…
-¿Terminaste toda tu tarea ayer?- pregunté sirviéndole los hot cakes, luego regresé a la estufa y ahí dejé la sartén, apagué el fuego y tomé mi taza de café.
-Sí.- contestó comenzando a comerlos.
-Me ofrecieron trabajo con la policía.- susurré abriendo la silla a su lado, porque si me pongo adelante lo interpretará como desafío de autoridad. –Pero les dije “yo te llamo” qué opinas, ¿te gustaría que lo tomara?- obviamente les diré que no, y ese “yo te llamo” fue una excusa dilatoria.
Estoy mejor siendo particular.
-¿Policía como el tío Jonghyun?-
-El tío Jonghyun es policía de custodia, a mí me lo ofrecieron como investigador.- susurré soplando hacia la taza porque el café aún está muy caliente.
-Yo creo que está bien.- susurró terminando con su hot cake. –Es tu trabajo y alguien tiene que traer dinero a casa.- me miró y sonrió, pero más allá de una sonrisa, interpreté tristeza y resignación. Mordí mi labio superior, no puedo decirle eso a él, si lo hago reaccionará como ayer. –Iré a cepillarme los dientes.-
-Está bien.- susurré levantándome de la silla para lavar los trastos que se ensuciaron.
…
Paré en un semáforo porque se puso en amarillo pero el de adelante se detuvo.
Miré por el rabillo de mis ojos a Taemin, estaba mirando por la ventana.
Podría decir “¡hey! Querías que te llevara a la escuela, ponte feliz” pero eso sonaría mal.
-Minho.- susurró así que sólo presioné el volante, manéjalo con cuidado sino se tornará violento. –Perdón por todo lo que pasó ayer.-
-Mírame a los ojos cuando te disculpes.- susurré poniendo en marcha el auto.
-No puedo hacerlo así.- susurró con un hilo de voz. –Tus ojos son… grandes y me dan miedo.-
-¿Grandes?- pregunté mirándolos por el espejo lateral.
-Y lo que dijo el tío Kyu, “ojos clínicos” eso me da miedo, no puedo mirarte a los ojos y hablar.- noté que comenzaba a tallarse los ojos, ¿estará llorando? –Porque sabes bastante y yo no. Es como si fuera uno de tus criminales cuando me miras y dices que hago esto o lo otro por “algo” que tú si sabes y yo no. Incluso ahora, seguro estás ya diciendo un montón de teorías que explican por qué me quejo que… sólo perdón, ayer que pasó todo eso me sentí diferente y terminé haciendo tonterías.- Taemin susurró y sorbió de su nariz, yo sólo asentí.
-No te preocupes por lo que pasó ayer.- giré en la esquina más próxima a su escuela. –Suele suceder. Y lo de Chany también está bien. Ella ahora está saliendo con alguien más pero sentía compromiso conmigo porque le conseguí trabajo, tú lo dijiste, con estos ojos analizo también a Chany, si soy sincero, hace como dos o tres meses que noté ese cambio en ella pero no se lo quise preguntar.- porque realmente no me interesa.
-Sólo quiero que todo sea como antes.- susurró quitándose el cinturón de seguridad.
-Yo no he cambiado.- quité los seguros de las puertas para que saliera. –Si has cambiado es natural, yo también pasé por esa etapa.- susurré. –Cuídate y estudia mucho, vendré por ti cuando…- alcé las cejas con bastante sorpresa e incluso retraje mi cuerpo pero al milisegundo siguiente me detuve, si me quito se molestará pero si me quedo se malinterpretará.
Así que sólo pasé saliva, luego sentí que la respiración de Taemin se alejaba de mis labios.
-Así lo haré, ñé.- sonrió, me sonrió y salió del auto junto con su mochila.
-Sí.- susurré mirando como entraba a la escuela, toqué mis labios nervioso, tanto que mis manos estaban temblando. –Ojala que nadie nos haya visto.-
Salí del auto y le puse alarma, tengo que ir a sacar un justificante de por qué Taemin ayer no se presentó a clases, entré a la escuela registrándome, aunque hubiera sido más sencillo sólo mostrar la placa de la policía, pero Joy ya me ha dicho que no se puede tomar así tan a la ligera, sí, coopero con la policía investigadora pero no tengo que abusar de ello.
-Sí ayer Taemin no pudo venir por mi culpa.- dije ya sentado frente a la Directora. –Tenía que estar en el juzgado antes de las siete de la mañana y le pedí que viniera solo, que usara el trasporte público pero hace muchas paradas.- eso fue lo que le dijo a Max. –Y por eso llegó tan tarde que no pudo entrar.-
-Esta vez le haremos un justificante a su hijo.- hice una pequeña reverencia por eso. –Pero esperamos que sea la última vez, Taemin es un niño muy destacado, si se pierde de una clase se ha perdido de mucho conocimiento.-
-Está bien, me comprometí a traerlo a la escuela. No se preocupe, no volverá a pasar.- dije mirando como firmaba el justificante.
