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A matter of you and me por anzu_brief

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Notas del capitulo:

Aquí estoy de nuevo. Primero que nada quiero daros las gracias por vuestro apoyo y comentarios. No solo sobre el fic, sino sobre el final de Naruto. Aunque parezca tonto saber que no soy la única frustrada y decepcionada con ese final que nos forzaron y que no tiene ni pizca de sentido me consuela un poquito y me hace sentir mejor.

Obviamente mi absoluto apoyo es para Sasuke y Naruto. Hace años que sigo esta la pareja. Cuando comencé a ver Naruto yo estaba totalmente en contra del yaoi, incluso me disgustaba ver a dos chicos juntos, cosas crecer en una familia muy religiosa. Pero ellos me convencieron por sí mismos. Me acuerdo ver pruebas y más pruebas de lo mucho que significaban para el otro, y decir a mí misma, no, no, ellos son solo amigos. Pero al final no pude negarlo más tiempo. Ellos mismos me convencieron de que el lazo que compartían era simplemente AMOR.

NaruHina no me gusta, aunque Hinata en sí no me molesta como personaje. Está claro que ella está enamorada de Naruto desde el principio, pero yo nunca he visto a Naruto tratarla de forma diferente a como trata al resto de sus amigos y compañeros.

SasuSaku. No sé ni por dónde empezar. Sakura no es más que una molestia y una debilucha a lo largo de todo el anime. De acuerdo, es una excelente ninja médico, pero debería limitarse a ese papel y dejar de poner a sus compañeros de equipo en peligro con sus aires de grandeza. Hasta Karin habría sido mejor. ¿Dime una escena dónde Sasuke preste atención a Sakura? Pero si está a punto de matarla en muchas ocasiones. Por otro lado, lo entiendo. Ella es su vieja compañera de equipo y Sasuke le tiene cariño, ella ha estado siempre enamorada de él y él necesita rehacer su clan, tiene algo de sentido que la elija a ella. Y como podemos ver, no es que Sasuke pase largas temporadas en casa. ¿Amor? ¿Dónde?

¿Y Naruto un mal padre? ¿Después de todo lo que sufrió de pequeño? Por favor…

Shikamaru y Temari son la única pareja que me gusta del final, coincidentemente son la única pareja cuya relación se desarrolla desde temprano en las series. Podemos remontarnos a sus viejas escenas en Naruto, pero en Shippuden han dejado caer muchas pistas, incluso desde el capitulo 1.

En fin. Supongo que mejor dejo de rampar. Muchas gracias a todos de nuevo por vuestro apoyo, ¡espero que disfrutes del capítulo!

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He releido el capitulo y no me gustó en absoluto, por lo que lo he editado y mayormente reescrito desde el principio. La escenificación es la misma, para la interacción entre Naruto y Sasuke totalmente diferente. Lo siento si esto os causa alguna dificultad, pero no podía darme por satisfecha con tan pobre calidad.

Espero que os gusten los cambios y que podais disfrutar mucho más del capítulo.

 

 

A matter of the road, part I

 

Localizar el paradero de Sasuke no supuso un gran desafío para Naruto, ni siquiera considerando la escasa información que pudo recolectar a lo largo del camino a través de Pais del Fuego. Sasuke no era el tipo de persona que se dejaba ser visto cuando tenía los medios para evitarlo, pero Naruto no necesitaba la ayuda de ningún aldeano para detectar su rastro.

Los dones que había heredado de Asura eran de gran utilidad para el rastreo, y el enorme chakra de Sasuke lo convertía en una blanco fácil para Naruto. La diferencia de poder entre Sasuke y el resto de los habitantes del Pais del Fuego eran tan grande que destacaba como lo haría un phoenix dorado en medio de un campo de palomas de campo.

Una vez localizado su rastro, sin embargo, Naruto se enfrentó a una encrucijada diferente.

La excitación al hallarse de nuevo tan próximo a su mejor amigo burbujeaba en su estómago, así como una sana dosis de orgullo ante la facilidad con la que había sido capaz de encontrarlo pese a su obvio deseo de pasar inadvertido. Pronto, sin embargo, estas emociones dieron pie a otras no tan placenteras; los nervios y la incertidumbre comenzaron a torturarlo conforme visualizaba su siguiente movimiento.

