"He vuelto". Al darse cuenta de esas palabras, Naruto dejó de lado el sueño.
-¡¿¿Sasuke??!- Dijo alarmado esperando una respuesta de éste. Nada. Nada ni nadie. La habitación se encontraba normal, nada había cambiado y se encontraba solo en esa habitación oscura. ¿Habrá sido solo un sueño? De serlo, se sentía muy real y además todo era muy confuso. Tal vez la desesperación por volver a verlo, llegó a tal punto, que lo estaba volviendo loco.
Se levantó para ir al baño, ya que necesitaba lavar su cara para despejar por completo el sueño y de paso, enfriar su cabeza para así olvidar aquellos pensamientos. Sabía que era casi imposible que aquél sujeto del clan Uchiha, correspondiera a sus sentimientos y aún más imposible que llegara a besarlo de esa manera. Si tan solo fuera tan fácil... Si tan solo pudiera olvidar todos esos sentimientos... ¡Pero no! Era tan difícil como lo fue para él, llegar a ser Hokage. Luego de eso, volvió a la cama confundido. Esa había sido una noche realmente rara.
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Al día siguiente, todo fue como siempre. Había dejado de pensar en aquel sueño extraño de anoche. Tenía deseos de ir a ver a Sakura-chan para poder hablar y dejar claro todo sobre lo que pasó ayer y de paso, disculparse por esa actitud. Pero por alguna razón, no lo hizo. Había algo que se lo impedía y no sabía que era.
El resto del día, no fue a gastar el tiempo sentado en su fiel tronco, pues se sentía culpable por lo sucedido el día anterior y además, le encontró toda la razón a su amiga Sakura al decirle eso. Ahora estaba encargado de muchas cosas y debía cumplir con su deber.
Ese día, fue todo muy normal y no encontró nada sospechoso. Todos actuaban de la misma manera de siempre y no había ninguna señal sobre si alguien había ido la noche anterior a colarse a su casa. Concluyó que al final todo había sido un sueño, una inocente fantasia. Bueno, como era normalmente, se fue a descansar a su casa. Había sido un día normal pero agotador, asi que fue a dormir para iniciar bien el día siguiente. Había logrado dormirse muy rápido. Era una noche agradable... bueno, lo era hasta que un aroma desconocido y a la vez familiar, interrumpió su sueño. Venía desde su ventana, ya que Naruto acostumbraba a dejar la ventana semi-abierta por las noches. No era un olor exacto, sinó que una mezcla de varios. Del viento en el desierto, de una brisa marina en la madrugada y el olor a pasto humedo junto con el de los gruesos troncos del bosque y plantas que se encontraban en la aldea. Era un agradable olor pero a la vez, molesto porque estaba interrumpiendo su sueño.
Lo del aroma, lo dejó pasar por alto, pero la situación ya se volvió extraña e incómoda cuando comenzó a sentir unos suaves labios posándose sobre los suyos con ternura. Quería despertar para comprobar si todo esto era real pero se había perdido completamente en ese aroma como para reaccionar. Finalmente, logró reaccionar y abrir los ojos para saber de qué o quien se trataba todo esto y por fin comprobar qué estaba pasando, después de todo, ¡Lo estaban besando! Alguien estaba besandolo sin su permiso y mientras dormía. Pero otra vez nada.
-¡¡¡¡¿¿¿ACASO ME ESTÁS TOMANDO DEL PELO, DOBE???!!!-ninguna respuesta a ésto.Todo estaba normal y las cosas en su lugar a excepción de algo. Un viento helado recorrió su cuerpo, para por fin darse cuenta de que la ventana de su habitación estaba completamente abierta y con unas extrañas marcas en ella. No era un sueño. De verdad alguien se estaba colando en su cuarto y haciéndole una broma pesada (o eso era lo que el pensaba) y debía averiguar de quién se trataba.
Descartaba totalmente la opción de que era el chico de los ojos negros, puesto que no era de esas personas que hacían ese tipo de cosas y también, descartaba la opción de que había regresado. Por esas dos simples razones, llegó a la conclusión de que no era Sasuke y tenia que atrapar al culpable por esa falta de respeto.
Al día siguiente, se le ocurrió una idea para atrapar al intruso. Debía pagar por lo que estaba haciendo. Por jugar de esa manera con él. No habló con nadie sobre esto, pues su experiencia como ninja, le enseñó a que cualquier persona puede ser el enemigo.
-Hokage-sama, ¿Está usted bien? ultimamente a actuado muy extraño.
-No es nada, no te procupes- Le respondió a una guapa chica que había conocido hace unos días.
Esa noche, se quedó instalando trampas en la habitación. Estaba tan lleno de trampas, que fué toda una odisea a la hora de irse a dormir. Significaba que hasta a un buen ninja le costaría salvarse de ellas, aunque no se tratara de un gran enemigo en realidad. solo alguien que disfrutaba acosarlo por las noches. Pero seguía siendo un enemigo.
Fue a dormirse feliz de que esa noche atraparía al culpable.La noche pasaba y nada aún hasta que finalmente, logró quedarse dormido profundamente en su suave y cómoda cama. Al rato después, una de las trampas se había activado. Naruto despertó y se dirigió a la red donde se encontraba atrapado el individuo. ¡Si había alguien! Por fin había atrapado al culpable. Sin pensarlo dos veces, encendió la luz en la habitación para poder revelar la identidad de aquél sujeto atrapado dentro de la red...