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Entre leyes y colas peludas por 5kn_akatsuki

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Notas del capitulo:

Holi!

Creo que al actu quedara cada martes hasta donde pueda ._. de menos, el plan es que sea semanal. Gracias por los rws~ que me comprobó la teoria del oneshot. Cuando publico un oneshot llegan cuando mucho 5 rw y este primer capitulo tuvo más de diez rws. 

Ahí a una sele quitan las ganas de hacer oneshot T.T naaaa~ no se quitan y de todos mdos se agradecen!

A leer!

-Sólo voy a ir por la caja de herramientas.- dije apuntándola por encima de mi hombro pues estaba delante del auto.

-Si va a tardar mucho como mi antiguo amo, ¿puede darme un poco de más comida? Mi pancita tiene hambre, ñé.- se tocó le vientre pero no miré.

-Pásate al asiento de adelante.- le abrí la puerta para que saliera y lo conduje hacia el asiento del piloto. –Si por un segundo dejas de mirarme, toca el claxon.- toqué el claxon y luego sus manos se posaron sobre él, al hacerlo rozó con mi piel que pese a estar con marcas de tierra se seguía sintiendo suave.

-Ñé.- asintió sonriendo, tuve el impulso de despeinarle el cabello y al hacerlo toqué sus orejas de mapache.

-No tardaré.- caminé hacia la caja de herramientas pero antes de agacharme sentí la vibración de mi celular de trabajo, lo saqué del bolsillo y miré el numero que me marca. Desconocido.

-Buen día, habla al bufete Red Dress, ¿en qué podemos ayudarle?- olvidé la caja por un momento para recargarme en el cofre del auto. –¿Le parece bien si nos vemos a las siete de la noche para que me plantee su situación y nosotros le diremos en qué podemos ayudarle, si acepta nuestros servicios o no?- ha llegado un nuevo caso pero ya tengo uno pendiente, me gusta primero finalizar uno para abrir otro.

-Gracias, estamos a sus órdenes.- finalicé para marcarle a ChangMin y avisarle que tenemos un nuevo posible caso, me preguntó igual si ya había solucionado mi problema del auto o que si ocupaba ayuda, le contesté que todo iba bien, sólo que aun no llegaba a la ciudad.

Guardé mi celular para agacharme y tomar la caja de herramientas, me preparé para el claxon que en efecto sonó, por lo que tuve que hacerlo todo aprisa, al verme el claxon dejo de sonar.

Me sonrió y saludó desde el asiento del piloto, intenté corresponderle para ir hacia la cajuela en donde la puse y sin faltar, el sonidito del claxon estuvo sonando hasta que me miró.

-Viste, no me fui.- abrí la puerta del piloto y él intentó buscar otro lugar. –Tienes que pasarte a los asientos traseros.- de menos hasta que lleguemos a casa, luego pensaré qué hacer con él.

-Wow, ¡espera!- tomé su cadera para regresarlo al asiento pues así me mostró toda su desnudez al levantarse para irse a donde le pedí. –Esto será difícil.- susurré. –Espera ahí, no te levantes.- giré sobre mis talones para abrir la puerta trasera y sacar el abrigo que usé hoy en la mañana. –Póntelo.- a mí me llega hasta las pantorrillas, a él tiene que cubrirle todo.

-Ñé.- asintió fuerte. Me giré para no ver nada.

-Cuando lo tengas puesto pasa al asiento trasero y no hagas ruido.- después de que lo hizo, me subí de piloto y emprendimos el regreso hacia la ciudad, en específico hacia mi casa. Las personas dicen que debería de comprarme una mejor o de menos arreglar la fachada porque en la pared de la calle la puntura ya se cayó, ahora es blanca con partes salmón y no tiene ventanas.  

La puerta también es de madera ya muy vieja. Además de que es de un sólo piso.

