Cierto chico rubio se encontraba impaciente en la oficina de la Hokage, para ser precisos, esperaba saber la resolución a la petición que le había hecho hacía más de una semana, la cual se trataba básicamente de un permiso para salir de la aldea, siendo más específicos para ir a buscar a su ahora novio, aunque aún le pareciera raro siquiera pensar en el término. Si, se sentía todo un acosador por lo que estaba por hacer, digamos que el hecho de ser seguido por Naruto no le resultaría muy divertido a Sasuke, pero que más podía hacer, si la espera lo estaba matando, podrían haber reñido con esa organización de delincuentes barbajanes ¿Qué tal si los Uchiha necesitaban de su ayuda?, o bueno, siendo sinceros uno en particular.
Así que en resumidas cuentas estaba siendo observado por una Tsunade bastante renuente que no lograba decidir si sería lo correcto dejarlo partir así como así, había muchos peligros fuera de la aldea, y él era el blanco de múltiples sectas, siendo la más interesada en su bijuu justamente Akatsuki, era como dejarlo ir a meterse en la boca del lobo, y definitivamente no permitiría que algo malo le sucediera al joven jinchuriki, pero tampoco es como que pudiera detenerlo si él quería ir en busca de ese pequeño delincuente renegado, era cierto que su hermano mayor era algo así como un héroe para la aldea, por lo que había accedido a dejarlo volver junto con Sasuke, pero eso último no era para nada de su agrado, sin embargo, y por razones que desconocía ahora ambos se habían marchado, dejando a un preocupado Naruto.
-¡Ya basta! No aguanto más esto, solo dígame si o no y deje de darle tantas vueltas al asunto.- Protestó impaciente el oijazul.
Tsunade se sorprendió por el grito tan impaciente que lanzó el menor.-Está bien Naruto.-Dijo resignada.-De todos modos planeabas irte, así que agradezco que al menos hayas intentado hacer las cosas bien.
-¿En serio? ¡Wow, gracias, eres la mejor abuela Tsunade!
-¡Qué no me digas así niñato insolente!- Habló levantándose de su asiento de una forma amenazante.- Mejor sal de aquí antes de que me encargue de enseñarte un poco de respeto a tus superiores.
-Eso haré, en serio gracias, y perdón, no quería hacerla enojar.- Respondió el rubio con su mejor sonrisa inocente.
-Pero me preocupa que vayas solo, deberías llevar a alguien contigo…- La mujer estaba pensativa, intentando encontrar en su mente a un ninja que resultara buena compañía.
-Me gustaría más ir por mi cuenta, no quiero meter a nadie en esto, y por favor no le digas a Kakashi-sensei, ni al resto de los chicos a donde fui.- Tenuemente en las mejillas del chico se dibujó un sonrojo, porque obviamente le resultaba vergonzoso que todos se enteraran en primer lugar de su relación y en segundo de que era nada más y nada menos que un acosador, básicamente esa era la razón por la que quería ir solo.
-Pero Naruto…- Empezó a argumentar la rubia pero fue abruptamente interrumpida por el impetuoso joven.
-Prometo que me cuidaré, seré discreto y no viajaré de noche, en cuanto encuentre a Sasuke y a Itachi estaré a bien.- Sobre todo a sasuke, pensó.
-Es imposible tratar de persuadirte, eres tan terco como el viejo Jiraiya.-Esto lo dijo más para sí misma que para el Uzumaki, porque este ya había salido corriendo de su oficina, con rumbo a su departamento para reunir unas cuantas cosas que necesitaría para su viaje.
. . . . .
Tres, cuatro, o quizá cinco horas llevaba caminando sin descanso, realmente había perdido la cuenta de los minutos, y es que con la imagen de un hermoso chico de piel blanca y cabello negro en su mente no hay forma de culparlo. Sus pensamientos se reducían a si se veía bien, que cara pondría Sasuke cuando lo viera, y cosas ridículas como esas que lo hacían avergonzarse de sí mismo. Esto de seguir a Sasuke le recordaba los viejos tiempos, y es que su relación había consistido prácticamente en seguirse el uno al otro todo el tiempo (más Naruto, tenía que admitirlo) Es cierto que fue él mismo el que tomó la decisión de quedarse en Konoha para poder seguir su camino ninja, pero no estaba renunciando a él, claro que no, jamás lo haría, pero justo ahora toda su atención se encontraba en el joven azabache, y si no podía concentrase por completo en ello por su culpa, solo le quedaba ir a buscarlo, verlo, y saber que estaba bien, solo eso, no es que quisiera besarlo, y decirle todo lo que sentía, tampoco es que esperara un “Te amo” como respuesta de Sasuke a sus confesiones, simple y sencillamente quería verlo, y si lograba conseguir al menos un sonrisa se daría por bien servido, aunque quién sabe, tal vez podría conseguir algo más que eso, la esperanza es lo último que muere.
