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A matter of you and me por anzu_brief

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Notas del capitulo:

Primero y principal quiero dar las gracias a todas las personas que estais apoyando este fic con vuestros comentarios. No me lo Esperaba, y supone una fuerte de alegria continua para mi.

Lo segundo que quiero aclarar, es que nunca quise ofender a nadie con mi opinion de Sakura.

Voy a explicar porque no le tengo mucho aprecio a su personaje. Es cierto que Sakura ha trabajado duro, y sin duda es la kunoichi mas fuerte de su clase. Sin embargo jamas podra alcazar el nivel de Naruto y Sasuke, esos dos son algo totalmente diferente. Por supuesto esto no es culpa de Sakura, nadie puede alcanzar el nivel de Naruto o Sasuke. Pero me molesta mucho que Sakura no tenga la madurez suficiente para aceptar esta realidad, y se empene en seguirlos a la batalla como una mas, cuando todo lo que consigue es ponerlos en peligro.

Aun asi, debo reconocer que mi opinion de Sakura esta influenciada negativamente y puede no ser del todo justa. La razon? Su horrible, apestosa y falsa declaracion de amor a Naruto. Se que lo hizo porque se preocupa por el, pero me parece una falta de respeto terrible. Naruto no perseguia a Sasuke por la promesa que le hizo a Sakura, Naruto perseguia a Sasuke por Naruto. Y el hecho de que Sakura no se hubiera enterado de esto, o peor, que creyera que podia manipular a Naruto mostrandole su "Amor" me resulta repelente, demuestra lo poco que conoce de verdad a Naruto, y destruyo el poco respeto que yo aun sentia por Sakura.

No me hagas hablar de su ridicula creencia de que ella sola puede matar Sasuke. Me remito a mis afirmaciones de arriba: delirios de grandeza. Lo unico que consigue es poner en riesgo a Kakashi y mas tarde a Naruto. Ademas, es una falta de respeto a Naruto, quien desea salvar a Sasuke a toda costa.

Basicamente estas son mis acusaciones contra Sakura.

Sin embarg, reconozco que previamente a estos sucesos su personaje me gustaba bastante. La lucha contra Sasori es genial, y ahi Sakura lo vale. Estoy deseando leer vuestros argumentos a favor del personaje. Quiza incluso me ayuden a comprender a Sakura mejor y le vuelva a tomar carino al personaje. Desde el respeto, animo a todo el mundo a sumarse a este debate. 

Eso si, de antemano aclaro que mis sentimientos por Sakura de lado, en el fic no habra bashing a ningun personaje. Intentare mostrarme justa y permanecer siempre fiel a la esencia de cada uno.

Por ejemplo, Kiba realmente no me gusta nada ultimamente, considerando todo su bashing de Sasuke en el manga, pero aun asi intente mantenerme fiel a su caracter. Por cierto, es cosa mia o a Kiba le gusta Naruto? Explicaria su odio por Sasuke. Lo que occurre es que tiene celos.

Otro tema. Tambien me habeis preguntado si el fic sera Sasunaru o Narusasu. La razon por la que no he aclarado este punto desde el principio es porque no me gustan nada estos encasillamientos. Deseo llevar a cabo su relacion de forma coherente y realista, manteniendolos a ambos en caracter. Y en la mayoria de las relaciones homosexuales, las parejas alternan posicion.

Cuando se trata de AU, debo reconocer que me gusta mas Sasuke como la parte dominante de la relacion, aunque leo y disfruto ambos con facilidad, siempre que la trauma se justifique a si misma. Si debo califocar este fic, supongo que seria un SasuNaruSasu. Pero no me pregunteis quien sera la parte pasiva o activa en su primera relacion sexual, porque sinceramente aun no lo se. Mis preferencias personales de lado, tendre que esperar a escribir esas escenas, y considerar como se han desarrollado los personajes hasta ese momento para decidir quien ocupara cual posicion.  

