-------------Narración Deidara.-------------
Las cosas eran más o menos así desde hacía ya unos días, básicamente no puede cumplir mi auto promesa de mantenerme firme, sí, soy una persona terrible porque estoy algo así como engañando a Sasori, y es que aunque solo lo he besado en un par de ocasiones eso cuenta como infidelidad. Realmente no pretendía que las cosas salieran así, francamente creo que hemos enloquecido, mi rutina se reduce, además de mi escape constante de Akatsuki a lado de mi novio, a verme con Itachi, discutir, gritar y finalmente besarnos, o algunas otras cosas que me es difícil siquiera admitirme a mí mismo, no sé en qué punto llegué hasta aquí, solo sé, que aunque debería sentirse mal, me hace sentirme malditamente vivo, cosa que no sentía precisamente desde antes que me abandonara, y eso sinceramente me gusta.
El sonido de las manecillas del reloj está a punto de volverme loco, no tengo nada que hacer más que verlas moverse con ese descaro anunciándome que estoy desperdiciando el tiempo de forma asquerosamente patética, nunca he sido una persona que huye o se esconde, soy un maldito ninja, los ninjas tienen honor y pelean hasta el final, pero digamos que tener a toda la más grande jodida organización de criminales siguiéndote para matarte no es algo a lo que puedas enfrentarte sin estar en todo tu potencial, tengo a Sasori para ayudarme a enfrentarlos, y al parecer, y aunque no necesite su ayuda a Itachi, y a su hermano Sasuke, aunque según sé el volvió hace un par de días a la aldea para buscar al chico zorro de las nueve colas, que al parecer es su novio, o alguna patraña así, no es como si me importara. En cuanto esté listo les daré la cara a esa bola de delincuentes buenos para nada y le demostraré a Pain que no puede simplemente alejarme de la persona que amo y salirse con la suya, no digo que todo esto sea su culpa, simplemente pienso que fue uno de los factores más relevantes en el colapso de lo que tenía con Itachi.
-Estás muy pensativo esta noche rubiecito.- Dijo Sasori intentando ser gracioso, lo cual respondí con una, un tanto forzada, sonrisa.
-No me convence mucho la idea de querer ser asesinado en todos los lugares a los que voy. -Sasori soltó una leve carcajada antes de contestar, lo cual me hizo sonreír realmente esta vez.
-No es muy atractivo, lo admito, pero al menos estamos juntos en esto, pensarlo, pensar que te tengo hace esto mucho más fácil para mí.- Esa clase de comentarios me hacen sentir la persona más mierda del mundo, porque sé que soy importante para él, que me quiere de verdad, y yo también lo quiero, pero no puedo sacar al maldito Uchiha de mi mente, y siempre caigo ante él sin imponer resistencia, porque aunque a Sasori lo quiero a Itachi lo amo, y no puedo hacer nada al respecto por más que quiera.
-Lo estás haciendo otra vez.- Comentó Sasori en tono amable.
-¿Perdón?
-Ya sabes, eso de perderte en tus pensamientos, se ha hecho algo común en ti, cariño.
-Lo siento, ha pasado muchas cosas, y no sé cómo empezar a poner todo en orden. Además quiero pensar en algo para vengarme de esa asquerosa organización, que para empezar me hizo unirme en contra de mi voluntad.
-Deberías dejarlo, simplemente olvidarlo y podríamos seguir adelante juntos.
-¿Seguir adelante juntos? ¿Cómo, escondiéndonos por siempre? No puedo malditamente hacer eso, quedarme de brazos cruzados, después de como ese idiota ha arruinado mi vida una y otra vez.
-¿Es por Itachi verdad? Todo esto, tu rencor y tu melancolía, y la forma en la que no puedes seguir con tu vida.
-Él no tiene nada que ver con esto.- Mentí un tanto desesperado porque su tono iba subiendo haciéndome sentir atacado, y no soy del tipo de persona que deja que lo agredan.
-¿Lo has visto?-Me cuestionó viéndome directo a los ojos, esquivé su mirada.- ¡Maldita sea Deidara!¿Lo has visto o no?
-No me grites, ya te dije que no lo he visto, ¿Es tan difícil de entender?-Contesté esta vez gritando también.
-Dei, perdón…- Su tono de voz parecía entre la culpa y la tristeza.
