Después de abandonar la aldea por segunda vez en su vida, por la mente de Itachi corrían un millón de posibilidades con respecto al futuro, la mayoría de ellas relacionadas con Deidara, la persona por la que regresaba, esta vez había renunciado a la normalidad y tranquilidad de una vida en la aldea, la gente ya no lo vería como un criminal y podría ser feliz a lado de su hermano, pero renunciar a todo esto no significaba realmente un sacrificio para el joven de largo cabello azabache, más bien lo consideraba la mejor decisión, porque en toda esa vida de ensueño había un fallo, él jamás podría tener una vida feliz en Konoha si no tenía a su amado rubio a su lado, y eso lo sabía perfectamente.
-¿Por qué estás tan pensativo?-cuestionó el menor de los Uchiha.
-Me pregunto si me perdonará…en realidad me pregunto si siquiera querrá escucharme, es una de las personas más tercas que conozco, y si está molesto ni siquiera estará dispuesto a verme.
-Ya te las arreglarás para convencerlo, por ahora lo más importante es apresurarnos para llegar lo más pronto posible.
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Todos en la organización se encontraban en la base atendiendo sus asuntos, aún no tenían ningún trabajo pendiente, por lo que seguían en su plan vacacional, que era bastante irritante para la mayoría de ellos.
En una de las habitaciones más alejadas del bullicio se encontraban el par de artistas conversando amenamente mientras cada quien trabajaba en sus propias cosas, Deidara se encontraba haciendo esculturas, esta vez con arcilla normal, ya que no había razón para malgastar su preciada arcilla explosiva. Sasori pulía sus marionetas y afilaba las armas de estas al tiempo que intentaba distraerá a su amigo.
-Dei…-Lo llamó el pelirrojo, pero no recibió respuesta.- ¡Dei!
-¿Q-qué sucede?
-Estás muy distraído, también te ves muy triste…-Las palabras del marionetista reflejaban reocupación y un poco de tristeza.- ¿Sigues pensando en él?
-Han pasado meses Sasori.- Comenzó a explicar el meno.-Realmente esperaba que el regresara y me dijera que todo era mentira, pero ya no lo espero más, me he convencido a mí mismo de que yo jamás le importé, no puedo evitar sentirme mal, pero por suerte te tengo a ti, ya no quiero que regrese, pero sigo recordando los momentos que pasamos juntos, yo realmente lo amaba.-El rubio había estado distante y pensativo durante los meses consecuentes a la partida del moreno, al principio se la pasaba deprimido y alejado de los demás, pero al cabo de unas semanas decidió cambiar su actitud, volvió a hablar con el resto de sus compañeros, y poco después decidió darle una oportunidad a Sasori y darse una oportunidad a él mismo, sin embargo no era completamente sincero con su actual novio, si bien se empeñaba en decir que ya no amaba más al pelinegro, y que no esperaba su regreso, en el fondo lo único que deseaba era volver a verlo, tenerlo frente a frente una vez más y escuchar una explicación, no sabía que haría ni cómo reaccionaría si eso sucedía, pero comprendía que era algo que necesitaba, para dejarlo ir, para poder seguir y corresponder por completo a los sentimientos del ninja de la arena.
-Te amo Dei.- Comentó el pelirrojo con una radiante sonrisa.
-Eres muy importante para mí Sasori.- Esas eran las únicas palabras que podía dedicarle, ya que no quería engañarlo, si bien era muy especial e importante en su vida, no podía amarlo, no cuando tenía a alguien más enterrado en su mente y en su pecho, el marionetista no merecía ser amado a medias, y a su parecer él no merecía tener a alguien que lo amara tan sinceramente sin esperar nada a cambio.
-Lo sé, también sé que no puedes decirme que me amas porque no lo sientes, y agradezco tu sinceridad, algún día lograré que me quieras como yo a ti.
-Realmente lo deseo.- El ojiazul era completamente sincero al decirlo, esperaba poder quererlo, y olvidar el dolor que le provocaba su obsesión por el azabache.
-Deidara, Pain te está buscando.-Dijo Zetsu entrando en la habitación, Dei agradeció que él y Sasori se encontraban lo suficientemente alejados, ya que así no sospecharía nada acerca de su relación.
-¿Hay una misión? ¿No debería también ir Sasori?
-No lo sé, no creo que sea para una misión, creo que simplemente quiere hablar contigo.- Finalizó con simpleza y salió de la habitación.
-Esto me da desconfianza, es raro que Pain solo quiera verme a mí.
-¿Quieres que vaya contigo?
-No es necesario… no creo que tarde mucho.
-Te estaré esperando.-Sasori se inclinó hacia adelante hasta que su cara estuvo suficientemente cerca de la del menor y depositó un beso casto en sus rosados labios, fue apenas un leve roce antes de que saliera de la habitación.
