Han pasado cinco días después de lo ocurrido, Near se sentía más solitario que nunca, quizá solo lo conoció por tres días, pero fue una experiencia única, quería volver a verlo, la nostalgia solo lo empeoraba más.
Sábado, es sábado, el otoño ya había llegado desde hace unos días, las hojas naranjadas y amarillas cubrían las calles y se mecían con el frío viento del próximo invierno. Los mismos hombres que habían estado hablando con los padres de Near habían vuelto, venían por él.
Los padres y Near se encontraban en la sala, uno de los hombres de aspecto amable se acercó a Near y colocó su mano sobre su cabeza.
-Hola Nate, es un placer -Dijo el hombre sonriendo- Mira, sé que esto será difícil para ti, pero te llevaremos a un lugar especial para gente como tú.
<<¿A donde? ¿ a un circo de fenómenos?>> Se preguntó el albino.
-No te preocupes no te haremos daño -Dijo el hombre casi como si le hubiera leído el pensamiento- te llevaremos a una especie de laboratorio y evaluaremos tus acciones con el espíritu y podremos ayudarte.
El resto de la fría mañana los hombres le explicaron a Near que harían con él, cómo y dónde viviría, sus propósitos, entre otras cosas...
-Muy bien Nate, ve a empacar, nos iremos enseguida -Dijo otro de los hombres.
Near asintió y se dirigió a su habitación, tomó una maleta y empacó un poco de su ropa y sus juguetes y libros favoritos, cerrando las maleta, colocó su blanca mano sobre su pecho y apretó entre sus dedos el rosario de plata que colgaba de su cuello...
Salió de la habitación y se dirigió a la salida, un automóvil negro y elegante lo estaba esperando, no estaba para nada emocionado.
El frío viento de otoño lo estremeció, no le importó, quería quedarse parado en medio de la calle y dejar que el viento se lo llevara. Para ser más claro, que la tierra lo tragara, podía confiar en aquellos hombres, pero no estaba tan seguro, no sabía exactamente a dónde se lo llevarían y que harían con él, suspiró y se relajó. Todo por su propio bien.
Entró en el sofisticado auto negro y le dio una última despedida de cariño a su madre y una mirada de desprecio a su padre.
El viaje fue callado, no había de que hablar, solo Near miraba desde la ventana los nuevos lugares que no conocía, nuevas caras, nuevas casas, todo era diferente.
Después de un viaje que a Near se le parecía infinito, llegaron a un enorme edificio, los hombres ayudaron a Near a bajar su maleta, cuando entraron la recepción tenía aspecto de una de hospital, seguramente para encubrir las sospechas del posible laboratorio a dónde se lo piensan llevar.
-Muy bien Nate, sígueme por favor -Dijo uno de los hombres señalando un elevador.
Near entró al elevador y el hombre presionó un botón -P4- según Near había escuchado, el P4 es para las investigaciones paranormales. Bueno, al menos no se lo llevaban a un circo o a un manicomio.
Cuando llegaron al dichoso piso, las puertas del elevador se abrieron para mostrar unos pasillos largos y un conjunto de puertas, el hombre comenzó a caminar y Near lo siguió hasta llegar a una puerta, en el marco decía "Nate" pues obviamente debe ser la nueva habitación de Near, no le impresionó en absoluto.
-Muy bien, Nate, este será tu nuevo hogar -Dijo el hombre abriendo la puerta.
Near entró para encontrar una habitación espaciosa, con baño y cocina, es como un apartamento pequeño, Near lo recorrió con curiosidad en inseguridad, se fijó en el techo y vio unas cuantas cámaras.
-Nate, te mantendremos vigilado por si algún problema sucede, ¿estás de acuerdo? -Preguntó el hombre alegremente.
-Si -Susurró.
El hombre se despidió de Near y se fue de la habitación, Near llevó su maleta a la cama y comenzó a desempacar aburrido, apretó nuevamente el rosario y se relajó, porque al parecer, los próximos años serán muy agotadores...