¿Cuál era el mejor paso a seguir?

En retrospectiva podría decirse que Naruto era ya un experto en este tipo de situaciones. Desde luego esta no sería la primera vez que trataba de convencer a Sasuke para volver con él a Konoha. No obstante, las circunstancias eran ligeramente diferentes en esta ocasión.

La última vez que Sasuke y él había hablado, ambos habían partido como amigos en lugar de como rivales, y Naruto se negaba a hacer nada que pusiese en peligro esta nueva y frágil relación entre ellos.

Su último deseo era iniciar una nueva pelea con Sasuke. Naruto simplemente quería a  su mejor amigo de vuelta, con él en la villa donde ambos pertenecían, donde podrían disfrutar de la nueva fuerza que habían adquirido con tanto esfuerzo, y entrenar juntos para seguir volviéndose más fuertes.

En su cabeza este era un deseo muy razonable, el problema era que Naruto nunca había sido muy hábil con las palabras, y Sasuke tenía un talento especial para hacerle perder la paciencia y recurrir a los puños, haciéndole incluso olvidar el argumento principal de la discusión que estaba sosteniendo.

¿Por qué tenía que resultar tan complicado de todos modos? Sasuke era su mejor amigo. Lo único que Naruto deseaba era hablar con él, y quizá rogarle que volviera a casa. Algo tan pequeño, y los nervios lo estaban matando.

Naruto dejó escapar un suspiro de tristeza. Recordaba el tiempo cuando él y Sasuke podían discutir cualquier tema sin problema, aún si la mitad de las palabras que intercambiaban eran insultos para el otro...

“Usuratonkachi.”

La voz lo tomó por sorpresa.

Naruto parpadeó.

Sasuke, el verdadero Sasuke, no el uno que pertenecía a sus memorias, se había materializado de la nada y se hallaba de pie, inmóvil, y lo observaba desde la rama de un árbol a diez metros de distancia.

“Sasuke.”

No fue su reacción más inteligente.

“Te he sentido seguirme durante casi dos horas” no era una acusación. Sasuke simplemente estableció lo evidente. Cualquier emoción que pudiera estar sintiendo no se reflejaba en su rostro.

Al principio, Sasuke había preferido ignorar su presencia hasta que Naruto optara por revelarse a sí mismo, pero su paciencia no era eterna. Y había sido dificil resistir la curiosidad sobre los motivos que habían traido a su amigo hasta aquí. “¿Ocurre algo urgente en Konoha?”

Naruto finalmente salió de su estupor, sacudiendo la cabeza de lado a lado.

“No. La aldea está genial. Los efectos de la guerra van quedando atrás, y Kakashi está haciendo un gran trabajo como Hokage. ¿Quién lo hubiese pensado de nuestro perezoso sensei, eh?” bromeó, con una risa nerviosa.

Sasuke simplemente asintió, pero un observador próximo hubiera podido observar como las esquinas de sus labios se curvaban ligeramente ante la mención de su viejo maestro.

El intercambio era tan parecido a los que solían ocurrir entre ellos antes de que Sasuke decidiera abandonar la aldea y dejarlo a él atrás, que tal  familiaridad provocó en Naruto ambos, profunda nostalgia y un agudo dolor en su pecho. Deseaba con tanta desesperación regresar a aquellos tiempos. No había nada en el mundo que deseara más.

¿Cómo hacérselo entender a Sasuke? ¿Cómo hacérselo entender si él mismo a veces no alcanzaba a comprender la razón detrás de tanto anhelo?

¿Por qué Sasuke? ¿Por qué Sasuke era diferente, cuando había tantas otras personas preciadas en su vida? ¿Por qué Sasuke significa siempre muchísimo más?

¿Y cuál era el mejor modo de hacerle entender su deseo, sin hacerlo retroceder por la fuerza de sus emociones?

