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Biblioteca por CrazySeesaw

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Notas del capitulo:

Holi

No sé hacer resúmenes, ni poner títulos, perdón :’(

Esto es algo corto que escribi, mientas hacia un informe.

Lean esta cosa(?

 

 

-       Taemin, eres un puto cobarde —le decía el más alto a su compañero.

 

-       No es eso, es que, es que… —bajando la voz agregó —…aquí no Minho.

 

-       ¿Qué tiene? Nadie te verá—trató de convencer a su compañero.

 

-      Eso lo dices porque no eres tú él qué lo hará—respondió el menor de los dos, con el ceño fruncido.

 

*Shhhtttt*

 

Estaban en una biblioteca y al parecer había elevado un poco el tono de voz, la bibliotecaria los estaba mirando con reproche.

 

 

-       Pero Taemin, si tú perdiste no yo, acepta la derrota y hazlo— susurró el mayor.

 

-       Pero…

 

-       No hay peros, eres hombre ¿no?, ¿Tú palabra no vale nada? Incluso nos dimos la mano Taemin… ¿eso ya no vale para ti?

 

-       Per...

 

-       No. Tú sabes qué cuando nos damos la mano, ya no podemos dar vuelta atrás.

 

Era verdad, ellos eran muy fieles a sus pactos y acuerdos, se daban la mano para sellar algo y no había vuelta atrás, se cumplía con lo que se prometían, pero esto… este acuerdo era difícil.

 

-       Está bien, está bien, lo haré…

 

 

 

Estaban castigados, el profesor les había llamado la atención  dos veces y ya a la tercera los había echado del salón enviándolos a la biblioteca. Y ahora estaban ahí, escribiendo “No debo interrumpir la clase”, tenían que escribir quinientas veces esa frase para cumplir con el castigo y así poder irse a sus casas.

 

Taemin ya decidido, más bien resignado, miró hacía todos lados asegurándose de que nadie lo veía. Estaban al final de la biblioteca y había muy pocas personas en ella ya que era la hora de salida, la bibliotecaria estaba en frente de ellos, pero bastante lejos.

Ya después de verificar su alrededor miró al más alto y este le asintió con la cabeza, dándole ánimos.

Corrió la silla lentamente para no hacer ruido y se agachó, se metió debajo de la mesa y se puso entre las piernas del más alto. Elevó la vista y se topó con la mirada de su amigo, rápidamente la bajó hasta la entrepierna de este y tragó duro…

 

“Apostemos una mamada…”

Una apuesta había hecho antes.

Y una mamada, esa había sido la apuesta, una… mamada.

 

Todo comenzó cuando ese mismo día, mientras estaban en el salón de clases, atrás en donde están los alumnos desordenados y rebeldes o los que solo querían dormir sin qué los pillaran. Ahí atrás es en donde ellos se sentaban, junto con otros amigos más, ese día un compañero había llevado en su Tablet una película porno, y todos los de atrás incluyéndolos a ellos la estaban viendo mientras esperaban al profesor que aún no llegaba, pues tenía un retraso. La película estaba bien, muchas tetas grandes, gemidos fingidos y exagerados, hasta que apareció una escena que descolocó a la mayoría de los que estaban ahí, un hombre le hacía sexo oral a otro hombre. Pasaron la escena rápidamente comentando lo asqueroso que debía ser “chupársela a un hombre.”

Después de que llegara el profesor y no pudieran seguir viendo la “película”, cada uno se fue a sus respectivos puestos. Taemin y Minho se sentaban juntos y entre conversación y conversación salió el tema del sexo oral entre hombres, y los dos llegaron a la conclusión de que a ninguno de los dos les había incomodado esa escena, de hecho les había dado mucha intriga y curiosidad el saber que se sentiría hacerle una felación a un hombre, no como a sus otros compañeros que prácticamente les había asqueado esa escena. Luego de comentar y bromear, a Choi no se le ocurrió nada mejor que apostar una mamada, cosa que Taemin estuvo muy de acuerdo, así que apostaron un partido de fútbol en el PES.

 

“El que pierde se la chupa al otro” había dicho Choi.

 

Eran adolescentes y las hormonas estaban a flor de piel.

