Todo eso no podía ser más que una broma. Y una broma muy pesada, pensó Daniel mientras suspiraba, sentado en aquel banco de plaza. No podía encontrar otra explicación para lo que había ocurrido en las últimas 24 horas. Todo había comenzado la noche anterior, cuando se fue a dormir y encontró a Minsoo durmiendo en su cama como de costumbre.
-¡CAP!- exclamó, despertándolo -¿Es que no tienes tu propia cama?
-Niel- sonrió al ver su expresión molesta. Lo jaló del brazo, haciendo que caiga en la cama a su lado -Es que es más cómodo aquí- murmuró somnoliento, pasando un brazo alrededor de su cintura, abrazándolo como si se tratara de un oso de peluche.
-Pues lo siento, pero es mi cama y me gustaría dormir- se quejó, revolviéndose e intentando zafarse de los brazos de Minsoo.
-Está bien, me iré- suspiró, pero no lo soltó y en cambio solo lo observó fijamente con una enigmática sonrisa -Te quiero, Daniel ¿Lo sabías?
-Yo también te quiero, Minsoo, pero eso no va a hacer que te deje dormir en mi cama- rodó sus ojos. Minsoo rió suavemente ante esa respuesta y volvió a suspirar. Niel se sorprendió cuando una de sus manos se posó en su mejilla y la acarició con ternura.
-Estoy diciendo que te amo, Niel- declaró con seriedad. Deslizó su pulgar sobre aquellos gruesos labios, sin atreverse a mirar directamente a sus ojos sorprendidos y confundidos. Pero no le dio tiempo a preguntar nada, y sin decir una palabra más, se acercó a él, besó su frente, y se dispuso a salir de allí.
Niel, sin estar muy seguro de lo que acababa de suceder, pensó que a lo mejor no había oído bien, o que Minsoo estaba demasiado dormido para ser consciente de lo que decía. ¿Qué otra explicación podía haber? No era realmente posible que Minsoo, su compañero y líder del grupo, estuviera enamorado de él, ¿o sí? ¿Qué le diría cuando lo viese a la mañana siguiente? ¿Qué expresión pondría? No podía dejar de pensar en todo eso mientras daba vueltas en su cama, que aún permanecía caliente allí donde Minsoo había estado, hasta que al fin pudo conciliar el sueño.
A la mañana siguiente decidió tomar un baño antes de dirigirse a desayunar, tal vez pensando en retrasar el momento en que debiera enfrentar a Minsoo. Salió del baño y se encaminó a su habitación a cambiarse, como de costumbre, llevando una toalla sujeta alrededor de su cintura mientras su cabello aún mojado goteaba levemente por su espalda; pero fue incapaz de llegar a su destino, puesto que fue jalado bruscamente al interior de otra habitación.
-¿Qué sucede, Chunji?- se quejó Niel cuando fue empujado contra la pared de la habitación -¿No es demasiado temprano para que estés de mal humor?
-¿Mal humor?- frunció el entrecejo -Puede que esté algo molesto, pero creo que te equivocas...
-No sé qué sea entonces, pero yo tampoco estoy de ánimos para que te desquites conmigo.
-¿Aun cuando sea tu culpa?
-¿Qué fue lo que hice?- Niel enarcó una ceja, incrédulo.
-Te paseas así por la casa, provocándome, y eso me irrita bastante- lo miró de forma sugerente, pero Niel solo le devolvió una mirada confundida. Entonces Chunji se acercó aún más y murmuró en su oído: -Me gustas, Niel. Me gustas mucho. Por eso deberías ser más cuidadoso si no quieres que salte encima de ti, cosa que realmente deseo hacer en este momento.
Niel se petrificó al oír aquellas palabras, y no pudo evitar sentir un leve estremecimiento cuando ChanHee bajó respirando suavemente sobre su cuello y dejó un húmedo beso a la altura de su clavícula. Luego de eso Chunji se apartó, dejando escapar una sutil sonrisa al ver la atónita expresión de Niel, y se volteó, dándole la oportunidad de salir de allí.
-Niel, tenemos que irnos pronto, ¿no vas a desayunar?- inquirió Changjo cuando ingresó a su habitación, media hora después, y lo encontró tendido boca arriba en la cama, con la mirada perdida.
