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Detrás de Cámaras por GothicLittleMonster

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Notas del capitulo:

¡Buenas a todas! n_n Aquí está el segundo capítulo de "Detrás de cámaras".

En este capitulo, los acontecimientos desde el punto de vista de Ciel y el punto de vista de Sebastián se van a alternar (es decir, en una parte Ciel relatará lo que Ciel está viviendo, luego lo que está viviendo Sebastián y así, por eso deben estar pendientes cuando lean para apreciar bien la historia sin confusiones. Todo está bien descrito y detallado :3).

*A-1 Pictures es el estudio donde se produce el anime de Kuroshitsuji. Aquí hago alusión a eso n_n.

*Para las que no lo saben, el verdadero nombre de Alois Trancy es Jim Macken. Las que vean o hayan visto el anime sabrán el porqué del cambio.

Disfruten, nos vemos el próximo Viernes n_n.

Pd: Gracias por leer y por sus reviews n_n.

Era de mañana, aproximadamente las 9:00 a.m. Desperté exactamente a esa hora. Después de unos minutos de haber despertado, salí de mi habitación y fui al baño, lo normal.

Esperaba encontrarme con Sebastián, pero no fue así. Había olvidado que Sebastián siempre se despierta antes que yo, luego se dirige a despertarme. Esta vez no fue así, porque me había levantado muy temprano, más de lo habitual.

«Bien, al menos la incomodidad no empezará desde tan temprano» Desde el baño, estuve a punto de dirigirme a la cocina y desayunar, pero el sonido de una llamada proveniente de mi teléfono celular me interrumpió.

Me acerqué hacia la mesita de noche de mi habitación, donde estaba sonado mi celular. El nombre del contacto decía “Claude Faustus”. Me sorprendió un poco, no me esperaría recibir una llamada de él, puesto que solo somos compañeros de trabajo, menos en un momento como este. Luego de un par de segundos, tomé mi teléfono y me digné a contestar.

─¿Bueno?─ No tenía muchas ganas de hablar con alguien.

─Buenos días, Ciel. Lo lamento, espero no haberte despertado─ «La voz de este tipo causa escalofríos»

─Tranquilo, ya estaba despierto. ¿Qué necesitas?─ Podía escuchar que había algo de ruido desde donde él estaba.

─Ayer en la noche, antes de irte, olvidaste firmar unos papeles importantes que el director de A-1 Pictures necesita ya─

«Maldita sea, sabía que se me olvidaba algo»

─Ah─ Suspiré con fastidio ─Supongo que lo que tratas de decir es que tengo que ir ahora mismo al estudio─

─Exactamente. ¿Puedes?─

─Sabes que no puedo conducir, pero podría arriesgarme e ir in fraganti en taxi…─

─¿Sebastián no puede acompañarte?─ Preguntó extrañado. Era obvio que iba preguntar eso, él y yo siempre estamos juntos.

─Está durmiendo todavía─ Era verdad eso, pero realmente lo que menos quería era hablar con Sebastián en estos momentos…

─Entiendo… Bien, estoy cerca de tu casa, podría llegar en 5 minutos, ¿quieres que te lleve?─

─Si no te molesta─ No era como si quisiera mucho ir con él, como dije antes, más que amigos, somos compañeros de trabajo, pero no quedaba de otra. Tampoco es que él fuera grosero ni nada, todo lo contrario. Aunque admito que me da un poco de miedo.

─Para nada. Dame 5 minutos.─

Luego de eso, nos despedimos y colgué la llamada. Tenía tan solo cinco minutos para lucir decente, como una celebridad  y salir.

Me arreglé en un santiamén, tomé mis llaves de la casa que estaban en la mesa de la cocina y la introduje en la cerradura.

─Sebastián─ Dije con sorpresa al detenerme, antes de abrir la puerta. ─Tengo que decirle a Sebastián que voy a salir─. No quería que se preocupara.

Con rapidez, tomé una servilleta, un lapicero, escribí una breve nota y la dejé sobre la mesa de la cocina. Luego de eso, salí de casa, bajé rápidamente por el ascensor, me dirigí a la puerta de la urbanización y allí estaba Faustus en su deportivo plateado. Bastante elegante para donde íbamos. Entré en el auto y partimos hacia el estudio.

 

 

 

 

 

 

 

Abrí mis ojos lentamente. Me sentía exhausto, no pude conciliar el sueño enseguida. Todo a mi alrededor estaba borroso, me tomó unos segundos ver con claridad. Me froté los ojos y agarré mi teléfono, el cual estaba a un lado de mi cama.

