Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te amo, aunque seas una chica por HaruhiKitamura

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo se, me tarde muuuucho xD Pero aca esta (?)

Te amo, aunque seas una chica.
Capítulo 2: Me basta con estar a tu lado.

 

Fecha= 16 de Septiembre

Se acercan los días de exámenes y pienso que necesitaría un milagro para aprobarlos a todos. La semana pasada tuve que entregar un trabajo que duraba diez hojas, había perdido todo mi fin de semana ¿Y para qué? Para un miserable 4. Los trabajos nunca fueron mi fuerte y mucho menos lo son las pruebas, estoy metida en un gran lio…

 

­—Está bien, creo que no podría ser más sincera que esto… – Me dije a mi misma mientras dejaba a un lado el diario y me preparaba para ir a la escuela. Por alguna extraña razón hoy me había levantado más temprano de lo habitual, al menos lo suficiente para tomar un buen desayuno. Termine de ponerme mi uniforme y luego de arreglar mi bolso baje a la sala en donde se encontraba mi madre.

 

—Buenos días Yachi, parece que hoy te despertaste más rápido de lo normal – Me decía con una sonrisa, de seguro por no tener que ir a despertarme y aguantarme las quejas de cinco minutos. Mientras yo seguía perdida en las nubes ella coloco un tazón de comida frente a mí.

 

—¿Arroz?

 

—Sí, ha sobrado un poco luego de cocinarte el almuerzo y es lo único que hay.

 

—Pero… ¿Esto se desayuna? – No es que fuera una idiota o algo, claro que sabía que se comía arroz en el desayuno pero… No el arroz de mi madre, al menos no este. Por lo que se notaba, estaba hecho torpemente, parecía estar duro y un poco quemado. Aunque tampoco estaba queriendo que fuera una comida de cinco estrellas.

 

—S-Si – Me miro extrañada al preguntarle eso. ¿Era verdad? ¿El arroz se puede usar como desayuno? La expresión de no saber en dónde estar parado estaba reflejada en mi rostro, haciendo que mi madre largue un suspiro. ­— Supongo que hace mucho no te daba el desayuno correctamente…

 

—Mhn… – Era verdad, hace mucho no tomaba el desayuno, simplemente comía una rodaja de pan en el camino; y con suerte llevaba una caja de jugo. Note un poco deprimida a mi madre al ver de cómo me quejaba del arroz. — ¿Qué otra opción tengo…? – Agarre los palillos y fui comiendo el arroz, al parecer eso la sorprendió pero parecía feliz.

 

Al cabo de un rato ya me tenía que ir yendo de mi casa y comencé a dirigirme a Karasuno.

 

—Me pregunto si me encontrare con… – Antes de seguir perdida en mis pensamientos alguien había comenzado a tocar un pequeño timbre que parecía venir de atrás mío. Intentando ver mejor, hice como si tuviera binoculares con mis manos y note a los lejos un pequeño cuerpo que llevaba el uniforme de mi escuela y el pelo naranja; montado sobre una bicicleta.

 

—¡Yachi~! – Finalmente esa persona llego con su bicicleta hasta mi lado, intentando frenar hasta finalmente chocar con un árbol; aunque se podría decir que fue suerte el no haberse caído. —Aah… – Soltó un pequeño suspiro mientras comenzaba a bajarse de ella y caminaba hacia mi dirección. Y estaba por más decir que me había quedado como una piedra.

 

—¡Bu-Buenos días! – Le dije mientras le hacía una pequeña reverencia, con la cual el rio un poco al notar que seguía un poco asustada por todo ese “acto”.

 

—Lo siento…

 

—¿Eh? – Exclame confundida. —¿Por qué?

 

—Bueno… Tú viste eso… ¿No?

 

—¿Eso…? …¡Ah! – Casi había gritado al darme cuenta de lo que me hablaba. Inmediatamente él se sonrojo como un tomate y al sentir mis mejillas arder, note que yo tuve la misma reacción. Claramente hablaba de aquel beso que tuvo con Kageyama el día que me había rendido con él.

 

—Fu-Fue asqueroso ver eso, ¿verdad?

 

—¡N-N-No, para nada! Solo me había sorprendido un poco, es todo… – No me había parecido asqueroso, después de todo yo estaba en la “etapa” de también aceptar mi “inclinación sexual”

 

—¿En serio? ¡Qué bien! ¡Creía que me empezarías a ver raro o algo así!

 

—¿Eh? No para nada… Pero… ¿Kageyama no está saliendo contigo?