Ellos estaban acostumbrados a apostar siempre, ya que el lado competitivo de Minho lo requería, habían apostado las cosas más insólitas, desde correr desnudos por la calle, hasta salir en una cita con la chica más fea de la escuela, pero una mamada era lo más extremo.

Minho era muy bueno en el PES y eso lo sabía mejor que nadie Taemin, pero no supo por qué aceptó esa absurda apuesta si estaba claro que ganaría Minho, quizá le emocionó el “premio” se cegó y no supo razonar o quién sabe, pero el hecho es que había apostado habían cerrado el trato con un apretón de manos y… había perdido.

 Tenía que mamársela a Minho.

 

Y ahora estaba ahí, a punto de pagar su apuesta, arrodillado entre las piernas del más alto, frente a la “cosa” que tendría que degustar, en la biblioteca de la escuela. Él pensaba que se juntarían en alguna de las casas de cualquiera de los dos, pero no, Choi cobró su premio en ese mismo  instante.

 

 

-       Minho, vamos a tu casa, te juro que lo hago, pero aquí no… o en mi casa por… —le suplicaba el menor al más alto mientras estaba ahí abajo, pero se vio interrumpido por este.

 

-       No Taemin, lo quiero aquí y ahora—sentenció el mayor.

 

El menor trago duro, dio una larga respiración y procedió, dirigió sus manos hasta el botón de los pantalones del uniforme de su amigo y lo desabrochó, luego bajó el cierre de la cremallera. Minho estaba usando unos bóxer blancos calvin Klein.

 

-       No me mires así, me… me pones nervioso—musitó el más pequeño.

 

-       ¿Así como? —preguntó ladeando la cabeza Choi.

 

-       Así, así como… demasiado emocionado—habló bajando la cabeza, con vergüenza.

 

-       Pero es que lo estoy, no todos los días tu mejor amigo te da una mamada.

 

Susurraban los dos, tratando de hacer el menor ruido posible, mientras uno estaba sentado con los pantalones abiertos y el otro debajo de la mesa entre las piernas de este. Sin duda si los pillaban iba a ser el fin de su enseñanza en esa escuela, ya que no eran los mejores alumnos, eran bastante vándalos, desordenados y muy muy ruidosos, pues ese día después de que Choi ganó la apuesta en el partido de PES en el videojuego portátil, en plena clase, había sido tanta la euforia que gritó tan fuerte que el profesor les llamó la atención, y entre Taemin alegando que había hecho trampa, ya a la tercera llamada de atención el profesor muy enojado los mandó castigados a la biblioteca,  “a pensar en su comportamiento” y les había obligado a escribir esa frase de mierda.

Así es como habían llegado hasta ahí, y bueno, Choi había cobrado su mamada en ese lugar.

 Lamentablemente para Taemin.

 

Ignoró la sonrisa pervertida que tenía Minho y llevó sus manos hasta la pretina del bóxer y fue bajando lento, asomándose cada vez más la piel morena del mayor.  Su respiración se aceleró y su corazón comenzó a palpitar de manera errática pero eufórica. Bajó el bóxer hasta que pudo divisar el miembro viril aun no tan despierto  de su amigo, lo sacó desde dentro del bóxer y lo tomó entre sus manos, sosteniéndolo de la base.

Nunca había tocado un pene—aparte del suyo, por supuesto— esto era demasiado nuevo para él, así que comenzó a acariciarlo y estimularlo, tomándolo desde la base para luego subir y bajar junto con la piel, a un ritmo lento primero, como tanteando el terreno, para lograr despertar al miembro de su amigo.

Por otro lado Minho estaba muy emocionado pero  a la vez nervioso, no iba a dudar que le pusiera demasiado que se la chuparan en la biblioteca, pero eso no quitaba lo nervioso que estaba y más al ver la duda en su amigo. Además que estaba sintiendo como su cuerpo comenzaba a calentarse.

Su respiración estaba comenzando a estar al borde del desespero.

 

Taemin continuaba masturbando a Minho, y este ya estaba bastante erecto y excitado. Había llegado la hora, tragó duro nuevamente, sacó su lengua y le dio una lamida tímida a la cabeza, haciendo como una degustación, luego la llevó pasándola en círculos por alrededor del glande.

