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El BarTender por Uzuna

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Notas del fanfic:

Bueno este fic es la clara evidencia que mi mente esta corrupta a tal nivel que al ver una noticia en el canal nacional, pienso en Yaoi.

A dónde irá a parar este mundo?

xD

Como sea, en un principio pensé hacerla One-Shot, luego al ver la cantidad de páginas que abarcaba me dije, Mejor two-Shots y ahora se los traigo como One-Shot con la posibilidad de alargarlo (xD) a veces puedo ser indecisa... :P

Solo les queda disfrutar el fic y comentar que tal :D

Saludos!

Notas del capitulo:

Bla bla Kishimoto Bla bla maldito que rompiste mi corazón con el SasuSaku TTOTT

No entendía cómo fue que Sai había logrado convencerlo de asistir a un evento de esa calaña. Se encontraban en nada más ni nada menos que el bar gay más popular de la ciudad, en una fiesta de antifaces y mucho alcohol. Todo era una oda a la promiscuidad y Sasuke no era promiscuo, si bien lo suyo no eran las mujeres, tampoco saltaba de hombre a hombre, bien entendía la infinidad de enfermedades e infecciones que podía pegarse en noches casuales como esta.

Pero tenía que aceptar, muy a su pesar, que su primo tenía razón, el asunto en la compañía estaba muy tenso, todo por los inútiles vagabundos que se hacen llamar ambientalistas y que no entienden lo que es el progreso.

Bebió nuevamente de su cóctel para recordar que estaba en ese abarrotado lugar para distraerse del trabajo.

Dio otra mirada a la pista de baile donde travestis bailaban más sensuales que cualquier mujer. Rápidamente giró el rostro. No por nada no le iban las mujeres, evidentemente tampoco se sentía atraído por hombre vestidos de mujer, no tenía nada contra ellos, simplemente él no era así.

–Oye Susanoo –Hablo Sai con una máscara de rata, acercándose hasta la barra donde estaba Sasuke –¿Por qué elegiste un nombre así?

–Fue lo primero que vino a mi mente, Raíz –Respondió arisco bebiendo nuevamente de su copa.

–¿Te la lleno? –Hablo el bar tender* rubio con máscara de zorro, sonriendo al azabache.

–Por favor –Respondió haciendo una mueca de sonrisa.

Mientras Sai, ignorando completamente la sutil interacción, continúo hablando con su primo.

–¿Viste al camarero pelirrojo de allá? –Pregunto haciendo reaccionar al rubio. Sasuke notando esto, centró su mirada en la persona que su primo le indicaba.

El azabache con máscara de halcón negó con la cabeza luego de encontrar al sujeto –No tienes posibilidad –Dijo sin piedad –, está fuera de tu alcance.

Para el bar tender las palabras del azabache fueron muy duras, extrañándose un poco por la clase de interacción que tenían estos “amigos”.

–¿Tu qué crees? –Ambos ojos oscuros se centraron en el rubio incomodándolo.

–Pues Shukaku no es muy sociable que digamos –Respondió dejando algo desanimado a Sai –, aunque tampoco deberías rendirte –Lo apoyo gentilmente.

–Tienes razón –Tomó ambas manos canelas y le agradeció efusivamente.

Antes que pudiese detenerlo Sai desapareció de su vista.

–No pierdas tu tiempo –Le habló el azabache bebiendo, de su ahora, copa llena –. Una vez que se le mete algo en la cabeza nadie se lo saca.

–Ya veo –Dijo dejando que el pobre diablo corriera directamente a las garras de Gaara.

–No te había visto por aquí –Hablo en rubio limpiando una copa vacía.

–Si pues, no vengo a este tipo de clubs.

–No me digas que eres un gay encubierto –Hablo burlesco sacando una risa divertida de Sasuke.

–No –Quiso parecer ofendido –Supongo que aun siendo gay soy anticuado.

El rubio en respuesta sonrió divertido.

–¿Cuál es tu nombre? –Pregunto Sasuke, pero no recibió respuesta –. Me refiero a tu nombre falso –Aclaro para alivio del otro.

–Cierto –Hablo despreocupado –Kurama ¿y el tuyo?

–Susanoo –Dijo serio.

–Como la historia de los hermanos** ¿no? –Sasuke sorprendido asintió interesado cada vez más en la sonrisa alegre y los ojos azules de su acompañante.

–¿Puedes beber? –Pregunto seductor.

–Depende –El azabache lo miró interrogante –, si me invitas tú, podría pensarlo –La sonrisa satisfactoria de Sasuke se mezcló con la traviesa de Naruto.

 

La luz se colaba por la ventana sin ningún freno y haciéndose presente en la habitación llegó de lleno en las caras de los jóvenes que dormían, hasta ese momento, plácidamente.

El rubio se revolvió lo suficiente para quedar escondido en el pecho níveo de su acompañante, cubriéndose completamente de los rayos del sol.

–Oye –Hablo ronco el azabache –, no soy tu pared –pronunció esas palabras como si de verdad le molestara la actitud del rubio, pero este haciendo caso omiso a lo dicho continuó en esa cómoda posición.

–¿De verdad? Te va bien este trabajo –Bromeó escondiéndose aún más.

Sasuke por su parte no se molestó en esconder la sonrisa que ese comentario le saco y divertido respondió –Quizás deba renunciar a mi trabajo y volverme tu pared personal.

Luego de decir esto se dio cuenta que podía ser tomado como un comentario fuera de lugar, quizás el rubio lo tomaría como algún tipo de proposición, pero muy por el contrario, el rubio alzó la mirada divertido.

–Podría considerarlo, pero debes saber que ese trabajo puede llegar a ser muy demandante –finalizó sus palabras con un hambriento beso, que despertó a Sasuke en más de una forma.

 

Luego de una tercera ronda y una ducha confortable Sasuke se encontraba en toalla esperando a que Naruto le entregara algo de ropa, habían pasado a la casa del rubio y por ende, el azabache no tenía ropa para cambiarse.

