No he vuelto a ver a Feliciano desde aquel día.
Estoy seguro de que sigue enfadado y decepcionado de mi... si lo voy a ver, se que sólo empeorare las cosas, así que mantendré distancia por ahora.
Pero... empiezo a pensarlo más... ¿De verdad estoy tomando la decisión correcta? ¿Soy capaz de entregarle así mi vida?... pues si, soy capaz, y estoy completamente decidido.
Mi problema es que, por supuesto, todos lo ven como un error. Aún tengo marca del buen golpe que me dio Gilbert cuando se lo dije, no recuerdo mucho de ello, pero estaba claro que no me dejaría ir tan fácilmente.
Suspiro mientras agitó mi cuchara en la taza de café. No le he dado ni un solo trago cuando escucho pasos hacia el comedor, suspiro algo molesto: -Bruder, basta, ya no quiero hablar de eso contigo...-
-¿En verdad, Ludwig-san?-
Volteo de inmediato para encontrarme con los serenos y calmados ojos de Kiku, al igual de que con su pequeña sonrisa: -¿Podría sentarme?-
Simplemente asiento y el toma lugar junto a mi. Le ofrezco algo d beber y el inmediatamente lo rechaza, de repente jugando con sus manos. Asiento y nos devolvemos en un incómodo silencio...
-... ¿Como han ido las cosas con Feliciano-kun?- me pregunta de repente rompiendolo inmediatamente y mirándome directamente a los ojos.
Suspiro: -No... No del todo bien... el tratamiento no ha funcionado, no quieren hacerlo sufrir más-
-Oh, Feli-kun...- Dice Kiku de repente apenado mientras pone una de sus manos en su rostro: -me siento tan mal por no haber podido ir a verlo antes... últimamente Yao Nii-san ha tenido problemas y lo he ayudado-
-De seguro es con aquel ruso, ¿No es cierto?-
-Acertaste-
Los dos reímos un poco hasta volver a nuestro aire serio y a otro silencio hasta que el habla de nuevo: -... p-pero... tomando en cuenta lo que dices... ¿El...?-
Me quedo callado un momento respirando hondo para decirlo una vez más: -Lo desconectarian y dejarían que el tiempo hiciera lo suyo... a menos que...-
-¿A menos que...?-
-Se le hiciera un transplante-
Ahí fue cuando claramente pude ver a Kiku palidecer: -F-Feliciano-kun...-
-P-Pero no te preocupes, lo más probable es que salga de esta... será sencillo-
-¿No es muy difícil conseguir un corazón, en realidad?- Me pregunto el algo cconfuso.
-Si... lo es- le contesté pensando un poco y sonriendo después: -pero será más sencillo está vez, créeme... sólo... espero que tu y el se sientan mal después...-
-¿Uh?-
Me paré apartando mi taza aún con café y lo mire: -Si quieres podría llevarte a verlo-
-¡A-Ah, no, claro que no! N-No quiero causar molestias, Ludwig-san...- Me contestó algo apenado y nervioso.
De nuevo sonreí: -No te preocupes... No hay ningún problema-
Lo note aún nervioso y vacilante hasta que, dando un suspiro de rendición se paró y me agradeció agachandose un poco con sus manos juntas: -... muchas gracias, Ludwig-san-
-No hay problema... andando-
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Al llegar al hospital, no pude evitar sentir un poco de melancolía. Pocas veces vengo ha estos lugares para mi suerte... pero siempre que llegó a venir me siento de esa forma. Pero... por alguna extraña razón, está vez es más fuerte...
Cuando estaba a punto de entrar a la habitación, note que Ludwig-san no estaba al lado mío, lo mire con confusión: -¿Tu no entraras?-
Pude notar la tristeza y dolor en sus ojos, a pesar de que lo trató de ocultar con una sonrisa: -No, no... adelante, no te preocupes por mi-
Lo mire otro poco, pero asentó y con firmeza y valor entre a la habitación. Por un momento sentí que iba a caer.
Su cuerpo... se veía tan frágil y delicado. Tan... apagado. No me gustaba ver esos cables y tubos sobresalir de sus pequeños brazos y manos. Odiaba esto, porque en realidad nunca pensé que lo llegaría a ver así... a Feliciano-kun...
Era doloroso...
Me acerqué lentamente a él y le acaricie el pelo, tan delicadamente por el miedo a maltratarlo. En ese momento el abrió sus tristes y ahora más pequeños ojos y me sonrió a través de aquella máscara de oxígeno atada a su rostro: -Ki... ku...-
-... Hola, Feli-kun- le devolví de igual forma: -me alegra tanto verte, estaba tan preocupado-
De repente, lo pude ver en sus ojos. Temor, preocupación. Su mano me tomo inmediatamente de mi manga, casi desesperado: -Lud... wig...-
-Ah, el no está aquí, pero si quieres puedo decirle que en...-
-Lud... dy...- pronuncia interrumpiendome: -de... tenlo...-
Lo mire algo sorprendido y confundido a la vez: -¿C-Como? No entiendo-
Inmediatamente me apunta al lado izquierdo de su pecho; justo sobre su corazón: -el... me lo... dará... No debe...- me dijo casi llorando tomándome más fuerte: -por favor...-Simplemente lo tome entre mis brazos y lo abrace con delicadeza...
Ah... con que Ludwig-san me había dicho esas cosas. Que no sufrieramos después de que aquello acabará.
Por un momento pense en el entonces gran amor que sentía Ludwig-san a Feliciano-kun, pero después... sabía que aquello era una locura. Feli-kun se veía relativamente bien por ahora, suficiente para buscar un donante y evitar aquello.
Más sabía que no se rendiria fácilmente. Sabía que Ludwig-san no tendría la paciencia suficiente, que estaba desesperado. Pero es comprensible; es el amor de su vida a fin de cuentas.
-No te preocupes, Feliciano-kun- dije acariciando su cabello: -todo estará bien... te lo prometo-