El anochecer estaba cerca, Ryou al pasar de una dimensión a otra, ganó ciertas características como el que ya no era transparente, unos minutos antes de que el sol se pusiera, él tenía todo a lo que se le puede llamar un fantasma, o como él veía a Bakura, como un espíritu. Atravesaba cosas sólidas con facilidad, eso le parecía curioso y un tanto aterrador; al ocultarse por completo la luz del día y se hizo presente el cielo nocturno, dejando ver a la hermosa doncella blanca que guardaba luz en esa oscuridad, Ryou dejó de ser un alma y se estaba convirtiendo en un cuerpo sólido.
Le seguía el paso a Bakura, él sabía que Bakura era uno de los más grandes ladrones de toda la región de Egipto y que él era un verdadero rebelde sin causa, no le importaba absolutamente nada o eso le hizo creer a Ryou durante sus años de conocerse. Bakura estaba en un pueblo bastante sencillo, Ryou no entendía el porqué de ese recuerdo de Bakura; andar vagando por un pueblo bastante pobre no era un lugar apto para cometer un asalto. Las dudas surgían y su pequeño misterio apenas iniciaba.
Parecía que Bakura tenía prisa, cruza todas las casas sin entrar o sin mirar alguna en especial para robar algo de valor, Ryou entre suaves pasos escondiéndose entre los muros para que no fuera visto y cuando Bakura volteaba, Ryou se tapaba sus labios con una mano para no hacer ningún sonido. Entonces al no averiguar esa sensación que tenía, Bakura continúa su camino y Ryou de tras de él más cauteloso.
Entre todas las pequeñas casas a las que atravesaba, Bakura caminaba a una fijamente y entra normalizado. Parecía ser un lugar donde la gente se reunía para consumir alimentos como un tipo restaurante, estaba repleto de bandidos y delincuentes esa noche, curiosamente esa noche; Ryou creyó que era una de las actividades favoritas de su Yami, ocasionar problemas.
Bakura no estaba ahí por ese motivo…
-miren, llegó Bakura-grita uno de los sujetos bastante descuidado y horroroso-hey Bakura… te trajimos un regalo de una aldea…- sostiene a una persona que estaba atada de manos y tenía una capucha puesta, Bakura hace a un lado a los delincuentes y se acerca a esa persona que a comparación no era muy alta, casi lo que medía Ryou. Desde afuera el menor observa la escena, ve como Bakura le alza el rostro a la persona, el semblante de asesino no desaparecía y los demás hombres se burlaban de ambos con comentarios que desagradaron a Bakura, haciendo aparecer un objeto brillante a la vista de todos, la sortija aparece macabramente pero Bakura no utiliza su magia para alentar miedo a los demás, si no llegaría a la violencia, como siempre solamente que buscó víctimas que la sortija le indicaba, así hasta matarlos prácticamente a todos. Todos menos a ese prisionero que estaba delante de él temblando; cuando Bakura termina el trabajo sucio gira su cabeza 90° para ver a su nueva víctima, el pequeño sujeto alza la cara cuando siente que Bakura se le acerca peligroso, de alguna manera a Ryou le asustaba mucho ese Bakura, aunque podía imaginarse un poco que él vivió un tiempo así con él.
-no debería dejar viva a ninguna cucaracha así que… mi regalo debe…-alza de las ropas del esclavo dejándolo en el aire, el esclavo le tomaba las manos a Bakura tratando de zafarse.
-¿me lastiarás?-decía el chico entre algunas lágrimas y pataletas.
-desde hace mucho te estuve buscando por todos lados, Month y tu rastro creí haber perdido, por eso anduve a estos miserables a tu cacería. No sabes cuanta falta me has hecho… ¿por qué te largaste?
-Bakura… yo… yo debía, ser sacerdote es una tarea bastante difícil, el faraón necesita de mí a todo momento.
-De alguna manera me siento traicionado… Tú y el faraón, todo el tiempo, juntos, ayudándolo a capturar criminales como yo, y los artículos… yo deseo esos artículos, dominaré el mundo…
-No Bakura, esos objetos son sagrados, no dejaré que…-es interrumpido por un abrazo que Bakura se atreve a darle.
-Tú eres el artículo que controla todo mi mundo… ¿por qué me causas esta magia tan maldita?- Bakura articula palabras con la voz un tanto temblorosa mientras esconde su rostro en el hombro del joven presente. Ryou, mudo, oía cada palabra que Bakura decía, tratando de no provocar ningún sonido, muerde con fuerza la parte inferior de su labio y casi entre lágrimas siente un profundo vacío, interminable como un pozo sin fondo, se deja caer al suelo fuera de ese lugar y entre pequeños asomos nota que esa persona habla con él, acariciándole el rostro, parecía que Bakura está hipnotizado por la joven mano y este correspondía también a las caricias proporcionadas por Bakura.
Pov’s Ryou
Entonces.. ¿Bakura volvió para reencontrarse con su amor?-agacha la cabeza y se frota el ojo derecho que estaba derramando lágrimas- ¿es a esa persona a la que tanto ama?... pero ¿Qué estúpido soy, debí haberle hecho caso de dejarlo tranquilo, yo estaba queriendo meterme en un lugar que no me correspondía y que no creo que me corresponda jamás…- luego oye u ruido bastante fuerte dentro del lugar iniciando de nuevo por la curiosidad de asomarse.
Ryou veía a Bakura de espaldas agachado sobre una mesa, imaginó lo peor… En lo que pasaban los pensamientos de Ryou, Bakura y Month se decían bastantes confesiones que intrigaba más a una pasión que para Month estaba prohibida.