Es así porque así la tenían los abuelos, de hecho la casa ni es mía, vivo ahí mientras me decido en comprarme una. Es la dulce y apapachable casa de los abuelos pues ellos dijeron que estaba bien me murada ahí hasta que mi bufete tuviera éxito y yo el dinero suficiente para comprar o hacerle las remodelaciones necesarias para que esté presentable.

Pero prefiero tener así la casa, me recuerda que aun soy humano. Tener una casa mucho más bonita y arreglada me daría estrés. Incluso tiene jardín central porque sí, hay un jardín en el centro de la casa y los pasillos que lo rodean es donde está el cuarto en donde duermo, mi oficina, el salón de reuniones, la cocina comedor, la sala de estar, el cuarto de estudio y lo que antes era la bodega de papeles ahora podría ser la habitación del niño mapache.

Los abogados que conozco dicen que mi auto es lo único que no  combina con el estilo de mi casa, pues es más actual, un Pontiac gt 2007 porque en ese año me gradué de la universidad.

Al llegar a casa aparqué, el sol ya estaba ocultándose así que suspiré mientras me aflojaba la corbata, salí del auto y tomé mi portafolio. Cerré la puerta y le puse alarma. Caminé hacia mi puerta y abrí empujándola, tengo que ponerle alguna chapa o algo más seguro que sólo la maña de empujarla fuerte.

Dejé la puerta abierta y prendí la luz de los pasillos.

Me fui directo hacia la oficina en donde dejé el portafolio y la corbata que ya me había quitado. Corrí hacia la ducha y después de un baño de quince minutos salí para ir a mi habitación y buscar un traje, la corbata será la que dejé en la oficina.

Mientras abrochaba los botones de mi camisa caminé hacia la cocina, abrí el refrigerador con el codo para terminar de atar los botones y saqué la leche. Miré el reloj, faltan veinte minutos para la cita de negocios. Dejé el vaso con restos de leche en el refrigerador, la leche la regresé para salir de la cocina e ir a la oficina.

Tomé el portafolio, lo abrí y sólo saqué la tarjeta de presentación, el celular de trabajo y volví a cerrarlo. Salí de la oficina y caminé hacia el pasillo para salir de casa. Tomé las llaves del auto y le avisé a ChangMin que iba hacia la cena de negocios.

Cerré la puerta de la casa de los abuelos y caminé hacia el auto.

Le quité la alarma y abrí la puerta para meter el port… ¡el niño mapache!

-¿Qué haces ahí?- pregunté sorprendido, dejando el portafolio en el asiento del piloto.

-Amo dijo que me pasara a los asientos traseros y no hiciera ruido.- estrellé mi palma contra mi frente. –¿Eso lo hizo feliz, ñé?-

-No, claro que no.- le indiqué que se acercara a mí, él lo hizo lento, luego lo tomé entre mis brazos para sacarlo del auto, lo cerré con una patada para entrar a mi casa casi corriendo para ir hacia mi habitación y limpiarle la carita con toallas húmedas, lo llevé al baño para lavarle las manos y luego corrí con él hasta la sala de estar en donde lo senté frente a la televisión.

Regresé a la cocina para tomar un vaso y servir leche. También tomé un paquete de galletas de avena para ir y dárselos al mapache.

-Come esto por el momento, tengo que ir a una cena de negocios, si tienes sueño duérmete, si quieres ir al baño, ve, si tienes más hambre ve a la cocina y toma comida. Regresaré en cuanto pueda.- acomodé su colita en el sofá para que estuviera cómodo y caliente.

-¿Vas a regresar? ¿Ñé?-

-Sí niño, tengo que regresar.- miré el reloj, faltan al menos tres minutos para la dichosa cena y no estoy en el auto camino a ella.

-Tienes comida para gato, ¿ñé?- me quedé en el marco de la puerta para mirarlo por encima de mi hombro.

-¿Comida para gato?-

-De lata morada, la de verde no me gusta, ñé.- ¿comida de gato?

-¿Por qué?- pregunté girándome para mirarlo.

