…
..
.
-Yo veo todo bien.- susurró Jinki.
Entonces Minho se sentó en la camilla y continuó a abrocharse los botones de su camisa, luego miró a Key, que estaba revisando su celular.
-Este fue tu mejor tatuaje.- sonrió Kibum acercándose a Minho para mostrarle su fotografía.
-¿Todo está bien?- susurró Minho abrochando también los botones de sus muñecas.
-No encontré nada extraño.- dijo Jinki retirándose el estetoscopio del cuello para dejarlo sobre el escritorio. –Pero para tu comodidad te daré una inyección, es ketorolaco.-
-Gracias.- susurró suspirando, prestándole atención al celular de Kibum que estaba muy cerca de su rostro. –¿Ese fue mi mejor tatuaje?- preguntó sonriendo, observando con cuidado la fotografía en la que se veía su pecho descubierto, con el volante de aquel auto en hematomas en su piel.
-Se te veía bien.- susurró Kibum bloqueando su celular. –Si me pides mi opinión, como amigo te traería mil veces más al médico, pero si me lo pides como psicólogo creo que estás somatizando.-
-¿Somatizando?- preguntó Minho con Jinki a su costado, mostrándole la aguja y el algodón, por lo que el criminólogo desabrochó los botones de nuevo para mostrar el hombro, pero Jinki sólo sonrió negando, apuntando con la aguja a otra parte de su cuerpo.
-Eso explicaría porque Onew te ha estado inyectando placebo.-
-Qué…- pero presionó los ojos al sentir la aguja penetrarle la piel. –¿Placebo?- sintió el líquido siendo depositado en su cuerpo. –¿Eso es cierto?-
-No.- respondió Jinki poniéndole el algodón de nuevo, después de retirar la aguja de su cuerpo. –Es ketorolaco, te lo dije.-
-Pero piensa, la somatización explica todo.- se acercó Kibum provocando que Jinki le subiera el pantalón a Minho para que no le mirara.
-Ya está, campeón.- susurró dirigiendo la mano de Minho a donde estaba el algodón para que él lo siguiera presionando. –Es ketorolaco.- afirmó de nuevo.
-Han pasado más de dos años desde el accidente, deberías de haberlo superado ya.- susurró Kibum sacando su celular de nuevo. –Además, conoces más de una docena de psicólogos que te pudieron haber ayudado, incluso tú sabes cómo hacerlo.-
-No estoy somatizando.- se defendió bajando de la camilla de nuevo. –Si vengo al médico es porque de verdad me duele el pecho y después de ver el tatuaje, me doy cuenta de que concuerda con el dolor.-
-Te daré indometacina para que las tomes si el dolor regresa.- comenzó a escribir su receta en la hojita que le daría a Minho.
-No estás exento de somatizar, hasta Dios en algún momento de la biblia lo hizo.- Key se acercó a él para estar más cómodo, y de paso seguirle explicando a Minho su punto de vista.
-¿Cuándo lo hizo él?- preguntó Jinki firmando la receta para entregársela a Minho.
-En Egipto.- respondió Kibum. –Se enojó y desencadenó siete plagas.-
-Eso es canalizar.- contestó Minho leyendo la receta.
-Pero en algún punto Kibum tiene razón.- Jinki se levantó de su silla tras el escritorio. –No hay nada malo en tu organismo, estás perfectamente sano pero sientes dolores en el pecho cada que regresas de Ciudad Judicial.-
-No estoy somatizando.-
-Sólo para callarme deberías de ir con un psicólogo y que te dé un diagnóstico, de preferencia que sea contrario al que tengo yo.- le retó Key, sonriéndole para levantarse del asiento a su costado y caminar hacia la puerta del consultorio de Jinki. –Porque hay otro diagnóstico que quiero comparar.-
-¿De Taemin?- preguntó Minho colocándose el saco de su traje. –No quiero oírlo.-
-Pero deberías de llevarlo a un psicólogo, estudios comprueban que hay secuelas que podrían hacerlo disfuncional.-
-No hay nada que pueda hacer disfuncional a Taemin, tomando en cuenta su pasado.- respondió pero al instante cubrió su boca. –Lo siento, lo retiro.-
-Di lo que quieras pero estoy cien por ciento seguro de que él no vivía accidentes automovilísticos cada quince días.- terminó Key por salir del consultorio.