---------Narración Deidara.------------
Los besos de Sasori son gentiles, tiernos y cálidos, sé que él me quiere cada vez que veo sus ojos después de que me besa, o me abraza, o simplemente conversa conmigo, sin embargo estas acciones no me hacen estremecerme, no me producen esa extraña corriente eléctrica que sentía simplemente al estar cerca de Itachi, me siento mal comparándolos, sé que soy egoísta, pero por más que intento sacarlo de mi mente no lo consigo.
Caminé a lo largo del pasillo a paso perezoso, no me entusiasma la idea de hablar con Pain, no lo he visto desde que me dio la noticia de que Itachi había abandonado la organización, y estúpidamente al verlo recuerdo a Itachi, ya que gracias a él tuvimos esa maldita misión juntos, en ese tiempo yo pensé que permaneceríamos juntos siempre, él me dijo que me amaba, actuaba tan bien que realmente le creí cada palabra. Cuando terminé de divagar ya me encontraba en la puerta de la oficina del “líder”.
-Adelante.- Dijo antes de que siquiera tocara la puerta.
-S-si.-Pasé el umbral de la puerta y entré sigilosamente en la habitación.
-Deidara.-Pronunció mi nombre lentamente.- Sé que debe parecerte raro que te mandara a llamar, pero tengo un buen motivo.
-Pues dilo de una vez.- Contesté ansiosamente.
-Vaya, por lo que veo Sasori te ha “contagiado” su impaciencia, debe ser porque pasan mucho tiempo juntos últimamente.-La ironía en su voz me provoca náuseas, sé que deber tener algo entre manos.
-Sí, somos compañeros, es normal que pasemos tiempo juntos.- Intento que mis palabras suenen indiferentes.
-Claro, eso es obvio…- Cada vez está más cerca de mí, se ha estado moviendo lentamente por la habitación desde que comenzamos nuestra extraña conversación.- ¿Es un compañero igual de cercano que Itachi?
-¿A qué te refieres?- Noto fácilmente la doble intención en sus palabras.
-No finjas conmigo Dei, sé perfectamente que tenías una relación con el Uchiha.- No esperaba escuchar eso, definitivamente no lo esperaba, así que de eso se trataba todo, probablemente querrá asesinarme por romper sus estúpidas reglas.
-Si ya lo sabes no puedo negarlo, tuve una relación con él, pero no tengo nada con Sasori-danna.- No debería negar lo que tengo con Sasori, pero no quiero que también lo echen a él.
-Me alegra oír eso, así es más sencillo para mí, porque me gustas Deidara, decidí que te unirías a Akatsuki en cuanto te vi, porque me cautivaste con tu belleza.
-¿Q-qué?- Mi voz salió ahogada de mi garganta, es absurdo escuchar esto.
-Lo que escuchas, obviamente eres un buen ninja y eso fue una de las características que te hicieron estar aquí, pero fue principalmente porque tu belleza llamó mi atención desde la primera vez que te vi, y al parecer también llamó la atención del traidor de Itachi, pero bueno, por suerte él es cuestión del pasado.- Escuchar todo esto me molesta mucho, para empezar todo el mundo siempre ha creído que no soy lo suficientemente bueno como para estar aquí, y ahora me entero de que tienen razón, solo me trajeron aquí para ser su muñequita, me siento tan estúpido, tan utilizado, y me molesta tanto escucharlo decir el nombre de mi azabache, él no merece ni siquiera poder pronunciarlo.
-N-no estoy interesado, ni es ti, ni en Itachi, ni en nadie, así que déjame tranquilo, si se supone que soy un ninja con buenas habilidades solo dame una maldita misión alejado de toda esta mierda.-Sé que sueno molesto y alterado, y que Pain debe estar furioso, pero estoy tan enojado que no me importa.
-Vaya, sé que siempre has tenido tu carácter, pero deberías contenerte un poco, más aún con tus superiores. No planeo darte ninguna misión, no dejaré que te vayas solo con Sasori o que te encuentres con Itachi.
-¡¿Por qué me encontraría con Itachi si él me dejó?!- Grité a punto de llorar, desearía largarme de esta maldita organización que no hace más que traerme malos recuerdos.
-No sé, ni me importa Deidara, solo sé que quiero tenerte solo para mí.
-¿Qué rayos estás diciendo? Yo nunca seré para ti, prefiero que termines conmigo de una vez por todas, así por lo menos dejaré de sentirme así de vacío y triste por la ausencia de la única persona que he amado.
-¿Cómo puedes sentirte así por alguien como él? Nunca te quiso, en cambio yo si te quiero, deberías aceptarme, yo te haría feliz.- Pain empezó a gritar furioso, como si hubiese perdido la razón por completo, y se abalanzó contra mí dejándome contra la pared, levantando mis manos sobre mi cabeza sosteniéndolas con fuerza.