Revise algunos mensajes y e-mails, hasta que observé la esquina superior derecha de la pantalla de mi celular.

─¡12:30! ─ Había olvidado colocar la alarma la noche anterior. Me desperté con rapidez pero sin desespero. Me dirigí al baño, que estaba dentro de mi cuarto e hice lo de siempre al despertar. Cuando estuve a punto de salir de mi habitación, para despertar a mi Ciel, me preparé psicológicamente para actuar de la manera más normal posible.

Al salir, me percaté de que la puerta de su habitación estaba abierta y su cama estaba hecha, pero él no estaba.

Antes de siquiera poder preguntarme donde podría estar, me percaté de un pedazo de papel que estaba sobre la mesa de la cocina. Me acerqué a él y lo tomé. Era una nota escrita a apuros por Ciel.

“Sebastián, tuve que salir a firmar los papeles de A-1 Pictures” «Sabía que le faltaba algo por firmar» Me regañé a mi mismo por no haberme acordado. “Voy al estudio con Claude, no sé cuánto me vaya a tardar así que no me esperes”.

Todo estaba bien, hasta que leí “Voy al estudio con Claude”.

De la nada, sentí como un extraño pero insoportable sentimiento se apoderó de mi pecho.

─Así que no quieres que te vean conmigo pero si con esa maldita araña… ─ Estaba malditamente enojado, como nunca antes lo había estado. « ¿Quién se cree este tipo, llevándose a mi Bocchan en su endemoniando auto?»

Estaba consciente de que puede que me esté comportando algo inmaduro, pero no podía soportarlo. Tan solo pensar en que mi Ciel podría estar a solas en este momento con ese maldito de verdad que me enfurecía. De todas las personas que pudieron haberlo llevado hasta el estudio, tuvo que ser él.

─Eso definitivamente fue apropósito─  Dije con sorna. Con una fuerza indescriptible, tomé la nota y la arrugué con el puño, hasta hacerla bolita. La apretujé con fuerza mientras trataba de calmarme, pero simplemente no podía. Estaba inmóvil, pensando en las intenciones que podría tener esa rata.

Él lo sabe, sabe que no quiero que esté cerca de Ciel porque se lo dije. Desde que estábamos grabando los capítulos de Kuroshitsuji II, me di cuenta que el tipo, en la vida real, también tenía interés por Ciel y eso era algo que no iba a permitir. Sabiendo eso ¿Por qué ese maldito tuvo que llamar a Ciel en vez de a mi? Si sabía que me iba a enojar.

Mi rostro estaba envuelto en furia. Apretaba mis dientes con fuerza mientras que fruncía el ceño.

De pronto, entre esa incontrolable mezcla entre enojo, furia, ira y celos, un nuevo sentimiento surgió, el cual fue la gota de derramó el vaso; la tristeza.

El hecho de que Ciel aceptara que lo vean con Claude, luego de que dijo que no quería que lo vieran conmigo, me destrozó el corazón. (En realidad, Ciel jamás dijo que no quería que lo vieran de Sebastián, pero así lo recuerda él).

«Si quieres estar con otras personas, está bien. Ese juego lo podemos jugar dos»

Arrojó la nota con furia al piso. Tomó su teléfono celular y buscó el número de alguien en su agenda telefónica.

─-Ahora, yo tengo planes─

 

 

 

 

 

Suspiré exhausto, cansado. Estaba emocionalmente cansado. Si ya me sentía emocionalmente agotado por la “pelea” o lo que sea que tuve con Sebastián, el regaño que el productor que A-1 Pictures me dio fue la cereza sobre el pastel.

Acababa de entrar en el auto de Claude en el asiento de copiloto, junto a él. Habían transcurrido casi seis horas dentro del estudio, discutiendo con los productores. Admito que fue culpa mía el haber olvidado firmar aquellos documentos, pero tampoco es como para que me hayan gritado de esa forma. De todas maneras, Sebastián tiene parte de la culpa, él no me recordó sobre los documentos…

El auto arrancó ─¿Te parece si te invito a comer?─ Preguntó Claude de la forma más seria del mundo.

─¿Ah?─ Estaba perdido en mis pensamientos. ─No te preocupes, no quiero que gastes dinero en mi.─ No es como si quisiera estar sentado durante un largo rato frente a alguien así de frívolo.

