Terminé con el helado que compré y caminé hacia mi auto para guardar la basura, la dejé sobre mi asiento luego cerré la puerta y le puse alarma.
Key quiere que lo acompañe más tarde a un club, estaría bien, pero ahora tengo a un niño que cuidar. Se lo puedo dejar a Chany pero~ no quiero que sienta que porque me lo cuida ya tendrá algunos beneficios conmigo. Pero tampoco puedo llevar a Taemin al club.
¡Así que la solución es Kyuhyun!
A Taemin le gusta estar con él y Kyuhyun también disfruta de su compañía.
Metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón, sentí en el derecho todas las invitaciones que imprimí para darle a los amigos de Taemin y sonreí.
…
-Todos ustedes están invitados a la fiesta de cumpleaños de Taemin.- dije mirando a todos los compañeros de clase de Ñé, ellos sonreían y se platicaban entre sí.
Un niño levantó su mano así que le di la palabra.
-Taemin nos dijo que cumplía años el dieciocho de julio. Hoy no es.- sonreí para el niño. –No debería de tener su fiesta ahora.- noté como al final de la fila la colita de Taemin se bajaba igual que sus orejitas.
-Taemin tendrá todas las fiestas de cumpleaños que quiera.- dije mirando al niño. –Puede tener más de una al año, eso no importa.-
-¿Y todos podremos ir a todas esas fiestas?- preguntó una niña. Noté que Taemin la miró mucho, alcé una ceja, ¿no es muy pequeño para sentir atracción?
-Sí.- contesté. Esta será Nora.
-A mí nada más me hacen una fiesta cada año.- sonreí divertido mientras les entregaba las invitaciones. –Taemin tu papá es genial.-
-La fiesta es el sábado, habrá piscina.- porque si digo “lleven su traje de baño” sonará muy pervertido. –Y la fiesta será supervisada por mis colegas, por Red Dress.-
-Este fin de semana no habrá tarea.- dijo la maestra Chany, haciendo que todos los niños comenzaran a hablar de lo divertido que es no tener tarea. –Así todos podrán asistir a la fiesta de Taemin.- la volteé a ver sonriéndole, simulando gratitud, pero aproveché para leer un poco más de su rostro.
No, no Chany, eso es jugar sucio.
-Si todos ya tienen sus cosas guardadas, hagan una fila para salir del salón y caminar hasta la puerta de la escuela, en donde esperaran a que lleguen sus papás.- creo que bastante control está mal, pero da igual, es decir, yo no estudio aquí.
-Esto es para usted.- le entregué a Chany una invitación también, los dos íbamos caminando tras la fila de los niños.
-¿También estoy invitada?- preguntó mirando la información de la invitación; a qué hora llegar, qué habría, quiénes estarían como adultos responsables y a qué hora pretendo que termine.
-¿Tiene otra cosa que hacer el sábado en la tarde?- ja, ja, incluso mi voz sonó un poco seductora. No Minho, deja de manipularla.
-Compré un libro.- susurró sonriendo. –Y quiero leerlo este fin de semana.-
-¿De qué es el libro?- pregunté al llegar a la puerta principal, algunos padres se acercaban para venir por sus hijos, ellos se despedían de Chany y algunos de Taemin, que solo caminó hacia mí y tomó mi mano.
-Es uno informativo, no novela.- asentí lento, presionando la mano de Taemin.
-Si puede ir, la estaremos esperando.- contesté caminando hacia la puerta de salida. –Taemin, ¿quieres que tu maestra vaya a tu fiesta?- pegunté agachándome para quitarle la mochila.
-Ñé.- asintió. –Naeun también dijo que iría.-
-Quién es Naeun.- pregunté aprovechando que Chany está aquí y me puede decir un poco sobre ella o su familia, en el mejor de los casos, ambas.
-Es la hija única de la familia Son, es una buena niña, una de las mejores estudiantes que he tenido.- le pediré a ChangMin y a Suho, ahora que están desocupados que me investiguen un poco.
-¿Cree que pueda asistir a la fiesta?- pregunté saliendo de la escuela.
-El libro puede esperar.- me detuve en seco y volteé a ver a Chany.
-¿Y Naeun?- sonreí y ella se rió nerviosa. Casi asustada.
-¡Oh! Se refería a Naeun.- me reí nervioso, si digo que sí la lastimaría.
-También usted, pues no me confirmó si iría o no.- tonto.
-¿Ir de chaperona?- preguntó, le quité la alarma al auto y le indiqué a Taemin que subiera, pero negó efusivamente y presionó su mano sobre la mía.
