-Pero la vaca sí es robada… ñé.- susurró abrazando su colita para mirar el tv, en donde estaba Minho y ChangMin sentados del lado de la defensa.
-No sé si es robada o no, pero a Minho le están pagando por su servicio, él sólo va a hacer lo que sabe hacer.- susurró untando la nutella contra el pan tostado. –¿Como está Jonghyun?- rió porque se sintió extraño preguntar por su nombre, sin embargo no se refería a él.
-Ñé.- susurró Taemin tomando la rebanada de pan tostado. -Me dijo que daríamos un paseo pero no volvió por mí.- mordió el pan para comenzar a comerlo.
-Ya veo.- susurró Jonghyun suspirando. –¿Aun lo quieres?- preparó un nuevo pan tostado para comerlo.
-Es mi amo por eso lo quiero.- susurró sonriendo para seguir comiendo eso que reemplazaría las latas de comida para gato. –Pero mi nuevo Amo se ha portado mejor que antiguo amo.-
-Me alegro.- susurró sentándose para ver el juicio. –Se la hace raro que te haya comida para gato.-
-Ñé, yo se la pedí porque mi pancita estaba hambrienta.- se sobó el vientre sonriendo.
-¿Cómo te has sentido viviendo aquí? ¿No es muy duro?-
-Ñé.- negó Taemin. –Es cómodo pero me da miedo.-
-¿Miedo?- preguntó Jonghyun preocupado.
-Tiene fotos de personas muertas.- dijo levantándose del sofá para correr hacia la oficina y tomar el expediente para regresar a la sala de estar y mostrárselo a Jonghyun.
Al tomarlo leyó “Tentativa de Homicidio” lo abrió y salieron las fotografías, al caer en su regazo Taemin volvió a esconderse tras su colita.
-¿Estas fotos?- preguntó Jonghyun tomándolas para mirar un poco, pero tan sólo identificó un cuerpo sobre el suelo las devolvió al expediente. –No estaba muerto, dice que intentaron matarlo.- dentro del cerebro de Taemin había un debate entre qué le daba más miedo, si las fotos con alguien muriendo o que alguien lo haya querido matar.
-¿Por qué alguien le haría eso, ñé?- preguntó Taemin estirando su cabeza lo más que su cuello le permitía para mirar las fotos.
-No lo sé, pero eso es lo que Minho tiene que saber, quién quisiera matarlo y por qué.- le levantó con todo y el expediente para regresarlo a la oficina de Minho. –¿En donde duermes?- regresó a la sala de estar para ver a Taemin centrado en el juicio.
-Ayer dormí aquí, pero él también lo hizo.- su dedo estaba sobre la imagen de Minho en la tv. –No sé en dónde lo haré hoy, ñé.-
-Te prepararé otro pan.- Taemin se levantó del suelo para ir a un lado de Jonghyun y sentarse. –Cuando tengas hambre, no busques las latas de comida, mejor busca esto.- apuntó hacia el pan tostado. –Y una de éstas.- ahora apuntaba a la nutella. –Minho las ama así que siempre va a haber.- terminó por prepararlo para dárselo.
-Ñé.- asintió feliz recibiéndolo.
-Si quieres más está bien, prepáralas.- Jonghyun tomó un cojín del sofá para abrazarlo. –Estoy muy cansado y mirándolo hablar de leyes sólo me dormirá.- susurró mirando cómo se desarrollaba el dichoso juicio.
-Ñé.- dijo Taemin medio molesto porque él quería verlo, quería saber si la vaca se iba con el dueño o si se quedaba con el ladrón (aunque no entendiera nada de lo que estaba mirando, ni sabía quién era el dueño o quien el ladrón pero quería saber y así sentirse igual de inteligente que los amigos de Minho).
Jonghyun sonrió al ver que Taemin estaba bien, había comido y le enseñó cómo prepararse más, estaba tranquilo mirando la tv así que estaba bien dormir un poco. Suspiró y cerró los ojos.
Mientras Taemin miraba fijo el juicio, sólo los veía hablando pero no entendía muy bien de qué, se levantó del sofá y vigiló que Jonghyun no se moviera, se aseguro de que estuviera dormido y nada lo despertara para salir de la habitación.