─No es molestia, quiero invitar.─

No quería ir, pero tampoco quería llegar a casa. Seguramente, Sebastián ya estaba despierto, no me apetecía más drama, por lo menos no por los momentos. Claude me había defendido cuando los productores me gritaban y regañaban, además, al parecer quería hacer el gesto, lo menos que podía hacer era aceptar.

─Si lo pones así, está bien─

─¿Dónde quieres comer?─

─Donde tú quieras, no me importa mucho el lugar─ Dije eso, sabiendo que el tipo tiene buenos gustos en restaurantes.

Inmediatamente, ocurrió algo que me dejó perplejo. Él sonrió.

Claude no es tan frío y seco como se muestra en la serie, es solo que yo lo he visto sonreír pocas veces y estoy acostumbrado al Claude sádico y extraño que es en Kuroshitsuji. Por alguna razón, esa sonrisa me hizo pensar que nada bueno saldría de esto, pero traté de ignorarlo y simplemente seguir. Aunque, en mi interior, algo me preocupaba; mejor dicho, alguien…

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego de conducir casi una hora, el convertible de Sebastián se estacionó frente a una gran puerta blanca de acero, bastante elegante, rodeada por un par de guardias de aire profesional. Esa es la entrada de la urbanización “Deep Stars” Donde personas adineradas, famosos, políticos y demás, residen.

El  afamado rostro de Sebastián fue casi inmediatamente reconocido por los guardias, así que no tuvieron problemas en dejarlo pasar.

Condujo un rato y se estacionó frente una casa grande y lujosa. Estaba pintada de un tono peculiar; morado. Adornado con hermosos lirios sembrados frente a la casa.

─Bien, supongo que está por venir─ Saqué mi teléfono del bolsillo y comencé a ojear las redes sociales para distraerme pero, hiciera lo que hiciera, esa sensación de incomodidad y culpa no me dejaba en paz desde que terminé de hablar con él antes de salir de casa.

Sé que está mal, sabía que estuvo mal, pero por estar enojado, lo hice sin pensar y ahora no hay vuelta hacia atrás.

Revisé mi carpeta de mensajes; Vacía. No había nada nuevo. Ciel no me había escrito ningún mensaje desde que salió con esa estúpida araña. Sentía la necesidad de escribirle pero mi maldito orgullo no me dejaba. «Si él no me ha escrito a mí, yo no tengo por qué escribirle a él» Vaya idiota que soy. Soy un idiota por no hacerlo y soy un idiota por querer hacerlo a estas alturas.

─¡Sebastiaaan!─

De afuera del auto, escuché la voz del rubio llamándome. En ese momento, quité los seguros del auto y el joven abrió la puerta, sentándose en el asiento del copiloto.

─Disculpa la demora, Sebastián─ Me dijo de la manera más tierna y educada al cerrar la puerta del auto. Y pensar que este niño también es todo un pervertido con esa cara de ángel que tiene.

─Descuida, Alois. Discúlpame a mí por haber llamado a última hora─ Fui igual de amable con él; obligado, por lo fui. Después de todo, él no tenía la culpa de lo que hice.

─No te preocupes, aunque no te voy a negar que me sorprendió bastante que me llamaras para salir a almorzar. No me lo tomes a mal pero, sabes que jamás hemos sido tan cercanos.─ Estuve a punto de contestar, pero continuó. ─¿O es que acaso… Tuviste algún problema con tu noviecito Ciel?─ Aquello lo dijo con toda la malicia del mundo, incluso parecía que quería insinuarme algo. Me enojó su maldito comentario, pero me lo callé y traté de no inmutarme ante aquello.

─¿Noviecito? Déjate de bromas, Trancy─  Dije con sarcasmo, fingiendo confianza entre nosotros. Él rió.

─Bueno, ¿A dónde quieres ir a comer?─

─Si te parece, me gustaría ir a mi restaurante favorito, se llama Joanne Trattoria, no sé si lo conoces. Queda a cuarenta y cinco minutos de aquí.─

Joanne Trattoria; Ciel siempre quiso a comer allí y jamás lo lleve...

─Claro, vamos.─ Aún fingiendo amabilidad y comodidad, arranqué el auto y me dirigí hasta el restaurante. Lo único que me importaba en ese momento, de todo lo que me preocupaba, era saber si mi Ciel está bien.

 

 

 

 

 

Luego de casi media hora, desde el estudio hasta acá, llegamos al restaurante. Este era uno al que jamás había ido pero siempre tuve la curiosidad de ir. El nombre es “Joanne Trattoria” un restaurante italiano de la más alta clase.