 

—Ah eso, no, me rechazo~

 

Honestamente, no sabía que responderle. El chico que me gustaba acababa de ser rechazado por otro chico, ¿Qué debería responder? Aunque, aun después de haberlo admitido el seguía sonriendo.

 

—¿P-Pero está todo bien? ¿Sigue hablándote, cierto?

 

—Bueno… ¡Lo hace cuando tenemos que practicar los pases y técnicas!

 

—Lo se… P-Pero ¿estás bien con eso?

 

—Yachi… –Mierda. Con solo escucharlo nombrar mi nombre me di cuenta de que había hablado de más, pero es que me preocupo…—¡AH!

 

—¡¿Q-Q-Que pasa?!

 

—¡Se nos hace tarde, tenemos que ir más rápido! ¡Súbete! –Me decía mientras con su mano hacia una seña para que me subiera a su bicicleta. Le obedecí y luego de unos minutos (que parecían eternos, ya de por sí) llegamos a la escuela.

 

—Gra-Gracias…–Le dije aun nerviosa por la conversación que habíamos tenido antes; sintiéndome confiada de su estado con Kageyama había deducido las cosas muy rápido. Cuando finalmente se bajó de su bicicleta, me quedo viéndolo unos instantes hasta que me anime a hablarle. —¿No te rendirás, verdad?

 

Luego de verme unos instantes sorprendido, me dedico una sonrisa. No entendía muy bien lo que significaba y preguntas como “¿Qué pretendes hacer desde ahora?” o “¿Te rindes?”; aparecían en mi mente.

 

El día parecía pasar más lento de lo normal y no era solo porque mi mente estaba llena de preguntas; sino porque la primera y la ultima hora tenia clases con el profesor de literatura. Lo que lo empeoraba era que lo tenía enfrente, mirándome como si me fuera a asesinar. Y como ultima cosa mala de la semana, era delegada de la clase totalmente sola; ya que a mi compañero se había enfermado.

 

 

Finalmente el transcurso de las clases había terminado y no había tenido la oportunidad de ver a Kiyoko-san en todo el maldito día; aunque podía verla en las prácticas no era lo mismo, ya que no teníamos tiempo de hablar sobre nuestro “pacto”. Al terminar con todas las tareas del aula, comencé a dirigirme al club de voleibol, en el cual Kageyama Tobio ya estaba adentro; pero sentado en el piso.

 

—Buenas tardes… ¿Eh? –Entre y me sorprendí al ver que el resto no estaba.

 

—Buenas…

 

—¿Y el resto?

 

—No lo se

 

—Qué raro, siempre vienen al menos tú y Hinata primeros.

 

—…Si. – Vi a Kageyama girar su cabeza hacia uno de los costados; dejando de mirar el piso. No pude evitar ofenderme un poco, sé que había rechazado a Hinata porque no le gustaba; pero vaya uno a saber de qué forma lo había hecho.

 

—Ah…–Suspire en voz baja mientras me dirigía hacia el escenario del  lugar, para luego sentarme sobre él. —“Entonces la gente puede reaccionar de cualquier manera si alguien gay se te confiesa” –Pensaba para mí misma, casi como una lección. Luego de varios minutos el ruido del portón se hizo presente; alertando a Kageyama y a mí, aunque yo reaccione más asustada que otra cosa.

 

—Chicos… ¿Qué hacen aquí? –Dijo un sol brillante acompañado de una chica hermosa que me hacía sonrojarme levemente; obviamente, Shimizu.

 

—¿E-Eh? Tenemos practica… –Dije confundida mirando más a Kiyoko-san que a Hinata.

 

—Takeda-senpai la cancelo ya que está lloviendo… – Me respondió Shimizu, mientras se arreglaba los lentes y se corría un mechón que tenía sobre el rostro.

 

—¿Cuándo comenzó a llover? –Pregunte casi como un coro junto con Kageyama, ya que al parecer; perdidos en nuestros pensamientos no nos habíamos enterado.

 

—Ah~ No se puede hacer nada con ustedes dos…–Dijo tranquilo Hinata.

 

—Iré a buscar mi paraguas, siempre lo dejo aquí–Dije por fin en algún signo de defensa; al fin parte de mi torpeza podía servir de algo. —¡Espérenme en la entrada mientras tanto!–Les grite mientras iba corriendo a buscarlo.

 

Al encontrar mi paraguas en uno de los casilleros del aula, comencé a bajar las escaleras a toda velocidad para llegar lo más pronto posible con los demás; hasta que algo o mejor dicho alguien, me detuvo.