–Dime que tienes otro color además de anaranjado –Hablo esperando no tener que ponerse una de las tantas camisetas que el rubio arrojaba sobre la cama.

–Oye, ¡Teme! Si quieres puedes irte desnudo a tu casa –hablo sacando la lengua y arrojándose sobre la cabeza una playera negra.

–Solo digo que mi estilo de vestir es más… –Miro el atuendo de su acompañante, playera anaranjada estridente acompañada de unos jeans negros –… más sutil –concluyo esperando que dejase el tema hasta ahí, se notaba que era sensible con respecto a los colores.

–Como sea –dijo dejando de lado el reciente insulto a sus gustos –Preparé desayuno, ¿te quedas? –Pregunto con un leve sonrojo sobre las mejillas y espero por la respuesta, apoyado en el marco de la puerta.

–Supongo que no me vendría mal desayunar de vez en cuando –Dijo centrando su vista en la ropa sobre la cama –¿Quieres hacerlo de nuevo? –pregunto abruptamente descolocando al rubio por completo.

–¿Por qué lo dices así de repente? Además ¿No tuviste suficiente? –pregunto incrédulo.

–Lo digo porque aún estás parado aquí –hizo notar –y no, generalmente no me aburro de tener sexo –hablo frontal dejando mudo al rubio que únicamente atinó a salir de la habitación –Dobe –Río por lo bajo y dejo caer la toalla que hasta el momento cubría su cadera.

 

–Ahí tienes azúcar –Señaló el azucarero con forma de rana que Sasuke simplemente decidió ignorar.

–Está bien, lo tomo sin azúcar.

–¡¿Qué?! –exclamo el rubio casi dejando sordo al otro –¿Acaso eres un anciano?

Una vena se posó sobre la frente nívea de Sasuke –¿Acaso tienes 5 años? –señalo la taza del rubio que ya llevaba la tercera cucharada de azúcar.

–Claro que no –Le saco la lengua, molesto.

–Dobe –Recibió en respuesta.

Continuaron con la conversación amenizada por uno que otro insulto, unas cuantas carcajadas por parte de Naruto y unos pocos bufidos de Sasuke.

Cuando el reloj de pared marco las 8 en punto, Sasuke se puso de pie.

–Debo irme –habló tomando sus platos y dejándolos en el lavaplatos

–¿Trabajo? –Pregunto algo triste el rubio.

El otro solo asintió y caminó hasta el sillón donde su ropa y pertenencias estaban en una bolsa.

–Kurama –habló el azabache dándole la espalda al rubio –¿Irás a trabajar hoy?

El rubio sonrió extensamente y respondió –Si –Lo dicho fue bien recibido por el otro y juntos se encaminaron a la puerta. Antes de que el azabache saliera completamente del departamento el rubio lo tomó firmemente del hombro y lo giro para robarle un beso juguetón –Naruto –Dijo sin más sonriendo divertido.

El otro le devolvió la sonrisa y también habló –Sasuke.

 

Algo bueno había ocurrido con Sasuke la noche anterior que andaba de muy buen ánimo. Llego tarde 30 minutos, saludando a los empleados con educación, subió los 17 pisos por la escalera y hasta nombró a una de sus secretarias por su nombre de pila, la pobre debió ser llevada al hospital por desvanecimiento repentino.

Algo muy bueno había ocurrido con Sasuke y Sai no descansaría hasta saberlo.

Hizo falta diez minutos a solas con su primo para que todo el buen ánimo con el que había llegado se desvaneciera casi por completo.

–¡Que te calles de una buena vez! –El grito de Sasuke, se escuchó por todo el piso de gerencia en el edificio Uchiha Corporation, los empleados temblaban cuando lo escuchaban alzar la voz, pero para Sai eso era cosa de todos los días.

–Como viceGerente es de imperiosa necesidad que me digas a donde te fuiste ayer en la noche –Hablaba como si realmente Sasuke fuera a responder.

–Ya te dije que no es tu asunto –Respondió por decimotercera vez con la misma línea, pensando en cómo escapar del acoso de su primo –¿Cómo te fue con el pelirrojo? –Se atrevió a preguntar esperando que su plan resultara.

–¿Te refieres a Shukaku? –Su mirada cambió al instante –Genial, por supuesto –“Bingo” pensó Sasuke –, de hecho hoy iré al bar nuevamente.

Estas palabras alertaron al azabache, que ahora un poco más interesado en lo que Sai hablaba, quiso aparentar indiferencia.

–Me acompañaras ¿no?

–¿Por qué debería? –habló arisco y mirando hacia otro lado.

–Para ver al bar tender –Dijo sin miramiento –¿Para qué más?

El rostro levemente sonrojado de Sasuke le dio total razón a las suposiciones de Sai que divertido, quiso torturar aún más a su primo.

–Era obvio que tú y él se llevaron bien desde un principio –Cada palabra incomodaba más y más a Sasuke –, además ayer te vi salir del bar con él, ¿se acostaron? ¿Quién fue el pasivo? ¿Dolió cuando te la metió? –Simplemente Sasuke no pudo aguantar más.

–¡Que te calles de una buena vez!

 

–Llegas tarde –La voz de Gaara podía parecer normal para todos los demás pero naruto sabía que algo molestaba al pelirrojo.

–Si, me quede dormido –Mintió descaradamente porque Gaara pegaría el grito en el cielo si sabía que se había acostado con un tipo del bar sin siquiera conocerlo.

No es que Naruto hiciera eso todos los días, pero había puesto mucho esfuerzo en hacer que Gaara aceptara su trabajo en el bar y exactamente el acoso indiscriminado de los asistentes era uno de los peros que daba al momento de prohibirle trabajar de bartender. Al final la única forma de conseguir trabajar fue llevarlo a él de camarero.

–¿Paso algo ayer? –Pregunto dejando sus cosas sobre la mesa y tomando asiento. La clase de derecho constitucional ya había empezado y había logrado colarse al salón sin ser descubierto, por eso debía hablar con sumo cuidado ya que su maestro, Azuma, lo había amenazado con reprobarlo si llegaba tarde o siquiera alzaba la voz.