-Ya hay chaperones.- contesté. –Mis colegas y yo.- ella se rió un poco más. –Si gusta ir, estaremos felices de recibirla.-
Luego de despedirnos de la maestra Chany nos fuimos directo a casa, Taemin estaba callado, mirando por la ventana hacia las calles.
-Ñé.- susurré, noté que sus orejitas se movieron, como escuchándome, lo miré por el espejo central ya me estaba mirando. –¿Cómo estuvo la escuela hoy?- pregunté sonriendo girando hacia la derecha para retomar la avenida y poder llegar rápido a casa.
-La maestra Chany ya tiene novio.- alcé las cejas sorprendido. –Y tú también.- noté cierto tono de voz agresivo pasivo que me sorprendió un poco, pero no lo demostré, en cambio reí levemente.
-¿Yo tengo novio?- pregunté. ¿Quién podría ser? ¿ChangMin? Él había pesando que mi novio era Key, Key también podría decir que lo es, pero no, él vive con Jonghyun ¿y con Kyuhyun? No~ no lo creo. ¿Suho?
-Ñé.- Taemin asintió fuerte y agresivo.
-¿Quién?- pregunté deteniéndome en un semáforo.
-Yo.-
-¿Por qué somos novios?- quizá me diga lo que pasó anoche.
-Porque sí.-
-Ha~ por qué sí.- susurré poniendo el auto en marcha. –Un arquitecto quitará la fuente más tarde, ya compré una piscina inflable, ¿recuerdas que te lo había prometido?- lo miré de nuevo por el espejo, él asintió e incluso su colita de mapache comenzó a moverse feliz. –Antes de ponerla para la fiesta, vamos a tener que probarla.-
-¿Lo harás conmigo, ñé?-
-Es para pequeñines así que no puedo hacerlo contigo, pero estaré ahí, cuidándote.- le sonreí pero no por eso se alegró, sólo cruzó sus brazos molesto y me ignoró mirando por la ventana.
…
-Llegamos.- susurré abriendo la puerta para que Taemin entrara, luego lo hice yo y le puse alarma al auto. –Ve a tomar una ducha, le llamaré al arquitecto para que venga y comience a retirar la fuente.-
Caminé con su mochila para llegar hasta su habitación.
-Ñé.- negó tirándose a su cama. –No quiero.-
-¿Estás haciéndome berrinche?- pregunté sentándome en la cama, pero sin molestarlo.
-Ñé.- negó mirándome, comenzó a sentarse hasta que quedó a mi lado. –¿Por qué te gusta la maestra Chany?- noté la misma reacción en sus orejitas que cuando dijeron que no podría tener más de una fiesta al año.
-No me gusta tu maestra.- negué mirándolo.
-Pero se reían.- su pucherito se remarcó aun más, y sus ojitos, las pupilas se expandieron que pude ver mi reflejo en ellas. –Sólo se ríen los novios.-
¿Le digo?
-Chany tenía un novio pero ya murió, ella está triste y ahora soy lo más cercano a un novio, por eso ella se comporta así conmigo.- espero que me entienda.
-¿Pero tú también estás tiste por tu novia?- qué.
-No.- dije mirándolo. –Sólo creo que algún beneficio tendrá tenerla cerca.-
-¿Beneficio?- preguntó inclinando su cabecita hacia la derecha.
-Ella te cuida por las tardes.- susurré sonriéndole. –Ese es un beneficio.-
…
-Comenzaré a quitarla ahora mismo.- asentí mirando al arquitecto.
-Tómese su tiempo.- contesté. Caminé hacia el baño para ver cómo estaba Taemin, llamé a la puerta hasta que escuché su “ñé” entonces entré. Él estaba en la bañera jugando con el agua, su cabello ya estaba medio seco igual que la mitad de su colita de mapache. –Taemin~- extendí la toalla para que se levantara y poderlo secar.
-Ñé~- lo cubrí con la toalla y me aferré a su cadera para sacarlo de la bañera hasta ponerlo de pie en el azulejo del baño.
-Seca tu cuerpo y ponte la ropa.- me erguí para indicarle en dónde estaba su ropa. –Vendré en unos momentos más.- traeré sus zapatos para salir e ir a hacer la tarea.
-¡Ñé!- Taemin asintió así que sólo me giré para salir del baño, me aseguré de cerrar la puerta.
-Le habla una abogada.- miré al arquitecto así que asentí.