“Yo…” Deprisa. Naruto necesitaba encontrar una respuesta. “Supongo que me aburría.” Concluyó sin mucho convencimiento.

Sasuke le lanzó una mirada incrédula.

“¿Te aburrías? ¿Esa es tu razón para cruzar medio Pais del Fuego y venir a buscarme? ¿No había nada importante que hacer en la villa?"

Interiormente, Naruto reconoció que tal vez esa no fuera la mejor de las excusas que se le podrían haber ocurrido. Pero su cerebro no trabajaba muy bien bajo situaciones de estrés, y la mirada indiferente de Sasuke podría estresar a cualquiera.

¿Por qué podía Sasuke mostrarse tan indiferente a su presencia, cuando él mero hecho de hablar con él causaba en Naruto un revoltijo de nervios? ¿Acaso no habían reconocido ambos el valor del otro y la importancia de su amistad después de su última pelea en el Valle del Fin?

¡No era justo!

En cualquier caso, el aburrimiento era una excusa tan buena como cualquier otra. Naruto no iba a reconocer la verdad, que había abandonado la villa sin el permiso del Hokage y sin comunicárselo a nadie porque Konoha seguía sin sentirse como su hogar, y nunca lo sería mientras Sasuke permaneciese ausente.

Incluso si Sasuke admitía ahora la fuerza de los lazos que los unían, una pequeña parte de Naruto sabía que Sasuke significaba para él mucho más de lo que él significaba para Sasuke. Este hecho apenas escocía ya. Ha llegado a términos con esa realidad hacia un largo tiempo. El reconocimiento de Sasuke era suficiente.

Aun así, Naruto no pretendía hacer a Sasuke consciente de esta diferencia. No iba dejar que Sasuke se riera de él o lo calificara como débil por culpa de estas emociones. De modo que en lugar de reconocer la verdad, Naruto optó por aferrarse a su excusa.

Sacudió la cabeza.

“Todas las reconstrucciones han terminado y las nuevas misiones no comenzaran hasta al menos dentro de seis meses. Incluso Kakashi se hartó de verme sin hacer nada, y me sugirió que tomara unas vacaciones como premio por mi duro trabajo” explicó, alzando el mentón con una sonrisa orgullosa.

“Eso aún no explica que estás haciendo aquí.”

Naruto miró a Sasuke como si fuera idiota.

“Bueno, es obvio. Esta es la primera vez que me han dado vacaciones, mí tiempo con Jiraya no cuenta porque estamos entrenando, ¿y qué mejor que pasarlas con mi mejor amigo? ”

Si Naruto sintió los nervios agazaparse en su estómago con esta última declaración, lo disimuló bien. La expresión de su rostro era decidida, y la sonrisa de sus labios no tambaleó un segundo mientras esperaba en silencio por la reacción de Sasuke.

Esta respuesta se hizo esperar.

Un latido.

Dos latidos.

Tres latidos.

El silenció creció de manera incómoda.

Cuatro latidos.

Cinco latidos.

Las mejillas de Naruto comenzaron a arder por mantenerlas estiradas, pero no se permitió cesar la sonrisa.

Finalmente, la voz de Sasuke repitió como un eco…

“¿Tu mejor amigo?”

“Pues claro.” Contestó Naruto como si fuese obvio. Para él lo era. La mayor obviedad del mundo. “¿Quién si no?” Sonrió.

No era una pregunta para que esperase respuesta.

Lentamente, la expresión de Sasuke fue perdiendo tensión hasta que las facciones de su rostro quedaron por completo relajadas. Si bien aún no sonreía, el cambio era radical. Sus ojos negros contrastaban contra su piel pálida, sus pómulos columpiaban su rostro de forma elegante, y la curva de su mentón servía únicamente para resaltar el rosado tono de sus labios.

En reposo, sus características se balanceaban unas a otras de forma armoniosa y dotaban a Sasuke de cierta vulnerabilidad que evocaba la inocencia de un bebé, la fragilidad de un infante, y la masculinidad de un guerrero experimentado. El conjunto habría resultado difícil de resistir para cualquiera.