 

—Ah. –Escuche que alguien dijo a mis espaldas cuando estaba bajando las escaleras, logrando que me diera vuelta. —No deberías correr al bajar las escaleras. –Como no notarlo, era el estúpido profesor.

 

—Estoy apurada –Dije en un tono enojado para que me dejara en paz, tenía una oportunidad de ir bajo el paraguas con mis amigos; cosa que no hace mucho.

 

—¿Qué no viste Another?

 

—¿Eh?

 

—Olvídalo – Me dijo mientras comenzaba a reírse en voz baja —Sabes, aun espero tu trabajo. –De acuerdo, finalmente me había tirado una bomba; y para colmo me iba a explotar en la cara.

 

—A-Aún no lo he terminado…–Dije mientras miraba distraída a otro lado, o al menos quería dar esa impresión.

 

—Mhn… De acuerdo –Respondió mientras comenzaba a bajar las escaleras para luego dirigirse al pasillo que seguía.

 

—“Mierda, creo que está enojado” –No tenía que suponer cosas, realmente parecía molesto. Cuando está enojado deja de hacer bromas, y aunque apenas entre este año ya puedo captar eso.

 

No quise molestarlo más de lo que había conseguido, así que solo opte por ir con el resto. Al llegar solo estaban allí Hinata y Kiyoko-san.

 

—¿EH? ¿Y Kageyama?

 

—Dijo que iba a ir a comprar otro paraguas… –Dijo Shimizu con un tono tímido. Seguramente se sentía mal por no ir ella ya que era la mayor.

 

—Pero tenemos el mío…

 

—Es que no íbamos a entrar los cuatro bajo el. –Dijo Hinata haciendo que entendiera unos segundos después.

 

Luego de esperar como 10 minutos, Kageyama llego corriendo; usando el paraguas que había pagado. Como los cuatros teníamos nuestras casas en distintos caminos, yo volví con Kiyoko-san y Hinata con Kageyama; cada uno parecía una pareja, era un poco gracioso. Cuando salimos, Kiyoko-san agarro mi paraguas y lo compartió conmigo, protegiéndome de la lluvia con él.

 

—Yachi…

 

—¿Si?

 

—¡Parece que tu estas avanzando!

 

—¿Eh? ¿De qué habla?

 

—Pues parece que te estas llevando mejor con Hinata, te vi hoy venir con él en su bicicleta

 

Al oír eso deje de caminar y Shimizu-san hizo lo mismo que yo, cubriéndome con el paraguas en el medio del camino.

 

—¡E-E-Eso no es cierto! ¡A mí no me gusta Hinata-kun! –Dije en un tono más alto de lo normal, mirándola con las mejillas sonrojadas; o eso creía, ya que sentía mi cara más caliente de lo usual.

 

—Oh… Entiendo –Me respondió mientras de nuevo arreglaba sus lentes, los cuales se le habían caído un poco al momento que levante la voz. Inconscientemente comenzamos a caminar otra vez, solo que esta vez parecía que el ambiente era más incómodo.

 

—¿Y-Y a ti como te va en eso?

 

—¿Mhn? Ah, supongo que mejor…

 

—¿En serio?

 

—Sí, conseguí hablar un poco más con esa persona

 

—¡Eso es genial! –Le dije saliendo debajo del paraguas para quedarme en frente de ella, sonriéndole; casi mostrándole felicidad. Aunque me gustara y ella probablemente no sentía lo mismo; me ponía feliz que estaba logrando las cosas que se proponía. Ella solo se sorprendió por mi acto

 

—Gracias –Me dijo sonriéndome. Al instante me sonroje y volví a mi lugar debajo del paraguas. Casi ni sentía el frio, es más; sentía calor. Tanto por tenerla al lado, como por la sonrisa que me acababa de dar. —Por cierto…

 

—¿S-Si?

 

—¿No te va bien en literatura?

 

—¿…EH? ¿C-Cómo lo sabes?

 

—Pues esta semana me toco ser la encargada de la clase, y cuando pase por la sala de profesores me encontré por casualidad con una prueba tuya de literatura. –Mi sonrisa de idiota quedo totalmente congelada al enterarme.

