Enfrente a la multitud con el sonido ensordecedor de mi guitarra, era tan jodidamente bueno ese momento que sentí por un momento que no quería que acabara nunca.
Me levanté© por décima vez para dirigirme al baño, solo para darme cuenta que ya era hora, el tan esperado primer día de la universidad era hoy y por tan esperado me refiero a que no me importa en lo absoluto, solo trato de complacer los deseos de mi madre.
Tome la primera ropa que encontré en el armario, amaba el estilo que me daba esa camisa de Nirvana de hace años que por cierto era de mi papá, era un estilo tan vintage que me sentía en la onda.
Me fui muy tarde, pero al estar en mi auto llegue básicamente temprano, recorrí los alrededores intentando conocer el lugar.
-Hola, que tal? Eres nuevo por aquí, no es así? - Mire al chico alto y desgarbado que me hablaba se veía bastante como un enclenque pero aun así tenía cierta dulzura y algo muy llamativo en sus ojos
-Hola, si lo soy ¿Qué hay de ti? - me miro sonriente o sorprendido tal vez ambas cosas, no sabría descifrarlo.
-No, yo ya llevo algún tiempo aquí.
Seguimos hablando durante, su nombre era Alex, era un chico bastante agradable y hasta se había tomado la molestia o como Él lo llamo la decencia de invitarme a una fiesta de celebración del primer día de clases. Yo no estaba celebrando algo como eso, pero por supuesto que iría.
Me acompaño hasta mi salón de clases y luego se despidió, quería charlar un rato más con Él pero debía entrar a clases.
Tome asiento en una de los puestos traseros y durante casi toda la clase estuve mirando hacia la ventana, sin prestar una pizca de atención a lo que allá frente sucedía, al terminar esa clase corrí al mismo lugar donde lo había conocido pero no estaba, decidí ir al cafetín y me compre un pastelillo fui comiéndolo hasta mi próxima clase ¡Que cansado era la universidad!
Poco a poco fueron pasando las horas y por consiguiente las clases, cuando termino la Última de ellas, camine hacia mi auto, aun tenía dos horas para arreglarme.
~*~
Alex me había dicho que todos los que iríamos nos encontraríamos en el Cafetín a las 8 pm, eran las 7:50 y ya yo me encontraba allí sentado solo en una de las mesas del medio, al poco rato vi entrar una figura y me di cuenta que era Alex
-Oh! Chico viniste, que buena onda - le di una sonrisa temeraria para que luego siguiera hablándome e incluso llegará a preguntarme como había sido mi día.
-No fue para nada especial.
Estuvimos charlando un rato más era muy fácil entablar una conversación con Él, cuando llegaron los demás nos repartimos entre los autos que allí teníamos y nos dirigimos hacia la fiesta.
Fue sin duda la mejor noche de mi vida, todos tomamos una pequeña pastilla que la verdad fue increíble, para cuando reaccione tenía una polla gigante en mi culo moviéndose hacia dentro y hacia fuera e increíblemente lo estaba disfrutando.
Quería ver de quien se trataba así que lentamente volteé un poco mi cara entre gemidos y me encontré con un sonriente Alex, estaba feliz de que fuera Él, nuestros labios se encontraron en un ardiente beso y sentí un poco de algo en polvo en mi boca.
Debió ver la preocupación en mis ojos porque al instante sonrió y me susurro en el oído.
-Solo trágalo! Te sentirás mucho mejor.
Eso hice, y la maldita habitación empezó a dar vueltas pero tarde solo un poco en darme cuenta que era por el infinito placer que estaba sintiendo. Alex tomo mi polla desatendida y empezó a estrujarla fuertemente, sentí que estaba a punto de venirme.
-Aun no, espera solo un poco - y tapo mi orificio con uno de sus dedos mientras mi cuerpo se retorcía. Salió lento de mi cuerpo y se situó a horcajadas sobre mí, me miro lascivamente y me beso - Ahora es tu turno de joderme.
Y de golpe se sentó sobre miembro soltando un grito increíblemente sexual. Me moví como hace un rato lo hacia Él en mí.
-Dame un poco más de ese cosa deliciosa que me diste hace un rato.
Nunca me arrepentiría de esto y menos del dulce sabor de esa especia.