El rostro del pelirrojo de pronto adquirió una facción que sorprendió a Naruto. Un rostro de completo fastidio. Y si bien muchas cosas molestaban a Gaara, nunca mostraba con sus gestos como estaba en el interior.

–¿Tan mal fue? –Pregunto preocupado.

–Un idiota me acoso durante toda la noche –Dijo en voz baja sin despegar la vista de su profesor. Naruto tuvo que poner todo su esfuerzo en no soltar una carcajada, y quedó hecho piedra cuando el profesor carraspeo mirándolo severo. De inmediato centro su vista en sus apuntes y hizo como que escribia todo lo que escuchaba. Cuando alzó la vista nuevamente el profesor había desviado su mirada y continuaba con la clase magistral. Miro de reojo a Gaara que impávido escribía como si nada más le preocupase.

–Seguro fue ese tipo –Pensó Naruto trayendo a su mente la imagen del tipo raro con mascara de rata. Lo mejor seria que Gaara jamás se enterase de que él tenía algo de culpa del mal rato que estaba pasando ahora.

Cuando la clase hubo terminado ambos caminaron en dirección al comedor y en el trayecto Gaara le habló sobre el sujeto de anoche.

Estaba más que claro que Raíz, como lo había nombrado Sasuke en la noche, era alguien muy peculiar. Había perseguido al pelirrojo durante toda la noche y cuando no creía que se podía poner más insoportable va y le roba un beso. Claro que el muy imbécil no se iba a ir tan victorioso, en seguida Gaara le dio un certero golpe en el vientre y llamando a la gente de seguridad lo había hecho sacar del bar.

Una gota pasó por la frente de Naruto ante el relato de su amigo. –¿Y a ti cómo te fue ayer? –Pregunto casual el pelirrojo.

De inmediato las imágenes de la noche y de la mañana vinieron a la mente de Naruto, pues más que bien, lo paso excelente –Regular –Respondió escueto y Gaara extrañado lo miró suspicaz.

–¿Y el sujeto de la barra? –Claro que lo había visto con Sasuke, siempre tenía un ojo puesto sobre Naruto, algo así como un complejo de madre sobreprotectora.

–El sujeto –Empezó Naruto. –, pues fue muy agradable –Si agradable –Se dijo perverso. –Supongo que bien –Dijo haciéndose el desentendido de la situación. Y antes que la conversación avanzara por lugares que naruto no quería tratar llegaron a una mesa donde otros universitarios los esperaban.

–¡Hola muchachos! –Saludo sonriente Naruto y Gaara detrás solo hizo un gesto con la cabeza.

–Naruto-kun, Gaara, ¿cómo los está tratando la juventud hoy? –Hablaba animado lee que vestía ropa deportiva y como no, si estaba estudiando para profesor de educacion fisica.

–Bien supongo –Hablo Gaara algo corto, y naruto tomando su hombro contesto mas animado.

–Pues bien, como siempre. –Rio escandalosamente desviando la atención del grupo.

–Oye naruto, ¿sigue en pie lo de hoy? –La voz de Ino se alzó entre todos los presentes. La estudiante de literatura de cabello rubio sonreía enérgica.

–Claro que si, Sakura-chan, ¿cuántas personas están confirmadas? –pregunto tomando asiento, a su amiga de cabello rosado, estudiante de parvulo. –Pues tengo 500 confirmados.  

–Genial, ¿estamos listos para ir?

–Hay que esperar a shikamaru, su clase de programación debe estar por terminar –Habló chouji mientras devoraba un paquete de papas fritas.

–Como estudiando gastronomia puedes comer esas porquerías? –Pregunto Ino a su amigo.

–No son porquerías –Discutió mientras se echaba de a diez papas a la boca.

–Ni los animales quieren comer esas cosas –Acotó Kiba, con conocimiento de causa dado que estudiaba veterinaria.

–¿que discuten ahora? –La voz de shikamaru se escuchó a las espaldas de todos y naruto alzándose se acercó presto hasta su amigo.

–¿Y bien? ¿Averiguaste como hacerlo? –Pregunto apresurado sin siquiera saludar.

–Seguro, seguro –Tomo asiento para empezar con la explicación y todos sus amigos se congregaron a su alrededor.

 

Hace 30 minutos que la estúpida inauguración de obras debió haber empezado, ¿qué diablos estaba pasando? Sasuke movía el pie con desespero dentro de su auto esperando que karin apareciera para informarle la situación. Cuando por fin la pelirroja apareció, sasuke estaba con tal cara que la pobre secretaria no podía encontrar las palabras para decir lo que estaba pasando y por supuesto esto irrito aún más al azabache.

–¡Habla de una buena vez! –Hablo irritado a mas no poder, y pensar que el dia habia empezado tan bien.

–Hay un grupo de ambientalistas que se han congregado a protestar por el proyecto –Sasuke únicamente suspiro agotado y bajo del auto arreglando su traje negro impecable y pasando una de sus manos por sus sedosos cabellos azabaches.

Karin embobada por la imagen reaccionó tarde, corriendo por el lugar buscando detener al azabache.

–Sasuke-sama, espere, suigetsu se esta encargando de los manifestantes, por favor permanezca en el auto –El azabache simplemente ignoró a la pelirroja, ya tenía suficiente de esos vagos, si quería que las cosas salieran bien, tenía que encargarse de todo el mismo.

 

–¡Ya déjate de estupideces! –Exclamaba el joven de terno y cabello plateado por tercera vez –Este recinto es privado, si no desalojan llamaré a la policía.

–Haz lo que quieras cara de pez –Se burló Naruto sacando la lengua infantilmente con megáfono en mano.

Si sasuke llegaba a ver semejante escena lo haría despedir de inmediato, siendo jefe de seguridad ¿cómo se le habían colado estos mocosos al recinto? Y por sobre todo hasta les había quedado tiempo de trepar el árbol que sería cortado para la inauguración y colgar carteles de protesta. Lo más suave que decían era que uchiha corporation llevaba la muerte a donde iba.