Espero que esta ambiguedad no os disuada de leer la historia.

Por ultimo, decir que estoy contentisima al ver que no soy la unica con un cabreo tremendo sobre  Naruto y su penoso papel como padre. Vale que ser Hokage traiga consigo muchas responsabilidades, pero como escribio una lectora inteligente en su comentario, si no tienes tiempo para hacerte cargo de un hijo, NO LO TENGAS.  Si decides tenerlo, es tu responsabilidad atender a sus necesidades tanto fisicas como emocionales. El Naruto sobre el que he leido durante todos estos anos, ese que admiro y quiero con toda mi alma, y quien me ha ensenado tantas lecciones y tan valiosas, JAMAS DESCUIDARIA A SU HIJO. 

De acuerdo, y aqui me callo. Quiero dar las gracias de nuevo a todos los lectores y lectoras que compartieron conmigo sus pensamientos, y me animaron a seguir escribiendo. Vuestro apoyo significa muchisimo para mi. En momentos agridulces como estos, saber que no estoy sola en mi pesar y alegria por el final de Naruto esta siendo de gran consuelo.

Os dejo que disfruteis con el capitulo.

 

A matter of the road, part II

 

Las palabras de Sasuke sobre la falta de comodidas en el camino provaron ser ciertas.

En las dos semanas que llevaban viajando, Sasuke y él había pasado cada noche a la intemperie, acampando a lado de un pequeño fuego, sin siquiera un ligero futon para apoyar la espalda; el aseo personal lo llevaban a cabo en los arroyos de agua helada, o en los pocos lagos que salpicaban el Pais del Fuego; la comida constaba de los pocos vegetales y frutas que podían encontrar, y si eran afortunados, de algún desdichado animal que se cruzaba en su camino y caía presa de la certera puntería de Sasuke.

Si bien estas ocasiones servían para saciar el terrible apetito, a veces Naruto pensaba que el hambre era preferible. No importaba cuántos hombres y mujeres hubieran muerto por su mano en el campo de batalla. La tarea de despellejar y limpiar las entrañas del pobre animal, en muchas ocasiones un simple conejo de campo, antes de cortarlo en pedazos y ponerlo a cocer al fuego, le revolvía las entrañas.

Curiosamente, Sasuke no había comentado al respecto ni si había burlado de él por este motivo. Naruto suponía que debía estar agradecido. Sasuke ni siquiera le había exigido que llevara a cabo su parte en esta tarea, contento con que Naruto se encargara en vez de recolectar las ramas para el fuego y de traer algo de agua del arroyo más cercano.

A decir verdad, excluyendo la completa falta de comodidades que gozaban durante el camino, algo que Sasuke le había advertido de antemano, Naruto tenía pocas razones para quejarse de su companero de viaje.

Sasuke estaba realizando un gran esfuerzo por mostrarse amable con él. Quizá su comportamiento no pudiera ser descrito como simpático o caluroso, lo cual hubiera requerido un trasplante de carácter, pero era cortes con él y Naruto podía ver sus esfuerzos por responder a sus intentos de conversación con algo más que un monosílabo. Los insultos entre ellos se habían mantenido al mínimo, y el moreno aún tenía que emplear un simple comentario despectivo en su contra.

Racionalmente, Naruto no tenía motivos para sentirse infeliz o descontento. Todo iba tan bien como podía esperarse, considerando las circunstancias. Debería estar satisfecho, feliz incluso. No obstante…

Habia algo que no funcionaba.

Naruto no era capaz de poner el dedo sobre la llaga y determinar que, exactamente, estaba mal entre ellos, pero su instinto no mentía, y la forma en la que este se agolpaba incómodamente en su estómago era un síntoma claro de que algo no funcionaba.

Las cosas no eran como debía ser. Todos sus esfuerzos por retomar su relación con Sasuke donde la aparcaron todo ese tiempo atrás, como si los últimos cuatro años no hubiera ocurrido nunca, estaban resultando en fracaso, y Naruto ni siquiera entendía que lo hacía sentirse de este modo.