Un extraño y fugaz pensamiento cruzó en ese instante la mente de Naruto. En el espacio de un parpadeo, Naruto pensó que finalmente entendía porque tantas personas llamaban a Sasuke hermoso.

Un segundo más tarde el pensamiento se desvaneció como si nunca hubiese existido, enterrado bajo muchos otros más urgentes….  aquellos la voz de Sasuke trajo consigo.

“En ese caso, eres bienvenido a unirte a mí por tanto tiempo como desees.”

Sorpresa.

“¿De- de verdad?” Naruto tartamudeó estúpidamente.

Pese a la confianza con la que había declarado sus planes, lo cierto es que había esperado al menos una moderada resistencia por parte de Sasuke. Naruto no olvidaba que incluso cuando Sakura se había ofrecido a acompañarlo esta vez, Sasuke había declarado que el suyo era un camino que necesitaba transitar en solitario.

Sasuke arqueó una ceja en su dirección.

“¿Esperas que crea que darás media vuelta y te irás si digo que prefiero seguir mi camino a solas?” La respuesta era obvia. Tan pronto como sus palabras dejaron sus labios, los músculos de Naruto se tensaron por instinto. Quizá fuera una reacción adquirida. En cualquier caso, no planeaba dejarlo marchar. “¿Entonces para que preguntas?”

No obstante, más allá del ligero sarcasmo que llevaba consigo su tono, su terquedad por mantenerlo siempre a su lado no parecía molestar Sasuke en absoluto. Casi lo contrario. El ninja parecía incluso… ¿complacido?

Naruto sacudió la cabeza, desechando la idea como ridícula.

Sasuke habló de nuevo:

“Ya he dicho que eres bienvenido a unirte a mí. Aunque supongo que debería advertirte en contra de esperar comodidades. Si estás dispuesto a pasar todas tus vacaciones sin comida o un colchón decente, es cosa tuya, dobe. Si es demasiado para ti…” el joven se encogió de hombros con indiferencia, girando su rostro y señalando con su mentón la dirección hacia Konoha. “Siempre conoces el camino de vuelta.”

Naruto apretó los puños, insultado ante tal comentario. Él era un ninja, no un mimado señor feudal. Su resistencia era tan buena o mejor que la del propio Sasuke, y no sería la primera vez que sobrevivía sin lujos durante una misión de larga distancia.

Sin embargo, pese a la justa ira que lo invadía, Naruto no pudo sino notar que en esta ocasión las palabras de Sasuke carecían de verdadero veneno. Era posible que el moreno se estuviera divirtiendo a su costa, pero al mismo tiempo no esperaba de verdad que acogiera su insulto con silencio o resignación. Sus palabras no eran un intento de infravalorar sus capacidades, sino un reto directo a Naruto.

Un intento por parte de Sasuke, ya fuera intencionado o no, de retomar la íntima relación que los dos había disfrutado tantos años atrás, con sus piques y sus peleas, con esos desprecios que significaban algo completamente diferente, y esos insultos que tan asiduamente intercambiaban y que llevaban consigo mensajes secretos.

Incapaz de evitarlo, Naruto sonrió; una sonrisa brillante que iluminó todas sus facciones. Sus ojos azules chispearon traviesos, y sus cabellos rubios resplandecieron al Sol. Naruto tomó aire y por un segundo sintió como, si además de oxígeno, sus pulmones se inflaban con un sentimiento muy similar a la esperanza. La sensación era extraordinaria.

Por un segundo, Sasuke lo observó sin aliento.

Entonces Naruto rompió a reír en carcajadas y saltó hacia adelante, colocándose junto a Sasuke, dispuesto a emprender el nuevo camino que se abría ante ellos.

"Veamos si eres capaz de mantenerte conmigo, teme."

 

 

Notas finales:

Gracias de nuevo por vuestro apoyo. Estoy ansiosa por saber vuestra opinión sobre el capitulo, así como nuevas perspectivas sobre el final de Naruto.

Con un poco de esfuerzo y vuestros animos, creo que el siguiente capitulo estará listo en un par de días a lo sumo. Un abrazo a todos.

Mata ne!


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