Estaba solo en casa, mis papás se habían ido a una cena de negocios y mi niñero aún no llegaba. No entendía por qué un casi adolescente de 14 años necesitaba uno, pero en fin, pelear con mis padres es caso perdido.
Estaba ju...gando con mi play cuando tocaron el timbre, " es él " pensé. Me levante lenta y perezosamente del sofá y me dirigí a la puerta, no tenía ganas de compartir tiempo con alguien pero se notaba que andaba urgido ya que no dejaba de tocar el dichoso botoncito. Abrí la puerta y vi a un joven de unos 19 tal vez, cabello castaño, ojos marrones, labios delgados pero carnosos que bordeaban una perfecta sonrisa ... era varios centímetros más alto que yo y su cuerpo se notaba y estaba mucho más desarrollado que el mío.
- Hola, tú debes ser Cheol Yong verdad? - dijo mientras me examinaba de pies a cabeza y yo solo asentí - Soy Joon, tu niñero - no pude evitar perderme en sus labios mientras seguía hablando y aunque no escuchaba absolutamente nada no dejaba de verlo.
- Cheol Yong? Cheol? - me sacudió despacio lo que me hizo reaccionar
- Ah si...
- Me dejas pasar? No puedo cuidarte desde acá - me separé de la puerta y lo hice ingresar.
Caminamos hacia el salón donde estaban mis videojuegos y nos sentamos en el sofá, iba a pedirle que juegue conmigo pero de nuevo comenzó a hablar.
- Y Cheol Yong... - iba a continuar pero lo interrumpí
- Prefiero que me llamen Mir
- Oh, bueno Mir que me cuentas de ti?
- Mis padres no confían en mí y me contrataron un niñero - dije sin mirarlo, pero cuando voltee y lo ví empezó a reir - Yah! no es gracioso ...
- Admite que si - dijo aun sin parar de reir provocando que me sonroje un poco debido al tacto de su mano con mis cabellos. Odiaba que me despeinaran, pero con él parecia que no, al contrario me gustaba - Es solo que con verte... - me examino minuciosamente - puedo darme cuenta que te hago falta ... - debía continuar pero dejo de hablar, de alguna forma, el único sonrojado no era solo yo
- Ah? hacerme falta? - pregunté un tanto confundido
- Que juegos tienes? te parece un enfrentamiento? - dijo nerviosamente mientras se paraba y comenzaba a buscar entre mis juegos de video hasta que agarro uno - Este que te parece?
- Es para un solo jugador
-ah si? bueno entonces ... - seguiría buscando por un buen rato pero decidí intervenir
- yah! por qué te pones asi? por qué me haces falta? - dije agachándome a su altura y colocándome cerca de su rostro, trataba de parecer enojado y retarlo, pero la repentina cercanía que había ocasionado termino por traicionarme y ponerme de los mil colores.
- Por nada ... - pude notar que seguía sonrojado cuando se alejo de mi. Intente pararme para volverlo a encarar pero todos los cd's regados me hicieron tropezar. Estaba a punto de caer, de estamparme contra el suelo pero antes un golpe de parte de la mesita de centro llegaría cuando sentí unos brazos rodearme e impedir el fatal contacto. Había tenido los ojos cerrados esperando mi desenlace, pero al sentirlo abrí los ojos lentamente y pude verlo aún más de cerca
- Estás bien? - me tenía cogido
- ... - seguia en shock por lo que no podía decir nada aunque lo intentaba
- Te das cuenta? - me preguntó mientras volvía a perderme en sus ojos - Me necesitas - dijo en casi un susurro pero aun audible.
