-Señor Minho.- volteé a ver a KwangMin. –¿Usted sabe qué es lo que está pasando?-
-¿Pasando de qué?- pregunté, Max sólo me golpeó ligeramente el hombro.
-Cuídate.- asentí mirándolo. –¡Nos vemos Taemin! Gemelos.-
-¡Nos vemos tío Max!- contestó Taemin y los gemelos. Luego esperé a que Max saliera de casa.
-De los asesinatos, van cuatro, ¿cree que haya un asesino serial?- qué contesto.
-No.- dije sonriendo. –Se está investigando, en las noticias dicen que ningún caso tiene relación entre ellos.- contesté. –Se ha desencadenado una psicosis colectiva, pero estoy seguro que pronto pasará y se esclarecerán los hechos.- susurré sonriéndoles.
…
-¿No se les olvida nada?- pregunté esperado a que los chicos entraran al auto para llevarlos a su casa, como le prometí a su papá.
-Creo que no, pero si sí, Taemin nos lo guardas y entregas mañana en la escuela.- dijo YoungMin poniéndose el cinturón de seguridad, luego se lo puso KwangMin.
-Así será.- contestó Taemin desde el asiento del copiloto, así que cerré la puerta de mi casa y luego entre al auto, me puse el cinturón de seguridad y encendí el motor.
-¿Terminaron con su tarea?- pregunté. Poniendo el auto en marcha.
-Sí.- contestaron los tres, pero me detuve en un semáforo. No hay gente en la ciudad: está medio vacía, lo que sería anormal si hay un miedo generalizado.
-Señor Minho, ¿cree que mañana todo esté bien?- miré por el espejo central a YoungMin, que miraba hacia la calle pero no había nadie. Parece una ciudad fantasma. Que de hecho, soy el único auto en el semáforo.
-Creo que tardara uno o dos días en que todo vuelva la normalidad.- contesté poniendo el auto en marcha.
Sonreí porque apareció otro auto detrás de mí, eso me hace sentir más cómodo. No somos los únicos. Pero el gusto me duró poco porque al girar para ir hacia la calle de los gemelos, el auto giró conmigo. Afilé la mirada para ver mejor quién es, pero no logro distinguir el rostro. Giré en otra esquina y estuve atento para saber su el auto aparecía detrás del mío o no, fruncí el entrecejo y apreté el volante porque sí, me están siguiendo.
Bien, no me tengo que asustar, sólo seguir con lo que se tiene que hacer.
Volví a girar en otra esquina, espero perderlo ahora, oh, aun me sigue.
-Señor Minho, ¿está dando vueltas en círculos?- volteé a ver a los niños en el asiento trasero. –Por aquí ya pasamos.-
-Oh.- susurré sonriendo pero notando como el auto seguía detrás de mí. –Ahora que no hay autos en la ciudad, podemos hacer esto.- giré de nuevo pero el auto también lo hizo conmigo.
Relamí mis labios nervioso, en otro momento está bien que me sigan y lo que quieran, pero no ahora que tengo a los niños conmigo.
Suspiré, necesito tranquilizarme, noté el jardín que está delante de la comandancia de policías, así que ahí me estacioné. Los niños seguían hablando pero no de esto que nos está pasando, así que saqué mi celular, tengo que pedir ayuda.
Pero a la policía no, no me darían su apoyo, sino a la policía privada.
-Fea la ciudad, verdad.- suspiré y cerré los ojos cansado. –¡Hey, hola Taemin!-
-Kyuhyun.- susurré cancelando la llamada. –¿Eras tú?- pregunté asomándome por la ventana para ver su auto estacionado detrás del mío.
-Te vi y quería saludarte por eso te seguí.- miré a Kyuhyun que estaba saludando a Taemin, por su ventana.
-Vamos a ir a la casa de los gemelos a dejarlos, ñé.- contestó Taemin abriendo su puerta pero como tenía el seguro sólo me miró a mal. –Por favor.- susurró mirándome así que quité los seguros.
-¿Usted sabe qué es lo que está pasando?- también salieron los gemelos, así que salí sólo para cuidar de todos. –Con el asesino serial.-
-Qué dices, no hay ningún asesino serial.- contestó Kyuhyun despeinando el cabello de KwangMin. –Son ammm… personas que se suicidaron, todas al mismo tiempo y ahora todos están hablando de todo, sacando sus conclusiones y asustando a la gente.-
-¿Suicidios?- pregunté acercándome a ellos.