El líquido pre seminal estaba haciendo su aparición en la punta, con su lengua lo limpió. No era tan malo en realidad, como lo había pensado, era un líquido blanquecino aunque era más bien transparente, no tenía un sabor en particular, podría ser ligueramente salado pero no tan malo.

Tomó con sus labios en esta ocasión el glande, y por dentro con su lengua lo iba recorriendo, miró hacia arriba y vio a un Minho que tenía los labios ligeramente a abiertos y los ojos fuertemente cerrados.

Cuando tuvo más confianza, tomó más de ese tozo de carne de Minho en su boca, y eso provocó que su amigo soltara un gemido el cual no pudo contener.

Minho abrió los ojos de inmediato y llevo su mano a su boca, la bibliotecaria lo miraba intensamente con el ceño fruncido, su corazón quiso salírsele del pecho cuando ella se paró y caminó hasta su mesa.

 

-       Mierda.

 

Taemin escucho resonar los tacos de la mujer y aun con el miembro de Minho en su boca, paró toda acción y se quedó quieto, muy quieto.

 

-       Señor Choi ¿qué le pasa? está haciendo mucho ruido, recuerde que está es una biblioteca y usted está castigado—le habló la mujer que estaba en frente de su mesa con ambos brazos en sus caderas— ¿y su compañero? Él también está castigado y tiene una frase que escribir.

 

-       E-él fue al baño… se, se sentía mal.

 

-       Bueno, espero que se apresure, porque están castigados, no están aquí de visita, así que vallan escribiendo esa frase.

 

TaeMin al ver el nerviosismo de su amigo decidió jugar un poco con él, comenzó a apretar la base ligeramente, causando en el otro un estremecimiento, cuando apretó más fuertemente un gritito salió de la boca del más alto.

 

-       A-Ahhhhh

 

-       ¿Qué le sucede, le duele algo? —preguntó la mujer, comenzando a acercarse hasta el estudiante.

TaeMin se tensó esta vez, escuchó como se acercaba la bibliotecaria y veía sus pies por el costado. Un escalofrió recorrió, mejor se quedaría quieto porque si pillaban al más alto también lo pillarían a él.

 

-       N-No estoy bien.

 

La mujer frunció el ceño, y negó con la cabeza pero se fue, los tacones resonaban en el piso, indicándole a Taemin que la bibliotecaria se había ido.

 

-       Eso estuvo cerca—Minho no se había dado cuenta lo tenso que se había puesto. Se limpió las gotitas de sudor de su frente con la manga del uniforme y miró hacia abajo. Vio a Taemin con su pene en su boca aun y con cara de asustado.

 

-       ¿Qué crees que haces? —le reprendió el mayor, pero la cara de TaeMin era la de asustado total.

 

-       Taemin ya se fue —le calmó el más alto.

 

Taemin lo sabía, pero mierda había pasado el susto de su vida, prometía no hacerlo más eso había sido demasiado  arriesgado. Sus manos habían comenzado a sudar por los nervios. La mesa era grande y amplia, tenía unas cosas qué tapaban hasta casi la mitad de la parte inferir de esta, así que las personas para que lo notaran tendrían que agacharse para verlo, pero aun así se notaban un poco sus pies entonces eso igual lo tenía un poco nervioso.

Cuando sintió la silla ser arrastrada indicando que la bibliotecaria ya se había sentado nuevamente, decidió proseguir.

Con sus manos apretó fuertemente la base del miembro y con su boca comenzó a hacer succiones, pero no era suficiente, comenzó a deslizarlo más en su boca lentamente y luego lo sacaba para luego volver a abarcar más, esto para que su garganta se acostumbrara.

Minho al sentir la cavidad húmeda envolver a su carne caliente que ya bastante excitado estaba, le hacía revolver el estómago y sentir un calor inmenso traspasar por su cuerpo. Estaba desesperado quería que se lo metiera todo ya, o se volvería loco.

 

La bibliotecaria lo miraba intensamente. Desde detrás de sus anteojos podía apreciar sus ojos escaneándolo con reproche. Tomó el lápiz y se dispuso a escribir esas malditas frases,  iba en la cuatrocienta.

Le faltaban cien.

 

-      Oh, mierda Taem.

 

Una succión en su glande le hizo gemir despacio pero, por lo menos ya no le miraba esa mujer.