Era una simplemente una sensación que se agolpaba en su estómago, una sensación que lo irritaba y que lo acechaba constantemente, por más que él tratara de ignorarla complementa. Una maldita sensación que además le estaba impidiendo disfrutar de su tiempo con Sasuke como debería.

Frustrado consigo mismo y con la dirección de sus pensamiento, Naruto detuvo sus pasos sin previo aviso, sus ojos escaneando rápidamente el claro de árboles a su alrededor, mientras sus manos frotaban distraídamente sus brazos en un esfuerzo por generar calor.

"¿Crees que podemos parar por hoy? Las temperatura son bajas a esta altura." Naruto ni siquiera se molestó en mirar a Sasuke conforme hablaba.

El moreno sacudió la cabeza.

"No. Quiero avanzar un poco más antes de que llegue la noche. Si tienes frío puedes usar mi capa, yo no la necesito."

Naruto apretó los puños, tratando de controlar su genio, y forzó su voz a responder con educación.

"Gracias, pero no. Puedo aguantar perfectamente."

La ira hervía dentro de él.

Lo curioso es que Naruto ni siquiera entendía porque estaba tan enfadado. Sasuke había sonado sincero en su ofrecimiento. Si hubiese aceptado su oferta, él le hubiese prestado su abrigo. Una prueba más de que Sasuke se preocupaba por él, de que su amistad significaba algo para el moreno. ¿Por qué en vez de hacerlo feliz, estaba tan enfadado?

En estos últimos días todo le irritaba, hasta los más pequeños detalles lo sacaban de quicio. Naruto no estaba acostumbrado a lidiar con emociones tan negativas, y el hecho de ni siquiera entender su origen lo frustraba tanto que sentía ganas de llorar. Lo que solo servía para empeorar más las cosas. Obviamente, Naruto jamás se permitiría a sí mismo llorar delante de Sasuke.

El joven ninja se mordió la lengua y se forzó a sí mismo a seguir caminando. Quizá ayudaría a mejorar su humor el saber a dónde se dirigían, si andaban por andar o si Sasuke tenía algún destino en mente. Al principio Naruto no se había preocupado en saberlo. Estar de nuevo al lado de Sasuke era un sentimiento demasiado embriagador para molestarse en pequeñeces.

Conforme los días pasaban, sin embargo, y el sentido de malestar en su estómago se incrementaba, acallar la curiosidad se hacía más y más difícil, especialmente cuando hacía tres días Sasuke había decidido dejar los bosques atrás y comenzar a transitar por los senderos de la cordillera de montañas del país.

Podía ser cabezonería, pero mientras Sasuke no se facilitara la información libremente, Naruto se negaba a preguntar por su destino y mostrar así su debilidad o peor, arriesgarse a ser enviado de vuelta a Konoha.

Dos horas más tarde, cuando la luz del Sol se había tornado roja en el horizonte, Sasuke finalmente detuvo sus pasos al pie de una ladera, donde la alta pared de roca los protegería contra las corrientes de viento, y dio el visto bueno para pasar la noche.

"Este es un buen sitio. ¿Por qué no vas a buscar algo de madera para el fuego, mientras yo preparo algo de cena?"

Naruto asintió en silencio, y no pronunció una palabra. El silencio los persiguió a ambos durante la cena hasta que se retiraron para dormir. Sasuke se acostó en un extremo del fuego, mientras Naruto se acomodaba a sí mismo en el otro.

¿Por qué? ¿Por qué era tan difícil?

Había sido tan feliz cuando Sasuke accedió a que lo acompañara hacia tan solo unos días. El sentimiento parecía un sueño.