-No le hagas caso.- susurró Jinki despidiendo a Minho bajo el umbral de su puerta. –Si sientes molestias puedes seguir viniendo o llamándome para ir contigo.-
-Gracias.- susurró Minho. –No quiero admitirlo, pero quizá Key tiene razón.-
Pov’s Taemin
-Oigan, chicos.- susurré tomando la tablet para ir hacia ellos. –Busqué las cosas que me están pasando y el resultado es este.- dejé la tablet en las manos de YoungMin, después me fui casi corriendo porque no quiero que al leerlo me vean, sería incómodo, ñé, je, je.
Me quedé contra la pared de su habitación porque tampoco me quiero ir muy lejos, menos cuando ellos tienen mi tablet. Quién sabe qué cosas podrían descubrir.
-¡Taemin!- sonreí divertido y me acerqué a la puerta lentamente, me asomé para verlos. –¿Celo?-
-No sé.- susurré riendo. –Pero tiene sentido.-
-Sí, lo tiene.- susurró KwangMin. –Porque eres híbrido.-
-Pero aquí dice que toda la vida presentan celo, ¿por qué ahora lo sientes?-YoungMin me miró pero sólo me encogí de hombros.
-Por eso voy a ir al psicólogo.- sonreí divertido, entré de nuevo a la habitación.
-¿Hoy?-
-Ñé~ no digan las cosas al mismo tiempo~- incluso pateé el suelo medio molesto, porque tampoco me molesta completamente.
-Bueno.- susurró KwangMin cubriendo la boca de YoungMin con su mano derecha, je, je. –¿Hoy tienes la cita? ¿Por qué tan rápido?-
-¿Tienes algún problema?- sonreí porque YoungMin se empezó a retirar la mano de su hermano. –¿Lo de “ya sabes qué” te afecta mucho?-
-Ñé.- negué. –Es sobre unos sueños.- susurré tomando mi tablet para bloquearla, ya es hora de regresar a mi casa. Oh, a la casa de Minho.
-¿Húmedos?- negué lentamente. –¿Pesadillas?-
-Son iguales, ñé. Y por eso quiero ir de hecho ya me voy.- tomé mi mochila. –Mañana les cuento qué pasó y si se los recomiendo o no.-
-¿No quieres que te acompañemos?- noté que YoungMin estaba a mi lado, ¿en qué momento llegó hasta aquí? –Minho decía que no te dejemos solo.-
-Pero el psicólogo está cerca. Ya le dije a Minho que iría así que descuiden.- me giré sobre mis talones para mirarlos, le sonreí a YoungMin además de acercarme a él y besar sus labios. –Nos vemos mañana en la escuela.- también me acerqué a KwangMin para despedirme.
-Claro.- susurró después de que lo besé. –De todos modos mándanos un mensaje para saber que llegaste a tu casa.-
-Lo publicaré en mi Splash.- susurré pasando por debajo de su puerta. –¿Sr. Jo?- él me volteó a ver, luego quitó sus gafas y cerró el libro que leía para levantarse del sofá. –Tengo que retirarme, gracias por todo.- hice una pequeña reverencia y me erguí para ser acompañado por él hasta la puerta principal.
Suspiré sacando mi celular para ver la dirección del psicólogo, no está lejos de aquí. Sólo son dos calles más, así que lo guardé de nuevo para seguir caminando.
…
-¿Disculpe?- empujé la puerta levemente para que se abriera, noté la pintura tinta en las paredes y el escritorio negro. –¿Está ocupado?- abrí bien la puerta, encontré al psicólogo frente del diván y al paciente en el diván, creo que interrumpí la sesión.
-Hola.- dijo quien estaba en el diván. –No, no estoy ocupado.- alcé las cejas porque noté el uniforme de policía en la persona a un lado del diván. –Vete, te veo en casa.- me asomé para ver la placa del policía en su cinturón.
-Nos vemos, Leeteuk.- me hice a un lado para que pasara el policía. ¿Qué todos los policías tienen que usar perfume muy fuerte? También mi tío Jonghyun así los usa.
-¿Estaba ocupado?- volví a preguntar entrando bien al consultorio.
-No, en realidad no.- sonrió ligeramente, eso me hizo sentir algo cómodo.