Claude pidió una mesa para dos y el camarero nos dirigió hasta una fina mesa, debidamente preparada, al fondo del lugar.

Tomamos asiento e inmediatamente hicimos nuestro pedido. Bueno, Claude pidió por mí. Había pedido pasta para ambos, mi comida favorita; junto con un par de tés de Earl Grey, mi favorito también. No tenía idea de cómo había acertado en el lugar, la comida y la bebida, pero lo hizo.

─Y… ¿Qué te parece el hecho de que habrá una tercera temporada?─ Claude trató de buscar conversación, pero yo tardé en captar que me estaba hablando. En ese momento, solo podía pensar en sí debería escribirle un texto a Sebastián tan solo para decirle que estoy bien o no… Cuando pensé en mi respuesta, mi orgullo me ganó y no escribí nada. Estaba incómodo, me sentía algo culpable… Cierto, recordé que el productor nos comentó que el año que viene se anunciará la tercera temporada de Kuroshitsuji; “Book of Circus” junto a nuevos actores.

─Me parece bien. La trama me gusta bastante, los fanáticos enloquecerán al saber más sobre el pasado del Conde Phantomhive─ Era como hablar de mí en tercera persona, un poco extraño.

Estábamos en una zona privada del restaurante, había pocas personas y estábamos algo alejados. Lo que menos quería era que me reconocieran y se armara un escándalo aquí, menos aún si me veían con este tipo. Si van a inventar escándalos de mí, que los inventen con Sebastián, no con nadie más.

Tomé mi teléfono para ver si tenía algún mensaje de Sebastián; nada. Me desánimo ver que no me había escrito, a pesar de haberme ido de casa tras haber dejado una simple nota sin detalles claros… «Después de todo, el no tenía por qué escribirme si yo no lo hacía…» Que idiota soy, lo sé, pero mi orgullo no me deja pensar con claridad.

Mientras revisaba mi teléfono, me percaté que Claude se exaltó un poco al observar a alguien o algo, a un lado del restaurante; «Han de ser paparazzis, nada del otro mundo» Pensé, sin hacer mucho caso.

─Ciel─

Levanté la mirada hacia sus penetrantes orbes ámbar. No me acostumbraba a mirarlo a los ojos.

─¿Qué ocurre?─

─¿No te importa que Sebastián sepa que estás conmigo? Es decir, ¿La sabe, no?─

¿Por qué pregunta eso? ¿Por qué habló de Sebastián tan de repente?

─Yo salgo con quien se me da la gana─ Dije con autoridad, frunciendo el ceño.

Claude se sorprendió. No quería hablar así de Sebastián, pero en ese momento, por alguna razón, la preocupación se estaba convirtiendo en rabia. En el fondo, sé que la rabia era hacia mí mismo por haber sido tan orgulloso desde un principio, pero la estaba depositando sin razón sobre Sebastián.

Una leve sonrisa ladina se dibujó en su rostro. Me extrañó.

─Supongo que entonces no tienes problemas en quedarte en mi casa esta noche─

¿Quedarme en su casa? ¿¡Qué diablos fue eso?! ¿¡Qué trata de insinuarme?! Mi expresión se desfiguró de la sorpresa, a lo que el rió, burlándose de mi reacción. Detesto que se burlen de mí.

─¿Qué estás insinuando? Solo estoy aquí porque me hiciste el favor de recordarme lo de los documentos, y me defendiste ante los productores, eso es todo.─ Estaba algo enojado y no quería esconderlo.

─Estoy completamente consciente de eso─ En sus palabras había malicia, lo noté en su sonrisa. Esto no andaba bien. ─También estoy consciente de que las cosas entre Sebastián y tú están algo delicadas; si no fuera así, jamás hubieses salido conmigo─ Dio justo en el clavo y él lo sabía.

No supe que contestar. Yo sabía que Sebastián no le daba mucha confianza a Claude y por algo era, pero jamás presté atención.

─Además…─ Se levantó de su silla. Peligrosamente se dirigió hacia mí, me halo desde de la camisa y me levantó quedando a su misma altura, a tan solo centímetros de su rostro. Su frívolo rostro.

─¿Acaso el joven amo no está lo suficientemente grande como para intentar cosas nuevas?

