Pov Grell
Hoy ha sido un día extremadamente agotador, que si hay que recolectar un alma aquí, que si otra ahí etc... No es que no me guste, pero ya después de unos cuantos años uno se acaba quemando un poco, además me ha tocado ir solo porque nadie me "tolera" como compañero, je, como si no me hubiese acostumbrado a estar solo. Pero aún así duele. Es cierto que no soy una persona lo que se dice "convencional" pero se podrían al mirar el asco y el recelo en sus miradas, no es como si fuera a atacar a cualquiera que se me ponga en medio. Vale sí, lo hice con lo de Jack el destripador pero solo fueron unas cuantas prostitutas que había en mi lista y que iban a morir un par de años después por enfermedades de transmisión sexual, tampoco es como si hubiese matado a niños y a cachorrillos indefensos e inocentes.
Me quito mi ropa roja de siempre, la tiro por ahí y me pongo mi pijama verde claro. Nadie lo sabe, pero el rojo no me gusta tanto como suelo aparentar. Me meto en la cama y recuerdos me empiezan a llegar lentamente. De como mi padre me violaba brutalmente y mi madre no hacía nada para evitarlo, mi hermano intentarlo detenerle y morir al golpearle mi padre en la cabeza, de mi madre insultándom, llamándome inúti, diciendo que no sirvo para nada, de los días que pasaba encerrado en una habitación completamente a oscuras y sin nada de beber ni comer. Lágrimas se deslizan por mis mejillas y no puedo detenerlas, al igual que mis recuerdos, odio estos momentos a solas que me hacen recordar cosas que prefiero olvidar. Recuerdo la primera vez que ví a Will y como su rostro inexpresivo y frío me llamó la atención, antes de que me llamase cosa inmunda y me rompiese el corazón en mil trocitos, a cada cual más pequeño que se clavaban en mi pecho como estacas.
Y así, consigo dormirme divagando y con lágrimas en los ojos, dejando un mal día atrás para comenzar uno peor.
Me levanto con pereza y me estiro un poco, realmente me gustaría dormir eternamente, para no juzgar ni ser juzgado, pero aún no quiero morir, supongo que tengo la esperanza de que alguien venga y me rescate de mi soledad y depresión, aunque eso es solo porque soy un idiota iluso, ja, como si alguien pudiese querer a algo tan despreciable como yo. Alguien llama y una voz conocida me dice desde detrás de la puerta:
-Sutclif, alístate en mi oficina en cuanto estés listo
-Oh Wil cariño, tan de mañana ¿Y ya estás necesitado?
-Como si alguien te necesitara, realmente estaríamos mejor si ese demonio al que adoras tanto te matase, ni siquiera sé por qué te salvé.
Las lágrimas casi se me saltan de los ojos al escuchar esto, oigo sus pasos alejarse, pero yo estoy como ido. Y juro que no lo hago a propósito lo de ser así cuando hay gente cerca, me sale solo, al igual que lo de acercarme a las personas para tener contacto físico, no lo hago aposta...solo...me sale, así sin más. Y yo realmente le amo, lo que siento por Sebas-chan es solo deseo físico, pero por Wil...siento de todo, realmente me gustaría que me abrazase tiernamente y me susurrase al oído: "Tranquilo, yo te protegeré del mundo". Pero eso ya me ha demostrado muchas veces que no puede ser.
Me visto rápidamente y salgo casi corriendo a su despacho, mientras la gente se aparta de mi camino para que no les arrolle y para no tocar a esta "cosa", que a ver si va a ser contagioso.
Cuando llegó él se limita a darme una nueva lista de almas que recolectar sin ni siquiera mirarme.
Voy saltando de tejado en tejado mientras observo el paisaje, ya he recolectado la mitad de las almas, y me apetece tomarme un descanso para comer y eso. Me compro uno de esos "pan de curry" que ahora se ha hecho tan famoso y descubro que realmente está bueno, tiene un sabor celestial y me hace olvidar un poco mis penas. A unos cuantos metros veo a Sebastián besando a...ese mocoso que se hace llamar su amo. Suspiro levemente y en mis labios aparece una amarga sonrisa. Las apariencias ante todo.
-Buenos días Gell-san
Me vieron 😞
-Buenos días Sebastiá- Y ya no puedo, no puedo seguir fingiendo que no pasa nada, mi pasado y mi presente pueden conmigo. Los dos se quedan bastante sorprendidos por mi cambio de actitud, si es que se le puede llamar así- Felicidades por su relación, espero que sean felices para siempre
-Así que ya lo sabes, en ese caso deja de acosar a MI Sebastián.
-Hai, hai
Y me voy, porque hoy no tengo ánimos para nada, de verdad me cuesta creer en un futuro mejor, quizá debería coger mi death-sythe y atravesarme con ella, seguro que al mundo y a mí nos iría mejor. Ya solo me queda un alma para recoger, pero cuando llego...hay un demonio, y evidentemente se acaba de comer la última alma que yo debería recolectar.
Y la verdad es que no sé si tenía ganas de pelear, o si mi instinto suicida hizo acto de presencia, perró me lancé a por el demonio. Fué una lucha brutal, en la que salí perdiendo, me atravesó el estomago, sólo sobreviviría si algún shinigami pasa por este callejón y me recoge, que lo dudo mucho, así que mi sentencia de muerte ya está prácticamente firmada. Mi vista se empieza a nublar, y antes de desmayarme del todo veo a Will acercándose a mi y llamándome, que bonita última visión antes de morir.
Cuando despierto estoy en mi cuarto, y Will esta en una silla al lado de mi cama leyendo un libro, o quizá el presupuesto del último mes, con este hombre nunca se sabe. Levanta su mirada del libro y me mira, supongo que evaluando que estoy bien.
-Sutcliff, ¿En qué se supone que estaba pensando para hacer eso?
-No lo se- mi voz es apenas un susurro- Solo lo hice y ya.
-Es usted un idiota Sutcliff
-Sí, me lo dicen a menudo. De todas maneras, deberías haberme dejado morir ahí.
-¿Que tonterías dice Sutcliff?
Empiezo a llorar silenciosamente ante su mirada atónita e intento girar la cara para no hacerle sentir incomodo, porque yo hace mucho que no tengo orgullo.
-Yo realmente hubiese preferido morir que seguir vivo, no tengo a nadie que me aprecie mínimamente y el mundo definitivamente estaría mejor sin mi en él. Sólo soy una basura que no merece nada de nadie.
Una bofetada me hizo callarme y mirar sorprendido a Will, que me miraba realmente cabreado.
-Ni se te ocurra volver a decir esas tonterías Grell, tú mereces estar vivo tanto como cualquier otro. Y me parece que te debo una disculpa muy grande por haberte menospreciado todos estos años. También...ejem...quería decirte que...te amo...y no soportaría perderte, he sido un idiota y hasta que no has estado al borde de la muerte no me he dado cuenta.
Se empieza a desvestir quedándose sólo en bóxers y se mete en la cama conmigo, yo apoyo mi cabeza sobre su pecho, aún llorando, de felicidad y aún hay alguna amarga, pero estoy seguro de que mi Will me ayudará a superarlo.
-Yo también te amo Will