-Miva, la maestra.- sequé sus ojitos para que me mirara.
-¿Miva qué?- pregunté.
-La chica que rechazaste diciéndole que eras homosexual en el diplomado de Terapia Gestalt.- cargué a Taemin para levantarlo en mis brazos, luego miré a Key.
-Ha.- susurré. –¡Pues qué bajo!- regresé a Taemin al suelo.
-¿Bajo?- preguntó Joy. –Bajo es fingir ser homosexual para no salir con una chica.-
-Esa chica está loca.- contesté, miré a Taemin y noté que su colita de mapache estaba entre sus piernas, cubriendo su pelvis. –¿Estás bien?- le susurré.
-Ñé.- negó efusivamente. –Tengo miedo.-
-Aprovecho la oportunidad para girar un citatorio para Larú, Colegio Privado, Red Dress demanda a Larú, por difamación, basándonos en la Ley para la protección a la vida privada, honor y a la propia imagen. Basándonos en el articulo catorce, dieciocho, diecinueve, veinte y treinta. Gracias.- volteé a ver a Joy, estaba con el secretario del Juez. Pero negué lentamente.
-Joy.- susurré mirándola. –Basta.-
-Minho.- se acercó a mí, tomó mi brazo para jalarme y hablar en privado. –Le podemos sacar al menos diecisiete grandes.-
-No necesito su dinero.- susurré negando, soltándome de su agarre.
-No lo hago por ti.- dijo mirándome a los ojos, alcé una ceja por eso. –Lo hago por Red Dress.-
-Red Dress?- susurré.
-Ahora, todo el mundo cree que eres un pedófilo violador de niños, que Red Dress tiene a un pedófilo violador de niños, hagamos esto para recuperar el orgullo y honor de Red Dress.- miré sus ojos, leí esperanza y un poco de tristeza. –Seguro a ella le disgustaría esta nueva imagen del bufete.-
-Procede la demanda.- contesté suspirando. –No la menciones, por favor.-
-Hagámoslos en su memoria.- me sonrió así que asentí cansado. –Seré tu abogada y Red Dress limpiará su nombre.-
-Está bien.- contesté girándome mirando como entregaba la demanda al Juez y este la aprobaba, luego sólo los policías que me trajeron salieron con una orden más. –Y si somos Red Dress, ¿en dónde está tu vestido rojo?- les pregunté porque sólo traen trajes rojos.
-Tampoco veo tu vestido.- contestó Joy entregándome la demanda.
-Con esto aplazaremos el juicio de Chanyeol y saldrá más tarde.- se metió entre los dos, Kyuhyun. –¿Para cuándo es tu juicio?-
-En dos horas más.- contestó Joy. –Así que vayan por sus vestidos y nos vemos en dos horas.- ella se fue con sus amigas de traje rojo hacia la salida de la comandancia.
-¿No ocupas mi declaración o algo?- pregunté mirando como cada vez su figura se encogía.
-¡También soy de Red Dress! ¡Sé cómo se hace esto!-
-¿Ñé?- suspiré y miré a Taemin.
-Vamos a casa.- susurré caminando para salir también.
…
-¡Y la maestra dijo…!- abrí el paquete en donde venía la paleta de hielo de Taemin, luego se la di. –Dijo que se vengaría.- dejé de verlo cuando asomó su lengüita.
-Tenemos que buscar otra escuela.- susurré mirando mi reloj, aun queda tiempo.
-¿Por qué no quisiste salir con ella, Ñé?- le puse cátsup a la hamburguesa de Taemin para regresarla al plato y pasársela.
-¿Eso te dijo?- pregunté poniéndole también la pajilla a su vaso de soda.
-Ñé.- asintió, me regresó su paleta, la metí a la envoltura, creo que no durará lo suficiente para cuando termine con su hamburguesa.
-Bueno, ahora no tendremos más esos problemas.- susurré mirándolo comer, en cuanto salimos del la jefatura de policías noté que Taemin estaba algo mareado porque no había comido nada. En su estomaguito sólo tenía la leche que desayuno porque la maestra no lo dejó comer pastel a la hora del recreo.
Así que Kyuhyun le compró una paleta de hielo en lo que llegábamos a un restaurant y nos atendían.
