Ryou vuelve más aliviado pero aún muy triste, no sabía cómo reaccionar ante la situación, ya que jamás le había pasado algo parecido y pensó “obviamente a nadie más le pasa” pero dejó un momento esas ideas para agradecerle a Yugi y a Malik por su ayuda. Sintiéndose bastante incómodo después por tanto silencio de camino a casa, decide despedirse a medio camino y corrió bastante lejos de ellos, confundiendo también a los Yamis, por detrás de ellos Bakura miraba decepcionado y dando la media vuelta se aleja de ahí, su orgullo no le permitía correr detrás de aquella persona que le brindó un poco de cariño después de tres mil años, luego para su alivio pensó que solo era un mañoso truco para que por fin se soltara y se enfureció ahora no con él sino con Ryou.
Rápido sube las escaleras, rápido, como si lo fueran a atrapar, llegando así a su pequeño hogar. Ryou deja su maletín en algún lado de su casa y va directamente a su habitación, cae como tronco en la cama y en seguida se queda profundamente dormido.
Desde el llanto en el atardecer, todo empezó a actuar con extrañeza, la luna aparecía con su manto, un hermoso manto blanco que cubriría la melancolía del menor, el satélite guarda un poco el sueño de Ryou, todo estaba tranquilo.
En la casa de Malik se encontraba Marik planeando nuevas estrategias para ganar en un nuevo torneo de duelo de monstruos que pronto se llevarían a cabo, Malik flotaba después por toda la habitación en lo que esperaba, cuando de repente es atraído por otra fuerza bastante grande, de otro Yami… Bakura apareció en ese momento, Marik no estaba prestando atención a su llegada, y solamente se enfocan a hablar él y Malik.
-Debes pedirle la sortija a Ryou, él no necesita más de esto… no me necesita… y no lo necesito..
-Bakura, ¿acaso perdiste la cabeza? Ryou sí te necesita y no me digas que no, pero tú también lo necesitas. ¿por qué no lo admites de una buena vez?
-Porque estás en un error, ya le dije a él y te lo diré nuevamente, no me interesa, no lo necesito lo detesto, odio su manera de ser, su actitud, es… es..
-Más bien tú odias sentir algo por mi amigo…. ADMÍTELO
-¿le dirás o no?...
-Lo lastimarás Bakura, él te considera parte de su vida, eres ya su otra mitad, ¿por qué tanta urgencia de separarte de él?
-¿le dirás….-dice más furioso- o no?
-No le diré nada… no estoy de acuerdo con esa decisión tuya…
-Bien, yo tampoco quería esto pero no hay de otra, quería ser más sutil…
-¿a qué te refieres?
-se lo diré yo mismo para acabar con esta estupidez.
-No…- Bakura camina entre una masa de niebla negra para desaparecer de la vista de Malik- no, Matte, Bakura…- Marik termina de acomodar la baraja de duelo y llama a si hikari- ¿eh, qué pasa Marik?
-Tienes que volver a tu cuerpo, pronto será la hora y sabes lo peligroso que es este “ritual” no debes arriesgarte, ten necesitaré…
-Marik, no te preocupes estaré bien…- Marik se acerca dulcemente y lo abraza dejándole un lindo sonrojo a Malik y este en seguida se separa, pues Mari aprovecha cualquier oportunidad para sobrepasarse con el menor.
En la casa de Yugi yami también se preparaba para hacer su viaje espiritual advirtiéndole a Yugi que no intentara seguirle el paso, pues se arriesgaba a perder su alma en el mundo de los recuerdos y jamás volver. Yugi algo nervioso le promete que no intentará nada y se quedará a descansar porque habría partido de hándbol y debería despertar muy bien para el juego. Yami se sienta a lado de su cama para acercarse lentamente a él y besarle la frente con mucha dulzura sonrojando al oji-violeta.
Casi del otro lado de la ciudad se encontraba el pequeño albino en un sueño profundo, tanto que ninguna persona lograría despertarle. Bakura aparece entonces en la habitación admirando la belleza del rostro de Ryou, como le fascinaba ese rostro, para Bakura todo él podía ser su encanto, su droga, no podía dejar de estar a su lado, mas sin en cambio, su mala personalidad lo llevaba por otras decisiones que DEFINITIVAMENTE no debía tomar.
Pov’s Bakura
Mi pequeño copo de nieve… ahora duermes tranquilo, te prometo que de ahora en adelante será así, y no me recordarás jamás…- se acerca paso a paso al joven Ryou con sigilo- espero nunca sepas lo que realmente siento por ti…-le acaricia el pelo suavemente.- Recuerdo aquel beso que nos dimos en esa ocasión entre nuestras discusiones, jamás había deseado los labios de alguien tanto como los tuyos en esa ocasión. Han pasado más de tres mil años sin desear fogosamente los labios de alguien tan puro… Pero ese deseo nunca debe ser, aun eres bastante frágil y temo lo peor…
Fin del Pov’s Bakura
Inquietamente quiere acercarse al rostro de Ryou, brillante por la luna, queriendo probar un poco más de sus labios pero la hora llegaba y tenía que hacer lo que había definido, entre sueños logra encontrase con Ryou quien en ese momento estaba soñando con su familia…
Ryou al quedarse dormido inició con un sueño bastante particular, una carta de duelo gigante estaba frente a él y esa carta era cambio de corazón, el ícono de la carta sale, transformándose en una persona como Ryou, le pidió que lo siguiera y Ryou lo obedece, pasan nos minutos cuando aparecen tres figuras, parecen ser dos adultos y un pequeño niño, al irse acercado Ryou reconoce a las personas frente a él y corre velozmente para encontrarlas, al estar delante de ellos los abraza y comienza a llorar, el ícono había desaparecido…
-Mamá, papá, Ayumi, los extraño tanto…
-Y nosotros a ti hijo- dice la madre jalándolo para abrazarlo
-hermano- ¿estás triste?
