-Porque no son abogados ni criminólogos, ellos tiene súper poderes como volar y leer las mentes. Nosotros sólo no volamos.- contestó riendo. -Pero si podemos leer las mentes, ¿por qué nunca se te ocurrió pedirle el ticket de venta?- susurró casi regañándome.
Sólo negué y me encogí de hombros mientras tomaba la jarra de agua para beber un vaso.
Escuché el mazo del Juez varias veces así que volteé a verlo.
-Si la parte acusadora no cuenta con el papel que acredite la legítima pertenencia del bien jurídico, no hay nada qué el Estado pueda hacer.- dejé el vaso en la mesa y me levanté.
-Su señoría.- dije interrumpiéndolo. –Antes de que dé por cerrado el caso, le tengo una pregunta.- él asintió así que suspiré para tranquilizarme y darle calma. –Por qué motivo usted tendría, yo tendría, Daniel tendría.- cabeceé hacia la mesa de ellos. –Algo ¿sin su ticket de venta?- vi que el Juez alzó la ceja, entonces asentí. –Por un regalo, cuando hago un regalo nunca le entrego el ticket de venta. Y es por eso que no tenemos algún ticket, pero sí una serie de fotografías que demuestran que es regalo y tengo testigos confiables que así lo acreditan. Además de que tenemos una hipótesis, fundada y motivada de que el imputado sufre de un trastorno del control de los impulsos.- volteé a ver a la mesa de Daniel y Minsoo. –Y si el proceso jurídico continúa, llamamos al estrado al psicólogo Bang Minsoo.- me volví a sentar en mi silla para tomar mi vaso con agua para beber de él.
-Si tiene motivos fundados y motivados de un trastorno, entonces continuemos.- sonreí suspirando. –Psicólogo Bang Minsoo al estrado.-
Me levanté de la silla para interrogarlo.
-¡Señoría!- todos volteamos a ver al Fiscal, Daniel. –Cinco minutos por favor.-
-De hecho su señoría, si el psicólogo Bang Minsoo también detectó esa psicopatía, entonces, nosotros podríamos retirar los cargos y pedir una conciliación, arreglar el asunto de la aspiradora en un ganar ganar y pedirle al imputado que siga un tratamiento , el que crea mejor el psicólogo aquí presente para tratar la cleptomanía y volver a ser felices.- ya que la primera cosa que pensamos para arreglar todo fue la conciliación pero el imputado no asistió voluntariamente así que se inicio el proceso jurídico.
-Tomamos la conciliación.- dijo Daniel, leí en el rostro de Minsoo algo de molestia.
-Noto que el psicólogo no está de acuerdo.- dije haciendo que todos lo miraran. –Puedo seguir con un interrogatorio hacia usted y su imputado para probar la existencia del trastorno, si es lo que cree conveniente.-
-¿Acusadores, Defensa?- preguntó el Juez.
-Nosotros estamos de acuerdo con lo que se decida.- dijo Suho levantándose de su silla también. –Si seguimos con el proceso judicial o si vamos a conciliación. Está más que claro que hay una aspiradora robada, un trastorno, una víctima y un victimario.-
-Secretario.- dijo el Juez. –Haga constar que el presente juicio será parcialmente cerrado y se abrirá a conciliación, si no se llegara a un acuerdo el proceso judicial continuaría.- asentí sonriendo. –Se cierra la sesión.- asentí para volver a sentarme.
-Otro juicio bien ejecutado.- susurré.
-Ahora veo que los superhéroes sólo tiran la toalla para volver a tomarla más tarde.- comenzamos a guardar las carpetas con los documentos que íbamos a usar. -Por un momento pensé que perderíamos por lo del ticket.-
-Por eso es bueno asistir a todas las reuniones con los clientes. Suho.- dije terminando de beber el agua que me serví. –Señorita vamos a entrar en la conciliación, así que tanto mi colega Suho puede acompañarla como yo. Será con quien esté cómoda.- ella sintió y nos dio un abrazo a cada uno.
-¿Creen que volveré a tener la aspiradora?-
-Sí.- susurramos.
-¿Doctor?- volteé por encima de mi hombro, estaba Daniel. –¿Tiene un momento?-
-¿Yo?- porque Suho también da clases de Derecho, yo suplo a ChangMin en criminología.
-Sí.- ¿soborno? –Sólo un momento.-
-¿Qué sucede?- pregunté mirando el reloj de mi muñeca, porque tengo que regresar pronto para ver cómo está Taemin.
-Te odio.- susurró riendo. Alcé una ceja para mirarlo.
-Mira amigo.- dije mirándolo. –No es que me odies, sino que odias perder contra mí o mis amigos.- sonreí.
-Es que, tenía el caso.-
-Pero si sabías que es cleptómano tuviste que haberlo hablado con el imputado para que asistiera a conciliación. Daniel ¿te puedo tutear?- él asintió. -Dani, toma los casos en los que veas que vas a ganar, basándote en lo que dice la ley. No sigas definiendo a los culpables.- palmeé sus hombros para girarme y tomar mi portafolio.