Unos gritos en medio del bosque lo sacaron de sus pensamientos de quinceañera enamorada, al parecer había caminado más tiempo del que recordaba, porque ya estaba completamente oscuro, y para su sorpresa pudo reconocer una de las voces, la más grave y profunda, era ni más ni menos que Itachi, y si él mayor de los Uchihas estaba en ese bosque olvidado por dios, solamente podía significar que el motivo de su desesperación, mejor conocido como Sasuke, también se encontraría ahí, caminó un poco hasta acercarse al claro que se encontraba rodeado por grandes árboles y pequeños arbustos que hacían como cercas naturales del lugar, pero cuando estuvo suficientemente cerca como para pudo notar que su novio no se encontraba ahí, solamente estaban Itachi y un joven de largo cabello rubio discutiendo, por lo que pudo observar (y no es que sea ningún chismoso), se trataba de una pelea entre amantes, así que lo único que pudo pensar es que al parecer los hermanitos tenían gustos similares, porque no pudo evitar darse cuenta de las similitudes que tenía con el muchacho, pero en fin, no vino hasta aquí para ver a esos dos pelear como perros y gatos, no sabía cuál era su historia, y no es que le incumbiera, pero de lejos y sin conocerlos podía saber que se amaban, pero también se lastimaban, la peor combinación según él, por eso no dejaría que las cosas con Sasu se le salieran de control, siguió caminando un poco más, mientras comenzaba a desesperarse, por que todo en el bosque era igual, y de pronto parecía que caminaba en círculo, y estaba ridículamente cerca de la organización que quería apoderarse de su bijuu, y si no encontraba pronto al ojinegro sentía que iba a enloquecer, y a morir de miedo, porque no era ningún cobarde, pero verdaderamente esto no le daba buena espina, quizá debería volver al lugar anterior, si es que podía encontrar el camino, y resguardarse con Itachi, tal ninja patético y sin talento, pero sus pensamientos alarmistas se vieron interrumpidos cuando de pronto sintió que lo rodeaban y cubrían su boca, genial, de seguro eran los de Akatsuki, que lo amordazarían y lo llevarían a un cuchitril perdido, en el que lo tendrían hasta poder extraerle a Kurama, y luego moriría y jamás podría ver a Sasuke una última vez de la forma que le hubiera gustado, y vaya que el rubio era dramático y exagerado, porque toda clase de pensamientos de asesinatos fueron desechadados cuando sintió un cálido aliento chocar con su cuello, al tiempo que una voz familiar le hablaba, no solo una voz familiar, si no la voz que había venido buscando. Al parecer ambos Uchihas tenían el mismo método de seducción con sus amados.
-No deberías rondar por sitios como este tú solo, precioso.- Le susurró Sasuke como si fuera el más grande secreto del universo, aunque bueno, lo había llamado precioso, así que todos los momentos de angustia anteriores habían valido la pena.
-Vine buscando a un apuesto pelinegro.- Contestó coqueto.- Así que… ¿Dónde está Itachi?
En un brusco movimiento el Uchiha lo estrelló contra un árbol.-No lo digas ni de broma Naruto, porque ni siquiera así puedo tolerar que te fijes en alguien más.- Sentenció dominante y posesivo el del sharingan.
-Dios, no creí que fueras tan sensible, amorcito.
-Pues ahora lo sabes, que no debes jugar conmigo, esas cosas no me van Naru.-Dijo tomándolo por la cintura para acercarlo más a él.- ¿Así que a que viniste? Creí que habíamos quedado en que te mantendrías alejado por un tiempo, haciendo realidad tú sueño, siguiendo tú camino ninja.
-Estaba preocupado por ti, Sasu, solo quería saber cómo estabas.