-No tengo hambre- replicó.
-¿No te sientes bien?- lo miró preocupado -Hoy tenemos una agenda bastante agitada, si no comes algo ahora, no resistirás mucho.
-Estoy bien, solo estoy un poco cansado- mintió. Changjo suspiró.
-Con más razón deberías comer- se aproximó a la cama y dejó algo sobre la mesa de luz, antes de dirigirse a la puerta -En diez minutos viene el mánager por nosotros- indicó y luego salió de la habitación, dejándolo solo.
Niel giró el rostro y vio un tazón de cereales sobre la mesa de noche. Sonrió un poco; Jonghyun lo conocía bastante bien. No es que se sintiera particularmente mal. En realidad, ni siquiera estaba seguro de lo que sentía en esos momentos. Le hubiera gustado poder detener sus pensamientos aunque fuera por un instante. ¿Chunji solo estaba molestándolo, como de costumbre? Aquella sería sin duda una forma extraña y para nada divertida de bromear. ¿O realmente acaba de decirle que él le gustaba? Se negaba a creerlo. Primero Minsoo y ahora ChanHee; aquello no podía ser verdad. Intentaba alejar esos pensamientos mientras se incorporaba pesadamente y comenzaba a comer. No podía preocuparse por eso ahora. Como había dicho Jonghyun, hoy tenía un largo día y debía poner su mejor cara; ya podría encerrarse a perderse en sus pensamientos cuando volviera.
Pero cuando volvieron por la noche, Jonghyun impidió que desapareciera por el pasillo hacia las habitaciones, y lo obligó a acompañarlo a comprar unos bocadillos a una tienda cercana. Niel no se equivocó al pensar que solo se trataba de una excusa para interrogarlo sobre su actitud en la mañana.
-¿Planeas decirlo o tendré que preguntar qué es lo que te sucede?- inquirió cuando ya se encontraban regresando, puesto que Niel no había abierto la boca en todo el trayecto.
-¿Por qué me sucedería algo? Te dije que solo estoy cansado- respondió, y Changjo suspiró ante aquella obvia mentira. Se desvió del camino para atravesar una pequeña plaza que se encontraba a pocos metros y se sentó en uno de los bancos, mientras Niel lo seguía en silencio y se sentaba a su lado.
-Sabes que me preocupo por ti, ¿no?- preguntó entonces, con su mirada perdida hacia el frente.
-No deberías gastar tus energías en mí... Preocúpate un poco más por ti mismo- sonrió con ternura, aunque sabía que eso no lo iba a convencer. Jonghyun siempre era de esa manera, preocupándose por otros sin motivo.
-Lo siento, no puedo evitarlo- suspiró nuevamente. -No puedo evitar querer saber en todo momento lo que pasa por tu mente; saber lo que te preocupa cuando actúas tan distante como hoy...- lo observó de reojo por un momento y rió sarcástico al ver su expresión confundida -Claro que no entiendes lo que digo. Seguro estás pensando que es una actitud muy posesiva, o que es imposible, o que estoy loco. Pero no puedo evitarlo cuando se trata de ti.
-¿Cuando se trata de mí? ¿Por qué yo?- Niel no lograba comprender lo que intentaba decirle. Finalmente Jonghyun se volteó a verlo y su corazón dio un pequeño salto cuando aquellos serios e intensos ojos se clavaron en los suyos.
-Porque estoy enamorado de ti, Niel-. Daniel inconscientemente se levantó de un salto al oír aquellas palabras, pero Changjo lo tomó de la mano para evitar que se alejara. -Por eso es que estoy pendiente de cada palabra, cada gesto- continuó -Siempre intentando descifrar tus pensamientos...- se incorporó para buscar su mirada nuevamente, y sonrió con tristeza al ver su expresión aturdida.
-Jonghyun...
-No es necesario que digas nada ahora- lo interrumpió -Porque si hay algo que sé con certeza, es que no sientes lo mismo por mí y que nunca lo harás...- apretó con fuerza la mano que aún sostenía la suya -Pero sí hay un favor egoísta que quisiera pedirte: No me alejes de ti luego de escuchar todo esto, aunque lo entendería si lo hicieras...