-Gracias.- contesté caminando rápido hacia la puerta principal, la abrí pero no dejé que entrara la abogada, sino que salí de casa. –Oh.- ya sé quién es. –Ya iba a ir con el Juez a notificar que no se me había pagado la multa.- también viene la maestra ammm, ya no recuerdo su nombre pero es de Larú.
-Tuvimos un contratiempo.- contestó la abogada. –Pero aquí está el pago de su multa.- me tendió un portafolio, al tomarlo me di cuenta de lo pesado que estaba.
-Notificaré a mi abogada que ya se me ha pagado la multa para que le pasen el aviso al Juez.- contesté.
-Gracias.- dijo la abogada. –Nos retiramos.-
-Está bien.- me encogí de hombros y me giré sobre mis talones para abrir mi puerta y entrar, alcé las cejas al ver que la fuente ya estaba a la mitad, así que fui a mi oficina entre las nubes de polvo para abrir la puerta y dejar el portafolio, luego corrí a la habitación de Taemin, tomé las pantuflas y me dirigí al baño. Ya no llamé a la puerta sólo la abrí. Ñé estaba secándose el cabello con la toalla. –Regresé.- puse las pantuflas en el suelo.
-Ñé.- asintió poniéndoselas.
…
-¿Esa es la piscina inflable?- preguntó Taemin mirándola, compré una súper bomba de aire que hace todo el trabajo más fácil de inflarla.
-¿Te gusta?- pregunté revisando que el aire no exceda la capacidad porque sino el sueño terminará pronto.
-¡Me encanta!- se iba a lanzar al ella así que lo detuve. –¿No puedo hacerlo aun?-
-Aun no tiene agua.- sólo se está inflando.
-¿Pero la puedo usar?- me miró así que sonreí, aunque esa sonrisa asustó a Taemin porque de nuevo bajo sus orejitas junto con su colita de mapache.
-Sólo pueden usarla cierto tipo de personas.- contesté tomando su mano para caminar hacia la máquina de aire y apagarla, además de asegurarme de ponerle el tapón para que se mantenga inflada.
-¿Qué tipo de personas?-
-Las personas buenas.- contesté. –Y para saber si eres bueno tienes que responderme esto.- me incliné para mirarlo, pero Taemin negó efusivamente, se soltó de mi mano ¿y me miró molesto?
-¡Taemin es bueno!- wow, qué pasó. –¡Hice lo que tenía que hacer! ¡Soy bueno!- parpadeé intentando saber qué diablos pero su puerta se estrelló con fuerza y ya no lo vi más.
Suspiré porque seguro sabe de lo que hablo.
Caminé hacia su habitación, llamé a la puerta pero no me abrió así que usé las llaves para entrar. ¿Taemin? No lo veo por ningún lado.
-¿Taemin?- pregunté caminando hacia su cama, levanté las cobijas para agacharme y mirar, pero no estaba ahí. –¿En dónde estás?-
-No estoy, ñé.- en el armario.
Caminé hacia él y abrí lentamente, Taemin estaba en posición fetal, incluso abrazaba su colita. Me agaché para sentarme a su lado.
-Taemin, qué “hiciste”.- pregunté lo más tenue que puede, para no molestarlo o seguirlo asustando. –¿Qué era lo que tenías que hacer?-
-Ñé.- susurró apretando su colita en sus manos. –Lo de siempre.-
-Qué es lo de siempre.- pregunté.
-Amo Jonghyun.- susurró. –Cuando hacia algo mal me tiraba agua fría y me dejaba dormir afuera.- asentí lento, estiré mi mano para ponerla sobre las suyas que estaban temblando. –Si quería dormir adentro tenía que ir a su cama… y… Taemin es bueno.-
Me senté a su lado, puse mi mano en sus hombros y lo hice recargarse contra mi pecho, dejó lentamente de temblar.
-Conmigo no tienes que hacer esas cosas.- susurré, sentí y oí que Taemin hiperventiló. –Portarse bien conmigo es hacer tu tarea.-
-¿No más abrazos y besos?- me miró llorando, cerré mis ojos con cierta pesadez, no creí que me dolería verlo así.
-No.- contesté. –Hacer tu tarea y comer tus verduras y frutas.-
-¿Sólo eso?- preguntó tallando sus ojos, le ayudé a secarse las mejillas.
-Y atender a tus deberes y obligaciones.- contesté.
-¿No más de eso?- casi leí algo de esperanza y alegría en su rostro.
-No.- contesté sonriéndole. –No más de eso.-
-¡Ñé!- me abrazó al cuello. –Me gustas más.- correspondí su abrazo. –¿Pero habrá besitos de buenas noches?-