-Month, Te amo, y te amaré aunque las arenas del tiempo nos separen… no te dejaré de amar.
-Y yo a ti mi Thief Bakura, único en mi vida….- Bakura abraza de nuevo a Month, ahora recostándolo en la mesa más grande, tirando todos los objetos al suelo, se pone arriba de Month y Month en un pequeño impulso, enrolla sus brazos alrededor del cuello de Bakura y se balancea hacia él dando besos agitados, necesitados de pasión y lujuria.
Es ahí cuando Ryou ve aquella escena, Bakura sigue sin darse cuenta de que había alguien que no pertenecía a esa dimensión mirándolo destrozado, decepcionado de sí mismo por no ser como aquel chico llamado Month, la mesa comenzaba a moverse bastante particular, Ryou podía oír el acto de amor que estaban viviendo Month y Bakura, gemidos saliendo de ambos labios y pequeños susurros para ellos mismos, el ambiente cada vez se tensaba para Ryou pues podía escuchar todo a detalle. Para variar, Ryou desde el principio no admitió sus sentimientos por Bakura porque pensó que lo juzgarían mal y lo dejarían en un manicomio, además que Bakura le patrocinaba muchos malos ratos con sus amigos y familia lejana, “solo era una confusión o un mal entendido”. Pero con esto queda confirmado que Ryou estaba perdidamente enamorado de Bakura siendo capaz de cualquier cosa por que Bakura lo quiera de la misma manera, pero era noble y jamás haría sufrir a alguien, no quería ser egoísta, por lo que la situación le dolía aún más. Curiosamente quería conocer al chico que le robó el corazón a Bakura, quería verle la cara pero era imposible.
-Month deseo que estés conmigo por siempre- dice entre besos que tronaban en el cuerpo de aquel joven sacerdote.
-Pronto espero que así sea, te necesito, … oh Bakura mi Bakura…- Month le toca la cicatriz que tenía Bakura, colocando su mano, Bakura puso sobre esta igualmente su extremidad y la froto dulcemente sobre su rostro, al separarla, la coloca entre sus manos para después besarlas, Month se acomoda de distinta manera indicándole a Bakura que continuara.
La excitación de ambos individuos apenas estaba comenzando, Bakura entre lamidas al torso de Month este soltaba gemidos ligeros y fue aumentando de nivel al paso que Bakura se acercaba a su miembro, debajo de su bata, Bakura muy travieso empieza a juguetear con Month y su miembro y para su respuesta Month le dice “eres bastante goloso” (USTEDES ENTIENDEN).
-Pero me encanta nada más contigo…-lo besa en los labios para luego dar encuentro al músculo dentro de la boca, el oxígeno se les acaba pero ellos no desean parar.
Ryou ya no podía soportar seguir presenciando más y corre, corre y corre entre el llanto y la desesperación, se desvanece lentamente del lugar, no se da cuenta que de ese pequeño pueblo, va hacia el santuario del Faraón, antes de llegar deja de correr y se mantiene abrazado a sí mismo mientas camina por la ciudad delante del santuario, está tranquilo, debería agradecer que las arenas del desierto no lo hayan perdido en la nada pero solo deseaba que eso ocurriera. Al llegar a la entrada ve que hay muchos guardias de seguridad pero parece que no logran verlo, a pesar de haberse vuelto sólido como todo lo demás parecía que era invisible, entonces entra sin ningún problema, las antorchas lo guiaban hasta la habitación principal del palacio, la estructura estaba casi como nueva aunque él antes había visto esa misma estructura ya dañada y antigua. Ryou no se suelta en ningún momento, se aferra cada vez más a sí mismo queriendo salir de ese lugar.
Se detiene cuando la habitación principal estaba un sujeto, sentado en el trono del faraón, no distingue bien de quien se trata, y paso a paso se da una idea y después una impresión
Yami estaba sentado ahí mientras hablaba con unas personas que le mostraban pliegos de papiro revisando los asuntos del gobierno, en su pecho llevaba el rompecabezas del milenio, el corredor estaba un poco oscuro y no se alcanzaba a ver si algo o alguien iba llegando. Cuando Ryou estaba al límite de ser visto, las personas se van y dejan solo al Faraón, Ryou tímido se acerca; Yami un poco distraído tocándose la cabeza y haciendo un gesto de cansancio mira hacia delante para ver a su visitante.
-Ahh… ¡qué bueno que llegas Month!, necesito que reúnas a los demás sacerdotes para el ritual de curación…
Ryou estaba extrañado, no veía a ninguna otra persona ahí, ni detrás de él ni a los lados, entonces mira raro a Yami pero Yami cree que le están jugando una broma.
-Vamos Month, no es hora de jugar a la ley de hielo…-ríe un poco y se levanta de su trono, acercándose más a Ryou, cuando Ryou sale por completo de la oscuridad. Yami camia su semblante, se aterra, y comienza a dar pasos hacia atrás como si viera n fantasma, luego del susto, se preocupa bastante y va veloz hasta donde está el menor.
-Yami, ¿puedes verme?, ¿por qué me miras así?- Ryou pone cara tierna pero yami no responde a su pregunta, estaba bastante sorprendido de lo que estaba viendo.
-¿Ryou? ¿pero cómo? ¡no es posible! ¿de verdad eres tú?, no, esto no puede estar pasando, debe ser un error… ¿en dónde está Month? Tráiganlo ante mí.
Varios guardias de movilizan, unos salen del palacio y otros recorren el palacio del Faraón.
-Yami ¿qué está pasando? No te entiendo absolutamente nada…..
-no puedo explicarte nada, no hasta que aparezca Month…- habla bastante furioso asustando a Ryou, pues no recuerda haber visto a Yami tan alterado.