-Entonces nos reiremos mucho, ñé.- sonreí pero volví a tapar mi boca. No tengo que decir ñé nunca más.
-Lo haremos cómodo.- contestó sonriendo, tomando mi mano que cubría los labios para bajarla. –¿Ñé?-
Pasé saliva mirándolo a los ojos mientras asentía.
-¿También tienes problemas por “ñé”?-
-La gente comienza a burlarse de mí. Me imita diciendo ñé para todo y eso me molesta… porque ellos no saben que Ñé es especial.- susurré.
-Un amigo dice “glú” pero no sé cómo lo hace, porque lo adaptó de otra manera, quizá cada híbrido tiene su manera de usarlos, pero lo he oído decir “englúbalo en una sola idea” o “me regaló dos glúbos de helio”.-
-¿Y yo cómo lo haría?- ñé… ñé de… es que ñé es ñé y no hay de otra.
-No, no te estoy pidiendo que lo adaptes, sino que te sientas orgulloso.-
-Es complicado cuando algo de lo que te sientes orgulloso te da problemas. En la escuela ni siquiera me dicen Taemin, sino Ñé.- y aunque los primeros en decirme así fueron los gemelos, de repente otras personas que no conozco también me hablan de esa manera. –Dicen “que ñé se los explique, pero sin decir ñé porque no vale” o “por cada ñé habrá golpe” o incluso “les dice ñé a las chicas y les provoca orgasmos” el repertorio está lleno de más como esas.-
-¿En algún momento paró el acoso?-
-Sí.- susurré sonriendo. –Cuando ellos supieron quién era mi papá.- y que tenía el poder de matar a otras personas sin romper la ley.
-¿Quién es tu papá?-
End Pov’s Taemin
-Choi Minho.-
Algo dentro de la cabeza de Leeteuk hizo clic al oír el nombre, luego recordó todos los problemas que le había dicho tener e inevitablemente sonrió. Pero al segundo siguiente dejó de hacerlo, recriminándose por siquiera pensar en eso.
-¿Tienes problemas con él?- volvió a preguntar Leeteuk, esperando que Taemin le contestara, pero el híbrido sólo sonrió, está vez más pleno y amplio.
-No, en realidad no.- contestó sonriendo aún. –Con Minho todo está bien. Sólo hay momentos que por su trabajo no estamos juntos, pero al menos intento que esta esfera esté bien.-
-Bien, por el momento sólo nos enfocaremos en el problema de tus sueños.- propuso esperando a que Taemin asintiera. –Aunque si esos sueños son en periodo de celo, no hay mucho problema. Porque recuerda que los sueños húmedos son parte del proceso de crecimiento.-
-Sí, eso lo sé, pero en mi sueños… aparecen dos personas.- susurró recordándolos, relamiendo sus labios ansioso. –Siempre son las mismas dos.-
-¿Sabes quiénes son?- preguntó Leeteuk sentándose ahora frente a Taemin, quien asintió. –¿Me puedes decir quiénes eran?-
-Yo antes vivía con otra persona, yo como híbrido… los híbridos somos como las mascotas así que yo también tenía un amo. Mi primer amo aparece en mi sueño, Minho para mí también lo es, pero él prefiere que no lo llame así porque dice que eso está mal. Pero… bien, mis dos amos están en mi sueño.- susurró ligeramente apenado pero con las mejillas rosadas.
-¿Crees que eso represente un problema?-
-No sé, creí que eso usted debería de saberlo.- contestó Taemin sintiendo como su celular vibraba y la canción del Lago de los Cisnes se reproducía, así que se levantó rápido de su asiento para tomar la llamada.
Era Minho.
-¿Qué dirección es esta?- preguntó Taemin mirando al psicólogo, que le tendió su tarjeta de presentación, de ahí leyó la dirección. –En diez minutos.- susurró asintiendo, luego finalizó la llamada y le mandó un emoticón besucón porque se negaba a que el psicólogo supiera de esa manía que tenía al despedirse de Minho.
-Para continuar, en la siguiente sesión quiero que traigas escrito en una hoja de papel blanco, qué es lo que consideras “problema” de tus sueños. ¿Está bien?-
-¿Entonces no es un problema?- preguntó extrañado, mirando como el psicólogo se retiraba las gafas de lectura.