[DIEZ AÑOS DESPUÉS]
-Muy bien Nate, debes concentrarte para logarlo ¿De acuerdo?
-Sí -Dijo Near.
La tarea era muy sencilla, Near se sentará en una silla frente a una mesa, y en la mesa habrán cartas con distintas figuras, una tiene el sol, otra la luna, otra el mar, otra un copo de nieve y la última una estrella. La tarea consiste en que Near adivine cuál será la carta que escogerá una mujer al otro lado de la habitación, para que los hombres averigüen más de Keddie...
-Muy bien Nate, comencemos -Dijo uno de los hombres a través de un micrófono, observan a Near desde otra habitación con una cámara, al igual que a la mujer.
-Martha, escoge una carta -Dijo otro de los hombres desde el micrófono.
La mujer asintió y colocó su mano sobre una carta "El sol"
<<Keddie, ¿cual es?>> Preguntó Near mentalmente.
El espíritu se dirigió a la habitación de la mujer y vio su mano sobre la carta del sol.
...
<<El sol>> Pensó Near.
Near colocó su mano sobre el sol y los hombres quedaron impresionados.
-Buen trabajo Nate -Dijo uno de ellos.
-Intentemos de nuevo, Nate ¿Puedes mover los bloques que están junto a Martha?
Near asintió.
<<Túmbalos, Keddie>>
El espíritu que aún seguía en la habitación en donde se encuentra la mujer, derribó los bloques que estaban junto a ella, la mujer se asustó y se sorprendió.
-Muy bien hecho Near, haz echo un buen trabajo hoy, vete a descansar -Dijo uno de los hombres.
-Muchas gracias, Stephen -Dijo Near.
El hombre guió a Near a su habitación, cuando llegaron le entregaron una carta.
-¿Que es esto?
-Una invitación.
-¿Para qué?
-Léela.
Near abrió la carta, era una invitación a una fiesta, ¿quien lo invitaría a él a una fiesta?
-Es la fiesta de cumpleaños de la hija de una compañera.
-¿Para que me invitarían a una fiesta?
-Para que hagas amigos, Near, además has estado queriendo salir desde hace varios días, esta es una oportunidad, no la puedes rechazar ahora ¿cierto?
-Lo consideraré -Dijo Near desanimado.
Near quería salir del lugar, lo tenían ahí encerrado desde hace diez años, no tenía amigos, y lo peor de todo, el recuerdo de Mello aún lo atormentaba, pensaba en él todos los días, y nunca se quitaba el rosario de su cuello, era su tesoro.
Después de unos minutos de pensarlo, tomó su decisión.
-Está bien, iré -Dijo Near con una falsa sonrisa.
-¡Eso es perfecto! -Dijo Stephen sonriendo- La fiesta será mañana, espero que estés listo.
-Si, lo estaré -Dijo mirando en otra dirección.
Aunque Near sabía que conocería personas y quizá haría amigos, no le parecía muy cómoda la idea, quizá las personas lo verían como un bicho raro, o algo por el estilo, suspiró y se intentó calmar.
[...]
-Muy bien, Near, ya llegamos -Dijo Stephen.
-¿Estás seguro de esto? -Preguntó Near algo preocupado.
-Vamos Near, no te echarás para atrás ahora, por favor, de seguro harás muchos amigos, no hay de que preocuparse.
-Está bien -Dijo Near suspirando.
-Cuídate, Near, te recogeré en la tarde -Dijo Stephen cuando Near se bajó del automóvil.
-Sí, si, adiós.
Near se encaminó hasta la entrada de la casa, suspiró nervioso y tocó el timbre. Unos instantes después salió una mujer de vestimenta elegante, Near supuso que es la compañera de la que habló Stephen.
-Oh, hola Nate, que sorpresa que hayas llegado, estoy muy ocupada, debo irme ahora mismo -Dijo la mujer con una sonrisa, giró su cabeza y comenzó a llamar a alguien:- ¡Kristha! Near ya ha llegado atiéndelo, tengo que irme.
-¡Ya voy mamá! -Gritó una chica a lo lejos.