–¿Crees que algun uchiha esté aquí? –Las preguntas de Sakura hacia Ino llamaron la atención de Naruto. Si alguno de los cabecillas de la empresa aparecían sería ideal, unas cuantas verdades les escupiría a la cara a esos niñatos hijos de papa.

–Seria genial que Itachi aparezca –Hablo la rubia emocionada –Aunque dicen que el hijo menor es igual o más atractivo.

–Kyaaa –gritaron ambas esperando conocerlo.

–No me digas que están aquí únicamente para ver a esos sujetos –Hablo Shikamaru no sorprendiéndome realmente si resultaba que en efecto esa era la razón de sus amigas. Sin embargo ninguna pudo contestar dado que un alboro bajo sus pies estaba ocurriendo.

Todos expectantes miraron hacia el suelo.

–Sas... sas... –balbuceo suigetsu con las manos extendidas intentando apaciguar la furia del azabache que para ese momento prácticamente era palpable.

Tomó el megáfono de las manos pálidas del otro y con voz de fastidio hablo.

–A los vagos que están sobre el árbol –La voz de inmediato hizo clic en naruto que concentrando más la vista buscó reconocer a quien hablaba desde abajo –Tienen hasta tres para bajar o de otra forma todos irán presos. Uno –Todos miraron a naruto que aun sorprendido estaba estático –Dos –Empezaron a murmurar entre ellos preguntándose que hacer –Tres –Dijo finalmente dándose media vuelta y lanzando sin cuidado el megáfono hacia suigetsu. Entonces el ruido de alguien cayendo tras su espalda lo hizo sonreír prepotente y girando victorioso miro hacia el sujeto que acababa de aterrizar frente a él.

Su rostro altanero cambió súbitamente al ver la cabellera rubia alzarse y para cuando los ojos azules de naruto se encontraron con los negros de sasuke no quedó ninguna duda para ambos.

–¿Uchiha... –hablo el rubio sin poder creerlo –Sasuke? –Pregunto en realidad no buscando ninguna respuesta, era más que obvio que el que mandaba ahí era Sasuke, que imbecil mas grande, cuántas veces había visto su nombre en el diario y no había hecho la asociación.

–¿tu? –Hablo anonadado Sasuke dejando a todos los presentes mudos. ¿Qué diablos ocurría ahí? Eso era lo que estaba en la mente de todos. De inmediato al lado del rubio un pelirrojo callo y tomando el hombro de su amigo le habló.

–¿Ocurre algo naruto? –Sasuke posó su vista en el otro sujeto y pudo reconocer al camarero de anoche, no quedaba ninguna misera posibilidad de que el sujeto frente a él no fuera el naruto de esa mañana.

–Nada, Gaara –Hablo el rubio y mirando severamente al azabache hablo –¿Tu eres el dueño de la empresa?

Sasuke no respondió nada, simplemente coloco la facción más seria y fria que tenia en su repertorio.

–¿Qué quieres? Pregunto fastidiado.

–No puedes instalar tu empresa aquí –Dijo sin más sacando de Sasuke una carcajada sardónica.

–Debes estar bromeando –Lo miró como quien mira a una cucaracha –Dame una buena razón para detener la obra –Pidió cruzándose de brazos y centrando toda su atención en el rubio.

–El daño que la construcción le hará a la zona es irreparable.

–¿Y? –Pregunto mordaz –Dime que eso no es todo lo que tienes.

–Eres un bastardo, ¿acaso necesito decirte más? –Pregunto indignado de la actitud de sasuke.

–Mira –suspiro cansado–, los estudios de impacto ambiental ya arrojaron que la obra puede realizarse en este sector, si quieres te los doy para que los leas –Dijo como teniendo solucionado el problema.

–Ya los leí –Respondió sorprendiendo al azabache.

–¿Cómo? Se supone que... –empezó a hablar pero no fue necesario continuar por ya se hacía una idea de como los habian conseguido. De inmediato dirigió una mirada furiosa a suigetsu, su jefe de seguridad probablemente quedaría desempleado esa misma tarde.

–¿Entonces? –Continúo queriendo dejar de lado su cólera.

–Están mal –Dijo sin más llevándose una carcajada por parte de sasuke.

–Ok... me lo dice el bartender –Hablo de pronto logrando hacer a gaara reaccionar, mirando fijo a naruto y éste ignorando la pesada mirada de su amigo continuó la conversación.

–Los datos están alterados –Dijo molesto –Si no me crees revisalo tu mismo, a menos claro que en realidad tu puesto sea únicamente por tener el apellido Uchiha –Hablo mordaz ganándose la mirada severa de sasuke y los murmullos de los trabajadores a su alrededor.

–Lárguense de mi propiedad –Dijo severo dándoles la espalda y tronando los dedos, muchos guardias de seguridad aparecieron tomandolos bruscamente y arrastrandolos fuera del lugar.

Mientras Naruto era llevado a la salida no pudo evitar girar su rostro hacia atrás buscando ver a Sasuke una vez más y cuando menos se lo esperaba los ojos de sasuke se encontraron con los suyos y una sonrisa que no supo interpretar se dibujaba en el rostro del azabache.

 

Naruto no había querido responder ninguna pregunta de sus amigos con respecto a la interacción con el cabecilla de la corporación Uchiha, y no fue hasta que quedaron únicamente Naruto y Gaara en la biblioteca de la universidad que el rubio supo que no podría seguir evadiendo el tema.

–Así que Uchiha es el tipo de anoche ¿no? –No le extrañaba que el pelirrojo lograra conectar los puntos sueltos, lo que le preocupaba era que lograse conectar demasiadas cosas.

Solo asintió no queriendo encontrarse con la mirada aguamarina de Gaara.

