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Entre leyes y colas peludas por 5kn_akatsuki

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Notas del capitulo:

La actu deberia de estar ahce una hora, pero comenz´Ex on the beach y pues no se peude hacer dos cosas a la vez :3 

Gracias por sus rws~~~ los leí, calro que lo hice! pero entre el travago y mi escuela aun no los he podido contestar, pero tambien las extrañé :D

A leer!

-Ciudad Judicial no es un sitio turístico.- contestó Minho abrazándolo para comenzar a caminar hacia la cocina.

-¿Hay casas, ñé?- preguntó Taemin entrando al comedor.

Minho notó que ya estaban los platos y vasos colocados sobre la mesa.

-No, sólo hay edificios judiciales, centros de copiado, bibliotecas jurídicas, juzgados y auditorios.- respondió Minho soltando a Taemin para ir por el sartén y servirlo en un bol térmico, así lo llevaría a la mesa.

-¿Pero hay personas, ñé?- mostró sus orejitas de mapache mientras aspiraba el aroma de la comida recién preparada, comenzó a salivar e inconscientemente su colita de mapache comenzó a moverse.

-No, en Ciudad Judicial no hay habitantes, todos somos flotantes.- respondió Minho llevando a al esa una jarra con agua natural.

-¿Flotantes?-

-Que sólo vamos por un día o dos, pero no vivimos ahí.- contestó tomando asiento en la silla, a un lado de Taemin. –Le llamaré a Joy para que nos acompañe para que no estés solo.-

 -Hace mucho que no veo a mi Tía Joy.- contestó Taemin sirviéndose en su plato.

-Quiero que ella te cuide cuando esté en la auditoria.- respondió Minho sirviendo agua en ambos vasos, tendiéndole uno a Taemin. –Porque la última vez que fui tercero en discordia la auditoria duró al menos siete horas.-

-Ñé~~-

-Y aunque te quedaras para la fiesta de Naeun, tengo que estar en CJ a las nueve de la mañana y su fiesta es en la tarde.- respondió Minho mirando como Taemin comía, sonrió tranquilo porque ya no había nada extraño en el híbrido.

-Está bien.- susurró Taemin antes de comenzar a comer. –La comida está muy rica, ñé, gracias por cocinar para mí también.-

-¿Estás haciendo tu tarea?- preguntó Minho entrando a la sala de estar, en donde Taemin tenía la mesa de centro llena de cuadernos.

-Ñé.- asintió lento. –¿Vas a salir?- volteó a mirarlo sin dejar de escribir en las hojas de papel.

-No, pero voy a cerrar aquí porque va a venir alguien a que lo entreviste.- dijo Minho mirando los apuntes de Taemin. –No quiero que te vean ni que los veas.-

-¿Por qué?- preguntó curioso. –¿Porque yo lo conozco, ñé?-

-No necesariamente, pero creemos que lo más saludable es que no haya interacciones entre tú y la persona.- Minho se rió levemente por su mal manejo de palabras pero suspiró negando divertido aun. –Es una niña y Max sugirió que podría ser tu amiga para saber un poco más, pero estoy en desacuerdo.-

-¿Por qué? ¿Es malo que sea su amigo?- Taemin dejó de escribir para mirar a Minho, que sólo negó.

-Si tú y ella son amigos lo más probable es que tengas que ir al juicio y seas parte de los testigos.- le explicó caminando hacia el televisor para apagarlo, suponía que si Taemin miraba a la televisión y hacia tarea, no tendría que estar completamente bien.

-¿Al estrado?-

-Sí pero yo no podría interrogarte, sería Max y la fiscalía.- caminó hacia la puerta de la sala de estar para salir, escuchó que un auto se estacionaba así que supuso que Max ya había llegado.

-No te preocupes, terminaré mi tarea y si acabo antes que tú, veré la tele o me dormiré, ñé.- le sonrió hasta que Minho asintió.

-Si tienes alguna duda en tu tarea subráyala y cuando me desocupe te ayudaré.- Minho caminó hacia Taemin, se inclinó lo suficiente para darle un pequeño beso en su cabellera, lo que no contaba era que el menor alzara la mirada ni que sintiera directamente sus labios.

Ambos comenzaron a reír. Taemin emocionado, Minho nervioso.

-Sigue trabajando duro.- dijo Minho afinando su garganta y acomodó su ropa, en un gesto de ansiedad.

-También tú, ñé.- le contestó sonriendo, relamiendo sus labios. Esperó que Minho saliera y cerrara la puerta para tocar sus labios y chillar emocionado.

-Aun no llega la niña, pero quería hablar contigo del expediente.- dijo Max tomando el antebrazo de Minho para llevarlo hasta la oficina. –¿Lo leíste?-

-Sí.- contestó mirando su mano que aún seguía siendo suspendida por la ajena. –¿Por qué?-

-¿No encontraste una laguna?- le sonrió divertido pero Minho sólo alzó sus cejas y tiró de su mano para que la soltara.

