Hoseok resopló. Su humor había estado empeorando con los días. Lo peor era tener que parecer alegre ante las fans todo el tiempo, y era genuino realmente en su esfuerzo por alegrar a los otros, pero al mismo tiempo demasiado agotador para su psiquis. Luego de todo eso, al final de un día intenso y loco como eran todos sus días desde que era un Bangtan, Hoseok ya era incapaz de simular alegría, y su esfuerzo chocaba contra el muro de la frustración.
El resultado era un ánimo explosivo con un alto grado de agresividad.
Se recostó en su cama recién bañado. De verdad ahora no se soportaba ni él mismo. La última víctima de su mal humor había sido Taehyung, y contrario a lo que esperaba, el menor recibió los embates con una calma desesperante para su hyung, que esperaba de su parte una reacción más visceral y darle así motivos para descargar su rabia de manera justificada, y sin sentir remordimientos luego. Pero al contrario de eso, V se mostró calmado, y su mirada inquisitiva terminó incomodando a JHope.
La discusión se había originado momentos antes por el espacio, un lujo en un departamento tan pequeño. JHope tratando de alcanzar algo en el rincón de su litera, y V parado en el costado tratando de preparar su cama para acostarse luego de la ducha.
—Podrías quitarte.
—Hyung, estoy acomodando mi cama.
—Yo también, y no me dejas espacio. Podrías ponerte por el otro lado ¿no crees?
—Por allá no puedo, no quepo, aunque bajara otros diez kilos más hyung. Ya sabes que incluso Suga hyung debe correr mi litera para arreglar la suya.
—Tú todo lo haces problemas. Para todo pones un pero.
V entendía que su hyung estaba realmente cansado, él también lo estaba, pero esta vez no se dejaría provocar. Eran casi las cuatro de la madrugada, y ser irascible no era su opción, por lo menos no esa noche. Sonrió levemente, y luego partió al baño. Necesitaba esa ducha.
—Qué tiene de gracioso, mocoso. Dime.
—El bebé está con berrinche porque tiene sueño —cortó Suga con tono burlón, quien venía entrando a la habitación— ya duerme y deja de andar buscando peleas.
—Lo que pasa es que ninguno de ustedes es lo suficientemente empático.
—Cierto —continuó Suga sin dejarse irritar por el tono de su amigo— ninguno de nosotros es lo suficientemente empático— terminó Yoongi indicándose a sí mismo y a JHope también.
JHope comprendiendo que la discusión era innecesaria, se recostó y mirando la parte baja de la litera que ocupaba Jin hyung cerró los ojos y se quedó dormido.
~~~
El muro de azulejos brillaba. Ya era de día. Aunque no recordaba haber despertado, ni haberse levantado. Pestañeó varias veces, no obstante, el muro brillante seguía ahí.
Sorpresivamente la puerta que estaba a su costado se abrió.
Y en tropel entraron chicas, chicas, y más chicas. ¡¿Y qué iba a hacer él con tantas de ellas?!
Muchachas con uniforme escolar que no reconocía como alguna de las escuelas que él guardaba en su memoria.
Un par de chicas lo miraron con cierto desdén. JHope sin saber cómo reaccionar, estando así en shock, no emitió sonido, aunque muchas ganas tuvo él de decir ¡Qué!
Lo más probable es que ellas fueran fans de Exo, o Got7.
…l era un Bangtan, de seguro habría entre tantas chicas alguna Army que lo quisiera bien. Sin embargo, todas entraban al lugar conversando animadamente sin prestarle mayor atención, otras francamente lo ignoraron.
Cuando aún no salía de su asombro, las primeras dos chicas comenzaron a quitarse la ropa sin ninguna incomodidad por su presencia. Hoseok se giró hacia el otro lado, esperando por respeto y pudor no violentar más la intimidad de las chicas. Pero su horror fue mayor cuando al girarse otras tres que estaban para ese lado, ya estaban completamente desnudas.
—¡Ah! —fue su grito ahogado. Pero su estupefacción fue completa al oír su voz demasiado extraña. Se llevó las manos a su garganta, de seguro se había afectado la garganta con tanto trabajo.
Fue en ese momento que Jhope comenzó a observar el lugar. Duchas, lockers, bancas, bolsos. Ropa deportiva, uniformes, faldas, calzones, brasieres. Mujeres desnudas. Como nadie parecía inmutarse, él se quedó mirándolas. La situación era bizarra. Aquello era como la fantasía de todo escolar de secundaria, y allí estaba él, sin embargo, ya no veía nada que fuera algo nuevo para sus ojos y la situación extraña en sí misma, le impedía emocionarse, aunque el nene de allá abajo capaz que sí, debido a tanto tiempo de abstinencia sexual. Pero antes que pensar mucho en eso, la verdad es que se sentía absurdamente perdido, y se estaba desesperando.
Confundido y atónito, salió de las duchas dando tumbos. Tuvo conciencia que cargaba algún bolso.
De pronto, chocó con alguien.
La joven frente a él lo miraba con ojos asesinos, y manos en las caderas.
—Tenía que ser la nueva.
—¿Nueva? —dijo Hoseok, y se cubrió la boca. ¿Esa era su voz? ¿Podía tranquilizar su mente diciéndose así mismo que solo tenía las cuerdas vocales inflamadas? Lo definitivo era que tenía voz de —¿niña?— preguntó con desesperación.
