Moments of bliss
Tsuna escucho el familiar clic de la puerta de su habitación mientras se acurrucaba contra las sabanas con fuerza. Con un bostezo, abrió sus ojos para soportar la luz que entraba de aquella puerta. Le había tomado unos cuantos años, pero ya no estaba el alerta cuando la puerta de su habitación era abierta en la madrugada.
Le dedico una sonrisa soñolienta al hombre que estaba de pie en la puerta, “Bienvenido, Reborn.”
Reborn sonrió satisfactoriamente por debajo de su fedora mientras caminaba y cerraba la puerta con un silencioso clic. El hitman fue silencioso al salir de su chaqueta y fedora. Leon, quien estaba sobre el hombro de Reborn, salto a la cama y se arrastró hasta la cara del castaño. Tsuna froto sus ojos cansadamente antes de que Leon lo lamiera en la mejilla, enviando temblores por su espalda.
“Leon…” Tsuna gruño ligeramente antes de acariciar al camaleón verde. Volvió a mirar a Reborn, quien estaba en proceso de remover su camisa y pantalón. Coloco su fedora sobre la mesita de noche antes de llevar vagamente su mirada sobre los ojos color miel del castaño.
“Vete a dormir, Tsuna. Tienes una reunión mañana a primera hora.”
Tsuna gruño mientras se lanzaba sobre su espalda y le dedicaba una sonrisa estúpida al hitman. “Estas de vuelta por cinco minutos y ya has memorizado mi horario, n ose si debería estar feliz o preocupado por ello.”
Reborn rodo sus ojos antes de quitarse los zapatos y encarar al castaño. Tsuna sabía que estaba oscuro y que era difícil ver algo exacto pero ya sabía lo que estaba de pie frente a él. Un Reborn sin camisa que podía hacer que cualquier mujer (y hombre considerando que veía Reborn todos los días sin camisa) derretirse.
Reborn poseía músculos firmes y tenía el rostro de un dios. Tsuna sonrió satisfactoriamente antes de que rodara para hacerle espacio a Reborn. Leon salto rápidamente a la pequeña mesa sabiendo que era mejor que dormir en la cama cuando esos están juntos.
“¿Cómo estuvo tu día?” Tsuna pregunto suavemente mientras Reborn lo observaba sonriendo levemente.
“Aburrido. Todo el dinero fue entregado sin pelear. Era lo esperado una vez que mencione mi nombre.”
Tsuna rodo sus ojos antes de recostar su rostro sobre el pecho desnudo de Reborn. Era uno de los pequeños momentos que Tsuna esperaba con ansias. Estar encerrado en su oficina todo el día era tedioso y con Reborn haciendo recolección de deudas, el hitman no estaba ahí para hacerle compañía.
Gokudera y los demás lo visitaban para recoger misiones y conversaban un rato antes de irse. Tsuna nunca lo admitiría en voz alta pero la mejor parte de su día era despertar y ver que Reborn estaba en casa. Disfrutaba empezar su día con Reborn trazando dibujos sobre su piel o incluso la suave respiración de su compañero.
Eso eran los momentos de felicidad par el que nunca pensó que tendría años atrás. Reborn se volteó sobre su espalda antes de agarrar a Tsuna y acercarlo más. El hitman suspiro suavemente antes de hundir su rostro en los incontrolables cabellos del castaño.
“¿Terminaste tu papeleo?” Tsuna rio levemente contra el pecho del hitman antes de besarlo suavemente.
“Reborn, he estado haciendo mi papeleo por los últimos cinco años. No voy a parar de repente, ¿sabes?”
El mayor no respondió sino que uso su barbilla para alzar la cabeza del castaño hacia arriba. Tsuna fijo sus ojos en el rostro oscurecido por la falta de luz de su amante y observo la pequeña preocupación y amor en sus ojos negros. Tsuna sonrió suavemente antes de inclinarse para unir sus labios en un suave beso.
Era un suave beso y Tsuna disfrutaba la pequeña abertura entre los labios de Reborn cuando sonreía en el beso. No sabía cuánto Reborn disfrutaba esos pequeños besos, o esos pequeños besos con su amante.
Ambos sabían que mañana sería un día frenético ya que la reunión de Tsuna requería de Varia, las familias Cavallone y Shimon vinieran a Vongola, incluyendo a Colonello y Lal de la CEDEF. Tsuna estaba agradecido de que Reborn decidiera quedarse en casa pero eso no iba a darle un momento de paz en un buen rato. Reborn froto su rostro en el cuello de Tsuna mientras inhalaba su dulce aroma.
“Buenas noches, Tsuna.” Murmuro suavemente mientras dejaba un suave beso en el cuello del castaño. Tsuna sonrió felizmente antes de echarse hacia detrás para observar su rostro.
“Buenas noches Reborn, te amo.” El corazón de Tsuna se alteró un poco con sus propias palabras mientras Reborn lo observaba y sonreía. Atrajo sus labios juntos una vez más, para un pequeño y suave beso. Tsuna sonrió mientras envolvía sus brazos en el cuello del otro.
Reborn nunca había admitido las famosas tres palabras a él, pero a Tsuna no le importaba.
Reborn era hombre de acciones y cada una de las acciones que usaba contra Tsuna decían todas las mismas cosas.
Yo también te amo.
OMAKE
Los ojos de Tsuna se pasearon por la habitación después de una larga reunión. El cuarto frente a él estaba en un total caos. Gokudera tenía un gran cantidad de dinamitas es sus anos maldiciendo en diferentes lenguajes a un sonriente guardián con sus navajas.
Squalo y Yamamoto estaban peleando y los “VOOOIII’s: del guardián resonaban en toda la habitación. Lambo lanzaba granadas y Lal perseguía a Colonello con armas también. Hibari tenía sus tonfas fuera y empezó a atacar a Mukuro que apareció de dios sabe dónde (Tsuna había enviado al ilusionista a Rusia en día anterior. El hombre seguía sorprendiéndolo).
Ryohei y Lussuria peleaban con todo.
Molesto, Tsuna se movió mientras otra pared se venía abajo y el ruido se volvió mayor. Introdujo sus manos en sus guantes antes de tomar su pastilla calmadamente.
Hubo un momento de puro silencio mientras un aire frio daba paso alrededor de la habitación. Todo movimiento se detuvo mientras unos familiares ojos color miel los observaban con una llamarada sobre su frente. Los demás jefes se echaron hacia detrás mientras Reborn, que observaba todo sonriente, se acercaba calmadamente.
Un beneficio de tener el jefe Vongola como tu amante, era evitar los arranques de ira. Reborn seria regañado pero los demás ya sabían lo que venía.
Horas después el cuarto estaba envuelto en hielo y marcas de quemaduras mientras Tsuna salía con Reborn a su lado. Reborn dio un silbido bajo antes de sonreír satisfactoriamente al castaño.
“Sabía que había una razón por la cual te amaba.”
“Cállate.”
FIN