-¿Qué encontraste?- preguntó acomodando su saco negro.

-Que la niña dice “cerró la puerta negra, era de metal” en la declaración con la fiscalía pero en la entrevista que Key hizo dice “la puerta era de madera, rechinó y por eso me desperté” ¡laguna!- exclamó emocionado, sentándose sobre el sofá para mirar a Minho, que había tomado el expediente para leerlo de nuevo.

-También dice que su himen sí está alterado, que está roto pero le llamé a Onew para preguntarle y dijo que esa es provocada por cualquier sentón que la niña se haya dado. Incluso por andar en bicicleta.- le mostró el expediente y las líneas marcadas con tinta fluorescente. –Además que su papá es diabético lo que impide una erección.-

-Sí, pero los exámenes físico dicen que si puede presentar una erección lo suficiente para mantener el coito.-

-Perdón, no soy médico.- contestó Minho sonriendo. –Pero también leí que presenta ansiedad. Puede ser por las violaciones que dijo o por ser forzada a decir que fue violada.-

-Ahí es donde entras tú.- dijo Max cerrando el expediente. –La niña viene sola, bueno Trabajo Social la trae pero para la entrevista van a estar solos.- entonces Minho suspiró, llenando lentamente sus pulmones de oxígeno.

-Me parece bien.- dijo Minho exhalando. –Ahora ayúdame.- se levantó del sofá para ir al escritorio y sacar una caja.

-¿Qué es eso?- preguntó Max acercándose.

-Los juguetes de Taemin.- contestó Minho sacando uno. –Ayúdame a acomodarlos de manera “casual y despreocupada” por la oficina.-

-¿Para qué?- preguntó Max acercándose a la caja, tomando una pelota.

-Es una niña, se sentirá más cómoda en su ambiente que en uno gris y adulto.-

-Buen día, soy Raina, la Trabajadora Social que estará acompañando a Haru.- soltó la mano de Minho y le sonrió. –Tengo que estar presente durante la entrevista.-

-No hay problema.- contestó Minho sonriendo. –¿Comenzamos?-

-Cuando usted lo desee.- Raina sólo se sentó sobre el sofá, recta, con la frente en alto para mirar trabajar al criminólogo del que todas hablaban estaba tocado por Dios o alguna deidad.

-Bien.- susurró Minho. Miró a la niña que parecía asustada sentada frente al imponente escritorio. –¿Grande el escritorio?- preguntó recargando su pelvis contra la mesa de dicho mueble.

-Sí.- susurró la niña sin elevar la mirada.

-Sí.- repitió Minho. –A mi hijo también le asustaba el escritorio.- susurró extendiendo su brazo para tomar uno de los juguetes que ChangMin había acomodado. –Siempre deja todo desordenado.-

Entonces la niña, tímidamente, comenzó a elevar su mentón para ver el pequeño oso de peluche que estaba en las manos del criminólogo.

-¿Dibujas?- preguntó Minho tomando unas hojas de papel para ir hacia la mesa de centro dentro de la oficina.

-Un poco.- contestó Haru notando como Minho las dejaba y le tendía un lápiz.

-¿Crees dibujar mejor que yo?- preguntó sonriéndole, la niña afiló su mirada y bajó de la silla frente al escritorio, tomó el lápiz y se sentó en el suelo, cerca de su hoja de papel.

-Mi papá dijo que los mejores dibujos que ha visto los hago yo.- contestó sonriendo. –No voy a perder.-

-Mi papá decía que yo coloreaba mejor.- respondió Minho sentándose en el suelo. –Así que estará reñido.-

Minho sonrió, Haru asintió comenzando a dibujar mientras que Raina tenía la ceja alzada, ¿de verdad estaba viendo trabajar al tocado por Dios? Oh mejor dicho, ¿así trabajaba el tocado por Dios?

-Por cierto, me llamo Minho.- dijo sonriéndole.

-Haru Ukata.- contestó sonriéndole. –Me dijeron que tendría una entrevista con usted.-

-¿Quieres tenerla ahora?- preguntó Minho trazando en su hoja de papel alguna línea.

-Quiero seguir dibujando.- contestó Haru asomando la punta de su lengua sin retirar el grafito del lápiz de la hoja.

-También pensé eso.- contestó Minho. –Seguro no dibujarás tan bien si hablamos, y queremos que a tu papá le guste éste dibujo.-

-A mí papá le gustará.- contestó Haru dejando de dibujar para mirar a Minho. –Porque me quiere mucho.-

-De eso no tengo dudas.- respondió Minho. –Espero que a tu mamá también le guste.-

-Mi mamá… ella ahora está asustada.- entonces Minho la miro, analizó como su rostro cambio de emoción e incluso su respiración se aceleró. Sin dejar de mirarla notó como la niña se quedaba pensando, seguramente en alguna cosa importante porque había dejado de dibujar.

