PRIMER MES
"En este primer mes quizás hayas empezado a notar más ganas de ir al baño o te encuentres detestando los olores de algunas comidas que antes te gustaban. Ahora o durante las próximas semanas empezaras a sentir nauseas que muy probablemente terminen en vómitos.
El minúsculo embrión se abrirá camino en tu interior hasta lograr implantarse por completo y crecerá día a día…"
Escucho unas llaves abriendo la puerta de la casa y al instante pudo escuchar las voces y risas de su adorable pareja y su mejor amiga, Tokura, como solía llamarla a pesar del tiempo que llevaba conociéndola.
Con una velocidad propia de él, oculto el libro que estaba leyendo en el armario, entre sus pertenecías donde sabía que su pareja jamás se atrevería a buscar algo sin antes decirle a él. Arreglando sus ropas un poco, ya que se encontraba recostado sobre la cama que compartía con su novio, salió de la habitación con su aspecto neutral de siempre y se dirigió a la cocina que era el lugar de donde se escuchaban las voces.
-Kai-kun, aquí estabas- escucho la voz de su novio peli azul.
-Toshiki, ya te dije, desde hace dos años para ser exacto, que puedes llamarme por mi nombre- le respondió acercándose a él, a pesar de la presencia de Tokura Misaki quien se encontraba sacando cosas de unas bolsas del supermercado.
-Lo siento- respondió Aichi bajando a cabeza apenado mientras que un adorable rubor invadía sus mejillas –Eh pasado tanto tiempo llamándote así que ya me es difícil cambiar esa costumbre-
El chico de ojos esmeralda sonrió ligeramente y le miro con ternura, esa expresión solo se la daría a él, sujeto su mentón para alzar un poco su rostro y deposito un suave beso en sus labios, el pequeño y corto beso hizo suspirar al más pequeño, al separarse de él pudo ver de reojo a Misaki quien les miraba con cariño y una sonrisa de felicidad en su rostro.
Aichi, quien se había distraído por el acercamiento de Kai, pareció reaccionar y volteo para ver a Misaki, inmediatamente se sonrojo por la escena que había hecho frente a su amiga, y tratando de disculparse comenzó a tartamudear.
-Mi… Misaki-san di… disculpa, es… es que, nosotros… ahhh…- al no poder formular una frase completa solo pudo cubrirse el rostro con las manos lo cual provoco una ligera risa por parte de los otros dos.
Kai abrazó a Aichi por la espalda, pegándolo a su pecho y hundiendo su rostro en los suaves cabellos del peli azul.
-No tienes que decir nada Aichi- dijo ella sonriéndole de forma maternal- me gusta verlos juntos, en secundaria todos siempre creímos que ustedes deberían estar juntos y me alegra que ahora vivan como una pareja- finalizo sus palabras sacando las ultimas cosas de las bolsas.
Aichi saco sus manos de su rostro y la miro apenado.
-Y dime Tokura, ¿Qué te trae por acá? ¿Está bien que dejes a Kamui solo en la tienda?- pregunto Kai mientras se acercaba al frigorífico y sacaba una botella de jugo.
-Sí, todo está bien, él es muy responsable y como yo estaba por acá cerca, decidí venir a visitarlos- respondió mientras se acercaba a una caja, por los decorados Kai supo que era de una pastelería –También quise traer esto para ti Aichi, son esas tartaletas de fresa que tanto te gustan, ¡ah! También traje un trozo de pastel de café para ti Kai, sólo uno ya que sé que no te gustan mucho los dulces- decía contenta ella para luego sacar la tapa de la caja de postres.
El olor dulzón de las fresas y crema chantilly de las tartaletas lleno ligeramente el ambiente, Kai se asomó a la caja y aprecio los delicados postres, pero un sonido extraño le hizo mirar hacia Aichi quien tenía el rostro algo pálido y con una mano cubriendo su boca, Misaki le miraba extrañada al igual que Kai, aunque este parecía más impresionado por la acción del peli azul.
-Otra vez…- dijo en voz baja el castaño.
-Aichi, ¿estas bi…-
Misaki no pudo terminar de formular su pregunta ya que Aichi salió velozmente de la cocina y desapareció por el pasillo izquierdo del departamento, lo siguiente que se pudo escuchar fue un fuerte sonido de alguien regresando todo lo consumido hasta esa hora.
Misaki se veía sorprendida y algo asustada, iba a salir rápidamente para ir con el peli azul pero una mano rodeo su brazo impidiéndole avanzar, se giró para ver el rostro de Kai, pudo ver en su rostro preocupación pero no demasiada.