-No Ayumi, esto muy feliz- sonríe algo forzado
-Hijo no tienes que aparentar- sabemos lo que ocurre… y por eso estamos aquí…
-Pero papá….-es interrumpido por su madre quien le acaricia la cabeza..
-Estamos aquí para ayudarte hijo, quiero decirte que no debes rendirte ante ninguna circunstancia y si quieres luchar por el amor de tu vida, debes hacerlo antes de que sea demasiado tarde…
-Papá.. ustedes..
-Sí hijo, lo sabemos todo, y también quiero decir que te enamoraste de un cretino, pero eso se le pasará, solamente si tú tomas cartas en el asunto.
-Entonces… no me rendiré madre, después de ustedes está él… jamás creí que algo tan extraño me pasara pero puedo decir que ha sido lo mejor que me sucedió… es…
-Tu hermosa casualidad hermano- le jala el pantalón a Ryou mientras sus padres y el ríen un poco… luego fuera del sueño, el tiempo del viaje espiritual empezaba, La luna era la que abriría el portal, cambiando su tono blanquísimo, toma un tono anaranjado y después un tono rojo bastante intenso. Ryou veía algo asustado a su familia desvanecerse entre unas luces que los guiaban.
Bakura aparece detrás de él, comportándose como siempre, duro e indiferente, pasa a lado suyo, chocando los hombros de ambos para abrir paso
-Yadonushi, tengo que decirte algo bastante importante. Se pone en frente de él u se cruza de brazos.
-Bakura… Yo también tengo que hablarte quiero decirte que… es interrumpido en seguida por lo que le diría Bakura.
-Ya sé lo que me dirás, y no, no me interesan tu sentimientos, ni tú, nada.. así que olvídalo..
-Pero ¿Cómo? ¿tú sabías de mis sentimientos? Y ¿por qué no me dijiste nada?
-Ya te dije, no me interesan, se me hace demasiado estúpido (esas palabras también le dolían a él)- se acomoda el cabello hacia atrás muy indiferente.- De hecho quería pedirte que te deshicieras de la sortija, ya no la necesitas, y yo no te necesito para existir… arrójala, tírala, has lo que se te antoje pero deshazte de ella para que yo pueda deshacerme de ti.
-Pero Bakura… yo… yo quiero luchar por…- se lleva la mano al pecho y nuevamente es interrumpido.
-¿por mí? ¿estás bromeando? ¿acaso estás sordo o qué? Te dije claramente que no te trago Ryou, y simplemente no te mandé al reino de las sombras porque es magia bastante poderosa como para gastarla en alguien como tú…
- Bakura… no hagas esto…- cae de rodillas haciendo estremecer el cuerpo entero de Bakura, pero sigue firme- por favor no..!!
-llora lo que quieras, no tengo tiempo para esto- sigue adelante y Ryou en el suelo pensando mucho para recaer en depresión como en la tarde, luego recordó lo que sus padres le dijeron, agarró mucho valor y salió disparado detrás de Bakura…
El viaje ancestral había comenzado, los Yamis habían dejado los artículos con sus respectivos Hikaris a excepción de Bakura.
La luna había iniciado la fase de tránsito, donde bastantes almas viajaban para tomar recuerdos o hacer de ellos un recuerdo para evitar ser olvidados. Ryou parecía estar corriendo en un túnel negro con una luz hasta el final, la nieva se hacía del color que se encontraba la luna hasta que el camino desaparecía y dejaba ver hasta el fondo el anochecer de un pequeño pueblo parecía ser el antiguo Egipto. Bakura se encontraba delante de él y al pasar el túnel que dejaba ver esa visión Bakura parecía haber cambiado de apariencia. Llevaba una vestimenta algo peculiar, una especie de tela roja que parecía un abrigo le tapaba bien hasta los tobillos, tenía un pantaloncillo como en la antigüedad lo usaban los esclavos, algunas joyas de oro, su cabello se hacía como un tono plata y tenía la piel morena, físicamente era más alto y tenía más músculo de lo que lo conocía.
Pov’s Ryou
¿ese es Bakura en su vida pasada? Valla creo que no cambia en nada, tal vez en el físico pero su rostro sigue siendo el mismo… ¿qué hará aquí? ¿Se quedará para siempre en este lugar? No puedo… no puedo dejarlo, debo hacerle ver cuánto lo quiero, y que realmente tengo la fuerza para luchar por lo que quiero…- Ryou corre hacia el final del túnel pasando por aquella visión perdiéndose paso a paso por un mundo desconocido….
Fin del Pov’s Ryou.