-Ya basta, quiero tomar un poco de aire fresco.- Salí de la pequeña habitación que ahora compartíamos para dar de lleno con un bosque nocturno bañado en tonos plateados por la luz de la luna, el paisaje era hermoso, el cliché de una escena romántica en un absurdo cuento de hadas. Caminé un poco por el sendero que llevaba hacia la aldea más cercana, la última vez que vi a Itachi fue antes de abandonar la organización, hacía ya una semana, si bien, realmente intentaba alejarme de Akatsuki, la verdadera persona de la que huía era él, o más bien era yo tratando de huir de mis sentimientos, por desgracia eso no es algo de lo que puedas escapar, y aun estando lejos de él no podía dejar de pensarlo, la forma en la que encajaba perfectamente conmigo, como sus labios se sentían sobre los míos, y sus caricias quemaban mi piel de la manera más placentera posible, de hecho, todos los lugares que él había tocado antes, aún se sentían en llamas, siendo un recordatorio permanente de que jamás podría alejarme demasiado, escapar, olvidarlo. Los recuerdos de esa noche una semana atrás atacaban mi mente como una ráfaga de aire caliente.
-----------Flash back.-------------
La luz vespertina inundaba toda la guarida de Akatsuki, eran más o menos las cuatro de la tarde, y hacía horas que había hablado con mi compañero, ahora pareja, sobre nuestro futuro, le había contado todo lo que había sucedió con Pain mientras él no se encontraba, y aunque no había estado muy seguro al principio, también le había hablado acerca de lo que nos había hecho a mí y a Itachi, así que básicamente a esta hora del día ya estaba todo listo y planeado, esa misma noche Sasori y yo abandonaríamos esa maldita organización, sería difícil de realizar, una hazaña, si es que lo conseguíamos, pero lo intentaríamos juntos, en este punto me sentía como esa ave que intenta abandonar la jaula, aun sabiendo todos los peligros que la esperan afuera, lo único que esa ave quiere es ser libre, eso es lo que yo quiero.
Estuve ansioso toda la tarde intentando alejarme lo más posible del resto de los miembros, actuando, a mi parecer, bastante sospechoso, aunque sin poder evitarlo. Por lo que resolví salir un poco a dar un paseo al bosque. En unas horas no tendría que ver más a esta bola de idiotas, esa idea era muy agradable, pero también estaba el hecho de que no nos dejarían irnos precisamente por las buenas.
La noche ya estaba cayendo, la puesta de sol estaba ya en pleno apogeo, y los tonos anaranjados y carmesí cubrían el cielo, informándome que el plan estaba por ponerse en marcha, habíamos acordado que Sasori realizaría su misión hoy con la mayor normalidad para no levantar sospechas, y al anochecer, cuando regresara intentaríamos irnos con la mayor discreción para no ser vistos, y si algo salía mal, obviamente pelearíamos sin importar que, ese era el plan, pero muchas cosas pueden salir mal en un plan, y justamente en este momento estaba ocurriendo un imprevisto, es lo supe en cuanto vi a Itachi plantarse frente a mí con su penetrante y oscura mirada. Rayos.
-Deidara, dime que no harás una locura. –Fue lo único que dijo y siguió mirándome.
-No haré nada.-Contesté secamente enfrentando mi azul contra su negro.-No es como si fuera tu problema, de todos modos.
-Lo es si tengo que salvarte, y lo es también porque no quiero que te hagan daño.
-Ahí estás otra vez dudando de mi capacidad como ninja, tan pretencioso como siempre pensando que te necesito, cosa que por cierto, no hago. Es por eso que lo nuestro nunca habría funcionado, aunque te hubieras quedado.
-El “hubiera” no existe Dei, y eso, por desgracia nunca lo sabremos, al menos que lo intentemos.-Diio al tiempo que se acercaba peligrosamente a mí, haciéndome retroceder como un siervo asustado sin querer.- Además yo nunca he dudado del asombroso ninja que eres, no cualquier niño lindo se enfrenta a un Uchiha.- A estas alturas su tibio aliento chocaba contra mi cara erizándome la piel.
-Y-yo tengo a Sasori-dana.- No se suponía que mi voz saliera entre cortada, y no se suponía que él se molestara de forma tan evidente por mi comentario, y mucho menos se suponía que todo esto significara algo para mí, maldita sea.
-Por dios Deidara, deja de escudarte con eso cada vez que estoy cerca.- Puso su mano en mi cintura atrayéndome hacia el de forma bastante impetuosa.- Solo admite que no lo quieres, y que nada de esto tiene sentido, este maldito juego en el que caemos una y otra vez sin poder evitarlo. Tan solo volvamos a estar juntos.