-¿Qué…- comenzaba a preguntar ella otra vez.
-Se le va a pasar en unos minutos- dijo el con una voz tranquila y soltó su agarre del brazo de Misaki.
-¿Ya había pasado esto antes?- Se sentía preocupada pero la calma que tenía Kai parecía transmitirse un poco a ella.
Kai volvió a tapar la caja de postres, era una lástima que no pudieran comer los postres que había traído Misaki para ellos, luego se sentó tranquilamente.
-Tokura, toma asiento por favor- le pidió calmadamente mientras cerraba los ojos como solía hacer para mantener su expresión seria, no podía negar que estaba nervioso, pero obviamente no lo haría notar.
-Kai… me estas asustando, ¿Qué sucede?- pregunto exigiendo una respuesta pero al notar el silencio del chico decidió sentarse como le había pedido.
-No es la primera vez que le sucede esto a Aichi- comenzó el, era difícil decir lo que pensaba, sabía que si lo decía quedaría en evidencia su… activa vida "intima"… pero sabía que Tokura era una de esas pocas personas a las cuales él podía contarle algo así, si se lo contara a Miwa… ¡no! ¡Definitivamente no!, a pesar de que el rubio era su mejor amigo no creía soportar sus constantes comentarios en doble sentido y más en frente de todos.
-¿Qué?, pero eso no es normal, ¿no lo has llevado al hospital? ¿Y si es algo serio?- Le dijo ella alterándose un poco.
-Tranquila- respondió el con su calma y seriedad de siempre, sin embargo se acarició un poco la frente en un claro síntoma de cansancio –No es tan serio… bueno, si lo es…- dijo dejando salir un suspiro –Escucha, tengo la ligera sospecha de que Aichi esta… embarazado- finalizo mirando fijamente a Misaki.
La cara de la chica lucia impactada, su boca comenzó a abrirse y cerrarse en busca de algo que decir ante lo que le había dicho el castaño.
-¿Embarazado?... pero eso significaría que tu… y el… ¡Oh!- un ligero rubor cubrió sus mejillas al darse cuenta de lo lejos que había llegado la relación de sus dos mejores amigos.
-Mira, si te estoy contando esto es porque sé que eres una persona seria y reservada, eres la primera persona a la que le digo esto- dijo el posando sus brazos sobre la mesa y apoyando su rostro en su mano derecha.
-Pero… ¿Aichi lo sabe?, quiero decir, él es el que está sufriendo uno de los primeros síntomas ¿verdad?- pregunto Misaki preocupada.
-Aichi solo piensa que algo le está cayendo mal, creo que por su cabeza no pasa la posibilidad de tener un bebé creciendo en su interior- dijo mientras acariciaba su frente otra vez.
-Debes decirle, si es cierto todo esto debe de comenzar a tener cuidados especiales, ir a revisiones y tener una alimentación balanceada… tienes que decirle- le dijo ella mientras se levantaba y se acercaba a la caja con postres que había traído, saco el trozo de pastel de café para Kai y lo coloco en el frigorífico –Es mejor decirle ya, si lo descubre por si solo podría sentirse asustado-
-¿Asustado?- respondió él -¿Estamos hablando del mismo chico que me salvó cuando fui poseído por Link Joker? ¿Del chico que quiso sacrificarse por todos encerrándose muy lejos de este planeta?- termino de decir con una sonrisa.
-Tienes razón- dijo ella suavizando su expresión –Pero es mejor decirle, que se haga una prueba y así sabemos con certeza que es lo que pasa con el- le dijo posando una mano sobre el hombro del chico de ojos esmeralda.
-Lo sé, hablare con el esta noche- dijo dándole una leve sonrisa.
-Bien, espero que todo salga bien- dijo cogiendo la caja de postres –entonces ya me voy, le llevare estas tartaletas a Kamui y a su amigo Chrono-
-Gracias por venir- dijo apenado Kai, pero sólo un poco –tenía que decirle a alguien esto- siguió diciendo mientras abría la puerta ya que Misaki llevaba la caja de postres, así ambos salieron de la cocina.
Al salir, vieron a Aichi regresando del pasillo con una mano acariciando su estómago y la frente algo mojada, al parecer había tratado de apaciguar las náuseas echándose algo de agua haciendo que los cabellos de su fleco se pegaran a su frente.
-Aichi, ¿te sientes bien?- pregunto Misaki acercándose a él.
-Si…- le respondió el peli azul de forma desganada –Lamento haberte preocupado, Misaki-san- siguió sobando su estómago como tratando de calmar su malestar –Creo que algo me cayó mal- finalizo con una sonrisa forzada.
