-Me dejaba usar sus camisas y dormíamos juntos, ñé.-
-Pero eso no va a cambiar.- contestó Jonghyun negando lentamente, sin embargo el hibrido asintió.
-Minho le preparó la cena, cortó sus hot cakes y se los dio en la boca.- “regresión”. –Le dejó dormir en su cama.- escuchó que Taemin hiperventiló y no hizo más que abrazarlo. –Tenía su camisa, ñé.-
-Un año pasa rápido.- susurró Jonghyun sin soltar el abrazo.
-Pero a Minho le gustan los zorros, ñé.-
-Te diré un secreto.- dijo Jonghyun soltándolo para mirar sus ojos. –Pero no se lo puedes decir a nadie.-
-Ñé.- asintió mirando el rostro de Jonghyun, algo en él le decía que ese secreto le haría bien, que lo calmaría.
-Minho era más feliz cuando tú eras el pequeño Ñé.- susurró por si Key estaba despierto no le escuchara. –Pero creciste y se sintió perdido porque ya no lo ocupabas.-
-Me reemplazó.- susurró ligeramente triste.
-No te reemplazo, sólo le asusta seguir adelante.- se encogió de hombros haciendo que Taemin sintiera un poco de confianza. –Le asusta que luego de que… en un año tú y él dejaran de tener ese vínculo, supongo que él está creyendo que te irás.-
-¡Ñé!- gritó Taemin sentándose en la cama. –No me iría, jamás lo haría.- negó efusivamente. –La única razón por la que estoy esperando a que pase ese año es para que podamos estar juntos… yo lo amo.- sus mejillas se tornaron rositas.
-Entonces si lo amas no te apartes de él.- susurró Jonghyun mirando los ojos del hibrido. –No dejes que ese niño nuevo se interponga entre tú y él. Es sólo un año, estoy seguro que en ese tiempo podrás mostrarle a Minho otra versión tuya con la que accederá a estar contigo.-
-Ñé.- susurró Taemin cerrando sus ojos. –Eso haré.-
Mientras en la habitación de Jonghyun Key recién había despertado de malas porque su celular no paraba de sonar, abrió los ojos para leer quién le molestaría a esa hora pero sólo vio borroso.
-¿Quién?- preguntó Key volviendo a cerrar los ojos mientras se giraba sobre su costado derecho y se aferraba a la cobija de Jonghyun.
-¿Has visto a Taemin?- preguntó Minho pasando la saliva ansioso, sin dejar de sentir el corazón latir fuertemente en su pecho.
-¿Quién?- susurró adormilado.
-Tae, Taemin… Ñé.- sintió el nudo subir a su garganta y terminar por cerrarla.
-No.-
-Si lo ves avísame, por favor.- talló los ojos para secar sus lágrimas dándose cuenta de que sus manos no habían parado de temblar desde que Taemin no regresó en ese último berrinche.
Finalizó la llamada y regresó hacia la puerta principal, salió de casa y miró hacia ambos lados de la calle. Mordió su labio inferior frustrado, pero regresó a casa corriendo. No le había llamado a Kyuhyun, probablemente Taemin estaría con él.
Pero antes de marcar los números entró una llamada, la que tomó inmediatamente.
-Hijo, ¿ya apareció?- hiperventiló al oír la voz de su mamá. –¿Por qué no llamas a la policía?-
-Porque no...- susurró limpiando sus ojos. –No han pasado cuatro horas.- sorbió de su nariz para hablar más claro. –Mamá… estoy asustado.- hiperventiló presionando los ojos para dejar salir la frustración e impotencia.
-Tranquilo, no va a pasar nada.- escuchaba la voz maternal y comprensible de su mamá, pero seguía negando.