Esa era su nueva casa pero no había explorado ni conocido más allá del baño, la habitación y el comedor. Había explorado ya en la oficina pero no era un lugar divertido, salvo por la silla con rueditas que ChangMin hacia girar de un lado a otro, pero ahora sin él sería igual de aburrida que el resto.
Puso su mano derecha sobre la pared para caminar e ir tocándola, notó que la pintura caía en forma de polvito y sus dedos ya estaban manchados, sonrió al tocarse las mejillas para dibujarse algo. Luego salió corriendo hacia la habitación de Minho en busca de las toallas húmedas de la noche pasada.
Había visto que esas las usaba Minho cuando “no quería lavarse las manos” y justo ahora no quería hacerlo. Al entrar vio todo más grande. Ciertamente se veía enorme sin Key ni el mismo Minho ahí, entró mirando todo lo que había.
El tocador con muchos objetos que no había visto antes, alcanzaba a leer algunas letritas pequeñas que decían “no se deje al alcance de los niños” así que se alejó de ellos. Sonrió al ver un aparato en especial que Minho había usado antes de irse.
Una especie de tenazas que se había pasado por los mechones de cabello, dejándolo lacio. Las tomó y movió los botoncitos como Minho lo había hecho, sin saberlo la había encendido. Se miró al espejo que sólo dejaba ver desde su pecho hacia arriba, peinado su cabello como Key lo había hecho después de vestirlo y sonrió.
Luego deshizo ese peinado para hacerlo como el que tenía Key, algo partido por el centro de la cabeza y elevado, estuvo jugando con su cabello y las orejitas un par de veces más hasta que vio las bolsas de ropa.
Corrió hacia la cama para sacar algunas y medírselas, se puso sus nuevas chaquetas, sus gorros e incluso acomodó mejor sus orejas para que quedara lindo, se iba a probar los pantalones que al sacarse el que llevaba puesto se lastimó la colita por lo que desistió.
Había visto que con las tijeras le hicieron el hoyito, pero él podría estropearlo así que mejor esperaría a que Key lo hiciera. Ese rubio le había hecho sentir bien, le gustaba estar con él y más ahora que sabía sería su profesor particular.
Por otro lado ChangMin le divertía con la silla con rueditas y le habían enseñado a rayar las paredes de Minho, también lo que eran las huelgas “que no eran más que pintar letras y gritar”, algo que le salía muy bien. Pero uno de los amigos de Minho no le caía muy bien, ese a quien no conocía pero había estado con ChangMin y Minho.
Luego estaba su “hyung” como él le había pedido que le llamara. Conocía a Jonghyun desde que estaba en la otra casa, además de pedirle que lo tratara como hyung y que tampoco dijera “ñé” cuando hablara, se había puesto feliz al volverlo a ver.
Infló sus mejillas y se dejó caer en la cama, de inmediato se asustó al rebotar. Pero tras estabilizarse se levantó y la pateó como partearía el suelo, rió un poco pero terminó saltando. Cuidaba de no saltar los bordes para no caer y lastimarse, también cuidaba de que no estropeara las bolsas con ropa nueva pero en medio de las risas y carcajadas que le causaba saltar en la cama miró una lucecita roja que le llamó la atención.
Dejó de saltar para sentarse en la cama y bajar de ella. Caminó hacia la plancha de cabello que tenía Minho y recordó que antes de saltar en la cama estaba jugando con ella. Caminó hacia él para tomarla y seguir jugando.
Por suerte la había sujetado del mango en donde la temperatura no afectaba, sin poner mucho cuidado como hace rato, la acercó hacia su cabello y las cerró.
Justo como Minho lo había hecho.
-¡¡¡¡Ñééééééé!!!!!-
La sensible oreja de Taemin quedó entre ambas placas calientes.
Y su única reacción fue tirarla lejos, pero al hacerlo terminó por arrancarse la piel lacerada. Al salir volando la plancha se desconectó y cayó al suelo.
Taemin sintió mucho dolor en la orejita lesionada, su cabeza se inclinó hacia la derecha por el mismo dolor, comenzaba a contraerse su ojito derecho. Intentó tocarse y sobarse para calmar el dolor pero tan solo la rozó volvió a lastimarse.
