…
Fruncí el entrecejo, la cama está vibrando.
Comencé a tallarme los ojos para sentarme, Taemin seguía durmiendo. Busqué mi celular entre las cobijas y al encontrarlo la luz me cegó por unos segundos, luego pude notar que tenía una llamada.
-¿Hola?- susurré levantándome de la cama. –Voy para allá.- así que el juicio de la Srta. T es temprano, a las ocho cuarenta de la mañana. Finalicé la llamada, ¡que! ¡Se nos hace tarde! –¡Taemin!- le quité las cobijas y así comenzó a despertarse –¡Taemin se hace tarde!- quedan quince minutos para las ocho de la mañana, la escuela está al otro extremo de la ciudad y los semáforos no creo que se nos hagan el trabajo más fácil.
-¿Ñé?- awww, se ve tan tierno todo despeinado y tallándose los ojos.
-La escuela.- susurré dándome una bofetada mental, caminé en donde dejé su ropa para regresar a la cama, Taemin estaba quitándose su pijama. –Ponte esto, iré a hacer el desayuno.- salí de su habitación con su mochila en la mano, la lleve hasta la oficina en donde tengo los peritajes que hice y necesito para el caso de Baekhyun, pero me detuve en seco.
Taemin es más importante, después de todo, a Baekhyun ya lo apuñalaron.
Salí corriendo de la oficina para ir a la cocina, un desayuno nutritivo me llevará más tiempo y no lo tenemos, así que sólo le serví leche de plátano y dos galletas, espero que la nutrición en Larú sea buena sino mañana tendré que levantarme más temprano para hacerle lonche.
Eso se sentiría bien.
-Ñé.- volteé a ver a Taemin, venía acomodando el cuello de su playera. –¿Cuánto falta?-
-Tenemos tiempo.- susurré sonriendo.
Camino al juzgado compraré un café para desayunar. Regresé a la oficina y terminé de acomodar lo necesario, salí cerrando con llave. Caminé hacia la cocina con mi portafolio en una mano y la mochila de Taemin en otra, pero Ñé ya no estaba.
-¿Taemin?- pregunté.
-¡En el baño!- asentí lento, si no se da prisa llegaremos tarde y no es bueno para su primer día. –¡Ñé!- salió corriendo. –¡Cepillo dental!-
-De regreso de la escuela te compro uno.- vamos tarde. –Andando.-
-Ñé.- asintió, me acerqué para tomar su mano, pasando su mochila a mi mano con el portafolio, salimos de casa y cerré la puerta, lo bueno es que el auto no lo guardé en la pensión así que sólo abrí la puerta trasera Taemin entró y se puso el cinturón de seguridad. Le di su mochila para cerrar su puerta.
Abrí la de piloto y entré, mi portafolio lo dejé en el asiento de copiloto.
Encendí el auto y salimos a toda prisa. Cada semáforo nos tocó en verde lo que agradecí pero ni con eso llegamos a tiempo, sino que en la “tolerancia” que da la escuela que es de diez minutos.
-Cuídate mucho.- lo abracé fuerte, Taemin asintió en mi hombro. –Estudias y comes bien.-
-Ñé.- asintió.
-Si alguien te molesta.- susurré en su oído. –Te golpea o agrede.- Taemin asintió con cada palabra. –Dile que tu papá es de Red Dress.-
…
-Un capuchino vainilla grande, por favor.- pedí mirando a la empleada, luego de que asintiera saqué mi celular, tengo que buscar a alguien que cuide de Taemin, si el juicio comienza a las ocho cuarenta, Taemin sale de clases a las dos de la tarde, me da tiempo para que se desahogue la audiencia y se termine, pero si no ocurre, Taemin se quedará en la escuela esperándome.
Y suponiendo que me atreva a salir del juzgado, mientras voy por Taemin pueden llamarme a interrogar y si no estoy arruinaría el caso. Sé que todos hicimos algo importante para ayudar a que Chanyeol salga de prisión, demostrando su inocencia, pero tengo las huellas dactilares en la que indican que fue la Srta. T quien lo apuñaló.
Es una parte pesada para que sea omitida.
-Un café americano, por favor.- ¿Key? –¿Qué tal?- me saludó sonriendo.