Nos quedamos en esa posición por un rato, yo un poco inclinado con mis brazos en el pecho entrelazando mis dedos, él cogiéndome por la cintura apegándome a su cuerpo de una forma protectora. Pudieron ser unos segundos, minutos, tal vez menos, pero me pareció una eternidad, ninguno se movía ni apartaba los ojos del otro. Poco a poco se fue acercando peligrosamente, cerré los ojos y sentí como mi corazón se agitaba pero no era el único, también podía notar cuan acelerado estaba el suyo. Estaba demasiado cerca y podía sentir su respiración sobre mi... hasta que el bendito teléfono sonó y abrí los ojos de golpe y lo vi, me paró bien y se digirió a contestar el aparato
- Buenas noches -sonaba tan formal, yo ya me había acomodado en el sofá de nuevo - Si señora Yang, llegue hace un rato ... si, se está portando bien, estábamos por comenzar con los videojuegos ... no hay problema ... igual por favor avísenme cuando estén cerca ... no se preocupe, que tenga una bonita velada - termino lo dicho y colgó para dirigirse de nuevo hacia mi
- Dicen que llegaran mas tarde de lo pensado
- No me sorprende - dije sin ganas y se acercó sentándose a mi lado
- Por qué lo dices? - pregunto curioso
- Suelen salir mucho y dejarme en casa, pero me sorprende que hoy te llamaran a ti - no lo miraba pero notaba que él a mi si, escuche cono suspiraba pesadamente
- Lo sé - dijo y levante mi rostro para verlo, ya no me miraba a mi si no algún punto fijo frente a él - Mi madre es amiga de la tuya y solía escuchar algunas conversaciones sobre ti, decía que lamentaba no poder pasar tiempo contigo y que casi siempre te dejaran solo debido a su trabajo - dijo un tanto apenado, de repente volteo y me miro - La semana pasada fue y estaba un poco preocupada, dijo que habías estado envuelto en unos problemas de la escuela ... - en ese momento me sorprendí un poco por lo que mi madre hubiera dicho y lo interrumpí antes de seguir
- No es mi culpa que siempre me molesten ¡son unos idiotas! - dije en un tono de enfado elevando la voz y cogiendo uno de los cojines para taparme el rostro, no quería comenzar a llorar al recordar. En el colegio siempre me molestaban por lo mismo, mis padres nunca se presentaban en las reuniones ni actividades, decían que no me querían, que era adoptado y me recogieron por pena. Al principio me dolía y me ponía a llorar, pero con el tiempo me volví un poco agresivo y cada que me molestaban terminábamos peleando.
- Tranquilo Mir - sacó el cojín y me regalo una hermosa sonrisa, se acerco más y me abrazo, de una manera dulce y tierna, hasta protectora, pegue mi rostro a su pecho y traviesas lagrimas empezaron a resbalar por mi mejilla - Cuando escuche a tu madre decir eso me senté y converse con ella, no estaba segura de asistir hoy pero me ofrecí a quedarme contigo - levante un poco el rostro para encontrarme con el suyo y su mirada hacia mí no había cambiado, empezó a secar las lágrimas mientras volvía a hablar - Te he observado desde hace tiempo, siempre andas solo y pareces triste quería acercarme pero no sabía cómo, cuando me encontré con tu mamá pensé que sería una buena oportunidad - no podía dejar de verlo, ni pensar que se preocupaba por mi, nunca lo habia visto, sería imposible olvidarme de su rostro, pero sin embargo me hacía sentir cálido. Se acercó un poco más llegando a pegar su frente a la mía - Por eso siento que te hago falta.
Mis mejillas empezaron a quemar, no solo por su cercanía si no también por sus palabras. Poco a poco la distancia entre nosotros fue desapareciendo, cerré los ojos esperando por su contacto, ahora lo ansiaba, sus labios tocaron los míos de una manera suave, tierna haciendo una ligera presión que me deleito a pesar de su corta duración, se volvió a alejar un poco y abri mis ojos para poder verlo y comprobar que no era un sueño, y si, él aun estaba ahí observándome, oculte mis rostro en su pecho y lo rodee con mis brazos por su cintura, a pesar de haber disfrutado del contacto, me sentía avergonzado. Colocó su cabeza sobre la mía y reafirmó el abrazo apegándome mas a su cuerpo, haciéndome sentir su calor.
- Me dejarás quedarme?- preguntó y solo atiné a apretarlo más - Tomaré eso como un si.
Nos quedamos así por no sé cuanto tiempo, pero sé que fue lo necesario como para quedarme dormido en sus brazos.
Desperté creyendo que había tenido el más hermoso sueño, uno en donde encontraba a alguién que pidiera quedarse a mi lado, pero al voltear y sentir a alguien conmigo pude verlo, él seguía ahí durmiendo a mi lado, pareciendo un ángel.
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