-Porque todo lo que me dice me hace pensar que le importa más su trabajo que su hijo.- me hubiera reído, sacado el “já” sarcástico de siempre, pero si lo hago romperá el papel que Taemin necesita.
-Le entregaré esto a Taemin para que se lo dé a sus profesores ¿o personalmente se los entrego yo?- que me gusta más la segunda idea, así, hasta puedo abusar de mi posición entregando el oficio en una carpeta rotulada de Red Dress, creando intimidación y por consiguiente, aceptación sin objeción.
-Como se le haga más cómodo.- me entregó el oficio y al tomarlo no pude evitar sonreír.
-Gracias de nuevo.- susurré haciendo una reverencia. –Tenga un lindo día.- susurré saliendo de su oficina, ahora, a sacarle copias al oficio para entregarlo, por suerte, en mi auto siempre cargo con carpetas de más por si en el juzgado sólo me entregan el papel, como ahora.
Salí de la escuela para ir hacia mi auto, tomé mi portafolio y volví a cerrar la puerta, le puse la alarma y regresé a la escuela.
Paré a la oficina de las secretarias a conseguir las copias, me preguntaron acerca de lo que sucedió ayer y si tenía alguna idea de qué era, pero como es asunto federal, ya no me corresponde decir nada, ni siquiera pensar en ello.
Con las copias y las carpetas listas, fui hacia el salón de Taemin, supongo que tendré que venir dentro de una hora para entregarle el oficio al siguiente profesor, lo que no está mal, después de todo el peritaje del asalto a mano armada a la vinatería ya lo tengo hecho, sólo me falta imprimirlo.
Básicamente, hoy es el día de ser amo de casa… y quitar la puerta de Taemin.
Caminé hacia el salón de Taemin y llamé a la puerta, sólo para intimidar un poco más, tomé bien el portafolio en mi mano y me puse serio.
La puerta se abrió y miré hacia la persona detrás de ella.
-Oh, hola, buen día.- un hombre. –¿Qué se le ofrece?-
-Traigo el justificante de Taemin del día de ayer.- dije entregándole la carpeta, él alzó sus cejas.
-Vaya.- susurró abriéndola para mirar el oficio. –En un momento se lo entrego.- asentí, él se fue directo a su escritorio y como la puerta quedó abierta comencé a escuchar que todos hablaban de mí, cosas como “¿es el papá de Taemin?” “parece serio” y entre otras. –Listo.- asentí tomando el folder. –Taemin no vino ayer, pero ya revisé su tarea y los apuntes que se hicieron aquí en clase. Así que todo está bien.- asentí sonriendo por eso.
-Gracias.- susurré sonriéndole. Tendí mi mano para estrecharla e irme.
-No, al contario, gracias por venir.- al girarme pude notar que Taemin miraba hacia otro lado, de nuevo, ignorándome.
Vendré dentro de una hora para entregarle el oficio al siguiente maestro, que espero haya sido el de la clase de ayer.
Y como día libre, primero le llamaré a ChangMin para pedirle un favor, luego quitaré la puerta de Taemin, después si aún no se cumple la hora, le llamaré a Chany para hacer la cita y en la siguiente hora, saldré con ella y Max; después tendré que regresar a la escuela por dos veces más.
Suspiré mientras entraba al auto.
Encendí el motor y me puse el cinturón e seguridad, tomé mi celular y le marqué a Max, esperé a que me contestara pero me mandó a buzón, ¿estará dando clases? Cuando da clases nunca toma las llamadas. Eso retrasa mis planes.
Entonces ahora a quitar la puerta de Taemin.
Conduje hacia mi casa, llegué, me estacioné, estrellé la puerta del auto y abrí la de casa, fui directo hacia la bodega para tomar la caja de herramientas e ir hacia la habitación de Taemin.
-Te advertí que si estrellabas esa puerta de nuevo, habría consecuencias.- susurré tomando el desarmador.
…
-Estaba dando clases por eso no te contesté.- asentí suspirando, terminé de lavar la loza y sequé mis manos. –¿Qué ocurrió?-
-Vamos por un café.- dije en voz alta para que se escuchara por la bocina del teléfono.
-¿A qué hora?- sonreí, Max, Max, Max… aun que eres mi mejor amigo aun sigues cayendo bajo mis trucos. –Estoy dando clases en la U, pero igual les dejó un trabajo para que me lo envíen y vamos.-
-Está bien.- dije acercándome para tomar mi celular. –¿Vamos a las once?- tengo que regresar a la escuela a dejar el oficio y luego ir a la otra escuela para avisarle a Chany que “él” saldría conmigo y que se lo presentaré.
Aunque ella ya conozco a Max, no sabe la clase de relación que hay entre los dos. La de amistad claro.
-Tengo bloques de cuatro horas, lo sabes.- entonces si entra a las ocho de la mañana…. –A las once veinte, para nombrar lista y dejar tarea.-
-Así será.- después de manipularlo, tengo que dejar que sienta que él también está ganando. –Sólo te quitaré una hora, porque tengo que ir a llevar el oficio que justifica la inasistencia de Taemin de ayer.-
-También tenemos revisar un nuevo caso, es sobre una tentativa de violación.- fruncí el entrecejo, no me gustan esos casos. Por el pudor que hay en el momento de los interrogatorios y al tomar los exámenes médicos… es todo un rollo.
