Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El día que todo cambió por MaryKyaa

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

¡Hola!
Esta es la primera vez que subo uno de mis escritos, por alguna razón me da pena subirlos, y quise empezar por un One-shot de una de mis parejas favoritas, LawxLuffy.

Disculpen si tengo alguna falta de ortografía o si el texto no tiene sentido y/o coherencia.

Todos los personajes aquí utilizados son del Sr. Eiichiro Oda, creador de One Piece. Al cual le agradezco que haya revelado el pasado de Law<3.

¡Nos leemos abajo!

Feliz Aniversario

 

 Maldita sea, ¿por qué tienes que llamar tanto mi atención? Yo, Trafalgar Law nunca me he enamorado pero tú, tú no sé qué me hiciste que has conseguido embobarme ¿Con qué? Pues no sé, no tienes nada bueno, eres infantil, inocente, demasiado terco, haces lo que se te venga en gana, eres un poco más bajo que yo, eres delgado pero al parecer tu cuerpo está bien desarrollado para tu tamaño y tienes esa pequeña cicatriz debajo de tu ojo izquierdo que te da ese toque de… ¿seriedad? Ja, claro, seriedad.

 

Y ¿Cómo se llama el joven de mis desvelos y problemas? Pues nada más y nada menos que Monkey D. Luffy, ese hermoso chiquillo, que vive alado de mi casa.

 

No debería de pensar en él, me siento un enfermo… un depravado mental. ¡Que sólo tienes diecisiete y yo veintitrés, joder, que eres un crío aún! esto es ilegal.

 

Pensar, eso debo de hacer, pensar en cómo salir de este embrollo, la que he liado. ¡Me van a arrestar! Qué digo arrestar, voy a morir si tu abuelo se llega a enterar de esto.

 

Pero mira lo que haces, estás tan indefenso ahí sentado, en el medio del sótano. Con tu uniforme de la preparatoria y tus ojos vendados, tu boca amordazada, tus brazos atados detrás de la silla y tus tobillos amarrados con una soga, no tan apretada, no pretendo lastimarte. Verte así hace que se me olvide que quiero dejarte ir. Soy un egoísta de mierda, sólo estoy pensando en mí y en tener ese pequeño y delicado cuerpo debajo de mío.

 

Joder, ¿Qué he hecho?

 

Tengo que dejarte ir cuanto antes y convencerte de que todo esto fue un error, no tenía pensado llegar a tanto. Vamos que en cuanto más rápido termine esto, mejor, que ya tienes aquí bastante tiempo, tres horas para ser exacto, te he raptado a las 8:40 am, ibas retrasado a la escuela pequeño, sin que te dieras cuenta entre a tu casa, me siento mal por haberlo hecho y haberte tendido la emboscada. Pero enserio me sentía a morir si no te tenía a mi lado, qué más da, lo hecho, hecho está.

 

Lentamente me acerqué a ti para sacarte la mordaza pero en cuanto te toco el rostro para intentar quitártela veo que te tensas y te echas hacia atrás, no quieres que te toque. Eso se sintió como una fuerte punzada en mi corazón, sentí miles de agujas enterradas en mi corazón. Hasta yo me alejara de mí mismo si pudiera.

 

-          Hey, tranquilo, sólo te quitaré esto, quiero hablar contigo- te dije un poco nervioso, pues tengo por seguro que vas a reconocerme enseguida, te veo dar un brinco en la silla al oírme, bueno creo que ya estoy preparado para las consecuencias.

 

Te veo quedarte quieto en la silla, vaya que me reconociste rápido, creí que te llevaría unos minutos. Te quedaste quito, esperado a que yo hiciera mi siguiente movimiento y te retirara la mordaza.

 

-          ¿T..Torao?- Joder, que tu voz se escuchaba tan tímida, tenías miedo, se podía ver en todo tu cuerpo, en cada facción de tu cara, te aterraba que no fuera yo. – Torao, ¿Eres tú?

 

-          - No sabía si contestarte, creo que tengo que hacerlo, no puedo dejar esto inconcluso- Sí, soy yo, Luffy-ya- no quiero arruinar más las cosas así que me acerqué más para sacarte también la venda de los ojos, para poder ver tus hermosos ojos negros, eres simplemente perfecto, para mí lo eres.

 

 

-          ¡¡Torao!! ¿Qué te sucede? ¡¿Por qué me pusiste eso en la cara?! ¡Creí que iba a morir, no me asustes así cabronazo!- Quería creer que te referías a la pañoleta con ese líquido que compre hace unos días… no creas que esto de raptarte fue de un día para otro. – ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Es un juego nuevo que inventaste para mí?- me dijiste eso último con una gran sonrisa de ilusión en tu cara, parecías iluminar todo el sótano con ella. Tú y tu maldita inocencia que me enamora cada maldito día más, por tu culpa estoy tan obsesionado.