-He estudiado esto, no quiero que me hablen los forenses para la identificación de cuerpo.- hiperventiló tallando sus ojos de nuevo. –O que esté involucrado en Trata de blancas.-
-No, no pienses eso.- susurró su mamá con cierto tono sumamente maternal que le hizo asentir tranquilo. –Verás que Taemin va a aparecer y estará bien. Sólo dale tiempo.-
-¿Cuánto tiempo?-
…
-Buenos días~- susurró Jonghyun entrando a la habitación de Key, en donde Taemin seguía dormido. –Vamos, es hora de despertarse.-
-¡Jonghyun!- gritó Key mirando el reportaje que pasaban en la televisión. –¡Ven a ver esto!-
…
Taemin frunció el entrecejo al ver la cantidad de policías que habían alrededor de su casa, eran más que la vez que había fallecido el vecino pero eso no quitaba el hecho de ser policías.
Estacionó el auto a un par de casas de la suya y bajó. Sabía que no debía de interrumpir la labor policiaca así que no paró a preguntar nada, sólo caminó hacia su puerta, la que estaba abierta. Alzó las cejas al ver que por esta vez no era Red Dress ni los servicios que solía utilizar Minho, sino que eran la policía meramente del Gobierno.
Entró en su casa y caminó por el pasillo hacia la sala de estar, vio que habían más policías pero no encontró a Minho.
-¿Lo mataría, ñé?- susurró sin molestar a los policías pues no quería estar involucrado en la escena del crimen. Continuó su camino hacia su habitación pero notó que tenía la cinta amarilla que Kyuhyun le había dicho significaba “alerta”. Frunció el entrecejo confundido y fue a la oficina, la única puerta que tenía la cinta amarilla rota.
Comenzó a preocuparse, ¿y si el niño zorro lastimó a Minho?
Pero se tranquilizó al entrar.
-¿Estás bien?- susurró Taemin al ver que Minho estaba sentado tras su escritorio, parecía que lloraba pero se estaba cubriendo los ojos con sus manos. –¿Ñé?-
De repente el corazón de Minho latió con más fuerza, giró su rostro en dirección a Taemin, dos segundos después se encontraba abrazándolo.
Lo apretaba fuertemente contra su cuerpo, su mano derecha estaba entre los mechones de Taemin y su izquierda sobre sus hombros, el mentón del híbrido sobre la clavícula del criminólogo. Sintió su corazón latir con fuerza y la respiración entrecortada de Minho. Sus labios temblaron mientras elevaba sus brazos para corresponder el abrazo.
-¿Estás bien, ñé?- susurró de nuevo sólo que su voz se quebró.
-Ahora sí, ahora sí estoy bien.- contestó sin disminuir el abrazo. –No te vayas de nuevo, por favor.-
Los brazos de Taemin abrazaron el cuello del criminólogo y terminó acurrucándose contra él.
-No me iré.- susurró haciendo que su aliento chocara contra el cuello de Minho. –Nunca.- mordió su lengua porque estuvo a punto de decirle esas dos palabras que hasta ahora no había inmutado a Kyuhyun ni a Jonghyun, pero sentía que aún no podría decírselas a Minho.
...
Tras cerrar la investigación y anunciar que Taemin ya había aparecido, la policía se retiró a finalizar sus carpetas de investigaciones o sólo a archivarlas en los gabinetes. No sin antes haber hablado con Minho y decirle que tuviera más cuidado con su hijo y que “un berrinche de adolecente no le incumbe a la policía”.
Minho sólo aceptó el regaño, inclinó su cabeza recibiendo los reproches.
No se molestaba porque sabía que había muchas personas que le habían amenazado antes con hacerle daño a Taemin. Contrario a eso, agradecía bastante que se hubieran movilizado aunque les regañó por usar “Alerta Amber” pues no era lo correcto. Aun así, la movilización policiaca terminó.
Fue hacia la sala de estar en donde Taemin estaba sentado mirando la televisión.
Pov’s Minho
-¿Estás despierto?- susurré entrando, llegando hasta el sofá en el que Taemin estaba sentado.
