¡Hola!
Aquí traigo otro drabble que traduje en un tiempecito que tenía por ahí. Esta vez es un MakoRin *w*, así que disfrútenlo.
Estoy escribiendo esto en este apartado porque el drabble es tan corto que Amor Yaoi no me permite subirlo si no tiene más de 500 palabras, así que lleno espacio con esto XDD
¡Pero en fin! Lean y disfruten.
Rin se abraza a sí mismo, listo para recibir el primer golpe, pero cuando la mano de Makoto finalmente baja hasta su trasero, el chico se encuentra a sí mismo revolviendo los ojos.
—No soy un niño. ¡Hazlo más fuerte! —dice Rin, y se alegra de que está acostado sobre el regazo de Makoto y de que no puede verle la cara. Incluso cuando la idea había sido suya, aún se siente tan avergonzado que su rostro casi alcanza el color de su cabello.
— ¿Y si te duele? — pregunta Makoto, preocupado por él como siempre.
— ¡S-se supone que duela!
Rin se relaja de nuevo y espera por el siguiente golpecito. Pero cuando la mano de Makoto le toca el trasero, lo hace fuerte, y suena fuerte también.
— ¡Ahh!
— ¿Así está bien?
— ¡Ha-hazlo de nuevo! ¡Otra vez! —jadea Rin. Su trasero arde, pero el dolor se siente bien y su miembro empieza a endurecerse contra el muslo de Makoto.
El siguiente golpe es incluso más fuerte que los otros dos, y el tercero llega inmediatamente después, sin darle tiempo para recuperarse. Rin se retuerce y gime, pero arquea la espalda para que su trasero se encuentre con todos los golpes que llegarán eventualmente.
Dios.
Le están dando nalgadas. Eso es algo humillante.
Rin puede sentir la piel de su trasero arder cada vez que la mano de Makoto baja hasta ella. Duele, pero también se siente tan, pero tan bien que su miembro no deja de frotarse contra el muslo de Makoto, aún sin que él se haya dado cuenta.
Gime con cada golpe y prácticamente empieza a jadear cuando Makoto le da múltiples palmadas seguidas. Rin encara a las sábanas de la cama, y cuando Makoto lo golpea aún más fuerte, un lloriqueo ahogado se escapa de su boca. Rin piensa cómo sería si Makoto atara sus manos a su espalda y usara una paleta o algo parecido para darle nalgadas una y otra vez hasta que Rin se ponga a rogarle.
Rin deja escapar los siguientes gemidos contra la sábana de la cama, algo preocupado de que se le salga algo relacionado a su fantasía. Pero pronto está gimiendo ruidosamente cuando Makoto usa una mano para tomarle los testículos y jugar con ellos gentilmente, mientras que con la otra le da palmadas fuertes en la parte de arriba de los muslos y en el trasero.
Gime cuando Makoto se detiene para amasar su trasero con las manos; el toque se siente de más en su piel que arde, pero Rin deja que Makoto le acaricie todas maneras.
— Está tan roja. ¿Quieres seguir? — pregunta Makoto. Su miembro también está duro, y presiona contra el estómago de Rin.
—S-sí, por favor.