 

 

-          Bueno…- No tenía idea de cómo te lo iba a explicar- Luffy-ya, tengo algo muy importante que decirte, pero prométeme que si te desamarro me prestaras toda la atención posible ¿lo prometes?- te dije, estaba deseando que eso no terminara tan mal, que no me odiaras.

 

 

-          De acuerdo- lo dijiste con tu cara de seriedad, esa que pones sólo en situaciones muy intensas, o aquellas veces dónde alguien molesta a tus amigos y entras tú a defenderles, eres una caja de monerías.

 

 

-          Bien… gracias- fue lo único que pude decir antes de comenzar a desamarrarte. Ya que quedaste libre te di la oportunidad de ponerte de pie pero por alguna razón preferiste quedarte sentado- un último favor, te pido que no me interrumpas, creo que así será más fácil para mi terminar con esto de una vez- sólo asentiste con tu cabeza, seguías con la misma seriedad.

 

Sólo deseaba que enserio eso no terminara tan mal, pues estaba más que nervioso, sentía que moría. Pues sabía que en cuanto terminara de hablar tú me odiarías, y yo no quería eso. Creo que no podría vivir siendo odiado por la persona que más quiero y deseo.

 

Bien, ahí iba yo, de estúpido a perder todo lo que podría haber tenido contigo.

 

-          Luffy-ya, desde que te conocí me pareciste un chiquillo revoltoso, siempre estabas causando problemas, estos dos años que nos hemos visto casi a diario, por eso de que somos vecinos, haz estado en mi cabeza. Todo de ti ha llamado mi atención, y puedo casi asegurar que estoy completamente enamorado de ti, si es que no es enfermamente obsesionado por ti- Sabía que con eso te iba a perder para siempre e iba a perder todas las oportunidades que podría haber tenido contigo- cada vez que te veía sentía esa enfermiza necesidad de tocarte, abrazarte, sentirte… o por lo menos hablarte, pero con lo que hice hoy… creo que todas mis oportunidades de tener algo más que una relación de vecinos contigo se va al carajo- Te estaba perdiendo, lo podía sentir, no podía mirarte a la cara, me giré para no ver tus profundos ojos mientras yo intentaba soltar todas esas mierdas guardadas en mis más oscuros pensamientos- Yo… yo te traje aquí para…- Que no podía joder, sentía tu mirada en mi nuca, sentía tu mirada de confusión a mis espaldas, me ponía más nervioso, no sabía cómo iba a terminar- para abusar de ti, quería tenerte a la fuerza- Lo solté- mi necesidad por tenerte crecía cada día más y más, ya no podía esperar. Entre a una faceta de desespero que no lo soporté más. Pero no tuve el valor, el valor de hacerte algo, te vi en esa misma silla adormecido y te veías tan indefenso… tan hermoso, le di un golpe a la pared de frustración, me acerque a ti y te revolví el cabello, te di un beso en la frente y salí de esta habitación. Soy una mierda de persona, lo lamento tanto, enserio, pero no entenderías cuanto te quiero. Eres libre de pensar y hacerme lo que quieras, o simplemente marcharte sí así lo dese…-

 

-          Torao, no me hiciste nada malo, tú mismo lo has dicho- Me interrumpiste para decir aquello tan fácilmente con una sonrisa en tus labios.

 

 

-          ¡¿Qué no lo entiendes?! Intente abusar de ti, cualquier persona ahora mismo me estuviera repudiando, estuviera saliendo de aquí con cara de asco y espantada…-

 

Me sentía miserable, un ser despreciable, no entendía cómo es que había tenido valor de encararte y decirte esas palabras, tú sólo sonreías tan tiernamente con esa hermosa sonrisa, te odio por hacerme quererte tanto, por haberte ganado a mi estúpido corazón. Me giré de nuevo, la vergüenza me invadió de nuevo.

 

-          Torao…- Te levantaste de la silla en la que te encontrabas por primera vez desde que llegaste, caminaste hacía mí y tomaste mi mano, yo no quería girarme, aún te daba la espalda, no tenía el valor para verte a la cara después de todo. – Pero no lo hiciste, y te lo agradezco, en verdad, te lo agradezco tanto-

 

Me arme de valor y me gire para verte, estaba demasiado nervioso, creí que estaba soñando, ¿Me estabas perdonado? ¿Enserio? Te miré a los ojos y no sabes cuantas ganas me dieron de darte un abrazo, tu mirada me decía que hablabas enserio, estaba tan feliz.

 

-          P..pero Luffy-ya- Yo enserio sentía que no merecía tu perdón. De pronto me vi embobado con lo que hacías.

 

Habías soltado mi mano para tomarme del cuello de mi sudadera, sentía como te ibas acercando a mi rostro, sentía tu aliento chocar contra el mío, también sentía como me jalabas hacia ti ¿Te habías parado de puntitas? ¡¿Qué se supone que estás haciendo?! Mis pensamientos se vieron disipados al sentir tus labios chocar contra los míos.