Niel solo permanecía en silencio. Tenía ganas de gritar, de correr lejos de allí, pero estaba clavado al suelo, inmóvil. Cuando Jonghyun soltó su mano se dejó caer sobre el banco nuevamente. Todo aquello solo podía ser una mala broma, intentaba convencerse de eso, pero las palabras y la expresión de Changjo le decían lo contrario.
-¿Por qué yo?- la pregunta escapó involuntariamente de sus labios. No podía entender qué había de especial en él.
-Parece que no eres consciente de tus muchos encantos- sonrió. Se inclinó un poco y besó su coronilla, acariciando levemente su pelo. -No demores mucho, ya es tarde- le aconsejó antes volverse y dejarlo solo, ya que sabía que era lo único que Niel quería en aquellos momentos.
No supo cuánto tiempo estuvo allí sentado, con la mirada perdida en el cielo nublado. Su mente intentaba procesar todo lo ocurrido desde la noche anterior, pero aún se hallaba aturdido, esperando despertar en cualquier momento de un extraño sueño. Finalmente se levantó y se encaminó lentamente hacia el dormitorio, pero lo que parecía ser una discusión lo detuvo en la puerta antes de entrar.
-¿Qué fue lo que hicieron?- exclamó LJoe, sin dar crédito a sus oídos -¿Ninguno de ustedes se detuvo a pensar por un momento en lo que debe estar sintiendo Daniel ahora? Seguro piensa que están jugando con él...
-No es como si lo hubiésemos planeado. Yo no sabía que ChanHee y Minsoo habían...- Jonghyun sonaba preocupado, mientras terminaba de entender la reacción de Niel a su confesión, pero fue interrumpido por ChanHee.
-Pero, Byunghun, tú también estás enamorado de él, ¿no es cierto? Deberías...
-Lo que yo sienta no importa ahora- lo cortó -Llevo años guardando mis sentimientos, creo poder soportar un poco más.
-¿Niel? ¿Qué haces ahí?- Ricky acababa de llegar y se extrañó al verlo allí parado, pero él no parecía escucharlo, aún pendiente de la conversación en el interior.
-Pues yo creo que Niel tiene derecho a saber lo que siente la gente a su alrededor- decía ahora Chunji.
-¿Estas llorando? ¿Qué sucedió?- el casi chillido de Ricky lo trajo de vuelta. Llevó una mano a su mejilla y se sorprendió al descubrir las pequeñas gotas que se deslizaban por ella. ¿En qué momento había comenzado a llorar? No pudo pensar mucho en ello porque entonces la puerta se abrió a sus espaldas. Se dio la vuelta el tiempo suficiente para ver por un instante los ojos de LJoe justo frente a él, pero rápidamente giró sobre sus talones y se alejó de allí, sintiendo cinco miradas sobre él y una voz, o tal vez varias, que lo llamaban.
-¿Qué fue lo que pasó aquí?- Ricky detuvo a Byunghun cuando intentó ir tras él, pero no esperó a escuchar la respuesta y, fulminándolo con la mirada, se fue tras los pasos de Niel. Pronto lo encontró, sentado nuevamente en aquel banco de plaza.
-Soy realmente patético- rió Niel, sin poder detener sus lágrimas, en cuanto Ricky se sentó a su lado en silencio.
-¿Qué sucedió?- Changhyun no terminaba de comprender la situación, aunque tenía una ligera sospecha al respecto.
-Minsoo, ChanHee, Jonghyun... Ahora incluso Byunghun...- se secó las lágrimas con el dorso de la mano -Nunca podría haberlo imaginado...- suspiró y volvió a reír amargamente -Cualquiera estaría feliz de saber que las personas a su alrededor lo aman, ¿no crees?
-Así que finalmente lo supiste...
-¿Tú lo sabías?- Niel finalmente lo miró; había una nota de desolación en su voz.
-Algunos son bastante transparentes, aunque me llevó algo de tiempo estar seguro de ello...-hizo una pequeña pausa -No sé qué los habrá llevado a decírtelo ahora, pero estoy seguro de que ninguno espera obtener una respuesta de tu parte, no es como si te pidieran que eligieras o que correspondieras sus sentimientos ¿lo sabes?