-¿Es su roomie?- pregunté apuntando al policía que ya estaba sobre la motocicleta. –¿O por qué lo ve en casa?-
-Sí, él es mi roomie.- respondió sonriendo. –¿Qué te trae por aquí?-
-Oh, cierto.- susurré apenado. –Lee Taemin.- tendí mi mano para saludarlo. –Me dijeron que usted era psicólogo y que era bueno.- de menos eso es lo que decía Minho cuando tenía un juicio contra la fiscalía.
-Park Jungsoo.- contestó soltando mi mano. –Gracias por pensar eso de mí. Pero dime, además de esa recomendación, ¿qué otra cosa te trae por aquí?- me hizo sentar en el sofá a un lado del diván.
-Bueno.- susurré incómodo. –Muchas cosas.- bajé la mirada. –Para empezar… soy híbrido.- mordí mi labio inferior con fuerza.
-¿Qué hay de malo con ser un híbrido?- escuché que susurró pero negué lento.
-Todo.-
-¿Todo?-
-Desde mi manera de hablar hasta cómo soy físicamente.-
-¿Qué hay de malo con tu cuerpo?-
-Las orejas y la cola.- contesté. –Me han traído muchos problemas.- sentí que mi pierna comenzó a temblar así que pasé saliva para calmarme. Espero que él no se haya dado cuenta de esto, ñé, je, je, digo, no todos son como Minho.
-¿Tiene que ver con el uso de fuerza?- hiperventilé. –Tranquilo.- presioné mis ojos y negué efusivamente.
-Pero ese no es realmente el problema que me trajo aquí.- tallé mis ojos y acomodé mi cabello para que todo estuviera bien, de nuevo.
-Entonces te escucho.- miré al psicólogo y noté que me sonreía.
-He tenido algunos sueños.- susurré bajando la mirada pero esta vez para que no notara el sonrojo en mis mejillas.
-¿Cuántos años dijiste que tenías?-
-Oh, dieciséis, en dos semanas cumpliré diecisiete.- contesté.
-Está bien, ¿cómo son esos sueños?- me miró por un segundo, porque al siguiente estaba mirando su estante de libros.
-¿Sexys?- me reí nervioso y creo que el sonrojo aumentó. –¡Es difícil hablar de eso!-
-Húmedos, es la palabra que buscas.- se fue a su estante y ese momento lo aproveché para acomodar de nuevo mi cabello y suspirar muchas veces para que el sonrojo se esfume.
-Leí en internet que nosotros los híbridos tenemos aquello del “celo”.- hice comillas con mis dedos. –Y dice que es toda la vida entonces esos sueños no sé si realmente sean húmedos porque siempre los he tenido.-
-Tengo amigos que son híbridos también.- el psicólogo se sentó a un lado de mí y me dio un libro. –Pero ellos ya son adultos y efectivamente, aún tienen esos sueños.- alcé las cejas por el título del libro. –Te voy a prestar ese libro, necesito que lo hayas leído para la siguiente sesión.-
¿Siguiente?
-¿Siguiente?- pregunté notando lo grueso del libro. –¿Leones?- miré al psicólogo que asentía lento pero sonriéndome.
-Así es. No te puedo contar de qué trata el libro, pero espero que lo leas.-
-¿Esto me va a ayudar con lo de los sueños?- no entiendo.
-Te ayudará con todo.- fruncí el entrecejo con extrañez. –Todo de lo que hablamos al inicio, eso que representa un problema para ti.-
-Oh~- lo de ser híbrido. –¿Psic? ¿Le pudo decir Psic?- lo miré esperando su respuesta, sonreí porque estaba entre asentir o no.
-Prefiero que me llames Leeteuk.-
-¿Leeteuk? Está bien.- asentí. -Leeteuk he tenido más problemas pero supongo que será uno a la vez.- mientras se resuelva eso de los sueños todo estará bien, los otros no me hace exactamente “disfuncional” como dice Minho.
-Tenemos que resolver uno a uno, porque te quedarás sin energías si todos los solucionamos a la vez.- ¿sin energía?
-¿Implicará esfuerzo físico?- pregunté curioso porque no he ido al gym desde… hace meses.
-No, es por las emociones, siempre es más complicado y pesado manejar las emociones. ¿Por qué crees que cuando ríes mucho te duele el estómago?- ¡oh! ¡Cierto!