 

¡Me besaste!

 

Habías unido nuestros labios en un suave beso, no me lo creía, sentía que estaba soñando y si era un sueño no quería despertar nunca, el beso era un poco torpe, yo estaba nervioso y al parecer tú también lo estabas, no sabía porque me besabas, y tampoco sabía si debía corresponderte o no. A mi mente vino que yo desde el inicio quería esto y después de eso no tarde mucho en corresponderte.

 

Continuamos con el beso, era un beso suave, dulce y tierno, apuñaste tus manos en mi sudadera halándome más hacía ti mientras yo con mi mano izquierda tomaba tu cadera y con la derecha acariciaba tu mejilla. Sentía que moriría de felicidad en cualquier momento.

 

Te separaste un poco de mí y me sonreíste como siempre lo haces todas las mañanas cuando nos topamos para tomar el autobús, esa sonrisa dulce que siempre me regalabas en las mañanas y yo ni enterado estaba, siempre iba perdido en mis pensamientos sobre ti.

 

-          Torao, tú siempre me has gustado, shishishi- Espera ¿Qué? ¿Qué acababas de decir?- Pero siempre pensé que salías con ese tipo pelirrojo que viene casi todas las semanas a tu casa- Eso último lo habías dicho con los mofletes inflados ¿Acaso estabas celoso? No me lo creo, ¡No me lo creo!

 

-          ¿Qué? Después de todo te gusto…- Digo eso más para mí que para ti, aun no me lo creía- no pienses mal, Eustass-ya sólo es un amigo que viene de visita cada que se le da la gana o cuando es necesaria su ayuda aquí- dicho eso te di un pequeño beso en el cabello y tú, de nuevo, sonreíste- me encanta tu sonrisa- te lo dije mientras te acariciaba el cabello y sonreía para ti.

 

 

-          Torao, si los dos nos gustamos ¿Por qué no salimos cómo pareja?- Bueno, creo que después de todo no eres del todo inocente como yo creía, sólo solté una pequeña carcajada y te abracé.

 

-          Gracias por perdonarme- Correspondiste a mi abrazo y escondiste tu cara en el hueco de mi cuello y hombro- Mugiwara- ya ¿Quieres salir conmigo?- No podría estar más feliz que ahora, después de todo lo que le hice el me corresponde, él me quiere, y yo no lo sabía, casi arruino todo por un momento de desespero, me siento tan bien ahora de no haberlo hecho.

 

 

-          Claro que sí, Torao- Ese estúpido sobre nombre que me pusiste el día que me presente, no sabías pronunciar mi apellido y dijiste que ese sería más fácil. En cambio, yo en venganza te dije Mugiwara-ya, por ese viejo sombrero de paja que siempre llevas, pero en vez de lograr mi cometido, el molestarte, al parecer te gustó, hasta se te veía orgulloso con ese apodo- salgamos de aquí, ¿sí?- Me diste un pequeño beso en la barbilla después de que me dijiste eso.

 

Asentí, te di un casto beso, tome tu mano y salimos del sótano de mi casa, Te ofrecí a quedarte aquí lo que restaba del día, pues ya no podrías llegar a la escuela, para quedarnos viendo películas en la sala, y tú no rechazaste la invitación, eso me hizo más feliz.

 

Estuvimos todo el día recostados en el sillón más grande ignorando casi olímpicamente la televisión, de vez en cuando tú me mirabas y yo volteaba a verte, me robabas un beso y yo sólo atinaba a abrazarte y a decir que te quería tanto.

 

-          Te quiero, Luffy-

 

-          Yo te quiero más, Torao- Después de eso reíste y me comenzaste a besar toda la cara, aún recuerdo que en ese instante descubriste mi debilidad, las cosquillas. Y hasta ahora siempre las usas para hacer lo que quieras conmigo.

 

Creo que ese día fue el mejor de toda mi vida, además de que ese día iniciamos nuestra relación, no de la manera más deseada posible pero fue el día en que tuve más suerte de toda mi vida, creo que a eso le puedo llamar suerte, el que me hayas perdonado por todo lo que hice… ¿La suerte existe? O quizás fue el destino… no importa, lo que importa es que ahora después de cinco años aún seguimos estando juntos tú y yo, Luffy.

 

Te hago está carta para que siempre sigas recordando aquel día dónde todo cambió para los dos, sé que fue muy rara la situación, pero creo que si alguien entendiera cuando nos queremos, sabrá que valió la pena todo lo que hice aquel día.

Feliz quinto aniversario, Mugiwara-ya.
Trafalgar Law

Te amo.

Notas finales:

 


Muchas gracias por leer, si tienen alguna duda, sugerencia, comentario o queja las pueden dejar en un review, se los agradecería mucho ya que me ayudarían a mejorar.


Un abrazo de oso para las/os que llegaron hasta acá, espero leernos después<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).