-Hola.- contesté sonriendo también. –¿Qué crees que sé?- y que tú no.
-¿Qué?- preguntó cuando me entregaron mi café.
Le pedí que se acercara a mí para susurrarle.
-El tal Lee Jonghyun besaba a Taemin en los labios, todas las noches.-
-¡Ja! ¡Pues vaya!- lo miré con obviedad se supone que era confidencial. –Y Jonghyun asegurándome que era una relación fraterna.-
-Entones es relativo.- dije mirando a Key, él recibió su café. –Qué es fraterno para Jonghyun.-
-¿Estás diciendo que Jonghyun admite el incesto?-
-No hablaba de tu Jonghyun.- contesté casi riendo, haciendo que las mejillas de ese psicólogo inquebrantable se sonrojaran. –Y sobre todo, ¿por qué no interpretaste “eso” en Taemin?-
-¿El síndrome de Estocolmo?- preguntó, ambos caminamos hacia una de las mesas de la cafetería.
-Si fuera síndrome de Estocolmo su mirada estaría perdida.- entre otras psicopatías.
-Omisión.- se encogió de hombros.
-Creo que es aceptación.- dije bebiendo de mi café. –Si toda la vida Taemin había estado con él y desde siempre habían esas conductas, entonces para Ñé son normales.-
-¿Qué otras cosas hacía ese Jonghyun con Taemin?- me encogí de hombros. –Y si el Estado nota que hay algo en Taemin no dudará en hacerle un estudio en donde saldrá todo lo que hacía con Jonghyun, y si quieres estar a salvo, tienes que comenzar a investigar a ese tipo, para cuando llegue el momento, meterle una demanda.-
-¿Demanda por qué?- el estupro ya está derogado. ¿Pedofilia?
-¿Por qué no?- me miró sonriendo. –Hasta donde sé, Taemin es un inimputable porque no tiene la capacidad de querer y entender la trascendencia de sus hechos. Así que tú eres quien decide por él, quien puede poner la demanda aun cuando Taemin “lo ame”.- eso de amar entre comillas me recuerda algo.
-¿Qué pasó con el otro caso que llevabas?- pregunté soplándome al café, está muy caliente.
-¿El de la niña?- asentí. –Ha~ van a meter a su novio a la cárcel, al menos quince años por violación.- contestó bebiendo de su café.
-¿Ni porque son novios?- eso de ser menor de edad, tener novio y mantener relaciones sexuales para el Derecho Penal se interpreta como violación. Depende qué papá sea más astuto y demande primero, si ambos son menores ambos son violadores y víctimas. Sólo que en esta ocasión, fue la mamá de la niña quien denunció.
-Tú más que nadie sabe cómo es esto.-
-Los abogados, los contadores, los médicos y los criminólogos somos fríos.- porque nos “arrancamos” el corazón cada que estamos trabajando.
-No me digas.- susurró sarcástico, y sólo para fastidiarlo lo diré.
-Imagina si fueras al médico y a él le diera miedo la sangre, o las agujas, sería un fracaso, igual con nosotros, hay una menor de edad, una relación sexual, es violación.- asentí firme.
-Hablando de menores de edad, ¿en dónde está Taemin?-
-En la escuela.- contesté haciendo que Key comenzara a ahogarse, me iba a levantar para ayudarlo, pero psicólogos hay muchos. -¿Estás bien?- pregunté cuando se detuvo.
-¿En qué escuela?- preguntó aun cubriendo su boca.
-Larú.- contesté. –¿Por qué?-
-Yo era psicólogo en Larú.- debería de investigarte también.
-¿Y pasaban cosas malas?- pregunté.
-No, los niños que llegaban a psicología era por depresión, porque un familiar se murió o su mascota, nunca nada grave.- se encogió de hombros.
-¿Hay bullying?-
-No.- qué hice. –Es una escuela muy segura, por tener híbridos se les da una mayor introyección de normas y valores. Taemin estará bien con ellos.-
-¿Y si Taemin tuviera problemas con algún niño o niña?- pregunté en un caso hipotético.
-Entonces que diga que tú eres su papá.- sonreí orgulloso por ello. –Tus casos son televisados desde hace mucho, la gente del gobierno te tiene miedo, los otros fiscales también, Taemin estará seguro así, pero cuidado que es un arma letal.-
-¿Por qué lo dices?- tengo una teoría pero estoy abierto a nuevas.