Los primeros días del viaje, Naruto estaba tan contento que pocas cosas hubieran podido destruir su nube de felicidad. Sasuke no había mostrado su entusiasmo tan abiertamente, dado su habitual estoicismo, pero al mismo tiempo Naruto sabía que su amigo estaba feliz de tenerlo allí. Sus pequeños gestos lo delataban.

Sin embargo, con el paso de los días, las conversaciones habían comenzado a apagarse. Había un límite de tiempo por el que incluso Naruto podía hablar sin contar nada importante, y la mayoría de los sucesos recientes le estaban vedados.

Naruto no deseaba hablar de la guerra con Sasuke, no cuando este había sido su enemigo por la mayor parte del conflicto, y hablar de ella traería consigo la memoria de todas las victimas que se había cobrado en su obsesión por obtener venganza.

Sus amigos tampoco eran un tema bienvenido. Kiba, Shikamaru, Hinata y el resto habían sido compañeros de clase de Sasuke una vez, pero cuatro años de distancia los habían convertido en completos desconocidos. Las bromas sobre el carácter perezoso de Shikamaru, el genio de Kiba o la hiriente sinceridad de Sai, tan típicas en la vida de Naruto, no encajaban al lado de Sasuke.

Además, hablar de Konoha resultaba doloroso, por un lado porque Naruto echaba de menos la villa, y por otro porque le recordaba el modo en que se había marchado, sin contárselo a nadie. La culpa siempre estaba presente, tanto por dejar de tal modo a sus amigos y como por estar ocultando la verdad a Sasuke.

La única opción que les quedaba era hablar y compartir sus sentimientos, las preocupaciones sobre el futuro, las cuestiones sobre el pasado, y las dudas que a ambos los asaltaban a veces. Pero Sasuke y él jamás había tenido ese tipo de relación, y si es cierto que a Naruto le hubiese gustado poder confiar en su mejor amigo, estos profundos sentimientos llevaban consigo una debilidad que él no estaba dispuesto a revelar delante de Sasuke. No podía arriesgarse a que este lo rechazara por ser débil. Nunca.

Así, con el transcurso de los días, los intercambios entre ambos fueron haciéndose más breves y escasos, carentes de cualquier contenido real. Quizá hablaran, pero no se estaba comunicando.

Cuando Sasuke despertó a la mañana siguiente, se desperezó despreocupadamente y sus ojos se desviaron en seguida hacia la figura de Naruto, quien apenas había sido capaz de dormir unas pocas horas.

"Buenos días" saludó cortésmente.

Naruto lo reconoció con un gesto de cabeza, y continuó jugando con los restos del fuego que había ardido la noche anterior, revolviendo las cenizas con un pequeño palo que había recogido del camino.

"Buenas…"

Sasuke observó las nubes por unos instantes, su mirada desviándose luego hacia los árboles de la ladera, y hacia la cima de la montaña. Pareció satisfecho con el examen.

"Hoy tendremos buen clima. Apenas puedo sentir el cierzo contra la montaña."

"¿Seguiremos subiendo?" inquirió Naruto. Cuidadosamente, su rostro reflejaba solo un limitado interés.

"Sí. Espero que seamos capaces de alcanzar la cima mañana temprano." Por un segundo pareció como si Sasuke fuera añadir algo importante, quizá un tipo de explicación o un sentimiento profundo, pero en el último momento perdió el valor para hacerlo. "¿Por qué no usas hoy mi capa?" dijo en vez. "Realmente no tengo frío."

Naruto abrió la boca para rechazar la oferta, pero la duda lo asaltó durante un momento. Sasuke lo estaba intentado. Lo menos que él podía hacer era reciprocar dicho intento. Asintió, tomando el abrigo que le ofrecía el moreno entre las manos y colocándolo sobre su propia capaz de abrigo.

"Gracias."

Sasuke cabeceó en reconocimiento.

El resto del desayuno transcurrió en silencio, un silencio que se extendió incómodamente cuando retomaron el camino hacia el norte de la cordillera.