–¿Paso algo anoche para que reaccionara así? –Bingo, ahí estaba la pregunta que Naruto por nada del mundo quería contestar, pero estaba preparado, desde que sintió la pesada mirada de Gaara sobre sí cuando fueron sacados a patadas del recinto, sabía que tenía que estar preparado.

–Supongo que nos conectamos –Ni que fuera imbécil para llegar y decirle a su mejor amigo que se había acostado con nada más ni nada menos Uchiha Sasuke, ¡por Dios! Ni siquiera él se lo creía.

Gaara lo observó suspicaz y luego de meditarlo un momento suspiró –Bueno por lo menos no te acostaste con él –Dijo de pronto centrando toda su atención en las reacciones de Naruto y este sudando como nunca antes solo hizo un gesto con su boca que no podía clasificarse ni como sonrisa.

–¡Lo sabía! –Exclamó poniéndose de pie –¡Naruto! –Hablo a punto de regañarlo, pero el rubio de inmediato se puso de pie con las manos extendidas buscando calmar a Gaara.

–Espera Gaara, no me regañes, sé que fue estúpido de mi parte, pero ya está hecho –Tomó asiento nuevamente y se arrojó sobre el escritorio –, además ¡mierda! Es tan complicado –dijo revolviendo su cabello con desesperación logrando disminuir la cólera de Gaara.

–¿No sabías que era Uchiha Sasuke? –La negativa del rubio lo hizo suspirar –¿Qué harás?

Lo miro interrogante y luego dibujó una sonrisa sobre su rostro –Fastidiar la construcción de esa planta, claro está –Se carcajeo consiguiendo contagiar de manera más sutil a Gaara.

 

Todos sus empleados temblaban al escuchar la puerta de su despacho cerrarse y suspiraban agradecidos cuando veían que quien salía era Sai o Karin.

Sasuke había llegado como alma que lleva el diablo hasta su oficina, emanando de cada poro un enfado que pocas veces le habían visto, ni siquiera Sai hablaba demás en su presencia, y eso decía mucho de cómo estaba el ánimo del azabache. Había hecho que todos los internos de la compañía se pusieran a trabajar en revisar el proyecto que para desgracia de la compañía estaba momentáneamente detenido por una falla en el sistema operativo de las máquinas, todo cortesía de algún amigo de Naruto, podría apostarlo.

Suigetsu ni siquiera había osado mostrar un mechón de pelo por la oficina de Sasuke, sabía que ser despedido sería lo menos que el azabache le haría en esos momentos, por lo que ahora se encontraba con Juugo, jefe de la sección de informática, revisando todos los datos que un virus computacional había infectado las computadoras de la compañía.

Sobre su escritorio montañas y montañas de papeleo esperaban por su atención y aunque había revisado todo con anterioridad, debía ser en extremo detallista con respecto a esto. El golpeteo en su puerta lo hizo alzar la vista y sin siquiera dar la orden 4 personas ingresaron a su oficina.

Sai, Juugo, Suigetsu y Karin. Todos tenían algo que decir, por lo que miro a su secretaria primeramente buscando que hablara.

–Sasuke-sama –Dijo poniendo sus gafas en posición –No hemos podido contactar a Kabuto, la información que tenemos de él parece ser falsa –Dijo sin apartar la mirada y Sasuke más que fastidiado se levantó de su asiento.

–Habla con la gente de recursos humanos, si no lo traen ante mí para mañana a primera hora, están todos despedidos –La mujer no espero otra orden y salió apresuradamente de la oficina –Juugo, ¿tienes la información?

–Aquí tiene Sasuke-sama –Hablo serio entregando varias carpetas con archivos y caminando a la salida una vez recibió el visto bueno del azabache. Suigetsu a sus espaldas caminaba no queriendo ser visto.

–Suigetsu –Siseo Sasuke haciendo que le recorriera un escalofrío –Tienes una hora para solucionar el problema de seguridad –Dijo logrando que el otro se lanzara al suelo a reverenciarlo mientras repetía continuamente –si Sasuke-sama.

Una vez quedaron solos Sasuke y Sai, el primero camino de vuelta a su escritorio bajo la atenta mirada de su primo. Un silencio que fastidio a Sasuke se agolpo en su oficina.

–¿Qué? –Hablo arisco esperando que Sai notara la poca paciencia que tenía en esos momentos para su idiotez.

–Supongo que no me acompañaras al bar hoy –Dijo sin despegar su vista de Sasuke.

–Supones bien –respondió mientras echaba una ojeada a los documentos que Juugo le había entregado.

–¿Y qué pasará con Naruto? –Dijo tocando el punto sensible de Sasuke y al contrario de como pensó que reaccionaría al escuchar su nombre solo suspiro agotado.

–No lo sé –Dijo dejando caer su cabeza sobre su sillón negro y tupido.

–Está bien –Hablo Sai caminando a la salida con actitud seria –Llamame si sucede algo –se despidió sin esperar ninguna respuesta de Sasuke dejándolo solo mirando hacia el techo.

Volvió la vista hacía las carpetas llenas de información y busco entre ellas una pequeña y azul, más delgada que las demás. La abrió encontrándose con una foto de Naruto sonriente, dejo la imagen delicadamente sobre el escritorio y se dedicó a leer el contenido de una hoja llena de información.

–Uzumaki Naruto –Leyó la primera línea llenándose de curiosidad –Estudiante de leyes, universidad de Konoha, 24 años –Sonrió recordando que esa edad creía que el rubio tenía cuando recién lo conoció –Padres, Namikaze Minato, Uzumaki Kushina, naturalistas, expedición África, Sudán, arabia saudita, zahara, Sudamérica –La lista era interminable y para Sasuke quedaba más claro el porqué de su interés en el medio ambiente.

Dejó de lado el expediente y miró hacía la ciudad por su gran ventanal, pronto anochecerá y seguramente Naruto iría a trabajar.

Sasuke sonrió negando con la cabeza, riéndose de su propia mala suerte, y volvió a centrarse en los otros documentos guardando bajo llave el expediente de Naruto –Yo también debo trabajar.