-Si alguien de “ya sabes” sabe que es tu hijo, podría complicarse todo.- sí, era la misma. –Y a veces los niños por miedo no se juntan con ese niño, así que puede que no desarrolle lazos afectivos y sociales con otros.-
-Eres tan sabio.- contesté riendo.
-Así que no pienses que “hay más psicólogos” que mucha razón tendrás, pero Kim Kibum, sólo hay uno.-
-Tuve un caso en donde el fiscal también se llamaba así.- dije sólo para fastidiarlo. –Na, sé a qué te refieres.- asentí bebiendo de mi café. –Pero si me levantaba a ayudarte te ibas a molestar más.- su complejo de superioridad no lo deja recibir ayuda de otras personas.
End Pov’s Minho
En el salón de clases, después de la presentación de Taemin continuaron las clases con su normalidad relativa.
Sólo que Taemin ya no estaba tan feliz, sino que ahora sólo recargaba su mejilla sobre el dorso de su mano mientras miraba por la ventana. Después de todo ir a clases había perdido la diversión cuando les pusieron un par de fracciones que tenían que sumar.
-¿Sucede algo, Taemin?- se detuvo Chany, su maestra a su costado, inclinándose un poco para saber qué tenía el niño.
-Nada.- contestó sonriendo.
-¿No entiendes tus ejercicios?- pues aunque su tutor hubiera asegurado que el niño era competente para entrar directo al quinto grado de educación básica, tenía sus dudas.
-No, no es eso.- Taemin retrajo sus brazos para dejar que mirara la resolución de las fracciones. –Es que en mi imaginación en la escuela había pastel, ñé.-
-Podrás comer pastel cuando salgas a recreo.- contestó Chany sonriéndole, despeinando su cabello.
A la hora del recreo Taemin salió junto con los gemelos Jo, habían decidido que ese día sería el día para presentarle todas las instalaciones de la escuela.
Sólo que mientras caminaba con sus amigos, una maestra más, Miva, apareció, interponiéndose en su camino.
-Chicos, ¿pueden ser lindos e ir a comprarle la comida a Taemin?- dijo la maestra tendiéndoles un par de billetes a los gemelos. –Necesito hablar con él.- Taemin los miró preocupado, pero cuando los gemelos tomaron el dinero sintió más miedo.
-Claro maestra.- contestaron para irse corriendo.
-No te preocupes, no es nada malo.- susurró la maestra buscando la mano de Taemin, al tomar la muñeca comenzó a caminar hacia el salón. –Sólo quiero hacerte unas preguntas.-
-Ñé.- susurró mientras la seguía. –¿Sobre qué?-
-Sobre tu papá.-
-¿Minho?- preguntó Taemin sentándose frente al escritorio de la maestra.
-Sí, de Minho.- susurró sonriendo. –Él y yo tomamos clases juntos.-
-Ha.- ¿entonces por qué ella no lucía como Minho?
-¿Él ha estado bien?-
-Tenía trabajo hoy.- contestó Taemin moviendo sus piernas pues no llegaba a tocar el suelo. –Va a salir en la televisión.-
¡Eso era! Estaba levemente triste porque Minho le había dicho que quizá no podría ir a la escuela por él.
-Y dijo que no vendría por mí.- susurró suspirando.
-Taemin.- el semblante de la maestra cambio en su totalidad. –¿Minho te ha tocado?- susurró acercándose a Taemin, para que fuera un tema meramente confidencial.
-Ñé.- Taemin asintió. Haciendo que Miva asintiera pesadamente. Ya tenía sus sospechas de que Minho era de otra preferencia, pero no sabía que también le gustasen los niños. –Cuando me baña, no le gusta que yo me talle el cuerpo porque cuando me estaba enseñando me lastimé, así que dijo que él lo haría por un mes más.- porque Taemin había lastimado su colita de mapache mientras intentaba replicar los movimientos que Minho le indicaba para tallar su espalda.
-No.- susurró la maestra riendo levemente apenada. –No me refiero a ello, sino que…- ¿cómo explicarle a un niño? –¿Alguna vez te ha besado? ¿En los labios?
¿Los besos de buenas noches?