no le hizo caso y se lo llevo adentro

-usted es demasiada compasiva conmigo señora – dijo con una sonrisa en la boca viendo a los chicos irse y continuo con lo suyo –usted es muy fácil de manipular señora Engel

Sin decir más el chico se giró y continuo con los suyo haciendo balanceos, su plan era hacer 50 balanceos con su mano derecha para luego hacer flexiones de brazo y así fortalecer sus dos brazos.

No entro en la casa hasta que dieron las 23:30 en donde una mucama completamente abrigada salió al patio y se le acercó para llevarlo adentro, el chico estaba completamente sudoroso y algo adolorido de sus brazos “hace cuanto tiempo que no hago trabajo de cuerpo dios” pensó el castaño entrando a duras penas con Marie quien le sonreía e intentaba abrigarlo, pero el chico se negaba completamente, no era que despreciara el servicio de la chica sino que despreciaba el calor, odiaba el calor con todas sus ganas y se había acostumbrado a andar desabrigado por la vida.

Al entrar se despidió de la chica y fue a su cuarto para por fin tomar un baño  relajante y largo en el cual podría gozar de tranquilidad, la única tranquilidad que tenía en el día. Cerro sus ojos y se recostó  más en la tina pensando en todo lo que había pasado en los últimos meses y en especial esa últimas semanas, ahora resulta que su amigo no lo quería ver ni en pintura, el presidente del concejo estudiantil no dejaba de acosarlo y hablarle de su cargo, John no lo molestaba seguido, pero ahora sus bromas eran mucho más pesadas y estresantes… “y Loki, Loki ni siquiera me mira o me dice algo… soy un huérfano más del mundo” con el ceño fruncido se hundió por completo en la tina dejando toda su cara  bajo el agua empezando a recordar aquellos sucesos del pasado ¿Cómo podría olvidar aquellos momentos?

Luego de un rato el chico salió del baño con el pelo completamente mojado y un pantalón de pijama únicamente  para ir a tirarse a la cama, estaba cansado, demasiado cansado para su gusto y esperaba que el sueño le dejara dormir, pero sintió una ráfaga de viento que le hizo tiritar y abrir suave los ojos  notando que la luna le estaba dando la cara

-no molestes por favor – susurro mirando la luna llena casi ausente y sonrió- ya sabes una promesa hecha a ti se supone que debe ser poderosa… mi única razón para seguir peleando era él, luna… ya no tengo razón

Susurro quedando boca arriba en la cama y se tapó los ojos con el antebrazo  apretando su boca y puños como si quisiera cometer una locura, pero sabía que no lo iba a hacer porque aún tenía que cumplir su promesa de vivir una buena vida a sus hermanos “uno cuando pequeño promete tantas cosas, porque hice aquellas promesas a la luna” pensó desganado  antes de sentarse y con algo de fuerza golpearse las mejillas para quitar esos pensamientos.

Miro entre su ropa y encontró el walkman  con los audífonos, pero ellos no eran necesarios porque en el velador habían unos audífonos grandes de color rojo metálico y con la marca “sony”, sonrió con alegría sabiendo quien fue el que le regalo aquel artefacto y lo tomo poniéndose aquellos audífonos en sus oídos y se puso a escuchar música, poco a poco se fue recostando nuevamente en la cama y dirigió una mirada a la luna que seguía imponente y blanca observándole. Pronto volvió a mirar al techo y cerrando los ojos empezó a mover sus manos  sintiendo que la canción comenzaba a llenarlo en su interior, la música se llevaba el sentimiento y dejaba que saliera de sus labios

-If you were dead or still alive /  I don't care, I don't care / Just go and leave this all behind / Cause I swear (I swear),i don't care / I try to make you see my side /  always trying to stay in line / But your eyes see right through /  That's all they do – canto a viva voz sabiendo que nadie le escucharia por el hecho de que su pieza estaba alejado de sus otros familiars - I'm getting buried in this place, / I got no room, your in my face / don't say anything just go away / If you were dead or still alive / I don't care, I don't care / Just go and leave this all behind / Cause i swear (iswear) i don't care

(N/A:  Si estuvieras muerta o siguieras viva/  No me importa, no me importa / Solo vete y deja todo esto atrás /  Porque lo juro (lo juro), no me importa /  Trato de hacerte ver mi punto,
siempre tratando de hacerlo correctamente / Pero tus ojos solo ven a través de ello / Eso es todo lo que hacen- …. -  Me estoy sepultando en este lugar / No tengo un lugar, estas en mi cara / no digas nada, solo vete / Si estuvieras muerta o siguieras viva / No me importa, no me importa / Solo vete y deja todo esto atrás / Porque lo juro (lo juro), no me importa )

Termino de cantar  “I don’t care” de Apocaliptica con una sonrisa en la cara  y abrió los ojos, nunca había expresado sus sentimientos tan bien como ahora lo había hecho y se sentía feliz, se sentía como uno de esos típicos niños recibiendo un regalo de navidad, se rio del pensamiento  y negó con la cabeza sacándose los audífonos para ver la luna, por alguna razón sintió que la luna estaba llorando, siempre veía una madre cuidando a un niño o a un conejo, pero esta era la primera vez que veía a la luna llorando, no entendí porque era eso, pero no le dio importancia  y se cubrió con las sabanas para poder dormir

Notas finales:

y aqui estuvo el segundo capitulo de este fic, espero que les haya gustado y pues para que sepan el principio es unicamente para que vallan conociendo la historia y del porque la personalidad de zack, ya en el proximo pasara algo mas interesante~

nos vemos en otra oportunidad y dejen review~~

 

bye bye

Zack Engel


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