Tobi, el recién llegado miró animadamente a su querido senpai, el atractivo rubio lo miraba con el ceño fruncido.
-¿Y para que te ha enviado?- Acertó a decir el joven de los ojos azules.
-Quiere que regresen a la base. Su misión terminó.- Dijo el nuevo inquilino con un tono ahora un poco más serio.
-No me dijo nada en su último mensaje.- Ahora era el ninja de cabello largo el que hablaba.
-Lo sé, pero al parecer hubo un cambio de planes, le ha pedido a todos los miembros de Akatsuki que aborten sus misiones, y como soy el único que no estaba en una, me ha enviado a buscarlos a todos.
-Bien, pues si es una orden no hay nada que hacer.- Dijo Itachi severamente.- ¿Cuándo nos vamos?
-El líder le dijo a Tobi que los llevara de ser posible el mismo día en que se los comunicara.
-Pain no suele hacer cosas así de la nada, debe ser algo realmente importante.
-No lo sé, no me han dado detalles de la misión.
-¡¿Qué rayos les pasa?! No pueden enviarte a cancelar nuestra misión de buenas a primeras.- Gritó ahora muy irritado el rubio.
Ambos azabaches se giraron hacia Deidara con una expresión de notoria sorpresa, hasta donde ambos tenían entendido, él desde un principio estaba en contra de estar en esta misión, odiaba el simple hecho de estar en esa aldea, y más aún de tener que permanecer “de incógnito”.
-Tobi, vate de aquí.- Espetó Deidara.
-P-pero senpai, no seas tan cruel con Tobi.- Lloriqueó el de la máscara.
-Anda, solo serán unos minutos, después de todo tenemos que recoger nuestras cosas y todo eso, así que espera afuera a que te llamemos.
-Está bien.- Contestó el moreno con un aura depresiva.
En cuanto Tobi salió de la habitación Deidara tomó a Itachi de la mano y lo llevó hasta su habitación, cerrando la puerta detrás de él.
--------Narración Deidara--------
En realidad no sabía ni lo que hacía, pero en cuanto escuché a Tobi decir que nuestra misión había terminado me asusté, no pude evitar pensar que ya no podría estar al lado de mi querido azabache, y eso hizo que actuara como un desquiciado, creo que ni el mismo Itachi comprendió muy bien mi reacción, pero la verdad es que no deseo separarme de él, aunque me cueste decírselo, realmenteme he enamorado, y aunque odiaba estar en esta maldita misión no me habría importado que durara varios años, si era necesario, mientras pudiera tenerlo cerca.
-¿Qué fue todo eso Dei?- Me preguntó intrigado, clavando su profunda mirada en mis ojos.
-No quiero que nos separen.- Dije por lo bajo un poco avergonzado.
-Yo tampoco.- Me contestó en un tono dulce, estrechándome entre sus brazos de una forma suave.- Pero el hecho de que esta misión termine no quiere decir que nuestra relación también.
-Pero te alejarán de mí, quién sabe cuándo nos volveremos a ver.- Comencé a sollozar sin querer, estar aquí haciendo esta “escenita” me parecía de lo más degradante, pero Itachi es con la única persona con la que mando mi orgullo al demonio.
-Escúchame.- Me dijo mirándome una vez más directo a los ojos.- Jamás me alejaría de ti, al menos que tú lo desearas.
Esas palabras, a pesar de ser simples, me hicieron sentirme irremediablemente feliz, a pesar de que eso es algo que nunca diría en voz alta, sé que Itachi es sincero conmigo, y sé también que quiere estar a mi lado, tanto como yo deseo estar cerca de él.
-Bien, hay que recoger nuestras cosas para salir lo antes posible, me intriga mucho saber la razón de este cambio de planes.
-También quiero saberlo.- Fue lo único que pude decir antes de que él saliera de mi habitación.
Es muy cierto que al menos que pase algo realmente importante el líder nunca cambia los planes, ni aborta las misiones, es muy sistemático, y ahora tengo la certeza de que algo realmente importante está pasando. Estuvimos alrededor de 2 horas arreglando todo lo necesario para partir de Konoha, si bien, odiaba esta aldea, ahora me resultaba sumamente melancólico abandonarla, ya que había sido testigo del nacimiento de mis sentimientos por Itachi Uchiha.
-Realmente tardaron mucho senpai, Tobi temía que se hubieran ido sin él.
-No Tobi, es solo que no teníamos nada listo para viajar, no olvides que todo esto es imprevisto.
-Tiene razón senpai, pero me alegro de que ya estén listos.
-Bien, si ya terminaron de conversar, será mejor que nos marchemos.- Habló mi azabache, usando ese tono de voz prepotente que usaba solamente cuando estaba con el resto de la organización.
Finalmente salimos de la aldea cuando ya empezaba a oscurecer, era una noche fresca y la luna brillaba de una forma hipnotizante, no habríamos podido pedir una mejor noche para emprender nuestro viaje, nos dirigíamos a la aldea de la lluvia, por lo que tardaríamos al menos un par de días en llegar, si es que no nos deteníamos, mis dos acompañante caminaban delante de mí muy callados, y podía notar a Itachi ensimismado, sumergido en sus pensamientos, él es muy astuto, por lo que intuyo que ya debe tener una idea de lo que ocurre.
-Esto, senpai, se me olvidó mencionar que tenemos que hacer unas cuantas paradas antes de llegar a la aldea de la lluvia.
-Que molestia.- Le contesté a Tobi, solo quería llegar a donde se encontraba Pain y escuchar una explicación lógica a todo esto.
-En ese caso no podemos darnos el lujo de tomar algún descanso.- Esta vez quien hablaba era Itachi, usando una vez más ese tono de voz que tanto me irritaba.
Después de esa conversación, si se le puede llamar así, seguimos caminando, la oscuridad cada vez se hacía más grande y muchas veces no sabía ni por donde iba, el frío también empezaba a arreciar, y yo no podía evitar estremecerme cada vez que una corriente de aire me daba de lleno.
-Toma.- Me dijo mi “novio”, al tiempo que se giraba y me arrojaba una capa, con un gesto de indiferencia en la cara, al parecer no quería que nadie sospechara de lo nuestro, ni siquiera Tobi, aunque sinceramente él no se habría dado cuenta nunca. Aun así esa acción me pareció muy dulce de su parte.
Después de varias horas de caminar en silencio, al fin llegó la mañana, una suave luz comenzaba a llegarnos, colándose entre las ramas de los árboles y dándonos el tan ansiado calor matutino.
No sé qué es lo que nos espera, lo único que sé es que mientras esté a lado de la persona que amo todo será más llevadero.