A Naruto le hubiese gustado culpar a Sasuke por lo que fuera que estaba fallando entre los dos, pero sabía que no habría sido justo. Como tampoco sería justo culparse a sí mismo, comprendió al cabo de unos instantes. La triste verdad era que Sasuke y él habían cambiado tanto durante los cuatros años que habían estado aparte, que apenas quedaba nada de terreno común entre ellos sobre el que cultivar su amistad.

Era una verdad dolorosa, que Naruto había estado rechazando por días. Pero lo cierto es que ya no podía negarlo más.

Cuando se habían separado, Sasuke y él eran todavía unos niños, y en esos cruciales cuatro años aparte habían crecido hasta convertirse en adultos totalmente diferentes, unos desconocidos que no sabían cómo interaccionar con el otro, y que a lo mejor, pese a los fuertes lazos que los unían, ya no encajaban tan perfectamente como lo hicieron antaño. Como una cerradura tan vieja y curtida por los años que su llave ha perdido la capacidad de abrirla. Naruto era la llave. ¿O quizá la cerradura?

Al margen de la metáfora, la realidad era que él y Sasuke había tratado inútilmente de volver a ser esos mismos niños, como si el tiempo no hubiese pasado y nada hubiese cambiando entre ellos, pero habían olvidado por completo como interactuar con el otro cuando no estaban peleando o tratando de asesinarse.

La culpa era mayormente de Naruto, quien se había negado a reconocer una simple verdad: no importaba que Sasuke fuera la persona más importante en su vida, esto no impedía que fuera también un completo desconocido.

Así era.

De repente, Naruto fue invadido por un alivio tremendo. Fue como si en ese momento, un momento de claridad única, un peso enorme se alzara de sus hombros, y el mundo recuperase su atractivo de nuevo. Tras casi dos semanas de frustraciones constantes, Naruto se sintió capaz de respirar al fin.

Él no sabía bien que había causado ese momento de inspiración, pero ahora por fin lo entendía. Había sido un iluso al pretender recuperar exactamente lo que ambos habían perdido.

La amistad que había compartido con Sasuke cuatro años atrás estaba perdido en el tiempo, y no importa lo mucho que los dos lo deseasen, no iban a ser capaces de volver atrás. Del mismo modo en que jamás volverían a ser los mismos niños de doce años que habían sido una vez.

En ese entonces les había tomado meses a ambos, además de un sin número de misiones peligrosas, reconocer la presencia del otro —entender su valor, como funcionaba su mente, sus gustos y sus disgustos, sus habilidades, los limites que debían respetar para no dañarse mutuamente, el sentido de sus silencios y el significado de las palabras no dichas—.

Todo ese trabajo estaba ahora perdido.

Todo lo que daba sentido a su amistad había muerto en el tiempo.

Y nada traería de vuelta el pasado.

No obstante, cuando finalmente reunió el valor para reconocer esta triste verdad, Naruto también comprendió que no todo estaba perdido. Aún les quedaba una oportunidad.

Sasuke estaba con él ahora, en el presente, y si bien ninguno de los dos era la misma persona que había sido una vez, el lazo de amistad que había existido una vez los seguía uniendo, y no había nada en el mundo que Naruto deseaba más que conocer esta nueva versión de su mejor amigo.

Esta era su oportunidad, no para revivir el pasado, sino para forjar un futuro; para crear una nueva amistad en base a las personas que ahora eran. La misión era comenzar desde cero.

¿Y quién sabía?

Esa nueva amistad podría llegar a ser incluso más profunda y duradera que la que una vez habían compartido.

Uno de los necesitaba dar el primer paso.

Naruto desvió su mirada hacia Sasuke.

Por primera vez en varios días se permitió a sí mismo tiempo para observar con detenimiento a quien era su mejor amigo.