-Ñé.- susurró así que me acerqué hasta sentarme a su lado. –Es una película de abogados.- me miró sonriendo así que asentí.
-¿Sabes qué día es hoy?- pregunté mirando el televisor, en efecto es una de abogados.
-¿Qué día es hoy, ñé?-
-Hoy es tu cumpleaños diecisiete.- suspiré, dentro de un año mi vida podría volver a cambiar. –¿Ya pensaste qué pedirás de cumpleaños?-
-Sí.- sonreí por eso.
-Sé que el examen de conducir lo harás bien, los cursos de mecánica automotriz es sólo por prevención.- contesté tomando la mano de Taemin para que dejara de jugar con su cola de mapache. –Mi papá me hizo tomarlos y me pareció bueno que tú también lo hicieras. Pensaba que un auto de agencia era mucho pero estaba equivocado. Podremos ir mañana mismo a que escojas uno.-
-¿Harás todo lo posible por cumplir con mi deseo de cumpleaños?- me miró curioso así que sólo asentí mientras le despeinaba el cabello, sintiendo sus orejas de mapache moverse también.
-Exactamente.- contesté.
-Mi deseo de cumpleaños es…- me miró y sonrió, noté que sus mejillas se tiñeron de rosa pero negué lentamente, sabe que lo que sea lo puedo conseguir. –Choi Minho.-
-A qué…-
-Sí, yo te deseo de cumpleaños.- retiré mi mano de su cabello porque él se giró sobre el sofá, mirándome. –La pedofilia es hasta los trece, tengo diecisiete.-
-De hecho…- me hice un poco hacia atrás pero sus labios lograron posarse sobre lo míos.
-La Ley de Protección al Menor lo considera hasta los doce.-
Es la Ley de los Derechos de las Niñas, los Niñas y Adolescentes la que dicen que aún no puedo tocarte.
-No es correcto.- susurré sintiendo mi aliento contra sus labios.
-¿Qué es correcto?- cerré los ojos al sentir como presionaba de nuevo con sus labios. –Es cosa de paradigmas.- temblé con el aliento que emanaba su boca, sentí el mismo hormigueo indebido en mi cuerpo. –Sólo concédeme este deseo.-
Separé mis labios.
-Taemin.- susurré sintiendo su mano en mi pecho. –Taemin, para.-
…
-No nos morimos.- susurró Taemin por lo que entreabrí mis ojos, él estaba sobre mi pelvis.
Dejé caer mi cabeza sobre el respaldo del sofá y suspiré. Retiré mis manos de la cadera de Taemin esperando a que se bajara de mí, pero sólo volvió a tomar mis mejillas para besarme de nuevo.
-Tú sólo déjate querer.- fruncí el entrecejo y ladeé mi rostro para impedir que siguiera haciéndolo.
-Ya es tarde.- contesté volviendo a poner mis manos sobre la cadera de Taemin para bajarlo de mi cuerpo, así él cayó sobre el sofá. –Ve a ducharte.-
-Ñé.- temblé un poco más porque colocó sus manos en mi pierna derecha para levantarse del sofá. –Puedes ducharte tú también. No tengo problema con eso.-
-Sí, sólo ve tú primero.-
Taemin volvió a tomar mis mejillas para alzar mis labios y besarme de nuevo.
-Usaré tu champú.- asentí lentamente. –Date prisa.-
-Tengo que acomodar otras cosas que la policía desordenó. – Además preferiría ducharme solo y con agua fría. –También tenemos que ir por Rockhyun.-
-¡Sólo con una condición!- escuché el eco de su voz y el sonido de la regadera. –¡Yo seré el papá!-
-Sí así lo prefieres está bien.-
Miré el número de la psicóloga en la tarjeta de presentación, mordí mi labio inferior, ¿debería de ir? Arrugué la tarjeta y la aventé a la basura.
No tengo ningún problema, Key está loco, Rockhyun será saludable y Taemin sólo tiene un problema hormonal.