-Mi antiguo amo me daba comida para gato.- oh pues…

-Si  quieres te compro latas de comida pero ya tengo que irme. No te metas en problemas.- le advertí para salir corriendo de casa, tuve que cerrar la puerta y luego entrar al auto, justo estaba por encender el motor ChangMin me marcó quejándose de que ya estaban los posibles clientes y él, pero yo aun no.

Bueno no es algo que no supiera así que me molesté y porté sarcástico, le dije que con su llamada no me iba a ayudar para llegar temprano. Seguramente se molestó también porque durante la cena estuvo opacándome con sus conocimientos y su experiencia.

No era una pareja quienes nos hablaron sino un par de amigos que supieron de nuestro bufete, durante la cena no hablamos de su caso porque se trataba de un intento de homicidio y es de mal gusto comer carne y hablar de ello.

Nos preguntaron por nuestra reputación, Red Dress no es el mejor bufet, es de los mejores. Nuestros afiliados son los expertos en sus áreas y el precio es variable. Esta vez nos ajustaremos al sueldo que ganen los dos amigos para cobrar nuestros servicios.

Nosotros pagamos la cena, con nosotros me refiero a mí porque ChangMin se molestó bastante que sólo tomó su copia del expediente que ya levantó el Ministerio Publico y se fue. Después de asimilar el caso y de hacer hipótesis me fui del restaurante, pasé a una tienda de autoservicio a comprar muchas latas de comida para gato de etiqueta verde y morada porque esas dos las mencionó.

También tengo que pensar qué haré con él.

A quién debería de pelearle su custodia o ante qué organismo lo registro, si se enferma lo tengo que llevar a un médico o a un veterinario, ¿le tendrá miedo al agua?

Llegué a mi casa, pero no me estacioné ahí sino que fui hasta la pensión a guardar el auto, luego salí con el expediente y las latas de comida. Son cerca de la media noche espero que ya este dormido. Me preguntó cómo lo hará, ¿se echará en bolita mientras su cola le cubre la nariz? ¿O estará acostado en el sofá?

En el peor de los casos tomaría literalmente alguna de las sugerencias que le di.

Abrí la puerta empujándola y entré para cerrarla de la misma manera.

Le mandé un mensaje con muchas caritas tristes a ChangMin para que me perdonara. Espero que al menos lo lea. Caminé hacia la sala de estar, la tv aun se escucha encendida. Me asomé lento para no molestarlo.

Awwww… mordí mis labios para no emitir ningún ruido.

El niño mapache está hecho bolita en posición fetal, su colita está cubriéndole parte de la cara, está dormido.

Suspiré feliz, y luego me di cuenta de ello regañándome, no sé cuánto tiempo el estará aquí así que no tengo que encariñarme bastante. Tomé mi portafolio, saqué el expediente para comenzar a leerlo.

Las fotografías cayeron y miré que el sonido no lo despertara, él sólo se movió un poco pero se volvió a dormir. Tomé las fotografías sin hacer ruido, en ellas se veía el cuerpo bocabajo de una persona y mucha sangre bajo él, además de que sus brazos estaban extendidos hacia adelante y por sus piernas diría que intentó huir pero cayó y hasta ahí llegó.

Había fotos de las heridas abiertas, de todas las que tiene porque fue apuñalado al menos en treinta y dos ocasiones, todas en el pecho, en sus brazos habían marcas de defensa lo que dice pudo ser un asalto que salió mal o un homicidio mal ejecutado.

Dejé las fotografías en la mesa de centro, ahí estaba el vaso de leche vacio y la envoltura de galletas vacía, ahí estaban también las latas de comida de gato y un tenedor. Tuve el impulso de acariciar su cabello, ¡wow! ¿Ronroneo? ¡Ronroneo!

Me sentí travieso y volví a acariciarlo.

-¿Ñé?- detuve mi mano, él me miró con sus ojos somnolientos. –Me comí lo que me ordenó.- se levantó del sofá para sentarse a mi lado, recargó la cabeza en mi hombro y su colita de mapache le cubrió el cuerpo pero también alcanzó a taparme. Sentí un cosquilleo en el estomago… me gustó.