-¿Pero por qué no quisiste salir con ella?- preguntó antes de morderle a su hamburguesa, noté que los pepinillos se salieron cuando la mordió. –Ñé~- creo que también se dio cuenta.
-No hables con la boca llena.- ¿le regañé? –Es de mala educación.-
-A qué no adivinas todo lo que está haciendo Joy.- vi que un plato de patatas fritas se puso en mi lugar, casi tirando mi vaso de soda. –¿Minho?- me hice a un lado para que se sentara ChangMin. –Hola Ñé.-
-Ñé.- susurró cubriendo su boca porque seguía mascando. Entonces le sonreí y aprobé su actitud.
-¿Qué está haciendo Joy?- pregunté tomando una patata, la mojé en cátsup y la llevé a mi boca.
-Joy como sabrás, es de Red Dress también.- asentí poniéndole más cátsup. –Está obteniendo documentos del gobierno, en especial ese que hizo Suzy en donde decía que eras buen padre, con eso va a tumbar lo que sea que tenga la defensa de Larú.-
-Ha.- susurré tomando otra patata.
-Y lo mejor, Larú me llamó para que fuera su abogado.- dejé incluso de masticar la patata. –Pero les dije que no.- seguí mascándola.
-¿Por qué no saliste con la maestra Miva?- miré a Taemin, tenía sus manos con cátsup y un poco en sus mejillas también. Tomé una servilleta y me estiré sobre la mesa para limpiarlo.
-Miva tenía algunas conductas psicópatas que no me agradaban.- con eso bastará para Taemin.
-¿Como qué psicopatías?- preguntó ChangMin limpiándole las mejillas a Taemin, fruncí el entrecejo por eso.
-Personalidad tipo paranoide.- con eso él tiene que saber a qué me refiero.
-Estuvo bien que la hayas terminado.- contestó. Cuando Taemin dejó la hamburguesa en su plato ChangMin tomó una servilleta para limpiarle las mejillas así que yo tomé su vaso de soda para doblar la pajilla.
-Bebe un poco, Taemin.- susurré casi ordenando, Ñé me miró asintiendo, abrió sus labios y atrapó la pajilla.
-¿Cómo te sientes por la demanda?- miré a ChangMin después de dejar el vaso de Taemin en la mesa.
-Cómodo.- contesté.
-¿Y por qué estás molesto?-
-Por la difamación.- contesté retirando el plato de patatas de mi lugar.
-Aja, la difamación.- repitió así que lo miré. –Cómo sea, sigue comiendo que entran en juicio en cuarenta minutos y necesitas estar sereno, recuerda que quien se calienta en el estrado pierde la cabeza. Y el caso.- se levantó del asiento para irse.
-Nos vemos.- dije.
-Nos vemos tío Max.- ¡no le digas tío!
Suspiré y me sobé la sien, necesito tranquilidad, quizá compre una pastilla para algo, un placebo para relajarme y estar tranquilo en el juicio.
-¡Ñé!- gritó asustado así que lo miré, la botella de cátsup se había caído sobre la mesa, pero antes de juntarla vi que, leí en el rostro de Taemin un miedo profundo, su entrecejo estaba fruncido ligeramente, incluso temblaba, sus ojitos se comenzaron a cristalizar y sus labios tenían un puchero.
Sin contar claro que sus orejas de mapaches se escondieron, como cuando regañas a un perro, su colita también desapareció.
-No sabía que te gustara tanto la salsa de tomate.- contesté riendo levantando la botella.
-No.- susurró, su voz tembló e incluso su respiración cambió totalmente. –No.- ¿tartamudea?
-Está bien.- susurré lo más tenue que pude para tranquilizarlo.
-No.- negó efusivamente, bajó de su asiento y corrió hacía el mío, me abrazó y sentí que su colita se enroscó en mi brazo. Algo no anda bien. –No quería hacerlo, fue un accidente.- ¿Lee Jonghyun?
-¿Ya no quieres seguir comiendo?- pregunté intentando despegarlo de mi cuerpo. –¿Taemin?- tembló por completo, esto sí es extraño.
Creo que tendré que hacerlo.
