Capitulo 5:
Sentimientos encontrados
El peliazul no tuvo otra alternativa mas que hablarle a su jefe sobre el pequeño encuentro con Don. Se encontraba sentado frente al escritorio del pelirrojo, esperando que entrara ya que este se encontraba en una vuelta de rutina por el parque asegurándose de que todos hicieran lo suyo. Mordecai estaba muy raro desde un mes atrás o eso creía el chico: siempre que miraba a Rigby sentía algo en su pecho, una felicidad y deseo que solo había sentido con Margarita.
-No puedo estar enamorado de Rigby…- pensaba -…todo eso que sucedió… fue un accidente…-
Sin embargo, recordó esa noche donde todo ocurrio…
-¿el me dijo “te amo”?- esas palabras resonaban en su mente, sin embargo casi todo lo que sucedió esa noche era borroso para el, o distorcionado -…no, no es posible… espera un segundo- el chico le había dicho al moreno antes que lo amaba -…no pude haber dicho eso…
debe ser una equivocación- intentaba recordar mas pero no le era del todo posible
-Mordecai…- el gerente entro a la oficina
-Ah, hola Benson- lo saludo
-¿Qué haces aquí?- pregunto un poco curioso -¿se ha complicado?-
-No exactamente…- dijo el peliazul acomodándose el cabello sobre su frente
-¿Entonces?- se sento en su escritorio
-Bueno… no se si Papaleta ya te conto pero… Don vino el sábado a ver a su hermano-
-Ya veo… ¿le menciono algo?-
Suspiro el peliazul recargándose sobre el respaldo de la silla y continuo
-Ese es el problema… Rigby tiene miedo de decírselo-
-Entiendo… si algo asi me sucediera no se lo contaria ni a mi madre-
-…pero no solo es eso-
-¿?-
Mordecai comenzó a explicarle todo el asunto a su jefe quien solo se quedo en silencio escuchando lo que el ojiceleste debía decirle. En la voz del peliazul se notaba un gran nerviosismo y preocupación hacia su amigo.
Cuando termino de hablar, el hombre pelirrojo solo se quedo pensando; podía entender la preocupación de ambos ya que, sus padres también eran del tipo conservador.
-Bueno… no sabría como responderte ante esta situación- se rasco la cabeza intentando encontrar soluciones
-…- el chico no dijo nada… tampoco se le ocurria algo
-…si Rigby llegara a decirle a su hermano, tendría que hablar con el para ver si puedo llegar a un acuerdo de silencio- sonrio Benson, luego recargo los codos sobre su escritorio y dejo caer su barbilla sobre sus manos -…creo que ya es el momento de anunciar lo que sucede-
-¿Estas seguro?-
-Cada vez será mas difícil ocultarlo… sobre todo cuando el bebe nazca- saco unos papeles de un gabinete cercano y los ordeno
-Tienes razón en eso…- pensó Mordecai; después de todo no podían ocultar un pequeño en su armario o dejarlo con Don u otra persona, se arriesgarían a perder el amor del niño o ganarse el odio de este cuando fuera adolescente -…debo hablar con Rigby respecto a esto; va a ser difícil convencerlo-
-Intentalo, haz que vea lo necesario que es- dejo a un lado los documentos
-… esta bien- dijo el peliazul
-creo que te pasa algo mas- dijo Benson mirándolo fijamente a los ojos
-¿Cómo puedes saber eso?-
-por favor Mordecai… no naci ayer, no sere Skips para saberlo todo, pero conozco la forma de ser de cada empleado- Benson se recargo en la silla -… ¿quieres hablar de lo que te ocurre?-
Mordecai suspiro
-bien… últimamente me he sentido muy extraño; cada que estoy con Rigby… no se, simplemente siento algo en el estomago y mi corazón empieza a latir mas rápido-
-… estas enamorándote de el…-
-pero… eso no puede ser posible, ¡yo amo a Margarita!- recalco Mordecai
-pues tu corazón dice otra cosa…-
-esta mal, Benson: ambos somos hombres, es antinatural-
-…bien dicen que el amor es ciego; ¿Por qué no le cuentas lo que sientes por el?-
-¿y si Rigby no me correspondiera?- suspiro -¡estoy harto de los rechazos!- exclamo recordando todo lo que le sucedió con Margarita
-al menos lo habras intentado…- dijo Benson
-… lo pensare- contesto el chico
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El peliazul le dijo a su amigo sobre la situación, la cual no tomo muy bien. Tenia miedo de que ambos salieran afectados por lo que fuera a pasar y aun estaba el riesgo de que sus familias se enteraran. Decidio decírselo mientras recogían las hojas caídas en el parque; el castaño estaba indeciso sobre el asunto.