-Ñéééé.- gimió de dolor. No quiso mirar el estado de su oreja sólo regreso adolorido hacia la sala de estar en donde Jonghyun seguía dormido. Entró arrastrando los pies, con su colita en las manos, abrazándola pero sintiendo un intento dolor en su oreja, tampoco lograba equilibrar su cabeza porque según creía que su estabilidad residía en las orejas.
Se sentó aun flageando de dolor a un lado de Jonghyun, moqueó una vez más y con un puchero en los labios se dispuso a no explorar más en su nueva casa, sólo mirar la tv e iría por ahí cuando Minho estuviera cerca, cuidándolo.
En la sala de juicio…
Pov’s Minho
-La defensa llama al estrado al Sr. Lee.- dije una vez de pie, mirando al Juez.
-Adelante.- autorizó. Entonces salí con las fotografías que me harán ganar el caso.
-¿Jura que con ayuda de Dios usted sólo dirá la verdad y nada más que la verdad?- preguntó el policía que está a cargo de la sala, el Sr. Lee puso su mano sobre la biblia y aceptó. Entonces sonreí.
-Bien Sr. Lee, ¿Cómo podemos saber que una ganado ya tiene propietario?- pregunté acercándome al estrado.
-Con la marca del ganado.- contestó, asentí acercándome hasta que descansé el brazo en su mesa.
-Dígame usted, Sr. Lee, ¿esta marca es de usted?- le mostré la primera fotografía.
-Sí.- contestó regresándomela.
-Bien, esta marca es del Sr. Park. ¿estamos de acuerdo en eso?- le mostré la segunda fotografía la cual también asintió para dármela. –Entonces Sr. Lee, contésteme si o no la marca que tiene la vaca en cuestión es de usted.- le mostré una fotografía más que tenía la marca de la vaca caroja en su muslo, que en efecto es la del Sr. Park.
-No pero es que yo…-
-Señor Juez, le suplico que le recuerde a nuestro interrogado que su presencia igual que las respuestas mis preguntas o las de mi colega Max ChangMin serán contestadas de manera objetiva.- dije mirando al Juez.
-Sr. Lee, le recuerdo que usted sólo tiene que responder lo que la Defensa le plantee de manera objetiva.- asentí.
-Gracias.- volví a mostrarle la fotografía. –Es esta, sí o no, ¿la marca de usted?-
-No.- contesté susurrando.
-Más fuerte por favor, queremos que todo el jurado lo escuché.- pedí dejando las fotografías para que él las mirara mientras me iba hacia el jurado. –¿Es si o no, la marca de usted?- pregunté de nuevo.
-No.- sonreí para acercarme de nuevo. Tomé la fotografía de las marcas del ganado del Sr. Park y la que tiene la vaca.
-Sí o no, ¿la marca del Sr. Park es la que tiene la vaca que usted acusa de ser suya?- las fotografías se las mostré al juez cuando asintió las mostré al jurado.
-Sí.- contestó.
-No más preguntas.- terminé por dejarle las fotografías al jurado.
…
-El jurado requiere de cuarenta minutos para solucionar el conflicto, agradecemos a las partes, tanto a la Defensa como la parte acusadora.- asentí mirando a la encargada de sala.
-Cuarenta minutos para la resolución del caso.- y con el martillazo del Juez sonreí.
-Otro caso bien ganado.- susurró ChangMin metiendo sus documentos al portafolio, hice lo mismo que él para dejarlo sobre la mesa de nuestro lado y salir de la sala de juicios. –Estás levemente desconcentrado, ¿por qué?- ambos caminamos por los pasillos en junta de las demás personas que estaban saliendo.
-No sé.- susurré saliendo del juzgado. –Me preocupa Ñé.- terminamos recargándose en uno de los pilares de la entrada del juzgado, esos que le daban un aspecto griego a la fachada.
-Cálmate, Jonghyun lo está cuidando y él sabe qué hacer.- miré a ChangMin, estaba mirando hacia un local de comida. –¿Cuarenta minutos?- me preguntó casi sonriendo.