-Yo sé que no era tu intención.- susurré tenue, casi lastimero y poco a poco dejó de temblar. –La botella solo cayó, no pasó nada.-
-Pero…- susurró. –Yo sólo quería un papel y la tiré.-
-Yo entiendo.- susurré abrazándolo. –Y no estoy molesto.- negué lentamente.
-No quiero dormir afuera.- tengo que comenzar a investigar al tipo ese. –Ni que me mojes con agua fría.-
-¿Eso hacia Jonghyun contigo?-
-Sí.-
Wow, hace mucho que no usaba el rapport con esta intensidad ni obtenía tales resultados.
-¿Quieres seguir comiendo la hamburguesa?- pregunté con un tono normal, incluso algo feliz y juguetón, así se le pasará más rápido.
-Ñé.- asintió secando sus ojos.
-Sigue comiéndola entonces.- le sonreí y terminé de secar sus lágrimas con mis pulgares, sus mejillas estaban ligeramente húmedas. –También termina con tu vaso de soda. Luego volveremos a ese lugar en donde tienes que estar callado y quieto.- Taemin asintió y regresó a su silla.
Suspiré, esto se torna difícil en momentos.
-¿Qué aprendiste en la escuela hoy?- así se despejará más de la botella de cátsup.
-Nada.- susurró mordiendo su hamburguesa pero ya no se veía feliz como hace segundos. –Las fracciones ya las sé hacer.- alcé las cejas sorprendido.
-¿Ya sabes hacer fracciones?- pregunté sorprendido.
-¡Ñé!- asintió sonriendo, eso ya es bueno, creo que ese episodio ya pasó.
…
-Llamo a la Srta. Kim SeulGi al estrado.- suspiré y me servía un vaso más de agua, Joy me golpeó en la mano porque la jarra ya casi se termina. –Creerán que estás nervioso.- susurró regañándome.
-Estoy molesto.- contesté llevado el vaso a mis labios.
-Señorita SeulGI.- nunca he visto a Joy en juicio penal o civil, no puse mucha atención por qué cosa demando ni por qué ley, pero para el caso, no la había visto trabajando. –¿Por qué usted giró una orden de aprensión contra mi cliente Choi Minho?- cuando Miva me miró le sonreí un poco forzado; vamos, no estoy nada cómodo con esto. –¡¿Acaso fue porque en el diplomado de terapia Gestalt la rechazó?!-
-¡Objeción!- dijeron en su mesa de defensa.
-Lo retiro.- contestó Joy, hay una escala de interrogantes, están los buenos, los que sólo preguntan cosas objetivas para la resolución de casos, están los malos, como yo, que preguntamos cosas para la resolución del caso y obtener información que creemos el Juez tiene que saber, y están los malditos, como Joy, que preguntan cosas personales y las retiran sólo para crear controversia en la mente del interrogado.
-Yo sólo quiero que el niño esté en buenas manos.- contestó Miva.
-“En buenas manos”.- repitió Joy. –¿Qué significa “en buenas manos”?- la miró, yo suspiré y me recargué en mi silla.
-Bueno, yo creo que el niño tiene que estar con alguien que le cuide bien y que no atente contra él.-
-Está diciendo que Choi Minho atenta contra él.- pregunto o afirmó Joy, no sé, pero tampoco quiero saber. Sólo quiero ir a casa o al juicio de Chanyeol, ese sí es importante.
-Así es.- contestó Miva.
-Me puede decir ¿qué test proyectivo elaboró el niño para saber que es atentado?- preguntó Joy, yo sonreí. –Pudo haber sido el de la figura humana, es ese aplica mucho.-
-No le hice test.- contestó Miva, casi susurrando.
-¡Oh!- exclamó Joy, maldición, tengo que ser como ella en los interrogatorios. –Entonces fue una batería psicométrica, algo más completo.-
-No, tampoco lo vio nuestro psicólogo.-
-Ya veo.- susurró Joy. –¿Y por qué cree que no está “en buenas manos”?- preguntó acercándose al estrado, intimidando a Miva. –Qué, si no fueron test psicológicos, ¿le hizo pensar eso? ¿Algún examen médico en donde los datos obtenidos decían que había un acto sexual? Porque la orden de aprensión decía que era por pedofilia. Srta. SeulGi, ¿sabe qué significa esto? ¿Pedofilia?-
Pinche Joy. La amo.