Misaki miro a Kai y este le devolvió una expresión de "te lo dije" mientras alzaba un poco el rostro.
-Bueno, ten cuidado ¿sí?, ya vendré a visitarlos de nuevo- le sonrió ella –Nos vemos-
Aichi se despidió de ella y se dirigió a la habitación que compartía con Kai para poder descansar un poco
Kai acompaño a Misaki hasta la puerta para ayudarla a salir con el paquete que llevaba.
-Cuídalo, si es cierto lo que dijiste… espero un lindo y sano sobrino- le dijo ella sonriente antes de irse rápidamente dejando a un Kai sorprendido, soltó un bufido y con una sonrisa en su rostro fue a ver como se encontraba su tierna pareja.
Kai se pasó el resto de la tarde cuidando de Aichi, el ataque de nauseas se repitió una vez más algunas horas más tarde, lo único que pudo darle Kai de comer en lo que quedaba del día fueron unas cuantas tostadas y algo de fruta picada, había leído por ahí que eso ya no le provocaría más nauseas.
No quería decirle, Aichi se veía desganado, suponía que siendo siempre alguien tan enérgico se sentía deprimido de andar metido en la cama casi todo el día, pero debía decirle ya, hacer que se haga una prueba y comenzar a cuidarlo como se debía.
Aichi se encontraba a su lado sobre la cama, viendo un programa sobre un torneo de Vanguard que hubo hace poco y en donde Gaillard había resultado ganador, no había nada mejor para Aichi que distraerse con Vanguard, pero ya era momento de hablar, apago el televisor, desvaneciendo la imagen de Gaillard y su trofeo.
-¿Kai-kun?- Aichi pareció hacerle un puchero a su amante por apagar su programa.
-Disculpa, quiero hablar contigo un momento- le dijo el mirándole tranquilamente, no quería alterarlo antes de tiempo.
-Bueno… ¿Qué sucede?- pregunto mientras se acomodaba de lado, frente a Kai y acercándose a él en busca de un poco de calor, soltando un suspiro de alivio y cerrando sus ojos.
-Quería hablarte sobre esas nauseas que has sentido últimamente- dijo mientras comenzaba a acariciar algunos mechones del cabello del peli azul.
Aichi abrió los ojos, algo confundido fijo su vista en Kai.
-Es solo un malestar normal, no creo que sea algo grave-
-Yo tampoco creo que sea algo grave, pero no es algo normal, también eh notado que durante la noche te levantas muchas veces para ir al baño- siguió hablando el castaño.
-Ah, te estuve despertando- dijo Aichi algo apenado. –Eso también me pareció extraño, no es algo que me haya pasado antes, ¿sabes?- siguió comentando mientras se apoyaba contra la cabecera de la cama para sentarse.
-Aichi…- le llamó, haciendo que regresara su atención hacia él. -esos síntomas no son algo de una enfermedad… ¿no te parece que son más similares a los que tiene una… embarazada?- le dijo antes de arrepentirse de sus palabras.
Pudo ver que el rostro tranquilo de Aichi comenzó a cambiar a uno de sorpresa y luego paso a uno de incredulidad.
-¿Eh?... ¿embarazado?... ¿yo?- Una ligera sonrisa apareció en sus labios, al parecer todo estaba saliendo mejor de lo que Kai pensaba -P… Pero, ¿Cómo?... bueno, si me imagino como- dijo luego de recodar cosas que le hicieron sentir un calorcillo interno.
-Bueno, son esos típicos primeros síntomas, Aichi- le dijo Kai acercándose a él y acariciándole la mano que tenía sobre su estómago.
-Tienes razón, yo… en verdad que algo así jamás paso por mi cabeza- decía mientras sonreía, un nuevo color rosado apareció en sus mejillas, al parecer se sentía mucho mejor.
-Ahora que eso se ha vuelto una posibilidad, pene que podríamos ir al médico mañana, ya sabes, para estar totalmente seguros de lo que ocurre contigo- dio un suave beso en su mejilla el cual Aichi recibió más que contento.
-Está bien…- dijo bajando el volumen de su voz, buscando ahora un contacto diferente por parte de Kai quien no dudó ni un segundo en besarle, como podía negarse con lo adorable que era.
No podía creer que ahora estaba en esa situación, parecía que fue ayer cuando se graduó de la secundaria Hitsue, para ese momento tenía totalmente claro lo que sentía por Aichi, quería decirle sus sentimientos, se sentía desesperado por tenerlo, por besarlo, por tocarlo… pero antes quería ser alguien capaz de cuidarlo y darle todo lo que necesitara, por eso decidió alejarse un tiempo, por eso se fue con Gaillard quería volverse todo un profesional en Vanguard y estudiar algo que le diera buen resultado laboral.
