Había pasado parte de la noche y la madrugada escuchando las canciones de EXO, desde MAMA hasta Overdose, había buscado información de la empresa y de los doce miembros que solían ser en el grupo, había visto algunos videos, participaciones en diferentes programas, comerciales, fanfic, habia investigado que era eso de la OTP12, además había leído sobre la demanda del tal Kris o Wu YiFan y sobre la reciente demanda de Luhan. Pero de todo lo que habia investigado, lo que mas llamaba mi atencion, ademas del tema de las demandas, eran las y los shippers de las couples, vaya que esa gente tenia imginacion, pero bueno, la actitud de esos chicos ante las camaras tampoco ayudaban a bajar las hormonas de todas las fans.
Estaba molesta conmigo misma, había perdido valioso tiempo de escritura en semejante estupidez, solo eran cosa de adolecente y famosos, de las cuales yo ya no podía ser parte, tenía cosa mejores que hacer, como trabajar en un nuevo libro.
Ese día como no había dormido más que un par de horas, me encontraba bastante irritada, me di un baño con el agua más helada del mundo, me vestí rápidamente y salí de la casa, dispuesta a pedirle a aquella anciana a que aceptara inspirarme en ella para escribir mi libro.
Camine lo más rápido que pude antes de que aquella determinación que tenía despareciera, cuando llegue y toque el timbre del lugar jamás espere que Luhan fuera quien abriera la puerta.
-Salieron- dijo simplemente sin más antes de intentar cerrar, pero mi pie lo impidió, reprimí una mueca de dolor y él me miro molesto- Mi padre y hermano tampoco están, regresa mañana.
-Los esperare- dije entrando a la casa aprovechado que él había aflojado el agarre de la puerta.
Escuche un suspiro y el azote de la puerta, ignorando aquello me quede en la sala, saque mi portátil y sin darme cuenta comencé a escribir sobre un cantante fruztrado.
Pasada quizás una hora me di cuenta que mi laptop se quedaba sin batería, así que busque el cargador y luego un tomacorriente para conectarlo, pero en el proceso de búsqueda un extraño sonido llego a mis oídos, un sonido que parecía ser un sollozo. Movida por la curiosidad comencé a caminar en la dirección en la que me pareció me llevaría hasta el origen del sonido, camine por un largo pasillo hasta llegar a la puerta que llevaba al patio.
Luhan estaba sentado en el piso, con la espalda recostada en el marco de la puerta, abrazado sus piernas con un brazo mientras que limpiaba sus lágrimas con el antebrazo del otro, junto a él estaba un IPhone, en él tenía abierto el buscador en una página que parecía ser de espectáculos, desde donde yo estaba pude distinguir una foto de él mientras en rojo estaba escrito algo en chino que no logre entender, pero supuse era algo sobre su demanda.
-No deberías de ver esas cosas, no cuando estas solo- dije sin pensar.
Luhan levanto la mirada y un sentimiento de vacío apareció en mí pecho acompañado de un leve dolor, jamás hubiera esperado que tuviera una expresión de dolor en su rostro como la que tenía, sus ojos estaban tan irritados que pareciera que estaban impregnados en sangre, sus mejillas habían adquirido un leve color rojo por la fuerza que hacia al llorar y al esfuerzo que seguramente había hecho para no llorar. Como no respondió me acerque a él y sin decir nada lo abrace, sintiendo correspondía inmediatamente, sentí como sus lágrimas se impregnaban en mi camisa, mientras sus brazos me lastimaban un poco al estrecharme con fuerza y desesperación en busca de consuelo de mi parte, un consuelo que no era el que quería, pero que era el único que tenía a su alcance en esos momentos.
-Lo extraño, realmente lo extraño- murmuro- esto era lo mejor, esto...pero yo...extraño a hunnie, mi hunnie.
Aquello me confundio un poco, pero recorde un poco de lo que habia investigado y supe de quien hablaba.
-Así que no lloras solo por esa demanda, si no por él…por Oh SeHun-asegure sin recibir respuesta.
Nos quedamos así unos minutos mientras su respiración se calmaba un poco y lentamente se separaba de mí, con algo de dificultad lo ayude a levantarse, luego tome su celular y cuando lo hice, sin querer, toque algo en el aparato y una imagen de Luhan junto con un chico que identifique como el chico antes mencionado, suspire antes de meter el IPhone en su bolsillo y nos dirigimos hacia la sala de estar, mientras tanto Luhan balbuceaba para si cosas inentendibles que parecian ser disculpas o reproches a si mismo, lo senté en el sofá antes de dirigirme a la cocina para prepararle un té, pues eso es lo que mi madre aseguraba calmaba a las personas alteradas y vaya que Luhan estaba desesperado.