 

–Kurama –La voz de Gaara lo sacó de su ensimismamiento y girando su rostro buscó a su amigo con antifaz de mapache –No creo que él venga.

Las palabras de su amigo lo incomodaron mucho y negando efusivamente continúo secando una copa en sus manos –¿De qué hablas? –Rio nerviosamente –Yo no espero a nadie.

Pero la mirada escéptica de Gaara lo desarmó –¿Estás seguro? –pregunto estando muy seguro de la respuesta.

El rubio únicamente desvió la vista y continúo con su trabajo. Claro que no esperaba que Sasuke apareciera ni nada. Las cosas entre ellos definitivamente habían quedado mal. Claro que sí. Sus vidas, sus pensamientos, incluso sus personalidades eran incompatibles, tenían demasiadas diferencias, diferencias irreconciliables.

Seguía pensando en eso cuando una mano lo tocó por al hombro haciéndolo sobre reaccionar.

Miro al sujeto a su lado y reconoció al tipo de ayer –Buenas noches Bartender-kun –Saludó sonriente consiguiendo la misma reacción del rubio.

–Buenas noches, Raíz –Hablo dejando de lado la copa que a estas alturas estaba reluciente de limpia –¿Qué te sirvo? –Pregunto girándose dándole la espalda.

–Por ahora, solo un vaso de agua –Dijo tomando asiento en la barra –Tengo un mensaje de Susanoo –Las palabras del moreno provocaron en Naruto una reacción casi instantánea.

Se giró nuevamente entregando el vaso de agua, sin decir una palabra esperando a que el otro hablase.

–Dice: Quiero hacerlo de nuevo contigo –Las palabras lo tomaron por sorpresa y un furioso rubor lo invadió, tan evidente que se veía aun teniendo el antifaz de zorro cubriéndole la mitad del rostro.

–¿Qué?... ¿cómo? Quiero decir –pero no continuó con su balbuceo incomprensible al ver la mueca de risa en el rostro de Sai –¡Me estás tomando el pelo, cabrón! –Exclamó molesto siendo detenido por las manos en son de paz de Sai.

–Lo siento, lo siento –Dijo verdaderamente arrepentido –, eso fue solo para probar algo –y sin ninguna otra explicación tomó su vaso de agua y camino perdiéndose entre la multitud.

 

Dado que su hora de salida del trabajo rondaba por las 3 de la mañana, Naruto ilusamente creyó que podría dormir todo lo que restaba del santo día y como sus clases en la universidad eran prescindibles, había puesto todas sus esperanzas en recuperar sus fuerza en una maratón de 20 horas de sueño reparador, sin embargo, no había cerrado el ojo durante toda la noche pensando únicamente en Sasuke.

¿Qué estaba haciendo? ¿Acaso no le importaba el daño que su compañía estaba causando al medio ambiente? ¿Por qué no había ido al bar en la noche? Bueno esa podía tener respuesta, pero no podía aceptar que el azabache dejara lo que había pasado entre ellos en nada. No le había dado la impresión de ser ese tipo de persona la noche anterior, aunque para ser justos tampoco se imaginó que sería un magnate, dueño de una de las compañías más grandes del país. Enterró nuevamente su cara contra la almohada en su vigésimo intento por dormir, pero fue interrumpido por el timbre que resonaba a esas tempranas horas.

Refunfuñando por la falta de sueño, se preguntó quién en su sano juicio lo iría a visitar a las 7 de la mañana.

Sin duda alguna no esperaba encontrarse con Sasuke fuera de su departamento, creyó firmemente que era una alucinación por sus constantes pensamientos hacia el azabache, pero cuando este abrió la boca supo que era real.

–Vamos Dobe –Hablo sin saludar, ni haciendo amago de entrar a la casa ni nada.

¿Acaso creía que lo seguiría ciegamente? Puede que sí, se respondió mentalmente. Muy a pesar del orgullo de Naruto, sí que quería seguirlo y ver qué quería de él, pero su mal humor por las nulas horas de sueño se estaba haciendo presente.

–No me digas que crees que iré contigo –Hablo arisco, incluso más de lo que se propuso.

El otro solo lo miro altanero y lo tomó de la muñeca sin real delicadeza y tironeo de él hacia la calle.

–¡Oye teme! –Exclamo cabreado –. Dime por último a dónde vamos.

Siguió reclamando mientras entre brincos y saltos se ponía un par de zapatillas que había alcanzado a sacar antes de ser secuestrado, pero Sasuke no hablo ni una palabra, no por lo menos hasta que el auto donde había arrojado a Naruto emprendiera la marcha.

Una vez puso la llave en la ignición fue como si con la misma llave abriera su propia boca.

–¿Te puedes callar usuratonkachi? –Una vena se posó sobre la frente de Naruto buscando en su repertorio un insulto que representara todo lo cabreado que se sentía en ese momento, sin embargo, antes de hablar Sasuke lo hizo primero –. Tengo un dolor de cabeza insoportable y escucharte quejarte todo el trayecto hará que nos salgamos del camino.

El comentario hizo que Naruto se fijará un poco más en el aspecto del azabache, si no se equivocaba el traje que estaba usando era el mismo de ayer, sumado a la prominencia de sus ojeras y lo desordenado de su cabello podía apostar que no había dormido nada.

–Luces como la mierda –Dijo bordemente consiguiendo una mirada asesina que realmente no le amedrentó y antes de que le respondiera o lo matara, ya cualquier cosa podía pasar, se puso el cinturón de seguridad y miro por la ventana hacia afuera.

 

El camino fue en total silencio, pero por algún motivo no fue incómodo, por lo menos no para Naruto, quizás por el hecho que en ese preciso momento su mente no podía dejar de pensar una y otra pregunta con respecto a la actitud de Sasuke.

No se sorprendió verdaderamente cuando vio el emblema de la familia Uchiha en el edificio frente a él. ¿A dónde más lo llevaría Sasuke si no a su compañía? Por un momento se vio a sí mismo en la casa del azabache tironeando su ropa formal mientras era devorado por los hambrientos labios del otro. Negó rápidamente con la cabeza intentando dejar esos lascivos pensamientos, no era momento para ponerse caliente.