¡¿Quién diablos se creía este maldito bastardo?! Estaba iracundo, no podía soportar tener su maldita cara tan cerca; me causaba repulsión. Desde un principio lo supe, este tipo tenía otras intenciones y aún así me dejé llevar.

Acabando de caer en cuenta de la peligrosa situación, traté de zafarme de su agarre lo más pronto posible, pero apenas pude moverme cuando, con su otra mano, me tomó desvergonzadamente por la cintura y con descaro, me robó un beso.

Asco, repulsión, ira, odio; eso fue lo que sentí mientras sus asquerosos labios estaban sobre los míos. El beso duró unos segundos pero sentí como si hubiese tardado una eternidad en rechazarlo.

Con toda la fuerza, ira y asco, aparté su rostro con una sonora bofetada, que lo hizo caer al suelo.

Mis pies tocaron el suelo nuevamente. Estaba asqueado, me sentía sucio. Comencé a limpiar desesperadamente mis labios con la manga de mi chaleco negro.

─¿¡A ti qué demonios te pasa, maldito bastardo?!─ Grité a todo pulmón. La rabia que emanaba de mí ser era casi palpable. Él solo se reincorporaba de nuevo por la bofetada.

Sin hacer contacto visual conmigo, levantó su cabeza y la giró hacia el mismo lado del restaurante donde había volteado hace un rato, para luego decir con sorna y una sonrisa socarrona:

─Lo lamento, es solo que pensé que podrías pasarla bien con otra persona tal cual está haciendo tu pareja─

Por instinto, sin pensarlo ni meditar sus palabras, voltee a hacia la misma dirección que ese maldito, y lo que vi me dejó perplejo, estático; como si mi alma se hubiera salido de mi cuerpo, dejando una desagradable sensación de frío en mi interior.

Allí estaban Sebastián y Alois, observando el espectáculo. Ambos tan sorprendidos como consternados.

El rostro de Sebastián, su mirada de decepción y tristeza hacia mí, era algo que jamás podría olvidar.

─Se-Sebastian…─ No tenía aliento, no tenía voz, no sabía que decir o hacer, no sabía que sentir… Mis ojos estaban tan abiertos como platos, igual a los de él por la inoportuna sorpresa.

El silencio inundó el lugar. Ninguno de los cuatro decía palabra alguna y las escasas personas alrededor empezaban a murmurar.

Finalmente, Alois rompió el silencio. Comenzó a llorar desconsoladamente mirando a Claude, perplejo y estático; como cuando le quitas la inocencia a un niño pequeño. Las lágrimas caían por su rostro; estaba desgarrado por lo que vio. Pero, ¿por qué? La expresión de triunfo de Claude se desvaneció; apartó la cara, tratando de evitar ver el significativo daño emocional que le había causado a Jim.

Alois, al ver esto, salió corriendo de lugar a toda velocidad. Seguí a Alois con la mirada, aún perplejo, luego regresé la mirada hacia Sebastián y lo que vi me desbordó de sorpresa y me hizo sentir aún más frío. La expresión de Sebastián ya no se dirigía hacia mí, sino a Claude; ya no era una llena de tristeza y decepción, sino de puro odio. Esto me asustó, jamás había visto es mirada de asesino sediento de venganza en su rostro. Lo supe en ese mismo instante «Lo va a matar».

─Eres… un… maldito… bastardo…─La furia, el enojo y el odio que Sebastián estaba sintiendo en ese momento era casi palpable. Estaba tan enojado que se detenía para respirar profundamente en cada palabra de esa oración, mientras se acercaba lentamente hacia Claude; como un león hacia un conejito. Casi podías ver en sus ojos carmesí las mismísimas llamas del infierno arder en ellos. Su ceño estaba fruncido, su expresión desfigurada. No supe qué hacer para evitar lo que venía.

─Sebast-─ Musitó Claude.

─¡¡CÁLLATE!!─ Sebastián interrumpió a Claude de un fuerte y bestial grito que dejó a todos aturdidos, para luego abalanzarse sobre él con brusquedad. Las damas de la habitación gritaron y los chismosos salieron huyendo del lugar.

 

"Si tan solo hubiese podido evitar lo que estaba por suceder..."

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, eso fue todo n_n. Perdón por haberlo cortado así. Después de todo, no sería interesante sin un poquito de suspenso TwT El siguiente les va a encantar, ya lo verán (Que no se les olvide que hay lemon, éh ¬w¬).

Les agradecería mucho sus reviews para ver que tal les parece la historia n_n.

Nos leemos el próximo Viernes :D.


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