 

Taemin comenzó a ir a un ritmo más rápido tratando de abarcar lo más posible sin atragantarse, era un poco complicado al principio pero ahora lo estaba haciendo mejor, lo sabía porque el más alto no paraba de maldecir en voz baja.

Los sonidos húmedos no se hicieron esperar, y eso le emocionó un poco, comenzó ahuecar sus mejillas para apretar más la carne caliente.

No era tan malo después de todo.

 

Ellos eran amigos y de los buenos, tenían una confianza envidiable. Se habían visto desnudos innumerables veces, como en una oportunidad cuando habían bebido de más, se desnudaron y se bañaron en la piscina a las tres de la mañana o cuando se cambiaban ropa en frente del otro, la desnudes no era un problema para ellos pero había que decir que siempre hubo una tención sexual entre ellos.

Taemin encontraba guapo a Minho, lo bien parecido que era, no pasaba desapercibido, incluso para él,  su cuerpo atlético, sus piernas bien formadas y su trasero, oh bendito trasero que se gastaba Choi.

Por otro lado Minho no se quedaba atrás, siempre encontró guapo a Taemin con su carita de inocente —cosa que era solo de cara porque de inocente nada—su cuerpo delgado y estilizado, y sus labios, esos labios gruesos y carnosos que le encantaban a Minho, qué ahora envolvían su virilidad.

Siempre quiso de alguna otra forma tener al menor así arrodillado chupándosela, envolviéndola con sus labios tan apetecibles que tenía.

En algunos de sus sueños húmedos, había aparecido su amigo con sus labios. Ahora era una realidad.

Pero a pesar de esa tensión sexual, nunca habían llegado a más, se habían besado borrachos, pero solo quedaba en eso, en asuntos de borrachera.

Tanto llegaba su amistad que lo compartían todo e incluso a las mujeres o sea,  a sus novias o a sus exs, ellos no tenían un código de “No te metas con mi ex o con la que me gusta” ellos simplemente compartían.

 

 

Con su mano izquierda—porque con la derecha estaba escribiendo—tomó de la cabellera a Taemin para acelerar el ritmo de los movimientos.

Taemin gemía y el sonido hacía que su carne vibrara y sintiera como electricidad recorrer su cuerpo necesitado. La escritura le estaba quedando como la mierda, toda la letra corrida o tiritona como si estuviera escribiendo en medio de un terremoto, pero es que él era hombre y no podía hacer dos cosas a la vez.

Santo Dios se la estaban chupando, el solo quería disfrutar.

 

Al sentir esa mano grande tomar su cabellera aceleró el ritmo, tomando grandes respiraciones para abarcar lo más posible en su boca. Se había olvidado de donde estaba y solo miraba a su amigo como cerraba sus ojos y se mordía el labio.

Y gimió, y él también gimió ahogado.

Con su lengua en círculos recorría por dentro aumentando el ritmo de arriba hacia abajo.  Sintió como ese trozo de carne caliente se agrandaba en su boca, como las venas crecían y se definían claramente, tomando textura.

Se sintió poderoso, sus movimientos comenzaron a acelerarse de forma frenética.  

Y un pensamiento pasó por su cabeza, se veía que Minho disfrutaba y él también quería.

Él también quería tener a Choi a sus pies, mirándolo con esos grandes ojos y con su carne caliente en su boca, con sus labios de cereza envolviéndolo por completo, mientras él le agarraba fuertemente del pelo y…

 

-       A-Ahhhh, mierda Taemin, los dientesss.

 

Taemin tan emocionado imaginándose a Minho, que no se dio cuenta de que estaba raspando la piel sensible de Minho.

Sacó el miembro de su boca y se quedó quieto.

 

Minho por el dolor, elevó su rodilla tan abruptamente que no calculó la distancia y esta chocó con el borde de la mesa provocando un estruendo al levantar un poco la mesa y saltando lápices y las hojas en el proceso.

 

Las pocas personas que había por ahí se giraron a verlo, un fuerte sonrojo ataco su rostro, cohibiéndose. Bajó la mirada intentando esconderse detrás de su flequillo, tomó el lápiz y prosiguió a seguir escribiendo, el resonar se los tacones se escuchó por toda la biblioteca.

Le asustó que viera lo rojo y acalorado que estaba.