Sasuke caminaba a pocos metros de distancia por delante de él. Su porte era erguido, con la espalda firme y el rostro ligeramente inclinado hacia adelante. Sus pasos denotaban confianza, y apenas llevaba abrigo para protegerse contra el frío de la montaña. Su garganta estaba cubierta por un cuello alto, pero la tela de su camisa era muy fina; las mangas le llegaban únicamente hasta el del codo, y en sus antebrazos se podía detectar una ligera piel de gallina.

Aun así, le había prestado su abrigo.

Ese simple hecho decía más sobre el carácter de Sasuke que todos sus silencios juntos.

Naruto sonrió, invadido por unas repentinas ganas de reír, y aceleró unos pocos pasos hasta alcanzar a su amigo. El moreno lo recibió con sorpresa. Al mirarlo a los ojos notó como su rostro brillaba de nuevo con una alegría que había estado ausente durante los últimos días.

Este repentino cambió alivió y confundió a Sasuke en partes iguales. Quiso inquirir al respecto, pero se encontró perdido a la hora de encontrar las palabras apropiadas. No por primera vez, deseó que le fuera más fácil expresarse y comunicar sus sentimientos.

A lo largo de las casi dos semanas que llevaban juntos Sasuke había observado cómo el ánimo de Naruto decaía progresivamente, y se había sentido totalmente perdido sobre cómo, o si debía indagar al respecto. Esta incapacidad para expresar su preocupación era frustrante.

¿Qué estaba provocando el malestar de Naruto? ¿Era culpa suya? ¿Algo que había dicho? ¿Algo que no había dicho?

Sasuke no era estúpido. Sabía que la memoria que Naruto guardaba de él y del tiempo que pasaron juntos no era sino un eco encantado de la realidad.

Todavía le maravillaba que después de tanto tiempo y de todas sus acciones contra Naruto, este jamás se hubiera rendido o hubiera renunciado a su fe en él. Sasuke nunca cuestionaría de nuevo la fuerza de sus lazos con Naruto, o hasta qué punto este estaba dispuesto a sacrificarse por él.

Él debía su vida a Naruto, y jamás se permitiría olvidarlo.

Sin embargo, ahora que los dos estaban juntos de nuevo le invadía un temor que no había experimentado antes. Ahora que Naruto y él se había reunido, ahora que nada los separaba, Sasuke sabía que existía el riesgo de que la realidad sobre su persona, sobre su carácter arisco y escasa paciencia, su costumbre de emplear pocas palabras, y su personalidad pesimista, no soportase el escrutinio de la idealizada memoria que Naruto había creado sobre su recuerdo. Y Sasuke no dudaba que Naruto lo había idealizado.

Es posible que él hubiera sido la primera persona en reconocer la valía de su compañero de equipo, pero esto no justificaba los límites que Naruto estaba dispuesto a cruzar por él. E incluso si Naruto había sido la única persona en Konoha que había hecho creer a Sasuke que podía tener un futuro (desear un futuro a su lado), antes de que su encuentro con Itachi destruyera esta ilusión, Sasuke nunca había sido un experto sobre cómo ser un buen amigo.

No sabía cómo ser abierto, o hablador, o cómo mostrar su afecto por las personas importantes en su vida. Todo eso pertenecía a otra vida, cuando él había sido un ser diferente. No sabía cómo expresar en palabras o gestos lo que la amistad de Naruto significaba para él, ni sabía cómo compartir sus sentimientos.

Sasuke ignoraba completamente como ser la idealizada persona que Naruto valoraba tanto en sus recuerdos, y este hecho lo compelía a permanecer en silencio incluso cuando era evidente que Naruto no estaba contento, y su humor empeoraba cada día.

Por eso fue una sorpresa tan agradable cuando Naruto se acercó a él, sonriendo de nuevo, sin razón aparente para este cambio de ánimo. Este renovado espíritu devolvió a Sasuke la fe en que la amistad entre ellos todavía podía funcionar.

"Oye, Sasuke" aun sonriendo, Naruto requirió su atención. "¿A dónde vamos?"