Estaba a punto de buscar lo que necesitaba para el té cuando escuche pasos, me gire rápidamente y vi a Luhan recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados en su pecho mientras me veía con una expresión neutra en su rostro.
<> pensé mientras examinaba su rostro que aun denotaba tristeza.
-Sobre lo que…
-No te preocupes, no diré nada, todos tenemos derecho a sufrir, sobre todo si es por amor-lo corte encogiendo los hombros, luego sonreí al recordar algo-además eres todo un hombre y no puedes llorar en estos momentos.
No esperaba ninguna reacción de su parte y si reaccionaba imagine que sería un bufido o algún comentario hostil, pero en lugar de eso el rio haciendo que su cara se deformara un poco, nunca se me paso por la mente que alguien como él tuviera esa expresión tan extraña a la hora de reír, su risa era tan contagiosa que me hizo reír y así pasamos un rato hasta que poco a poco nuestras risas se apagaban.
Un poco ya más cómodos con nuestras presencias comenzamos una extraña conversación sobre tipos de cómo preparar té, mientras él se ponía a preparar el té que se suponía yo prepararía.
Cuando ya el té estuvo listo y el tema esa bebida se había agotado comencé a contarle sobre mí, porque me quedaba claro que su vida tenía más drama que la mía y sería más difícil contársela a alguien de la que no sabía ni el nombre, así fue como se enteró de como yo, una estudiante de periodismo, me convertí en escritora, una escritora anónima que en lugar de una fotografía mía, en mis libros aparecía una deforme caricatura de mí que yo misma había hecho, de cómo había terminado en Beijín y sobre porque estaba ahí.
Luego fui yo quien escucho un poco de la vida de él, en sus ojos pude ver como guardar todo aquello lo estaba destruyendo por dentro, sobre sus problemas de salud, sobre su ultimo concierto y el dolor que sintio antes, durante y despues de el, pero sobre todo pude notar que lo que más le dolía eran dos cosas: el miedo de que los que fueran sus compañeros de grupo lo odiaran y cargar con el secreto de su trágica historia de amor con aquel chico, no habia menciono nada sobre eso abiertamente ahora que estaba conciente, pero al nombrarlo tanto a ese chico me hizo recordar todo aquello que habia leido a cerca del HunHan, fue entonces cuando se me ocurrió una idea que nos ayudaría a los dos o al menos eso pensaba yo.
-¿No te gustaría ayudarme con mi libro?-pregunte de repente, armándome de un valor que no sabía que poseía.
Me miro sin entender, suspire, no tenía idea de cómo pedir lo que quería, me sonroje inmediatamente luego de hablar, podía sentir como mis mejillas comenzaban a calentarse por la sangre que se acumulaba en ellas, él me miro como tratando de leer mi mente y por lo que dijo luego me quedaba claro que efectivamente, había leído mi mente.
-¿Quiere escribir sobre mi y sobre ellos?-pregunto después de darle un trago a su té.
La manera en la que se había referido a sus ex compañeros de grupo me causo un poco de gracias, pero asentí lo más seria que pude, Luhan me miro unos segundos, luego bajo su mirada hacia la taza que sostenía en sus manos y con la cual jugaba en esos momentos, cuando su mirada regreso a mí, podría jurar que mi corazón se detuvo.
-No es como si fuera a poner sus nombres o el de esa endemoniada empresa, pensarían que es un fanfic y mi editor jamás lo publicaría, además lo adaptare a otro entorno, uno del cual nadie sospeche- asegure.
-Pensé que querías un gran escándalo, de todos modos estudiaste periodismo- dijo sonriendo sin ánimos, yo negué enérgicamente esperando que me creyera- Pero con lo que propones veo que no es así, entonces… ¿Por qué?
Me encogí de hombros
-Si no tienes una razón, creo que…
-Esque solo quiero escribir sobre ti-lo interrumpí- quiero ayudarte, porque veo que sufres y que quizas no le cuentas a nadie porque saben lo que dirasn, pero soy una extraña y quizas sea la mejor para hablar, creo que de alguna forma, puede ayudarte a…liberar algo de peso de tus hombros.
Baje la mirada hacia mi taza de té, me sentía como una estúpida, lo escuche levantarse y cerré mis ojos con fuerza, esperando un insulto o algo parecido, pero en lugar de esos mentí una mano en mi hombro, abrí los ojos y lo mire, aquel chico era realmente extraño, nunca hacia lo que yo esperaba y era por eso que comenzaba a agradarme.
-Acepto, quizas tengas razon- me sonrió.