-Lo es si así lo consideras.- le susurró. –Tienes que buscar qué significa problema de esto. También quiero que leas el libro.-
-Oh cierto.- susurró Taemin abriéndolo para leer el autor, la editorial y la fecha de publicación. –Le pediré a Minho o a alguno de mis tíos que me lo compren, sino lo leeré en internet.- cerró el libro tras tomarle una fotografía a los datos para entregárselo.
-Está bien.- susurró Jungsoo tomándolo.
-Oh, psic, una cosa más.- susurró Taemin bajo el umbral de su puerta principal.
-Si, dime.- susurró.
-Salir con un policía no siempre es bueno.- sonrió divertido escuchando el claxon en la calle, así que salió divertido para ir con Minho, dejando a Jungsoo con una mueca de sorpresa pero divertido.
…
-¿Que hacías hasta acá?- preguntó Minho cuando Taemin cerró la puerta del auto.
-Tengo que conseguir un libro y por aquí habían dicho que estaba una librería.- sacó su celular para buscar la información. –Se llama Leones.-
-¿De qué autor?-preguntó Minho girando en una esquina para tomar el camino a casa. –Dina Artex.- susurró leyendo la fotografía. –¿Lo puedes conseguir?-
-¿Para cuándo es?- Minho lo miró por un segundo, luego volvió al camino.
-Lo tengo que leer en una semana.- no recordaba si el psicólogo le dio la siguiente cita pero esperaba que lo tomara en cuenta. –¿Estabas trabajando, ñé?-
-No.- negó al instante. –Con las nuevas reformas a la ley no hay asuntos.- porque todos se “tumbaban” antes de siquiera consignar. –Estaba con Key, fuimos a desayunar.-
-¿Y qué dijo Key, ñé?-
-Nada especial.-susurró girando en una esquina y disminuyendo la velocidad porque se acercaban a casa. –Pero me preguntó por ti.- susurró.
-¿Ñé?- preguntó Taemin ligeramente asustado.
-No es nada malo, me preguntó por tu escuela, por tus amigos, si tenías novia y si ya puse tu puerta, je, je. Cosas así.- finalmente se estacionaron, Minho apagó el motor pero no quitó el seguro de las puertas. –También cree que tienes que asistir a terapia psicológica, por aquello del accidente.-
-¿Y tú estás de acuerdo?- preguntó mirándolo.
-Yo respeto cualquier cosa que tú quieras hacer.- susurró Minho mirándolo, entonces Taemin asintió.
-En ese caso~- susurró canturreando. –Estaba con un psicólogo.-
-¿Quién? ¿Tú?- preguntó Minho mirándolo con una sonrisa en su rostro.
-Creí que lo ibas a respetar.- contestó Taemin riéndose ligeramente. –Pero me dijo que le dijera Leeteuk, él me pidió que leyera ese libro.-
-¿Leeteuk?- preguntó Minho. –Quién sabe quién sea.- se encogió de hombros. –¿Con él vas a tratar lo del accidente?- lo miró pero Taemin negó lento, aunque después asintió efusivamente.
-También otras cosas, como por qué me gusta el color negro y dormir, ñé.- susurró sonriéndole.
-Bueno.- Minho afinó su garganta. –Esas cosas yo te las puedo explicar.- susurró quitándole los seguros a las puertas.
-A mí me gusta que me expliques otras.- susurró sonriéndole, con sus mejillas ligeramente rositas.
-Cualquier cosa que quieras te la puedo explicar.- contestó abriendo la puerta del auto. –Vamos a preparar la cena, ¿te parece?-
-¿Qué vamos a cenar, ñé?- preguntó Taemin fuera del auto, estrellando la puerta para cerrarlo.
-¿Qué quieres cenar? Podemos hacer lo que quieras.- le puso alarma al auto y abrió la puerta para que Taemin entrara.
-No tengo mucho apetito, ¿pero estaría bien si hacemos hamburguesas?-
-Está perfecto. Comenzaré a prepararlas.- susurró Minho quitándose el saco de vestir para entrar a la sala de estar, en donde lo dejó sobre el sofá.
-Aún es muy pronto para que las arregles.- susurró Taemin dejando su mochila a un lado del sofá, notando como Minho se sentaba con un libro en sus manos. –Iré al baño, ñé.-
-Si te vas a bañar, el boiler está encendido.- contestó Minho abriendo el libro para leerlo. Pero al instante paró, se sentó de nuevo y tomó su celular. Mientras Taemin se baña, sería bueno saber si alguno de sus amigos pudiera conseguir el libro que le pidió.