-¿Eso crees?
-Claro que sí...- lo observó un momento y entonces abrió ligeramente sus ojos cuando un nuevo pensamiento cruzó su mente -Niel, ¿Es posible que tú... sientas algo por uno de ellos?
-¿Acaso eso importa ahora?- sonrió tristemente -No es como si pudiera elegir a uno y lastimar a los otros...
-¿Y de esta manera eres tú el único que sale lastimado? No me parece justo...- Niel dio un respingo al sentir la voz de Byunghun detrás suyo. Volteó y se encontró con su penetrante mirada clavada en él -¿Podemos hablar un momento?- preguntó luego de unos instantes de silencio y Niel asintió.
-Volveré al dormitorio- indicó Ricky cuando Niel volteó hacia él, levantándose y cediendo su lugar a LJoe.
-Lo siento- fue lo primero que dijo Byunghun en cuanto se quedaron solos -No quería que lo supieras de esa manera.
-¿Entonces es cierto?
-No bromearía con algo así...- lo miró -No sé por qué, y esto probablemente suene muy cursi o muy cliché, pero creo que te amo casi desde el momento en que te conocí. Supongo que hay algo en ti que atrae a la gente de forma natural- sonrió y Daniel notó como se sonrojaba al decir aquello, por lo que desvió levemente la vista.
-¿Por qué nadie me lo dijo antes? Si desde el principio tú... ¿Por qué lo guardaste durante tanto tiempo?
-Supongo que tenía miedo... No de ser rechazado, porque sabía que eso sucedería. Tenía miedo de que me alejaras de ti, o que te incomodara estar a mi lado si sabías acerca de mis sentimientos.
-Deberías saber que no haría algo como eso...
-Lo sé, no es más que una excusa-. Permanecieron en silencio un largo rato, hasta que Byunghun soltó un hondo suspiro y finalmente habló -Niel... Si la respuesta a la pregunta de Ricky en un "sí", creo que deberías decirlo. No hablo solo por mí cuando digo que estamos listos para escuchar y aceptar cualquiera que sea tu decisión... No te tortures a ti mismo.
-Supongo que tienes razón, pero aun así no creo poder hacerlo- su voz se quebró levemente.
-¿Puedo preguntar entonces? Solo debes negar o asentir...- Niel mordió su labio inferior y lo miró con ojos brillosos y llenos de duda.
-¿Prometes no decirlo?
-Nunca haré nada que no quieras...- Niel asintió levemente y volvió a desviar la vista al frente. Byunghun inhaló profundamente -¿Es Minsoo?- Niel negó con su cabeza -¿Es Jonghyun?- negó otra vez -Entonces, ¿es ChanHee?- Niel suspiró.
-No es él.
-Acaso... ¿Soy yo?- Niel volteó hacia él, una solitaria lágrima recorriendo suavemente su mejilla, y asintió -¿Lo dices en serio?
-No bromearía con algo así...- sonrió, repitiendo sus palabras. Byunghun alzó una mano y acarició su mejilla, secando sus lágrimas.
-¿Por qué lloras?- rió suavemente, sin despegar sus ojos de los suyos, sintiendo que él también podría echarse a llorar en cualquier momento. Se acercó lentamente y capturó los labios de Niel en un dulce beso.
-Realmente no lo sé- sonrió cuando se separaron -Te amo, Byunghun- finalmente aquellas palabras salieron de su boca y volvió a besarlo brevemente.
-Yo también te amo, Niel.
-Pero...- entonces Niel se alejó de él y soltó un leve suspiro.
-Te prometí que no lo diría, ¿recuerdas?- LJoe sabía en lo que estaba pensando -Tómate el tiempo que necesites para ordenar tus pensamientos y hablar con ellos. Tú decides si quieres decirlo o no...- le sonrió y volvió a acariciar su mejilla -Ahora deberíamos volver, porque seguramente están preocupados por ti.
-De acuerdo- Niel asintió y se puso de pie, sabiendo que aún había mucho que debía enfrentar y resolver, pero la mano de LJoe que en ese momento tomaba la suya hacía que de alguna forma el peso de sus preocupaciones se aligerara.