Siguió con la mirada el caminar de Sasuke y decidió seguirlo al interior de la compañía. Le extraño que el lugar estuviese desierto, es decir, era temprano, vio la hora en su reloj que marcaba las 7:30 am, pero creyó que una empresa como esa estaría desde muy temprano funcionando.

Ingreso al ascensor como lo hizo Sasuke antes que él y una vez las puertas se cerraron el ambiente se puso muy denso.

Naruto centro su total atención en los movimientos del azabache que arreglando su corbata y pasando sus manos entre sus brillantes cabellos intentaba recobrar un poco la elegancia que lo representaba.

–¿Para qué me traes a tu empresa? –Pregunto Naruto buscando distraer su atención de los movimientos del magnate.

–Tengo una reunión ahora –respondió sin dirigirle la mirada –, quiero que estés ahí –sin dejar que Naruto replicará nada, el ascensor se detuvo y ambos bajaron.

Cuando las puertas metálicas se abrieron, el rubio comprendió por qué la primera planta estaba prácticamente desierta, podía jurar que muchos, sino todos los trabajadores de la empresa, estaban en ese piso, de pronto se sintió algo cohibido por la cantidad de miradas que se posaban sobre él, pero tampoco lo demostraría. Camino con fingida seguridad junto al azabache mientras este era saludado únicamente con reverencias.

Junto a la puerta reconoció a Sai, y sonriendo levemente por ver una cara conocida entre tanto extraño, el moreno le devolvió la sonrisa.

–Naruto-kun –Hizo un gesto con la cabeza –, buenos días.

–Buenos días

–Sai ¿Están dentro? –Hablo Sasuke llevándose la atención de todos los presentes. El moreno únicamente asintió, girándose para abrir la gran puerta de roble.

–Prepárate para el espectáculo –Dijo para desconcierto del rubio, que viendo hacia el interior distinguió 4 figuras, reconocía al tipo cara de pez que lo veía con un rostro de completo fastidio, a su lado, un hombre alto y atemorizante con cabello anaranjado, al lado de este, sentado en una silla y dando la espalda, un hombre de cabello plateado, mientras que cerca del escritorio una mujer de cabello rojo y gafas del mismo color.

Sasuke caminó hasta la mujer que presta le extendió una carpeta gruesa –Acércate Naruto –Dijo prestando atención a los papeles y el rubio de pronto sintió miedo, Sasuke no se veía enojado, pero su actitud, su tono de voz, la calma con la que estaba hablando lo puso nervioso. Se acercó lento dejando en la puerta a Sai y cuando llegó hasta el escritorio en medio de la habitación donde el azabache estaba apoyado, aceptó unas hojas que éste le acercaba.

–¿Estos son los documentos que robaste de mi compañía? –Al escuchar esto Naruto se tensó inmediatamente, no es que él fue quien hackeó a la empresa, pero sí le pidió a Shikamaru que lo hiciera. Revisó rápidamente los papeles y asintió sin demostrar ni temor ni arrepentimiento. Cuando levanto la vista se encontró con el rostro sereno de Sasuke que le pedía nuevamente los papeles de vuelta y también sintió la pesada mirada del cara de pez. Ignorándola completamente centró su vista en el hombre en la silla que tenía frente a él.

Lucia pálido, casi enfermo, cabello plateado largo y gafas adornando su simplón rostro. Nunca antes lo había visto.

–Entonces –Empezó a hablar Sasuke mientras sostenía con fuerza los papeles en sus manos –¿Hace cuántos años trabajas para mí, Kabuto? –El aludido guardo silencio por un momento y con incomodidad palpable habló.

–4 años, Uchiha-san –No levantó la mirada en ningún momento.

–¿Cuántos años que trabajas para Sonido Inc.? –Naruto no estaba entendiendo nada de lo que pasaba ahí, pero decidió simplemente ser un espectador.

Sorprendido el sujeto levantó la vista negando rápidamente –Señor, no, usted –balbuceaba, pero se detuvo de pronto al ver la gélida mirada que el azabache le dedicaba ahora, incluso Naruto sintió miedo al ver ese rostro.

–Escúchame muy bien pedazo de mierda –En la habitación solo se escuchaba la voz de ultratumba de Sasuke –sé muy bien que trabajas para el carbón de Orochimaru.

Kabuto no podía quitar su rostro de sorpresa –Este informe –levantó en su mano la carpeta que antes le había pasado a Naruto, dejándola caer sonoramente sobre su escritorio –, en el que trabajas tú, está mal.

Kabuto recuperando un poco la compostura respondió –Señor eso es imposible –Una de las cejas de Sasuke se alzó –, mi trabajo en la empresa siempre ha sido impecable, quien le dijo que el informe está mal, es un idiota –Finalizó llevándose una mirada asesina de parte de Naruto.

–¿Te refieres a él? –apunto Sasuke con el pulgar hacia el rubio que serio tenía fija la vista en el otro.

–Estas mal –Dijo Naruto sin poder esconder la molestia –, revisamos tu trabajo y todos los datos estaban alterados

–¿Qué sabes tú? –Escupió con fastidio –¿Acaso siquiera terminaste la preparatoria? Esta reunión es de adultos mocoso, lárgate.

La cólera de Naruto crecía sin control y olvidándose donde estaba, y junto a quien estaba, lo tomó del cuello de la camisa con brusquedad acercándose a su rostro –Cabrón hijo de perra, tus estudios medioambientales no tienen sustento legal, tus resultados no concuerdan con el área demográfica de la zona, nada de lo que hiciste está de acuerdo a los protocolos internacionales –De pronto sintió como una mano delicada se posaba sobre su hombro y girando el rostro se encontró con la mirada de Sasuke, entendiendo el gesto, soltó a Kabuto sin cuidado y caminó alejándose un poco.