-Vayan a la casa de los gemelos antes de que anochezca, porque entonces la ciudad estará más vacía.- Kyuhyun comenzó a hacer que los niños entraran al auto de nuevo, luego lo rodeamos por detrás hasta que llegue a mi puerta. –Gente bomba, es otro atentado.- susurró cerca de mí.
-Deja de buscar sobre ellos.- contesté mirándolo serio. –La milicia se está haciendo cargo.-
-Lo sé, pero hasta donde pude saber era eso.- se encogió de hombros pero negué. –No te preocupes, todo está bien.- me golpeó el hombro ligeramente, luego sólo asentí.
-Cuídate.- contesté entrado a mi auto. -Vamos a su casa, gemelos.-
…
-Nos vemos mañana.- contestó Taemin, solo lo miraba por el espejo lateral, porque tan solo entregué a los niños a sus padres, me mandó directo al auto “espérame ahí”. Y no quiero fracturar más todo esto, así que obedecí.
Aunque sé que esto me jugará mal, más adelante.
-Ya está.- susurró Taemin abriendo la puerta de copiloto. –¿Vamos a ir a casa?-
-Sí.- contesté encendiendo el motor. –No podemos ir a cenar por toda esta psicosis, así que lo haremos en casa.-
-¿Chany estará ahí?- preguntó sin mirarme, sólo veía hacia la calle.
-No.- contesté, quizá sea hora de tomar el consejo de Kyuhyun y mirar a Taemin con ojos clínicos. –¿Te molesta?- pregunté ansioso.
-Era mi maestra, ¿cómo no me va a molestar?-
-¿Sólo porque era tu maestra?- pregunté de nuevo.
-Sobre todo, porque yo la conocí primero.- entonces sí está enamorado de Chany. –Me molesta, por qué no sé cómo tratarla en casa, “maestra ¿me puede pasar la sal?” o sea.- me miró fijo. –Por favor.- relamí mis labios ansiosos y asentí.
-Si no te gusta que esté con Chany debiste de haberlo dicho desde el inicio.- me reprimí al instante, porque ahora parece que lo esté regañando. –Es decir, sabes que puedes contar conmigo.-
-¡Já! No, no puedo contar contigo.- contestó riendo, eso sí me ofendió.
-¿No puedes contar conmigo?- pregunté mirándolo, estacionándonos afuera de casa. –¿Verdaderamente no puedes contar conmigo?-
-Preferiste ir al juzgado que llevarme a la escuela, tú dime.- salió del auto y azotó la puerta. Suspiré y salí del auto también, le puse alarma y entré a casa.
-Taemin.- lo llamé, guardé silencio porque no me contestó, pero sé en dónde estará su hace un ruido, por minúsculo que sea. –¿Ñé?- sé que desde que se convirtió en pre púber, le molesta sobremanera que le diga así.
Escuché que algo se movió en mi habitación así que caminé hacia ella.
-Me ofrecieron trabajo de policía investigador.- dije entrando a mi habitación, la puerta se cerró detrás de mí, así que me volteé pero sentí que tomó mis manos, me sobresalté así que intenté retraerlas, pero el frio del metal ya me había aprensado. –¡Taemin!- presioné mis ojos y sentí que caí sobre la cama.
-No, te has portado mal.- escuché el sonido de las esposas en mis muñecas o el sonido de las llaves en las manos de Taemin.
-Taemin.- susurré mirándolo, intentando sentarme en la cama.
-¿Quieres mi confianza?- preguntó mirándome, pero sonreía balanceando las llaves en su dedo índice. –Termina con la maestra Chany.-
¿Por qué?
-Que no somos nada.- contesté. Me levanté de la cama e intenté ir hacia Taemin para tomar la llave, pero me regresó a la cama de un empujón. –Suéltame. No estoy bromeando.-
-No.- susurró girándose. –Te portaste mal, al inicio dije “pues equis, ya me he ido solo antes a la escuela” pero con todo lo que dijo el Tío Max y lo que pasó, ¿cómo crees que me siento?-
-Mañana te llevo a la escuela.- dije apuntando a las llaves que seguía jugando.
-¿Y la maestra Chany?- preguntó acercándose con las llaves. Sonreí y suspiré cómodo porque ya tendré las manos libres.
-No puedo terminar con ella porque no somos nada.- contesté notando como Taemin se llevaba la llave de nuevo. –Pero la llamaré y le diré que no venga más.- sonreí nervioso. –Vamos Taemin.- susurré ansioso.