-Tú defendiste a un culpable.-
-La ley no decía eso.- tomé el portafolio, ya no vi a Suho en la sala. –Estudia las leyes y luego trabaja para esto. Si sólo estás por corazonadas, por querer cambiar el mundo, te van a comer.- asentí mirándolo.
-¿Tú me comerías?- me detuve antes de salir de la sala. Eso sonó como sugestivo.
-Es que ya te comí.- sonreí mirándolo sobre mi hombro. –Dos veces.- salí del jugado.
Fue hacia mi auto, subí y me abroché el cinturón de seguridad. El Fiscal Daniel es gay eso lo sé, pero ¿por qué razón intentaría seducirme? ¿Que no era pareja del otro? seguramente todo esto es una treta sucia para hacer que perdamos en el caso del intento de homicidio contra Baekhyun.
En cualquier caso, soy más fuerte de lo que él cree, y para sacarme información tendrá que hacer un mejor intento de seducción.
…
-¡¡¡Ñééé!!!- sentí el cuerpo de Taemin chocar contra el mío, así que sólo correspondí el abrazo. –Hoy no estabas en la tele.- me miró desde su altura, terminé despeinando su cabello y chocando mis dedos contra sus orejas, las que vi como las dejé antes de irme.
-Es que se trataba de un robo simple, un delito no grave.- se abrazó a mi cadera y así entramos al resto de mi casa.
-¡Ñé! ¡Tienes que venir!- apareció el mismo niño a quien le dio su galleta hace rato.
-¡Ñé!- me soltó para ir corriendo con el otro niño. –¡Oye! ¡Ven tú primero!- me quité la corbata de pega y abrí la oficina para entrar, dejé el portafolio sobre el sofá igual que la corbata. –¡Minho!- volteé por encima de mi hombro, estaba Taemin y el mismo niño. –Él es mi amigo.- los dos niños entraron a la oficina, revisé que nada se fuera a estropear o contaminar, pero creo que por ahora no tengo otros casos más que el de Baekhyun.
-Hola.- saludó el niño, me tendió su mano así que la estreché. –¿Usted es el papá de Taemin?- asentí sonriendo, pero los niños siempre son crueles, así que puede decir algo bueno o algo malo.
-¿Hermano?- wow, qué, el mismo niño pero con la playera verde entró.
-Son mis amigos.- dijo Taemin mirándome mientras sonreía. –El de verde se llama…- lo volteó a ver. –¿Cómo te llamas?-
-Jo KwangMin.- contestó sonriendo. –Y mi hermano se llama Jo YoungMin.- ah, gemelos.
-¿Usted es el papá de Taemin?- preguntó el de azul, que creo era YoungMin.
-Así es.- contesté sonriéndoles.
-Yo también quiero un papá así.- dijo haciendo un pucherito, ¿en dónde estará la señora que dijo los cuidaría?
-No, no lo quieres.- dijo Taemin algo asustado, ¿celoso? –Tiene fotos de gente…- ¡no lo digas! Cuando menos esperé ya tenía a Taemin entre mis brazos tapándole la boca.
-De gente, mucha gente.- contesté saliendo y sacándolos sutilmente de la oficina. –¿En dónde está su maestra?- no sé si la conozcan así o por Minah.
-¡Está en la cocina haciendo comida!- gritaron para salir corriendo, bajé a Taemin hasta que sus piecitos tocaron el suelo.
-Taemin.- le llamé, me miró curioso. –No puedes decirle a las personas que tengo fotografías de gente herida.- noté que bajó sus orejas de mapache. –No te estoy regañando, te estoy pidiendo un favor.- ya que puede ser familiar de ellos y nos basamos en el principio de la confidencialidad.
-Perdón.- susurró bajando la mirada.
-No, no te sientas mal.- susurré tomando su mejilla para que me mirara. –Sólo que esas fotografías son un secreto.- puse mi índice sobre mis labios, Taemin volvió a levantar sus orejitas. Eso me dejó respirar tranquilo.
-Pero si es un secreto, ¿por qué el Tío Max y Suho lo saben?-
-Porque estamos trabajando en descubrir ese secreto.- abrió sus labios pero negué para que guardara silencio. –Y sólo nosotros podemos revelar el secreto.- Taemin apretó sus labios y me miró firme. –Lo diremos cuando salgamos por la televisión otra vez.- a menos de que la parte acusadora crea que se violarán los derechos de la Srta. T y pidan que el juicio sea privado.
Se encogió de hombros para acercarse a mí, volteó hacia ambos lados y luego se acercó un poco más, así que también bajé mi rostro, todo parece que me susurrará.
-También guardaré el secreto.- sonreí y asentí levantándome. –¿Sabes un secreto más?- me miró pero negué, tomó mi mano y ambos caminamos hacia la cocina.
Percibí el aroma a vainilla, pero estoy seguro de que no es comida.
-Vino Suzy.- no. –Y como no estabas dijo que te esperaría.- sentí los jalones en mi mano que lo miré, pero no puedo dejar que me vea asustado. –Y este es el secreto.- me agaché para estar a la altura de sus labios. –Ya tienes punticos malos.-