 

—¿O-O-Otra vez reprobé? –Mi cara parecía estar a punto de estallar en llanto hasta que recordé que tenía a la persona que me gustaba al lado, por lo que intente hacerme la fuerte (aunque me ponía realmente mal)

 

—Muy bien, lo he decidido –Dijo Kiyoko-san quedándose parada en el lugar, cerrando el paraguas; ya que la lluvia había comenzado a parar

 

—¿Eh? ¿Qué decidió?

 

—Te ayudare con los estudios

 

—¿P-Por qué?

 

—Pues, porque somos amigas; ¿verdad?

 

Mi rostro parecía haberse iluminado luego de escuchar aquella respuesta. Ella solo se me quedo viendo mientras mi mente se llenaba de pensamientos como “entonces tengo una oportunidad” y cosas así. Mi corazón se había acelerado, pues ya de por si me estaba conteniendo mientras caminaba junto a ella. Parecía una boba emocionándome solo por eso, pero de alguna forma solo sucedía sin aviso alguno.

 

—¡Sí! ¡Gracias por tu ayuda Kiyoko-san! –Le dije dedicándole una reverencia y luego una sonrisa sincera.

 

El resto del camino hablamos de cosas que nos gustaban, parecía que éramos amigas desde hace tiempo; o al menos yo lo veía así. Al llegar a mi casa, ella me despidió y siguió su camino; dejándome el paraguas mientras yo la despedía con un: “Hasta el sábado”. Al entrar a la sala de mi casa, salude a mi madre y subí a mi cuarto; para dejar mis libros a un lado y sacar el “más importante” en esos momentos. Agarre una lapicera y comencé a escribir.

 

Fecha= 16 de Septiembre

Hoy el día parecía que trascurría más lento de lo normal; pero al final pude sentir varias cosas respecto a él.

Pude sentir  preocupación y  felicidad. Estuve demasiado preocupada sobre cómo iba a tratar Kageyama a Hinata luego de lo que había pasado entre ellos, pero luego me conto todo lo que había pasado así que ahora estoy mejor. Además, estoy preocupada por haber tratado así al profesor; pero es que a veces solo actuó en vez de pensar.

Dentro de todo, la felicidad pudo sobrepasar a la preocupación. Kiyoko-san me ha dicho que nos juntaremos en su casa este sábado para estudiar, y luego para el domingo; me prestara sus notas.

Este día termino bien dentro de todo lo sucedido.

 

—Ah~ La casa de Kiyoko-san… –Luego de pensarlo dos veces, pude entender que no veía lo que pasaba. Iba a ir a la casa de Kiyoko-san, básicamente; la casa de la persona que me gustaba… Y por sobre todo, iba a ser la primera vez. —¿Q-Q-Que me pondré? –Fue lo único que salió de mi boca mientras me acostaba dura como un roble sobre mi cama.

 

 

~Extra~

Durante el camino a casa de Kageyama y Hinata

 

—Aah~ que cansancio –Decía Hinata mientras bostezaba y de su boca salía aquel “humo” con el que le gusta “jugar” a los niños. –Ah, mira Kageyama –Decía mientras con su boca jugaba con el aire.

 

—Diablos, cállate; eres demasiado ruidoso –Decía ya de por si enojado, mientras comenzaba a estirar los cabellos naranjas del más bajo.

 

—¡P-Para o me dejaras calvo! –Le repetía a Kageyama hasta que finalmente paro de molestarlo, mientras miraba que su compañero evitaba su mirada. —¿Te molesto?

 

—¿De qué hablas? –Dijo girando la cabeza; más de lo que ya la tenía.

 

—¡De eso hablo! ¡No me quieres mirar a los ojos!

 

Kageyama solo se quedó en silencio ante esa acusación.

 

—¿Ahora me odias? Sabes, no es mi culpa haberme enamorado de ti –Al instante fue interrumpido por Kageyama.

 

—¡No te odio! ¡Tampoco me desagradas idiota! –Dijo por fin mirando a los ojos a Hinata, mientras que al de pelo anaranjado se le comenzaban a humedecer los ojos.

 

—...¿En serio?

 

—Si…

 

—Aaah~ Hombre, que suerte –Le respondió mientras comenzaba a llorar.

 

—¡Idiota! ¿Ahora por qué lloras?

 

—E-Es que estaba preocupado que ahora te desagradara, y escuchar que no es así… Me pone muy feliz

 

—Ah… Está bien, pero ya deja de llorar –Le dijo mientras lo miraba. —Si no caminas te dejare atrás.

 

—Lo siento, lo siento. ¿EH? ¡Espera, no me dejes!

 

 

Al final, esos dos se las arreglaron para volver a cómo eran antes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).