-Estoy mejor ahora que estás aquí.-Soltó el mayor al tiempo que comenzaba a tentar sus costados con las manos, haciéndole una pequeña caricia al ojiazul.-No creí que me sería tan difícil volver a alejarme de ti, creo que ya no puedo estar sin ti y eso es terrible, porque justo ahora ambos tenemos diferentes cosas que hacer, diferentes caminos por los cuales ir, queremos llegar a lugares distintos y no podremos hacerlo si caminamos juntos, al menos no ahora, cuando estemos bien colocados, tal vez cuando encontremos nuestro lugar podemos volver a estar juntos, realmente lo deseo, porque te amo.- Expresó, finalizando con un casto beso en los labios de su adoración, un pequeño roce que hizo que una corriente de electricidad recorriera ambos cuerpos como si de un rayo se tratara.
-Yo ya encontré mi lugar, Sasuke, y es contigo, a tu lado, ese es el único sitio al que puedo pertenecer, y sé que soy cursi y cliché y tonto por venir hasta aquí a decirte esto, pero es lo que siento, y lo que me provoca insomnio todas las noches desde que te fuiste, simplemente no puedo dormir su no tengo tus fuertes brazos para sostenerme si tengo una pesadilla, e irónicamente, ahora perseguir mis sueños me resulta una, porque tú no estás aquí, para animarme y protegerme, y puede que parezca débil y estúpido, pero no estoy diciendo que no tenga ambiciones y un montón de cosas por hacer, que puedo lograr perfectamente aunque tú no estés, pero si no te tengo para escucharme hablar de ellas, para animarme a hacerlas, y para celebrar mis triunfos simplemente no las quiero, siempre he dicho que quiero seguir mi camino ninja y convertirme en Hokage, pero me he dado cuenta de que el camino en sí no es tan importante, y tampoco lo es la meta, lo que importa son las personas que caminan ese camino a tu lado, y lo único que yo quiero es que tomes mi mano y andes conmigo por esas sendas inseguras que en ocasiones harán que tropiece, para levantarme, y para que yo pueda levantarte a ti, si me dices que no quieres esto, que no estás seguro o que quieres esperar lo entenderé, pero si llega alguien que esté dispuesto a seguirme en el camino no te puedo asegurar que no lo tomaré.- Y bien, lo había dicho todo, de un solo sopetón y sin siquiera respirar para no olvidar todo lo que había pensado para decirle, porque si no era en ese momento, con toda la adrenalina, y la melancolía acumuladas en su cuerpo y en su mente sencillamente no podría hacerlo en otro.
Esperó una respuesta por un tiempo que le parecieron simplemente años, no sabía qué hacer en ese momento, solo quería que se lo tragara la tierra, y es que cuando se despidieron en la aldea el pareció ser tan maduro y comprensivo, y ahora, unos cuantos días después se aparecía sin previo aviso frente a él para hacerle un drama al estilo “Tómame o déjame”, siendo completamente consiente de que tenía un 50% de probabilidades en contra, y que esas probabilidades se llamaban “Itachi Uchiha”, y no es que lo odiara, pero desde que apareció su relación con Sasuke se volvió muy complicada, y si alguien pudiera escuchar sus pensamientos solamente podría deducir que estaba podridamente celoso, y lo estaba, lo cual era enfermo, y mientras pensaba en cuán amenazado de sentía por aquel joven de cabello largo, Sasuke no quitaba su oscura mirada de él, y era doloroso ver que en ella había duda, que no podía decidir fácilmente porque él no era su prioridad.
Sasuke únicamente pensaba que la decisión era francamente la más difícil que podría tener, no culpaba a Naruto por querer una respuesta aquí y ahora, y sinceramente no le resultaba nada raro que el rubio hubiese cambiado de opinión tan rápidamente, en realidad, la reacción que tuvo en la aldea le pareció anormal y antinatural de su parte, este, el que estaba aquí diciéndole todas estas cosas era el verdadero amor de su vida, decidido, indomable y claro como el agua, y dios sabe que lo ama, pero luego está su hermano, él que arruinó su vida por él, el que estuvo todos estos años velando por sus seguridad desde las sombras, y el que a su vez jamás le pidió ni le pediría nada a cambio, si él pudiera presenciar esta escena seguramente le diría que lo siguiera, hasta el fin del mundo de ser necesario, y que cuando él solucionara todos sus problemas lo alcanzaría sin importar el lugar, así que por fin tomó una decisión, la obvia si me preguntan.
-No es necesario que busques a alguien más Naruto, porque yo seré quién camine a tu lado, hoy y siempre, eres el amor de mi vida, así que por favor, camina conmigo.- Y si eso no era lo más cercano a una propuesta de matrimonio que el rubio había escuchado, entonces no sabía que lo era.