-No me importa si él no me quiso nunca, yo lo amo, y aunque sea un estúpido no puedo cambiarlo.- Confesé finalmente sintiendo como una lagrima surcaba mi cara de forma vergonzosa.
-Lo olvidarás, por que no estoy dispuesto a compartirte con nadie.- Me dijo, y finalmente acercó sus labios y comenzó a besarme de una forma desesperada y violenta, pasando sus labios sobre los míos con fuerza y mordisqueándolos levemente, mientras yo permanecía estático cerrando mi boca sin querer responder ese beso que no hacía más que hacerme sentir nauseabundo. Mordió mi labio inferior lo que provocó que finalmente separara mis labios dejando entrar su lengua a mi boca, cuando sentí la húmeda sensación del intruso en mi cavidad bucal reaccioné a lo que sucedía y lo mordí con furia para que se separara de mí.
-Te arrepentirás de esto Deidara.- Me amenazó colérico mientras un fino hilo de sangre escurría por su labio.
-Lo dudo, ya te dije que es mejor para mí sí me asesinas de una vez por todas, ya estoy cansado de este asqueroso mundo shinobi, me harías un favor.
-Ya veremos si dices lo mismo cuando lleve a cabo mi venganza.
No dejé que terminara su amenaza, salí rápidamente de la habitación caminando a toda prisa por el extenso pasillo, deseando alejarme lo máximo posible de aquel hombre que finalmente había puesto las cartas sobre la mesa. Iba tan inmerso en mis pensamientos que apenas me di cuenta cuando caí en el piso estrepitosamente, había chocado con alguien, volví mi mirada a ver quién me había tumbado y para mí buena suerte había sido Sasori.
-Ven acá.- Dijo ofreciéndome su mano para incorporarme, cosa que hice rápidamente.-Vamos a tu habitación.
-Bien.- Fue lo único que conseguí decirle. Volvimos a mi habitación, que por suerte es la más alejada del despacho de Pain.
-Dei…
-¿Qué ocurre?
-¿Sabes que te amo?- Dice Sasori dedicándome una mirada suplicante.
-S-si…
-Entonces por favor sé sincero conmigo.
-Soy sincero, casi siempre…- Lo último lo dije en un tono casi inaudible.
-Escuché lo que le dijiste a Pain, de hecho escuché casi toda la conversación que tuvieron.
-Sasori, yo…
-Lo sé, lo sé, de hecho siempre lo supe, que nunca dejaste de amarlo, y lo acepto, obviamente no puedes dejar de sentir algo así de fuerte por alguien de la noche a la mañana.
-Perdóname por no ser sincero contigo, intenté fingir que todo estaba bien para no preocuparte.
-Me duele que no puedas confiar en mí Dei.
-Yo si confío en ti, pero esto es algo complicado para mí.
-También escuché la extraña confesión de Pain.
-Sí, no esperaba que me dijera eso… él me amenazó.
-Yo te protegeré mi cielo, no te preocupes.
-Gracias.- Sasori me besó igual de dulce que siempre, pero esta vez su beso realmente logró incomodarme, así que me separé de él, lo empujé impetuosamente sin siquiera pensarlo, y es que después del beso de Pain lo único que puedo pensar es que nadie podrá besarme nunca como lo hace Itachi, sé que Saso no tiene la culpa de mis confusos pensamientos, pero esto es más fuerte que yo.
-Dei…
-Lo siento, necesito estar solo.- Dije y salí por la ventana de mi habitación que da al bosque para caminar un poco.
Quiero dejar de querer a ese maldito Uchiha, quiero dejar de pensar en él y de sentirme vacío cuando no está a mi lado, tengo a Sasori que es una persona maravillosa, que me quiere sinceramente y me trata con amor y delicadeza, que me mira de esa forma tan maravillosa, como si yo fuese lo más hermoso que ha visto, él se merece que lo ame, claro que sí, pero por más que quiero tener control sobre mis propios sentimientos, pero más que aprecie y quiera al pelirrojo jamás podré amarlo como amo a Itachi, odio ser tan terco y obsesivo, odio no poder olvidarme de ese maldito de una vez por todas.
Caminé entre los árboles por horas pensando en cosas tristes y dolorosas, recordando los buenos momentos, y a ratos sin pensar en nada más que el hermoso paisaje que me rodeaba, hasta que unos pasos cada vez más cercanos me sacaron de mis pensamientos, como cabía la probabilidad que se tratara de enemigos recurrí a ocultarme sobre las ramas de un árbol. Pero una rápida persona llegó al mismo lugar que yo en un segundo posicionándose detrás de mí a tiempo que rodeaba mi cuello con su brazo.
-Hola.- Susurró a la altura de mi oído, sentí que estaba a punto de un ataque al corazón cuando reconocí a la persona que estaba parada detrás de mí, con esa maldita y profunda voz que yo conozco bien, y dejando salir su cálido aliento sobre mi cuello.
-Itachi…