Una pregunta tan simple. ¿Qué diablos había detenido a Naruto de preguntarlo antes? ¿O por qué no se había adelantado Sasuke a ofrecer una respuesta?

Pero era inútil discutir sobre el pasado. Sasuke estaba preparado para dar una respuesta ahora.

"El pico de esta montaña es el punto más alto del Pais del Fuego. En los días soleados uno puede contemplar todo el país, de un extremo al otro. Lo llaman el Balcón de Fuego. Allí es donde vamos."

Su respuesta sorprendió a Naruto.

"Oh. Nunca había escuchado ese nombre."

"No es realmente famoso entre los ninja. Los aldeanos, por el contrario, creen que este encantada. Cuentan que en esta montaña solía vivir un dios dragón, y que empleaba la cumbre para vigilar sobre los habitantes del país y protegerlos cuando fuese necesario."

Esa era una leyenda interesante, y familiar en cierto en sentido.

"Como Hashiraba solía observar a los habitantes de la Villa de la Hoja sobre el monte de las Estatuas Hokage."

Los labios de Sasuke se curvaron en una pequeña sonrisa.

"No me sorprende que hagas tal conexión. Pero esto es solo una leyenda."

Naruto se encogió de hombros, todavía curioso.

"¿Por qué quieres ir allí?"

Esta vez, Sasuke detuvo sus pasos y tardó en contestar. Cuando lo hizo, sus manos se movieron a una urna de barro de medio tamaño que colgaba de su cintura. Naruto había notado la urna desde su primer encuentro, pero no había sentido curiosidad al respecto. Hasta ahora.

"Es Itachi. Sus cenizas, quiero decir. Obito había conservado su cuerpo. Cuando acabó la guerra, sentí que cremar sus restos era lo correcto. Él no hubiera querido conservar su cuerpo para que sus técnicas pudieran ser usadas para dañar a otros. He estado buscando el lugar perfecto para esparcirlas desde entonces."

Su confesión paralizó a Naruto. No estaba esperando tal arranque de sinceridad, y se encontró perdido sobre cómo reaccionar. Sasuke, sin embargo, no le brindó oportunidad, sino que continuó hablando con la vista clavada al frente.

"Él amaba este país, lo dio todo por este país. Pensé que sería apropiado esparcir sus cenizas aquí, en la cima de la montaña. Darle una oportunidad de ser libre en su muerte como nunca lo pudo ser mientras vivía" conluyó en un susurró.

Una pequeña lágrima cayó desde su ojo izquierdo y se deslizó por su mejilla. Naruto lo observó a asombrado, pero Sasuke ni siquiera trató de ocultarla.

El Sasuke de su infancia, el que él recordaba, hubiese muerto antes que mostrar tal debilidad delante de Naruto. Esa lágrima no era sino una prueba más de lo mucho que ese Sasuke había madurado.

Naruto se sorprendió a sí mismo diciendo:

"Yo apenas lo conocí por un día, pero en mi poco tiempo con él Itachi me enseñó muchas cosas. Creo de verdad que era una persona extraordinaria."

"¿Hablaste con él?

Naruto asintió.

"En dos ocasiones. La primera fue extraña. Me pregunto qué haría yo en caso de que tú decidieras atacar la villa. Yo le respondí que encontraría el modo de proteger Konoha sin perderte a ti. Creo que le gusto mi respuesta" presumió con orgullo, irguiendo la barbilla. Sasuke sacudió la cabeza por un segundo, y murmuró entre dientes una palabra que sonó demasiado como dobe. Naruto lo ignoró y continuó hablando. "Entonces Itachi me obligó a tragar un enorme cuervo negro, me dijo que había puesto algo de su poder en mí, y que deseaba que nunca tuviera que utilizarlo."

Sasuke asintió, absortó en el relato.