-Nada entre nosotros funciona Itachi, aun cuando volviéramos a estar juntos terminaríamos lastimándonos otra vez, y sinceramente yo no podría soportarlo, no por segunda ocasión, Tú y yo somos como agua y aceite, por más que queramos no podemos permanecer juntos por mucho tiempo. Sin importar lo mucho que nos amemos.
-Aún me amas entonces…
-Claro que te amo, eso no lo he puesto en duda en ningún momento, yo te amo Itachi, y eso por eso que tú más que nadie puedes hacerme daño, y tengo miedo de eso, y también de ser yo quien te haga daño a ti, y eso es básicamente a lo que estamos destinados, todo este asunto sirvió para que me diera cuenta de ello, y me gustaría que tú también lo hicieras.- Lo miré por un momento a los ojos mientras tomaba un poco de aire para seguir hablando, y en ellos pude ver dolor, no era sencillo distinguirlo, sin embargo, yo había llegado a conocerlo lo suficientemente bien como para distinguirlo.- Además tengo a Sasori, y realmente lo quiero, ¿Sabes? He estado preguntándome constantemente si es que se puede amar a dos personas al mismo tiempo, y he llegado a la conclusión de que es posible, no se ama con la misma intensidad desde luego, pero siempre debes quedarte con quién es mejor para ti, y aunque te ame, Sasori me hace bien, y sé que tarde o temprano esto dejará de doler, estar lejos de ti, y posiblemente también dejará de dolerte, solo tenemos que intentar.
-Amor, yo no quiero intentar estar sin ti, no te mentiré, sé que tarde o temprano podríamos continuar sin el otro, el caso es que yo no quiero hacerlo.- Nuestras miradas se encontraron una vez más, y yo no pude más con todos mis malditos sentimientos revoloteando en mi mente y en mi pecho, él se acercó a mí uniendo nuestros labios, y yo no pude alejarme, simplemente no tenía voluntad cuando estaba tan cerca de mí, interrumpiendo cualquier secuencia lógica de pensamientos que pudiera estar teniendo. Cuando la calidez y humedad de su lengua rozó delicadamente mis labios terminé cediendo por completo a su beso, dándole paso a su lengua y comenzando una danza suave enrollando nuestras lenguas de forma desesperada, porque aunque me fuera difícil admitirlo, había estado necesitando este contacto desde hacía tiempo. Sus manos sostuvieron mi cabeza con ternura, y fuerza a la vez mejorando el ángulo de nuestro beso, su mano derecha bajó hasta mi cintura acercándome un poco más y acariciando suavemente por encima de mi playera provocando que un suave suspiro escapara de mis labios cuando nos separamos un poco en busca de aire. Mis pensamientos estaban nublados por una mezcla entre confusión y ¿Pasión? Así que terminé cediendo a mis instintos deshaciéndome de la camisa de Itachi para poder observar su perfecto cuerpo, él correspondió mi acción haciendo lo mismo, acariciando de directamente mi piel esta vez, provocando que el calor se extendiera por todo mi cuerpo, en momentos alejándose de mi boca para dejar suaves besos en mi cuello, y uno que otro un poco más subido de tono, que de seguro dejaría una marca.
Los besos y las caricias terminaron por hablar por sí mismas, demostrando lo mucho que nos necesitábamos.
------------Fin Flash Back.----------------
No sé si algún día pueda dejar de pensar en él, no estoy siquiera seguro de poder amar a alguien más con esta intensidad, cuando estoy con él toda mi razón se esfuma y solo puedo necesitarlo desesperadamente, pero ahora estoy con alguien que no merece que la persona que soy, un mentiroso, infiel, dependiente de otra persona que no es él, por desgracia no es su calma, su familiaridad y la seguridad que me transmite lo que me hace perder la cabeza, y me temo que nunca lo hará, no de la misma forma.
-Cariño, me preocupé cuando tardaste tanto, no pude evitar pensar lo peor, ¿Sabes que quieren matarnos, cierto?-Sasori irrumpió en la tranquilidad de la noche, y yo estaba tan perdido en mi mente que ni siquiera lo vi llegar.
-P-perdóname Sasori.- Dije con voz entre cortada y a punto de las lágrimas.
-No hay nada que perdonar amor.
-Tan solo perdóname por todo lo que he hecho, y por lo que haré…