-Sigue durmiendo.- susurré lento para acariciar su cabello pero volvió a ronronear, si lo sigo haciendo él no podrá descansar. –Te portaste bien.-

-Ñé.- susurró, sus ojos lentamente se cerraron y su cara volvió a adquirir paz.

Me sentía cómodo, su colita esponjada de mapache me cubrió aun más, dejé el expediente a mi costado derecho para acurrucarme contra él.

Presioné los ojos, sentí mucho frio, busqué tentando todos lados la cobija pero no encontré nada, entonces los abrí .

-Buenos días.- susurré tallándomelos.

-…- abrí los ojos para mirar al mapache, estaba en la esquina de la sala, en posición fetal ocultándose con su colita. Miré por encima de mi hombro a lo mejor le tiene miedo a los insectos y hay uno.

-¿Qué?- pregunté al no encontrar ni arácnidos. –¿Tengo algo?- será como esas mariposillas que suelen atacarme. –Dime algo, ¡me estás asustando!- me levanté del sofá para sacudirme violentamente.

-Eres una persona mala, ñé.- lo miré alzando una ceja, él se cubrió más.

-¿Por qué?- pregunté curioso. –Te compré la comida que dijiste.- apunté a la bolsa de… ya veo. –Las viste, ¿eh?- todas las fotografías del cuerpo lesionado del nuevo caso estaban extendidas sobre la mesa de centro. Imágenes en alta definición de las heridas, de las puñaladas del pecho, de las marcas de defensa de los brazos, de las manchas de sangre en el suelo, sííí, algo que no me gustaría que viera pero ya lo hizo.

-¿Me vas a hacer esto?-

-No.- me apresuré a contestar. –Yo no hice esto.- apunté las fotografías, en otras ocasiones me toca hasta tomarlas pero esta vez soy totalmente ajeno a… ¿o habla de las puñaladas?

-Eres un hombre malo.- me miró con el entrecejo fruncido pero sé que tiene miedo. –Ñé.-

-Yo no hice esto, ni las puñaladas ni las fotografías.- la cuales tomé para guardarlas dentro del expediente.

-Me gustaba más mi otro amo, él tenía cosas bonitas en sus fotos.- presioné los ojos divertido, “su otro amo”.

-Mapachito.- lo llamé.

-Es Taemin… ñé.- caminé hacia él pero se escondió más tras su cola, tanto que esta lo cubrió en su totalidad.

-Taemin ñé, mi trabajo es saber quién le hizo esto a esa persona y castigarla. En realidad soy un hombre bueno.- me quedé parado frente a él, poco a poco bajó sus manos que sostenía su cola. –Esas fotografías me ayudarán a saber quién lo lastimó así.-  de preferencia saber quién también.

-¿Tú no se las hiciste?- me miró con los ojos llenos de lagrimas, negué lentamente. –¿Puedo confiar en ti?- asentí mientras me agachaba para intentar tomarlo entre mis brazos y levantarlo.

-Puedes confiar en mí.- afirmé elevándolo.

-¡Ñé!- se aferró contra mi cuello.

-Vamos a darte un baño para que puedas desayunar.- salimos de la sala de estar para ir directo al baño. –Luego tendré que ir a comprarte ropa porque no puedes usar la mía.- al llegar lo bajé, el contacto de sus plantas de los pies contra el frio suelo lo hizo saltar.

-Ñeééé.- se quejó, supongo.

-También hay que comprarte zapatos.- dejé que se subiera mi espalda, que se aferrara como koala mientras preparaba el baño. –¿Te da miedo el agua?- pregunté sintiéndola templada, pero lo mejor será que se caliente bien. 

Notas finales:

Me gusta mucho este fic, porque es lo que haré cuando egrese como crminologo, así que es como "practica" suave para mí. Más en seguir procesos y auditorias, tengo mi libreta de Juicios Orales a un lado ._.

El fic está basado en las leyes y el sistema juriprudencial de México. 

Dejen un rw!


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