Por una puerta salió un muchacha de la edad de Near, vestida con jeans y blusa amarilla, su cabello estaba recogido con una coleta.
-Oh, hola Nate, es un gusto, pasa, ya están los demás adentro -Dijo la chica señalando la puerta.
-Muy bien Kristha, diviértete y no hagas desorden, debo irme, hasta pronto Nate -Dijo la mujer saliendo de la casa.
-Sí, sí, cómo sea -Dijo la chica algo exasperada.
Near siguió a la chica mirando al suelo, era muy tímido, no conoce a nadie y tiene miedo de cómo podrían ser las personas. Entraron a la sala en donde estaban sentados los demás amigos de "Kristha"
-Amigos, él es Nate, está en el P4, dónde trabaja mi madre.
-¿En el P4? -Preguntó uno de los dos chicos que habían.
-¿Esa no es la sección paranormal? -Preguntó una chica.
-Si, algo así -Dijo Near sin perder la vista del suelo como si fuese la cosa más interesante del mundo.
-Eso suena muy interesante -Dijo otro de los chicos de manera sarcástica.
-¡Ahora vuelvo, voy por las cervezas! -Dijo alegremente Kristha.
Los demás chicos se levantaron y prepararon la sala, Near se sentía incómodo, pues ¿que podía decir? ¿agradecer que lo invitaran a la fiesta? no. Decidió hacerse el tonto y se sentó en una silla, los demás cerraron las cortinas, encendieron luces LED y velas y colocaron música.
-¡Ya las traje! -Dijo Kristha volviendo a la sala con una caja llena de latas de cerveza.
La chica las colocó sobre el mesón y los demás sacaron unas cuantas.
-¿Quieres una? -Preguntó Kristha extendiéndole la mano a Near ofreciéndole una cerveza.
Near no es de beber, había probado alcohol antes, pero no le gustaba, negó con la cabeza. Algunos soltaron unas risitas, y Near creyó haber escuchado a una chica susurrarle al oído a otra algo cómo: "Es un llorón". Near no le dio importancia y se quedó sentado de la manera más serena que pudo para intentar no mostrar su nerviosismo.
Los demás se levantaron y rondaron por toda la sala, una de las chicas cambió la música y todos comenzaron a bailar, excepto Near, él no sabía bailar y le parecía estúpido. Más bien, el era el único estúpido de la fiesta, todos bailando y Near ahí solo sentado en una silla con la vista pérdida sin hacer nada, se podría decir que era un aguafiestas.
Near estaba aburrido, se quería ir de esa fiesta, quizá le daría un sermón a Stephen por haberlo involucrado en un lugar tan aburrido, la vida adolescente de los demás le daba asco, solo se quería ir y volver al laboratorio en el que ya estaba más familiarizado.
Colocó su mano y apretó el collar que siempre lo relajaba, amaba ese rosario, era su único recuerdo de Mello, el posible primer amigo que tuvo, o, quizá algo más...
-¿Que tienes en la mano? -Una voz lo alejó de sus pensamientos, levantó la mirada y era una de las chicas quien lo miraba con una mueca entre alegre y curiosa.
-Nada... un rosario -Dijo Near bajando la vista nuevamente.
La chica colocó una mano en la cabeza y acarició rápidamente sus cabellos.
-Tienes un lindo pelo blanco, me recuerda a un algodón -Dijo la chica con una pequeña risita.
Near la miró con impresión, le pareció gracioso que le dijera algodón, pero también algo ofensivo, pero no le importó, le sonrió y volvió a bajar la vista. La chica tomó el rosario que colgaba del cuello de Near y lo miró detenidamente.
-Es un rosario muy feo, no me gusta -Dijo la chica haciendo cara de asco.
Near frunció el ceño al oír lo que dijo esa mocosa, ¿dijo que el rosario era feo? ¡era su único recuerdo de Mello y no permitiría que esa chica lo tratara de esa manera!
Keddie escuchó las palabras de esa joven, y sintió como Near quedó afectado a lo que dijo, así que decidió desquitárselas...