En Europa participó en muchos torneos y consiguió muchos patrocinadores gracias a su habilidad y destreza, al igual que Olivier, gracias a ese apoyo económico que consiguió al ganar muchas veces, comenzó a pagar sus estudios y como era bastante conocido y tenía una fuente de ingreso a pesar de ser muy joven, decidió regresar a Japón por Aichi y continuar sus estudios ahí.
Recordaba el día en que regresó, el rosto iluminado de Aichi fue lo único que pudo ver a pesar de que varios de sus conocidos le recibieron en el aeropuerto, pero para el sólo existía el peli azul, esa misma noche en Card Capital, le hicieron una pequeña reunión por su regreso donde también se dio a conocer la existencia de la nueva tienda, Card Capital II, ahí se lo dijo, aprovecho la distracción y alegría de los demás por su llegada y lo saco de ahí, llevándolo a un lugar que ambos conocían muy bien, el lugar donde se vieron por primera vez de niños, sin duda ese era un lugar muy significativo para ambos.
Cuando le dijo sus sentimientos esperaba muchas reacciones diferentes por parte del menor, menos que se pusiera a llorar, debía reconocer que se asustó ligeramente, pero cuando el otro se aferró a su camisa y entre el llanto le dijo que sentía lo mismo por el desde hace mucho tiempo, pudo jurar que se sentía la persona más feliz del mundo, que Aichi le correspondiera era algo increíble para él, mentalmente agradeció a sus padres en el cielo por darle la oportunidad de estar al lado de la persona que más amaba.
Y ahora, después de dos años de relación, era bastante probable que tuviera un hijo, un hijo con la persona más importante para él.
Un suave gemido le hizo regresar de sus recuerdos, sin darse cuenta, había despojado al menor de toda prenda superior y se encontraba devorando ese suave y tierno cuello que tanto adoraba. Soltó una risa y se alzó en sus brazos para observar el cuerpo que se estremecía debajo de él, Aichi tenía los ojos entrecerrados y brillosos, la boca ligeramente abierta, soltando leves suspiros y las mejillas teñidas de un bonito color carmín, el menor le miro tímidamente, como siempre lo hacía, como si esa fuese su primera vez.
-Supongamos que no estés embarazado, que solo sea un malestar simple- le decía el castaño tomando una de las manos de su amante y repartiendo pequeños besos en ella -Dime, ¿te gustaría tener un hijo conmigo?-
Aichi le miro con un brillo especial en los ojos, ese que solo alguien que está verdaderamente enamorado puede tener… y aunque no lo supiera aun, ese brillo era más que especial.
Se levantó ligeramente y abrazo el cuello de Kai, atrayéndolo a sus labios le beso con ternura y pasión combinadas.
-Claro que quiero, Kai-kun- le sonrió y volvió a besar al castaño.
Al día siguiente Aichi se sentía mejor y fue junto con Kai a hacerse todos los análisis necesarios para saber sobre su salud, para que le den los resultados completos les pidieron que regresaran en dos días.
Ese día llego y ambos se sentían nerviosos, claramente uno más que el otro, cuando la doctora les hizo pasar al consultorio ambos se sentaron algo tensos a escuchar en silencio todo lo que tenía que decir la doctora.
-Buenas tardes, Sendou-san- comenzó ella con una sonrisa –acá tengo el resultado de sus análisis y me alegra decirle que todo está perfectamente bien con usted…- dijo intercalando su mirada entre los resultados y Aichi.
Ambos suspiraron, bueno, no era lo que Kai había penado a fin de cuentas.
-Todo está perfectamente bien con usted… y con su bebé- siguió hablando la doctora con una sonrisa, mirándoles mientras una pequeña risita salía de sus labios.
Aichi se sorprendió y Kai perdió por un momento su posición de seriedad habitual.
-Felicidades Sendou-san, tiene usted casi 5 semanas de embarazo- le extendió la hoja de los resultados a Kai quien los recibió lo más tranquilo posible.
Aichi se juntó a él y vio los resultados, puso una mano sobre su boca, conteniendo los hipidos por el llanto que se acercaba, pero sus ojos ya tenían algunas lágrimas en ellos, ambos se miraron y sin decir nada, Kai abrazo a Aichi quien sonreía y soltaba a la vez el llanto contenido.
Se sentía bien, se sentía feliz, sin duda amaba a Aichi y este lo amaba a él, y ahora venía una personita que era la prueba de eso.
Una nueva vida comenzaba.