-¿Sabes por qué está asustada?- preguntó Minho con un tono de voz suave, haciendo que la niña suspirara.

-Mi papá no está con nosotros, creo que es por eso.- susurró bajando la mirada, Minho sólo asintió pero sin mirarla indirectamente. –Él está en la cárcel.-

-La cárcel es un lugar frio.- susurró Minho.

-¿Yo quiero estar con él?-

La Trabajadora Social miró a Minho, porque él seguía dibujando, parecía que no tomaba en serio su trabajo.

-Los adultos dicen que él te lastimó.- contestó Minho dejando el lápiz sobre la mesa para tomar uno de color azul.

-¿Mi mamá?- preguntó Haru, entonces Minho sonrió de lado. –No, mi papá no me lastimó.-

-Mi mamá siempre estivo un poco loca, se asustaba porque mi papá me abrazaba.- según el expediente la mamá de Haru después del divorcio se había comenzado a comportar más dura y fría cuando su ex esposo estaba en casa y jugaba con la niña. Minho sólo asentí y en ocasiones la miraba, esperando que ella siguiera revelando información y así continuar con la entrevista.

-Cuando mi papá me abraza ella se enoja.-

-¿Pero él te lastimó?- preguntó Minho cambiando de color.

-No.- respondió la niña.

-Oye Haru.- susurró Minho sin dejar de colorear su dibujo. –¿Sabes andar en bicicleta?-

-Tengo una pero mi papá no me deja usarla desde hace tres meses porque me caí.- Minho sonrió de nuevo.

-Yo nunca me caí de una bicicleta.- contestó Minho bajando su lápiz de color. –Porque nunca tuve una.- rio levemente.

-¿Nunca tuviste una bicicleta? ¿Por qué?- preguntó Haru dando los últimos retoques a su dibujo.

-Mi mamá le decía a mi papá que era mala idea tener una bicicleta.- dijo Minho asintiendo. –Ella siempre me sobreprotegía.-

-¿Así termina una entrevista por el Tocado por Dios?- preguntó Raina tomando la mano de la niña para salir de la casa de Minho.

-¿Tocado por Dios?- preguntó Minho casi riendo. –No, por favor, eso me alaga.-

-Eso dicen de usted.- dijo la Trabajadora mientras subías sus gafas. –Pero no me pareció muy buena su manera de “entrevistar”.- hizo comillas haciendo que Minho asintiera.

-Es un punto de vista.- contestó el criminólogo acompañándola hasta su auto. –Aunque le recuerdo que entrevistar es el arte de obtener información.- se aseguró de cerrar la puerta del auto con ambas mujeres dentro.

-Minho.- la niña se asomó por la ventana del auto. –Nos vemos.- le sonrió por lo que Minho también lo hizo.

Después de que el auto partió Minho regresó a su casa, se apresuró a quitarle el seguro a la sala de estar en donde estaba Taemin, entró encontrándolo dormido en el sofá, con los audífonos puestos pero sentado.

Caminó hasta apagar el televisor, notó que los cuadernos de Taemin estaban sobre la mesa de centro así que los tomó, sólo revisaría un poco para saber qué tal la tarea de ese día pero mientras lo hojeaba encontró una hoja doblada, su curiosidad fue más que el respeto a su privacidad así que la tomó.

Miró a Taemin que seguía profundamente dormir.

Entonces abrió la hoja.

Mientras la leía sonreía. No era un escrito para él sino para Taemin. Aparentemente de una niña de otro salón que se le había declarado al híbrido. En la carta hablaba de las orejitas de mapache de Taemin, de su esponjosa colita y de la manera en la que decía “ñé”.

Se sobresaltó cuando escuchó que Taemin suspiró, se apresuró a guardar la hoja entre su cuaderno para dejarlo sobre la mesa de centro.

-¿Ñé?- susurró el hibrido tallándose los ojos, pero logrando que su mano se enredara con los audífonos, por lo que se asustó ligeramente pero terminó riendo. –¿Ya terminaste?-

-Ya terminé. ¿Tú acabaste también?- preguntó Minho sentándose a su lado.

-Ñé.- susurró Taemin asintiendo. –¿Mañana vamos a ir a Ciudad Judicial?-

-Mañana.- susurró suspirando. –Si termino el peritaje.- 

Notas finales:

Un travieso besito 2Min :DDD

Creo que no hay palabras para poner en glosario, pero si sale alguna peuden decirmela para ponerla en el siuiente capi. Y seguiremos ahciendo más y más del 2Min, lo haremos lento sí, pero progresaremos par e un apr de capis más pondremos a Taemin con más añitos y con ello más de lo que se vive, los sueños humedos y más rebedia como manipulacion, ñé je, je. 

Nos leemos!


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