-Vamos mapache, todo estará bien- le consolaba el peliazul mientras barria las hojas caídas de los arboles
-no lo se amigo, no me siento comodo con esto- sostenia una bolsa mientras su compañero depositaba las hojas dentro de esta
-pero después será peor-
-eso lo se… aun asi…- se quedo pensando
-Te dire algo- dijo el ojiceleste al castaño –se los diremos cuando tengas los 7 meses cumplidos, ¿esta bien para ti?- intento convencerle
-E…eso creo…-
-¿Por qué dudas tanto?- tiro las hojas dentro de la bolsa de plastico
-... ¿que le diremos a todos? ¿Oigan, tendremos un bebe?-
-Tampoco lo diremos de golpe, Rigby- bromeo un poco
-No lo se Mordecai… no me convenzo de esto- volteo la mirada hacia otro lado
-Hazlo por nuestro hijo- le tomo la mano al castaño
El ojiazabache se sonrojo… había dicho nuestro.
-Mordecai…-
-Por favor, piensa en el bebe-
Mordecai dejo a un lado la escoba y jalo al moreno hacia el, con su otra mano levanto su rostro de forma que pudiese ver la mirada azabache de su compañero
-E…esta bien- desvio la mirada rapidamente
El peliazul le toco la cabeza y le revolvió el pelo, luego toco su vientre y lo sobo intentando sentir al bebe.
-Mapache…- le susurro al oído
-s…si?-
-¿Qué crees que sea?- sonrio al sentir una pequeña patadita
-Niño… porque no tengo ni la menor idea de como cuidar a una niña.. y tu?-
-Lo que sea esta bien para mi… con tal de que se parezca a “mi mapache”-
El corazón de Rigby latia mas rápido con cada palabra de su compañero; “su mapache”
resonaba en sus oídos
-Rigby…- susurro el ojiceleste
El castaño volteo a ver a su amigo quien lo veía de una forma bastante inusual; el joven peliazul levanto el mentón del castaño mientras que con su otra mano lo acercaba hacia el.
El cielo comenzó a nublarse y el viento comenzó a soplar haciendo que cayeran mas hojas, las cuales envolvían a la pareja de amigos.
-Mordecai… ¿Qué haces?-
-Shhhhh…- lo callo su amigo
Iba acercando su rostro al de el, de forma lenta; la lluvia comenzó a caer de repente mientras el peliazul unia sus labios contra los del castaño en un beso. Por unos momentos el tiempo se detuvo entre los dos; sus corazones estaban a punto de salirse del pecho. El castaño rodeo la espalda de su amigo mientras este lo acercaba mas hacia el. Pronto les falto el aire y debieron separarse. El castaño estaba muy rojo mientras que el peliazul jadeaba a causa de la falta de aire. Se miraron a los ojos, perdiéndose dentro de sus almas.
-M…mordecai-
-Rigby… yo…- tomo su rostro, y estuvo dispuesto a confesarse
-¡Chicos!- grito Papaleta desde el pórtico de la casa -¡Metanse, se aproxima una tormenta!-
-Sera mejor entrar- el castaño jalo al ojiazul y corrieron hacia la casa
El peliazul había perdido su primera oportunidad para declararsele
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-Hola Mordecai, ¿lo de siempre?-
-Claro Margarita-
La pelirroja antes de ir por su orden, se paro frente a el y se sonrojo.
-Oye Mordecai… ¿te gustaría ir al cine conmigo el fin de semana?-
-Lo siento Margarita, tengo trabajo en el parque- el peliazul se rasco la cabeza
-Entiendo…- y se marcho
-¿Es mi imaginación o me pidió una cita?- pensó el ojiceleste
Desde hace unos días, la pelirroja empezó a comportarse muy extraño con Mordecai: era mas amable con el, siempre lo acompañaba cuando almorzaba, hablaban mucho mas seguido y tenia muchos mensajes de ella en su celular. El peliazul creía que Margarita le tenia lastima, ya que Rigby había dejado de ir y por eso se le acercaba, sin embargo se sentía un poco incomodo al respecto.
-Hola Mordecai- se le acerco la pequeña mesera al chico
-Ah, hola Eileen-
-¿Cómo esta Rigby?- pregunto curiosa
-El esta bien, ya se siente mejor- le sonrio a la castaña-
-Y… ¿Cómo esta el niño?-
-¿Qué?-
Continuara…
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