—Además de nueva, tonta, como todas las rubias teñidas.
Hoseok se sintió ofendido. A él le venía ese rubio oscuro, y no era tonta… o sea, tonto.
—Mi belleza es natural— respondió con su vocecita de niña.
—Sí claro, tú no me engañas con tu nariz de Barbie plástica.
JHope abrió la boca ofendido —¡Mi nariz es igual a la de mi mamá. La heredé de ella!
—Todas dicen lo mismo. Operada.
La chica solo avanzó ignorando la indignación absoluta de JHope. Con la boca abierta por la sorpresa y la cólera, se acercó al espejo para analizar su nariz de Barb… su linda nariz.
Esto era peor de lo que pensaba. ¿Era ella?, ¿la del espejo?
Con su cabello de largo mediano, con un cintillo negro sujetando su melena de un hermoso rubio oscuro. Su blusa blanca, con la misma corbata púrpura de las otras chicas, dejaba en evidencia sus pechos erguidos de tamaño medio. Abrió su boca para gritar, pero el horror que lo embargaba ahogó su grito en la garganta. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Eso no estaba bien, no estaba bien de ningún modo, no había posibilidad alguna de que eso fuera bueno.
Conteniendo el aire, deslizó sus manos hacia abajo. El espejo no le daba una perspectiva de lo que vestía además de la blusa. El aire en sus rodillas podía ser señal de que llevara una par de bermudas o shorts…
Pero él necesitaba comprobar algo más para no morir ahí mismo.
Al borde del llanto, continuó deslizando sus manos hacia ese lugar que definía su virilidad. Lentamente, sus dedos continuaron más allá del ombligo, y cuando no encontró el bulto tan familiar para él, cerró los ojos y creyó que caería ahí mismo desplomado. Pero no pasó nada, seguía allí con el corazón en la garganta, con los ojos aguados y enrojecidos.
¡¿Dónde estaban sus bolitas?!
Allí no había nada, solo el Monte de Venus. Eso debía ser un sueño, un mal sueño, el peor de su vida, porque no acababa, porque no despertaba.
Salió del baño a trompicones buscando un escape de aquella situación. Sintió el golpe al chocar con alguien, quizás era un profesor, o algún funcionario.
—Haneul ¿qué te pasa?... ¿estás bien? —El hombre mayor, había tomado por los hombres a JHope.
¿Le había llamado Haneul?
Con los ojos llorosos, y con la nariz húmeda y congestionada, avanzó por los pasillos, hasta encontrar uno de los patios de la escuela. Observó a toda la gente, no reconocía a nadie. Se sintió algo menos ansioso al ver a chicos, otros estudiantes. Quizás en ese maldito sueño lograra hacer realidad que alguno de sus amigos apareciera en medio de todo ese caos y le ayudara a salir de allí.
Como si los sueños se hicieran realidad, ¡qué paradoja!, alcanzó a ver a Taehyung a los lejos. Su cabello platinado, y su facha de idol, allí iba con un enjambre de niñas y chicos a su alrededor.
—¡Taehyung-ah! —Exclamó con toda la fuerza que pudo, pero su voz de niña se perdió entre el murmullo de la gente. Bajó las escaleras corriendo, hasta alcanzar al grupo.
V se había ubicado detrás de una mesa larga, y se sentó de frente a las niñas, tal como lo hacían en los fansigns.
—¡V-shi! ¡V-shi! —Gritaba desesperado, ansiando obtener la atención de su amigo. Jhope estaba con todo ese aspecto de niña, pero seguía pareciendo Jung Hoseok, y sabía que podría apelar a su rol de hyung y así obligar a V a sacarlo de ese sueño— ¡V-shi! —Saltaba, tratando de ser visto, y de llegar a la mesa.
—¡Detente! —Dos chicas con aires de superioridad lo detuvieron en seco. —¿Qué te pasa a ti, loca?
JHope las observó estupefacto, ¿le hablaban a él? Finalmente, viendo en aquella situación una oportunidad, habló —¡Quiero conversar con mi amigo!
—¡Cuál amigo! —La chica con cara cada vez más enojada se le acercaba de forma amenazante.
—V-shi, es mi amigo. —Respondió con voz entrecortada
Y las chicas soltaron la carcajada, y no solo ellas, sino que también las que estaban a su alrededor.
—Mira novata, todas queremos ser amigas de V-shi, y si quieres estar con él, pues ponte a la fila, es por turno de llegada. Y si le gustas, cosa que dudo —Le dijo mirándolo de pies a cabeza— niña campesina, es posible que puedas ser su amiga. Pero no creo, con tu cara de insípida no creo que beses muy bien.
JHope tragó saliva —¿Besar? ¿Cómo que besar?
La chica rodó los ojos, movió la cabeza y miró a Hoseok con lástima —Eres peor de lo que pensé. ¡Para qué crees que es esta fila! ¿Para pedir autógrafos? No, niña tonta, V te besa, y si le gustas te ganas el cielo, y tus sueños se hacen realidad. Así que anda allá al fondo y espera tu turno.
JHope miró la larga fila de chicas y hasta un par de chicos esperando su turno, y con desazón se fue a ubicar al final. Ahora sí que iba a llorar. V era el popular en la escuela, y él era la niña campesina con cero carisma, esperando por un beso que nunca antes imaginó. Solo tenía la esperanza de que V al reconocerlo decidiera ayudarlo sin tener que llegar a tanto.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español