-Llamémosla ahora.-
Asentí sabiendo que eso le daría el poder para manipularme después.
-Bien.- susurró sonriendo, pero esa sonrisa llamó mi atención quizá más de lo que debería, aun así, sólo dejé que regresara con el teléfono en la mano, marcando el número de casa de ella.
Suspiré cuando comenzó a sonar.
-¿Puedes retirarte?- miré a Taemin pero negó haciendo berrinche.
-¿Hola?- relamí mis labios nervioso.
-Chany, soy Minho.- susurré.
-¡Oh, hola! ¿Qué ocurrió? ¿Estás bien?-
-Sí, todo está bien.- miré las esposas. –De hecho… como te considero mi amiga, creo que es justo que te cuente esto.- no sé qué haré con Taemin después de esto. –Pero tengo pareja.- miré a Taemin, noté que su quijada se cayó un poco, cuando le sonreí él frunció el entrecejo. –Y es una persona celosa, sé que es estúpido pero si quiero estar con él tengo que cortar con todas mis amigas.-
-Oh.- negué suspirando, tendré que aplicarle un correctivo muy duro y disciplinario a Taemin después de esto.
-Sí, lo lamento.- susurré.
-Mañana me explicas esto, quién y cómo se conocieron. Me alegro por ti, aunque no lo creas, espero que esa relación te suavice y te haga pensar mejor en si aceptas trabajar con la policía o no.- alcé las cejas sorprendido, se lo tomó mejor de lo que esperé. –Porque sé que no te dejará exponerte así como así.-
-Sí.- susurré. –Mañana te explico cómo está todo, gracias por tomártelo bien.-
-Descuida, solo espero que Taemin también se lo tome bi…-
-¡Sí! ¡qué guapos somos todos!- me levanté súbitamente de la cama, hacia Taemin solté el teléfono sorprendido, espero que se haya cortado la llamada.
-¿Tienes una relación con alguien más?- rodé los ojos molesto.
-No.- contesté. –No tengo nada con nadie. ¿Pero qué tenía que decirle?- espero que verdaderamente se haya cortado la llamada.
-No puedes tener un relación con nadie.- susurró mirándome. –¡Con nadie!- sorpresivamente me lanzó las llaves.
Y por sorpresiva me refiero a lo predecible que es Taemin.
-¿Por qué no puedo tener una relación, Taemin?- ya basta de doblegarme ante él, después de todo él ya me odia.
Noté como presionaba sus manos con fuerza, haciendo que sus puños se volvieran blancos, también observé que sus rodillas temblaban y su respiración estaba entrecortada.
-Porque eres un idiota.- sentí todo el veneno que llevaban sus palabras, pero sólo me destilé de eso.
-No fue eso lo que pensaste.- contesté negando, mirando como él alza su cejas pero de inmediato fruncía el entrecejo. –Sé que estás molesto pero no sé por qué, tus rodillas temblaban por que tenías miedo y tu respiración…-
-Ok, ok.- susurró Taemin riendo, de nuevo dando la evasiva. –Puedes tener una relación con quién quiera, pero no me trates como a los criminales.- suspiré mientras tomaba la llavecita, sólo espero que esas clases de escapismo me hayan servido de algo.
-Puedo tener una relación con quien yo quiera, no te tengo que pedir permiso.- presioné los ojos hasta que salió mi mano de la esposa.
-También puedes irte al demonio.-
-Claro.- susurré liberando mi mano de la otra esposa. –Taemin, si quieres hacer berrinches está bien, estuvo bien cuando eras pequeño pero ahora has crecido y te trataré como me trates.-
Sólo escuché que azotó su puerta. Así que salí de mi habitación y caminé a la de él.
-¡Si vuelves a estrellar esa puerta…!- lo volvió a hacer. –¿Sabes? soy más inteligente que tú.- susurré acomodando mi traje, luego suspiré y regresé a mi oficina.
…
Suspiré, fruncí el entrecejo y entreabrí los ojos. Los números rojos del despertador indican que ya es hora de levantarse.
Me giré en la, oh, moví los dedos de mi mano sintiendo cabello. Alcé una ceja y me intenté sentar.
Sonreí.
-Taemin.- susurré, ¿en qué momento de la noche dejó de comportarse como adolescente y vino a mí?
-Ñé~- sonreí por eso. Pero tan sólo Taemin se despertó, tomó su cobija y salió corriendo de mi habitación. Suspiré por eso, pero ya fue un comienzo bueno.