"La segunda vez que lo encontré, él estaba revivido bajo el poder de Kabuto. Sin embargo Itachi extrajo el cuervo que me había obligado a absorber, y empleo su poder visual para liberarse de la compulsión de Kabuto. Entonces decidió ayudarme. ¡Tendrías que haberlo visto enfrentarse a Nagato! Cuando yo luché contra él, solo logré ganar con la ayuda de toda la aldea. Pero Itachi lo dominó en un momento. Entendió como funcionaba Pain y descubrió su debilidad con tan solo observar un ataque. Más tarde me pidió que confiara en mis amigos para luchar conmigo mis batallas, y me dijo que no por ser Hokage me ganaría el respeto de la aldea, sino que un día, con el respeto de la aldea me convertiría en Hokage. También me encargó que cuidara de ti" concluyó, con una voz mucho más suave.

Sasuke, quien había estado escuchado en silencio, se tambaleó ligeramente al escuchar la última línea. Una nueva lágrima rodó por su mejilla. Su rostro, sin embargo, reflejaba una inmensa paz.

"Gracias." Expresó con sinceridad al cabo de unos instantes de silencio, clavando su mirada oscura sobre los ojos azules de Naruto "Por contármelo." Incluso si era incapaz de expresar con palabras lo mucho que esto significaba para él.

Pero Naruto entendió lo que sus pocas palabras trasmitían.

"¿Por qué no me hablas de él?" pidió un poco más tarde, cuando ambos habían reanudado ya la marcha. "Me gustaría saber más sobre tu hermano. Cuéntame sobre la primera aventura que vivisteis juntos."

Indeciso al principio, por complacer Naruto, Sasuke aceptó. Comenzó a hablar sobre aquella lejana tarde de primavera cuando ambos se enfrentaron y derrotaron a un terrible jabalí, y las mañanas de verano que compartieron en el jardín de su casa, sus escapadas al bosque para entrenar con los suriken, y las noches de invierno cuando el pequeño Sasuke se escabullía de su cuarto y se acurrucaba bajo las mantas al lado de Itachi. Conforme más hablaba, mejor se sentía. Y más próximo se hallaba Naruto de él.

Cuando alcanzaron la cima de la montaña, dos días más tarde, Sasuke había revivido toda su infancia junto a Itachi, y con el silencioso apoyo de Naruto, supo que había llegado el momento de pronunciar su último adiós a su hermano y, finalmente, dejar marchar su memoria y permitir a Itachi descansar en paz.

Estaba preparado. Pese al dolor que todo su corazón sentía, también existía en él un gran consuelo.

Era el conocimiento de una simple verdad.

Itachi no lo había dejado solo.

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué opinais? Estoy muy ansiosa por conocer vuestros pensamientos. Como veis el capítulo ha sido considerablemente más largo que los anteriores, lo que implica que la interacción entre Sasuke y Naruto también ha sido más extensa.

Supongo que en cierto sentido este ha sido un capítulo de transición, pero ya advertí que no movería el romance rápidamente, y después de tantos años lejos del otro, es lógico que Naruto y Sasuke tengan que pasar por un periodo de transición, aprendiendo a conocer al otro de nuevo.

¿Crees que he mantenido a los personajes en carácter? Tras el capítulo 699 del manga, es evidente que Sasuke ya no desprecia Naruto, sino que lo admira, y reconoce que le debe la vida. Mi Sasuke actúa de acuerdo a estos hechos, no es hablador, ni muy bueno expresando sus emociones, pero se preocupa por Naruto, valora su amistad, e incluso quizá se siente un poco indigno de ella.

¿Crees que esto es lógico? ¿O teneis otros pensamientos al respecto?

Estoy ansiosa por saber que pensáis, no solo respecto al fic, sino sobre Sakura, Hinata, otros personas y por supuesto el final de Naruto. Ya he dicho que me encanta discutir con vosotros estos temas, y sería genial crear aquí un pequeño rincón de debate.

Un gran abrazo a todos mis lectores, y gracias de nuevo por vuestro apoyo y consejos.

Mata ne!


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