–Verás Kabuto –Dijo cruzándose de brazos –Naruto tiene razón –Las palabras del azabache sorprendieron a todos los presentes, que ni siquiera por respeto disimularon sus expresiones.

–No puede confiar en lo que un desconocido como él diga –Respondió alzándose de su asiento –, está mintiendo –Miro al rubio con molestia y éste le respondió igual.

–No lo está –Dijo sereno el azabache –. Yo mismo revise el informe, completo –Aclaró.

Para Naruto entonces quedó claro el por qué Sasuke lucía trasnochado, ni siquiera él, junto a todos sus amigos, lograron revisar el informe completo en un día, si mal no recordaba les había tomado una semana completa.

–Estás despedido –Sentenció de pronto sorprendiendo a Kabuto y a Naruto –. Lárgate de mi oficina y de mi compañía –Habló caminando hasta el asiento de su escritorio, pero fue detenido por el brusco agarre del otro que lo giro sin cuidado.

–No puedes hacerme esto, pedazo de mierda –Exclamó colérico Kabuto, mientras que Naruto esperaba alguna reacción por parte de los empleados de Sasuke.

La mirada que le dedicó el azabache al otro era tan fría y llena de desprecio que congeló a Kabuto por unos momentos, hasta que alzando el puño lo movió directamente hacia el rostro de Sasuke. Antes de siquiera de entender, Kabuto volaba por los aires estrellándose directamente contra el suelo, mientras el azabache se limpiaba la suciedad del traje.

–Quítenlo de mi vista –Al acto Juugo y Suigetsu lo tomaron de los hombros arrastrándolo por el piso de la oficina a la salida.

–Te acordarás de mí, Uchiha, ¡esto no se quedará así! –Los gritos desquiciados del otro se escuchaban incluso cuando estaban a varios metros de distancia de la oficina bajo la expectante mirada de los demás trabajadores.

–Karin –Habló a la mujer a su lado de tal forma que todos en el piso lo escucharan –, llama a la policía y denuncia a ese idiota por espionaje –Centro nuevamente su mirada en un montón de papeles sobre su escritorio y ni siquiera miro cuando la mujer abandonó la habitación.

–Eso ha estado divertido –habló Sai, haciendo recordar a Naruto que aún seguía de pie junto al marco de la puerta –. El proyecto, ¿en qué quedará?

La pregunta interesó al rubio que centrando toda su atención en el azabache espero su respuesta –Lo dejaré es pausa –Cuando vio la sonrisa que se formaba en la cara de Naruto de inmediato continuó –, por ahora.

La risa escandalosa de Naruto fue la señal de Sai para abandonar la habitación, pero antes de salir por completo le habló nuevamente a su primo –¿Iras a casa?

El otro asintió con un semblante más relajado –Quiero tomar una ducha –Pasó nuevamente su mano a través de sus sedosos cabellos y Sai asintiendo salió finalmente cerrando la puerta tras de sí.

–Entonces –Habló Naruto mirando fijamente las orbes oscuras del otro –Naruto tenía razón, ¿no? –Una sonrisa burlona se dibujó sobre su rostro y tomó asiento en el lugar que había ocupado Kabuto minutos atrás.

–Ya cállate Dobe –Dijo fingiendo molestia que en realidad no sentía, estaba cansado y algo agobiado por tener parada la construcción, pero no podía simplemente permitir que jugaran con él.

–¿Qué pasará ahora? –Hablo el rubio cambiando su semblante por uno más serio.

–¿A qué te refieres? –Quiso saber el trasfondo de la pregunta de Naruto y este ruborizado acotó.

–Tu trabajo en la empresa –Dijo mirando hacia otro lado consiguiendo estampar en los labios de Sasuke una sonrisa altanera.

–Pues nada –Dijo levantando los hombros –, soy el jefe, por supuesto que nada me pasara, no seas ingenuo –lo miro prepotente y sin darle tiempo de contestar continuo –, además no soy un universitario con una deuda fiscal del tamaño de un estadio.

–¡Oye bastardo! –Escupió Naruto golpeando el escritorio con su puño –. No todos nacemos como el señorito aquí presente, además le debes a este universitario un desayuno como mínimo –De inmediato Sasuke noto el sutil cambio en la entonación de Naruto y alzando la vista logró identificar un brillo peculiar en su mirada azul.

–Puede ser –Dijo siguiéndole el juego –, pero primero iré a mi casa.

Se puso de pie tomando las llaves de su auto y caminando seguido de Naruto salieron de la oficina hacia el piso donde todo parecía andar normal, esperaron frente al ascensor a que llegara y cuando estaba a punto de abrir las puertas Naruto habló.

–¿Sabes? Creo que me vendría bien una ducha –El comentario dejó a Sasuke sorprendido por un momento, pero rápidamente recuperó la compostura mirando al rubio que ya estaba dentro del ascensor –. ¿Vas a subir o qué?

En los labios de Sasuke una sonrisa divertida se dibujó contagiada por la mirada lasciva de Naruto.

 

Notas finales:

*Bartender o Bar tender: Ya saben, el que sirve los tragos en los pubs, trabaja tras la barra yhace todo tipo de cocteles y tragos que la gente le pide.

**Susanoo: es una antigua historia que habla sobre dos hermanos que se enfrentan, Susanoo y Amaterasu. Los invito a leerla AQUI

Bueno bueno, nunca había escrito un One Shot tan largo. Aproximadamente 15 páginas de Word xD

Perdón por los problemas de redacción y ortografía que presentó, pero fue hecho con mucho mucho amor :3

Todo esto salió de un día que feliz veia las noticias y salía un problema medioambiental y la postura de los empresarios y dije: mmmmm interesante. xD

Ya ven mi mente esta perdida xD.... jajajaja

Como sea.

Espero lo disfrutarán y de verdad que se me ocurren más ideas de como continuarlo, pero no sé... suppongo que escribiré algunas cosas y si me gusta lo que sale, lo publico xD

 

Saludos gente!


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