 

-       ¿Qué le sucede? Está actuando bastante extraño y su compañero sigue sin aparecer—gruñó la mujer con los brazos cruzados en su pecho.

 

-       Lo-lo siento me golpee, con la mesa.

 

-       ¿Cuantas veces tengo que decirle que ésta es un biblioteca y se necesita silencio?

 

Comenzó a sudar frío la señora no se iba y él quería sobarse, le había dolido demasiado el arranque de locura del menor y también entendía era la primera vez de Taemin  y era obvio que no iba a tener tanto cuidado por la inexperiencia.

 

-       Y bien su amigo, ¿aún sigue en el baño? Creo que tendré que ir a buscarlo.

 

-      N-No él, aun se siente un poco mal… pero vendrá pronto no se preocupe—Trató de poner su mejor sonrisa, para dejarla tranquila.

 

-       Está bien, mientras más se demore, más estará castigado.

 

Y se fue, pero esta vez se dirigió  hacia los estantes de libros que estaban al costado, al parecer buscando un libro, ya que se deslizaba cuidadosamente leyendo los títulos.

 

Minho botó un suspiro que estaba conteniendo desde algún tiempo.

 

-       Lo siento—susurró el más pequeño, por herir su sensible piel.

 

Minho contestó con otro largo suspiro agarrándose el pecho.

 

Taemin prosiguió con su trabajo pero, esta vez lo tomó con delicadeza ese tozo de carne que estaba rojo, caliente y húmedo, comenzó a besarlo despacio como pidiendo disculpas, comenzando succiones  y carisias  insinuantes. Recorrió con su lengua toda la extensión, delineando las venas cuidadosamente y absorbiendo todo el pre seminal.

Continuó besando el erguido miembro, preguntándose qué hacer después. Sonrojándose violentamente tras obtener respuesta las manos de Minho se posaron en su cabellera primero acariciándolo. Eso le dio valor para tomar la base y metérselo  a la boca por completo, cuando la punta llegó hasta sus amígdalas y tocando su úvula, produciendo una leve arcada, pero no quería parar, respiró hondo y destensó  su garganta relajándose.

Cuando se relajó y agarró la técnica, todo fue más fácil y excitante, se escuchaban los leves sonidos húmedos, cuando subía y bajaba por esa piel caliente, ahuecando sus mejillas en el proceso, provocaba que Minho agarrara su cabellera en un puño y se lo tirara, pero eso solamente lo hacía más salvaje.

Estaba excitando y excitándose al mismo tiempo.

 

Minho tenía la vista nublada, por un momento solo se concentró en esa cavidad húmeda y caliente que lo envolvía, que hacía que su cuerpo vibrara y sintiera un cosquilleo en su estómago, estaba por venirse lo sabía. Miró hacía el lado, la bibliotecaria en esta oportunidad tenía un libro abierto en su mano, desvió la mirada hasta su propia mano que apretaba fuertemente el cabello de su amigo, el cual tenía los ojos cerrados concentrado en absorber hasta el fondo la parte baja de su anatomía, pero al sentirse observado abrió lentamente sus pequeños ojos rasgados de avellana, estos le dieron una mirada fiera y encendida, diciéndole que lo estaba disfrutando igual que él.

 

Aceleró los movimientos con su boca, estaba por venirse y los sabía porque, el líquido seminal abundaba más mezclándose con su saliva, además sentía como se agrandaba en su boca y vibraba y fluía más rápidamente la sangre por esas venas que se asomaban, preparándose para expulsar la sustancia del orgasmo.

Todo era piel, y sudor y esa palpitante delicia, erecta y firme clavándose con profundidad en su boca.

 

-       Aghnm… ¡dios!… —murmuró el mayor, quién embestía ligeramente contra su boca.

 

Minho comenzó a removerse en el asiento, agitándose, agarrándose de la mesa para sostenerse de algo, porque en cualquier momento perdería el equilibrio y caería de su asiento.

 

-       Tae…min…—susurró en nombre del menor de forma ahogada, sintiendo el orgasmo subir por su garganta a través de su piel.

 

-       ¡Aaghhfm!...