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Mi apartamento no era de lo mas lujoso, pero me bastaba para mi y para Terry, asi que no habia de que quejarme, habia pasado un dia desde que le pedi a Luhan que me contara su historia, pero hasta ahora no me habia logrado saber mucho de lo que queria, sin pensarlo mucho tome mi portatil, la grabadora en donde guardaba nuestras conversaciones y comence a escribir.
[Documento de Microsoft Word- Nombre: Luhan]
Desde pequeño Luhan siempre había sido un chico bastante alegre y emprendedor, amable y divertido, era alguien fácil de llevar y que casi siempre le agradaba a quien lo conocía, pues siendo como era, él era lo más cercano a la perfección algunos conocían, lo cual muchas veces hacia que la gente le tuviera celos y lo odiaran por ser algo que ellos nunca podrían.
Al inicio de sus vida, según el mismo Luhan, nada importante o relevante ocurrió o al menos no había ocurrido nada que me pudiera interesar plasmar en mi libro, pero le logre algunas que otras anécdotas, de las cuales tenía razón, no servirían para lo que quiero escribir, por lo que nos pasamos a los años en los que el sueño de querer ser un famoso futbolista no fue nada a comparación del descubrimiento de que su pasión, talento y vocación estaban en el escenario.
Fue así como entonces comenzó a hacer pequeños arreglos en su vida, arreglos que lo ayudarían a encaminarse en su camino de querer ser alguien en el mundo del espectáculo, muchas veces dice fue rechazado, pero al fin logro entrar de trainer en una de las mejores y más prestigiosas compañías de Corea, la tal S.M.
Jamás imagino lo que terminaría siendo su vida luego de aquello.
Desde el principio todo parecía una competencia, porque a decir verdad eso era, una competencia por ver quien tenía lo necesario en debutar en menos tiempo, a él siempre le decían que no debía preocuparse, que era ciento por ciento seguro que debutaría pues su cara era por demás linda y que seguramente atraería a una multitud de fans.
¿Pero su grandiosa voz y su habilidad para bailar donde la dejaban? Eso lo molestaba demasiado, no solo era una cara bonita, solo que en ocasiones hasta él se creia que solo era es...una cara bonita.
Pero una persona le recordaba a diario que él valia mucho más, que él era talentoso, frases como: "Que voz tan increible", "Asombrosa manera de bailar" y "Usted es genial,Hyung fighting" hacian que de repente y por un instante todos sus problemas se fueran, ayudandolo a mostrarse fuerte y decidido, haciendolo sentirse inquebrantable.
Pero a pesar de que se mostrara de aquella manera, tenía miedo, afortunadamente logro encontrar apoyo varias personas, dos de ella de su mismo país, ellos eran Wu YiFan y Zhang YiXing, dos personas tan diferentes como parecidas, dos personas que lograron obtener su cariño. Luego llego Huang ZiTao un chico que Luhan califico como extraordinario pues era muy joven y poseía habilidades bastante increíbles, ellos cuatro conformaban lo que llamare como la China-line de EXO.
En el mismo año que Tao entro al grupo de trainers fue cuando les anunciaron a los “elegidos” quienes debutarían en el próximo grupo, a muchos de ellos ya nos conocía y era bastante cercano a ellos a otros simplemente los había saludado, pero quedo bastante conforme con su grupo, en especial con el hecho de que tuviera a aquellos que consideraba sus hermanos a su lado pero, lo estaba a un más porque alguien importante, también estaría con ellos.
Los entrenamientos y ensayos comenzaron a hacerse más extenuantes para aquellos doce…
Estaba aun escribiendo cuando escuche el sonido del timbre, Terry se levanto del sillon en el que estaba y comenzo a ladrar a la puerta minetras yo daba un grito de deseperacion que mas bien parecia que estuviera haciendo algo mas que escribir un libro. Me levante lentamente y con algo de sueño, abri rapidamente, lista para regañar a quien sea que habia interrumpido mi noche.
Pero al abrir la puerta y ver quien tocaba, en lugar de que comenzara a gritar mis ojos se abrieron de tal manera que pudieron haberse salido en cualquier momento. Mi mirada se topo con la de aquel alto, con cuidado fui examinando su rostro hasta que mi cerebro dio con un nombre y situacion del tipo de enfrente.
Wu YiFan: ex lider de exo m/el primero de exo endemandar a la empresa.
~La llama que comenzo la revolucion~ pense mientras reia para mis adentros, para luego recordarme que tenia que dejar de leer los juegos del hambre.
-¿Que haces aqui y porque Luhan esta medio dormido en el piso?-pregunte algo irritada por el sueño.
-Vengo a detener esta locura- dijo él mientras entraba a mi departamento junto con Luhan.