-¡Minhoooo!- casi soltó el celular por la impresión, aun con el corazón agitado salió de la sala de estar para ir hacia el baño.
-¿Qué pasó? ¿Estás bien?-
-¡Ñé!- susurró Taemin bajando sus manos para cubrir su entrepierna, pero su colita de mapache ya le cubría su miembro viril. –Ya no hay champú.-
-Oh.- susurró Minho retrocediendo, volviendo a cerrar la cortina de la ducha. –Espera, iré a buscar un poco más.-
-No, pero si aquí está el tuyo, ¿puedo usar de ese?-
-Sí, está bien.- contestó Minho caminando hacia el botiquín que tenía dentro del baño. –Pero aquí está el tuyo, por si quieres.- tomó la botella de champú para llevárselo a Taemin
-¿Tú ya te bañaste?- preguntó el híbrido recibiendo la botella.
-Aun no, pero primero hazlo tú.- susurró Minho. –¿O quieres que nos bañemos juntos?- preguntó riéndose levemente por la idea.
Pov’s Minho
-Más a la derecha.- susurró Taemin así que froté la esponja sobre su espalda en la dirección que me dijo. –Je, je, sí, ahí.-
-Tu cabello ya está muy largo, tenemos que ir a que te lo corten.- susurré notando como su cabello era tan largo que le llegaba a cubrir la nuca.
-A mí me gusta largo, ñé.- susurró riéndose.
-¿En la escuela no te han dicho nada?- pregunté dejando la esponja en la jabonera. –Ya puedes girarte.- contesté.
Taemin así lo hizo, ahora que está creciendo en altura ya sus ojos llegan a mi barbilla, pero para mí siempre será el pequeño Ñé.
-¿También quieres que enjabone tu espalda, ñé?-
-No estaría mal.- susurré girándome.
Escuché que suspiró, incluso el aire que exhaló chocó contra mi piel y me hizo temblar, las manos de Taemin se posaron sobre mi espalda, en mi omóplato derecho. Sus yemas comenzaron a rozarme lentamente, lo hacía lento y continuo. Eché la cabeza hacia atrás mientras suspiraba, Su mano dejó mi omóplato para bajarla sin dejar de tocarme hasta llegar a mi cintura, alcé las cejas al sentir que cerró su mano y me empujó un poco hacia atrás.
-¿Taemin?- susurré porque escuché que jadeó.
-Todo bien, ñé, je, je.- asentí lento sintiendo la esponja, quizá fue mala idea esto de ducharnos juntos. –¿Cómo te está yendo en el trabajo?-
-Todo bien.- susurré, cerré los ojos porque me está gustando est… oh diablos, ¡Oh diablos! ¡¿Tengo una erección?! –Taemin.- susurré retirándome de él. –Estamos gastando agua en lugar de ahorrarla.- estiré mi mano para abrir la cortina y tomar mi toalla, misma que sin extender me cubrí la entrepierna. Tampoco es que estemos desnudos, ambos nos dejamos el bóxer pero aun así, no me quiero ver expuesto.
-Ya, espera un momento más.-contestó riéndose pero cerrando la cortina. –Pero quedaste a medio champú.-
Eso es lo que menos importa.
-Me iré a cambiar, tú hazlo aquí; estaré en la sala de estar, cuando quieras podemos arreglar la cena.- no esperé a que me contestara sólo salí del cuarto de baño y fui directo hacia mi habitación, por suerte tiene puerta y él no podrá entrar.
¿Cómo diablos dejé que pasara esto? No, no está bien, todo está mal. No debo de dejar que vuelva pasar los límites.
…
-¿Estás despierto?- fruncí el entrecejo y entreabrí los ojos. –Quita tus piernas.- las levanté del suelo, por inercia. Mientras enfocaba perfectamente a Taemin que traía una cobija consigo. –¿Desde cuándo estás deprimido?- se sentó en el sofá así que me pegué un poco más al respaldo.
-¿Deprimido?- pregunté lanzando el libro hacia la mesa de centro.
-Mi tío Kyu dice que la depresión se manifiesta de diferentes maneras y una de ellas es el sueño constante.- sonreí divertido por eso. –Además, hace tiempo que no te peinas.-