-Si quieres mi ayuda estará bien.- lo que sea que pueda hacer.
-Primero te pasaré el expediente para que lo leas, porque a mí me suena diferente a lo que dice la fiscalía. Por cierto, es a un menor de edad. Una niña.-
-Déjame adivinar.- susurré sonriendo.-Fue su papá.-
-Sí.-
Suspiré, pudo ser arreglado, pudo ser un divorcio que no salió como la mamá esperaba, eso es normalmente lo que sucede.
-Está bien.- susurró. –Te llevaré el expediente al café.-
-Yo pasó a la U por ti.- ya con Chany en el auto. Porque no tengo que prepararlo, sé cómo guiar la conversación, sé cómo hacer que ChangMin conteste lo que quiero.
-Bien, te estaré esperando en el estacionamiento.- ¡ja! A esto me refería.
-Okey, llegaré a las once cinco. Irá Chany.-
-¡Ha! ¿Ya me la vas a presentar como tu novia?- Max, si supieras.
-¡Sólo coopera y no digas nada malo.-
-Autoritario, rawr.- ojala que siga haciendo esas bromas con ella presente, eso le daría más realismo. –Nos vemos, ya entro a clases.-
-Nos vemos.- susurré finalizando la llamada. –A la escuela de Taemin.- suspiré y me levanté del comedor.
…
-Ahí está.- susurré estacionándome, presioné le claxon para que Max nos mirara.
-¿ChangMin?- susurró Chany en el asiento trasero. –Si me hubieras dicho antes me hubiera quitado.-
-Hola.- escuché su voz así que miré por la ventana del copiloto, luego el quité el seguro a la puerta para que entrara. –¿Al café?- Max entró y Chany sólo sonrió. –¿Oh? Hola.-
-Hola.- susurró ella, sonreí, aun va saliendo todo como lo planee.
-¿Puedes creer? Les pregunté a los muchachos si sabían de la nueva ley que se aprobó y ninguno supo.- Max se puso el cinturón de seguridad así que es hora de ir al café.
-Son alumnos.- susurré, cuando era estudiante me pasaba exactamente lo mismo.
-En seis meses dejarán de serlo.-
-Más trabajo para los dos.- susurré sonriendo, deteniéndome en el semáforo.
-Llevan mucho conociéndose, ¿cierto?- Max, por favor, no me falles.
-Algo así.- contestó. –Lo conocí en la maestría de Habilidades Directivas y éramos como los raros, ¿qué hace un abogado y un criminólogo en Habilidades Directivas? Desde entonces estamos juntos.- sonreí para mis adentros, Max lo está haciendo mejor de lo que esperaba o planeaba.
…
-Un té negro, frio por supuesto.- contestó Max entregándole la carta al mesero.
-¿Sólo un té?- pregunté apuntando al café que quiero.
-Dijiste que sólo tienes una hora libre.- me contestó. Pero sonreí porque noté que Chany sonrió e incluso se sonrojo. –También por lo de Taemin.-
-¿Taemin está bien?- la escuché.
-Ayer por el trabajo Minho no lo pudo llevar a clases y no lo dejaron entrar, y tengo entendido que está llevando los oficios para que le justifiquen las faltas.- te amo Max. No en el sentido romántico, sólo que hace lo que quiero que haga.
-Me agradan mucho ustedes dos.- dijo Chany sonriéndonos.
-Sí.- susurro Max. –Hablando de que es bueno que estemos juntos, te dejo el expediente.- asentí recibiendo las carpetas. –Estamos del lado del acusado.-
-…- me quedé mirando a los ojos de Max.
-La fiscalía está del lado de la víctima, la defensa particular está del lado del acusado. Esos somos nosotros.- asentí sonriendo por lo que dijo, por un momento se me olvidó. –Pero si comienzas a leer el expediente, la señora está pidiéndole treinta mil como reparación del daño, esos treinta son justos los que el señor no le quiso dar cuando se divorciaron.- asentí abriendo la carpeta.
-Un punto más para que sea montaje.- susurré.
-La niña sí demuestra señales de estrés, normal en una víctima de violación.-
-Y normal cuando se está siendo manipulada.- contesté.
-Me encanta que terminen las oraciones del otro.- escuché que el disco se rayó. –Tengo que marcharme, Yeseul me había pedido ir a su tienda por el medio día.- Chany se levantó de la silla para salir.
-¿No me vas a presentar?- preguntó Max, eso me hizo terminar de sonreír.
-No.- contesté levantándome de la silla para acompañar a Chany a la salida.
-Tenía miedo de decirte pero está bien, también eres igual.- Chany me miró, me sentí extraño por esa mirada. –Tuve mi primera cita lésbica.- sonrió nerviosa e incluso se tapó la sonrisa con su mano. –Con Yeseul.-
-¿Y cómo te sentiste?- pregunté.
-Creo que también soy gay.- me sonrió, pero, ¿también?