 

Se corrió de forma abrupta tan exquisitamente, que una  pequeña sonrisa lasciva se formó en sus labios en pleno orgasmo. Las caricias húmedas y tibias sobre la punta, absorbiéndolo todo, recibiendo gustoso esos labios que lo hicieron temblar y arquearse hasta llegar al orgasmo, presionando todo a su paso.

 

Taemin preparó su garganta dando una larga respiración para recibir el semen que expulsó Choi, sintió la sustancia descender  por su garganta, y absorbiendo los restos, paseando la lengua por la abertura y succionando.

Minho aun recuperándose de los espasmos del bendito orgasmo dejó caer su cabeza en la mesa agitado y sudado, provocando un golpe y fuerte sonido. Provocando que el sonido de los tacos resonaran hasta él con furia, pero los ignoró estaba demasiado concentrado en tratar de recuperar el aliento, que de prestar atención a la presencia de la bibliotecaria.

Sinceramente ya no le importaba nada, había tenido el mejor orgasmo de su vida en una biblioteca y eso era lo importante.

 

-       Señor Choi ya fue suficiente de su escándalo y su ami…

 

-       ¡Oh! aquí está…—salió el menor de debajo de la mesa, con un lápiz en su mano, simulando que estaba buscando dicho objeto.

 

-       ¿Señor Lee en donde se había metido?—la señora miró al menor frunciendo en seño y con sus manos en sus caderas.

 

-       En el baño señora.

 

Notó que la mujer miraba a su amigo que aún tenía su cabeza apoyada en la mesa, sin aliento.

 

-        Oh, él—habló apuntando a su amigo—también se siente mal, es que comimos algo que nos hizo mal y ya sabe—haciendo gestos con sus manos trataba de explicar.

 

-        Si, estuvo muy raro, hmmm y creo que está un poco colorado, ¿no tendrá fiebre? —preguntó la bibliotecaria inclinándose ligeramente para tener una mejor visión del más alto.

 

-        Si, estaba muyyy caliente—sonrió de manera perversa el menor, por supuesto la mujer no entendió su doble sentido en aquella frase.

 

“No sabe lo caliente que estaba”  pensó el menor.

 

-        Ya veo. Les dejaré irse, solo porque están enfermos, no le digan a su maestro y lleve al señor Choi a la enfermería.

Y se fue por el mismo pasillo lleno de libros por donde había llegado.

 

                                                                                           

                                

***

 

 

Los dos chicos estaban en los baños del establecimiento, Taemin se estaba lavando las manos porque las tenía pegajosas. Por otro lado Choi estaba al lado del menor mojándose la cara, y acomodándose los bóxer y el pantalón de su uniforme de manera correcta.

 

-       Y bien ¿cómo fue? —Preguntó el mayor, mientras se subía el cierre del pantalón.

 

-       Mmmm no es tan malo—encogiéndose de hombros contestó.

 

-        Creo que deberíamos hacer una nueva apuesta, pero esta vez en algo en lo que yo sea bueno para ganarla—volvió a hablar el menor.

 

Minho lo miró a través del espejo — Hmmm puede ser —contestó, sonriéndole de manera picara.

 

-        O mejor aún, apostemos una follada—musitó el menor riendo—y yo ganaré por supuesto.

 

-       En tus sueños Taemin.

 

Ambos rieron, acomodándose bien sus ropas.

 

-        Veo que te emocionó bastante lo de la biblioteca.

 

-      Lo digo porque están muy contentos por ahí abajo—dijo riendo y apuntando hasta el bulto que se asomaba en la entrepierna del menor.

 

-        Oh, cállate estúpido.

 

-        Suerte con eso.

 

Y se fue el muy maldito se fue riendo fuertemente, es cierto tenía una leve erección pero, no podía hacer nada, tendría que caminar hasta su casa con ese bulto entre sus piernas, y esperar a que bajara solo.

Suspirando audiblemente y maldiciendo a todo el mundo en especial a Choi, decidió salir de ahí con la frente en alto, siempre digno.

Definitivamente se la cobraría a Minho, no sabía cómo aun pero lo haría, porque su relación era así a punta de jugarretas pero en el fondo sabían que había una gran conexión entre ellos.

 

Y aquella biblioteca sabía de eso.

 

 

 

Notas finales:

 

Yo estaba haciendo un informe y no sé en que comento  terminó en una felación en la biblioteca del 2min.

Gracias por leer esta cosa :) 


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