ACERCAMIENTO
-¡¡SENSEIII!! ¡¡LA VIMOS SENSEI, LO JURAMOS SENSEI!!
-Bueno ya cállense hijo putas, me tienen hasta la madre con su niña de los cojones.
Kid, rabiando, pateo muy de cerca del sillón donde ahora Penguin y Sachi se encontraban sentados, junto con Law, ocasionando que ambos chillaran aún más fuerte…
No solo esos imbéciles habían llegado corriendo como locos, lanzándose encima de Trafalgar y el, llorando como niñas, si no que ahora gritaban como putas ninfas, diciendo algo de una tal mocosa de pelo largo y no sé qué más babosadas.
Ni si quiera se había tomado su lata de cerveza como debía ser, y eso que el ambiente era tan fresco, la dejo a medio camino desparramada por el suelo, por culpa de ese par de p…
-¿Y qué tal la medicina?—Pregunto Kid, sacando un tema de conversación al azar, con lo cual Law suspiro y le sonrió ladinamente, con algo de nerviosismo.
-¿Eres otro que piensa que es inútil perder toda mi juventud, estudiando esa carrera?
-Te equivocas—Fue a aclararle, sonriendo—De hecho me parece buena, solo te pregunto que como te va, enano. ¿Tan prevenido eres?
Y para Law fue un alivio que el sonrojo que adorno su cara, hubiera pasado desapercibido ante Kid, o de lo contrario se la estaría liando con otro cosa peor….
…tampoco es como si quisiera que Kid le fastidiara por sonrojarse, y menos, cuando confundiría el porqué de ese sonrojo…
A el por supuesto ni se le ocurriría que le gustaba a Law.
Lo de la medicina ocasionalmente se lo decían, según aquellos imbéciles que se habían atrevido a opinar, “Eso es muy largo, luego la terminas y te pagan miserias”…
Lo que no sabían era que él no lo hacía por el dinero, sino por la pasión, pasión que se vio reflejada en sus ojos, y eso Kid, si lo noto. Fue a darle un par de palmaditas en la espalda, para irle a sonreír de una forma esplendida, antes de decir:
-Tienes cara de buen médico. Yo iría a tu consultorio, al menos no pareces ir a cagarla si llego enfermo…
Y antes de que Law terminara con medio infarto hormonal llevándole al hospital, llego Killer con una lata de cerveza y un pincho de carne. Ambos lo recibieron y dieron las gracias, Law por supuesto, aun con pasmo, y más rojo que una tetera. Y justo cuando Killer iba a sentarse, unos gritos se oyeron de muy lejos…
…y en un dos por tres los pobres de Law y Kid, estaban tirados en el piso, y sobre ellos, Penguin y Sachi, descojonándose a moco tendido…
Por lo que ahora todos se encontraban en la cabaña, de nuevo, ya que Killer, “tan humanitario”, decidió que era mejor ir a llevar a los dos imbéciles castrados de vuelta para que se tranquilizaran.
Pero a mí no me engaña, pensó Kid, lo hizo por ese reverendo hijo de puta, Penguin, y su trasero.
-Por enésima vez… ¿Qué les paso? No puedo entenderlo todo si solo lo gritan y dicen puras estupideces—Dijo Trafalgar, yéndose a sobar la nuca cuando ambos se abrazaron a él con más fuerza, temblando como gelatinas.
-V-vi….mos…una pequeña niña que…¡¡AHHHH!!
…y Penguin de nuevo comenzó a llorar a viva voz, ocasionando que a Law se le saltara una vena en toda la frente.
-¡¡BASTA!!—Grito, hastiado de tanto show por parte de ellos.
Ambos se le quedaron mirando con miedo y tragaron saliva al unísono, para consiguiente sonreír con nerviosismo, dado para que Sachi dijera:
-Vimos el fantasma…de una niña—Confeso, con todavía el nudo en su garganta. Quería pensar que aquello fue una broma, pero no, la vista no le engañaba nunca, pensó, con algo de profundo pesar—Si, definitivamente era un fantasma—Añadió, con un ligero tembleque en sus piernas.
Y lo mismo pensaba Penguin, quien asintió dándole la razón a su amigo, y ambos fueron a abrazarse para comenzar a llorar de nuevo, ante la mirada cansada de Law, quien solo se limitó a levantarse e ir a tomar aire afuera, siendo seguido por Kid, el que más cabreado se encontraba ahora.
Killer por su parte no había dicho nada, les creía y no les creía. Siempre había sido muy escéptico, más que todo con ese tipo cosas…
…pero decidió ir a la cocina a por un par de vasos de agua, ya después les preguntaría bien como fue el asunto…
***
Kid y Law habían ya caminado bastante. A través de los árboles, si mirar si quiera atrás, andaban en silencio, como esperando a que el otro dijera algo, y así fue hasta que al menos, en un territorio más o menos despejado, se quedaron parados, recostados cada uno sobre un árbol.
-Tus amigos son un poco salidos, ¿no, Trafalgar?
-Si hablamos de mis amigos dementes…ten en cuenta que hay uno que tenemos en común, así que inclúyete a ti también, Eustass-ya.
Kid sonrió, sabía que se refería explícitamente al pequeñajo de Mugiwara. Ese sí que era un loco de remate, viniendo de aquí para alla y liándola sin darse cuenta. No dejando de lado a su apetito voraz, el cual ya le había causado muchos problemas en restaurantes de comida rápida.
-Un fantasma… ¿Tu qué piensas? Porque bueno, no creo que un médico le tenga fe a algo más que la ciencia, ¿o me equivoco?—Pregunto, yendo a recostarse en el pastizal, donde precisamente, hace unos momentos Trafalgar había ido a despejar su cabeza.
Y es que ya no había ni un alma alrededor, era tan tarde, tan de madrugada, que todos los estudiantes se habían cansado e ido a dormir.
Curioso, porque normalmente se quedaban tomando hasta más tarde. Aunque ni Law ni Kid los culparon, pues el frio estaba tan culero que nadie inteligente se quedaría allí afuera para pescar un resfriado, y menos, cuando ahora parecía querer llover a cantaros.
-¿Qué dices Eustass-ya? ¡Si yo soy un fiel cristiano! No te imaginas mis huidas matutinas a la iglesia.
Si el objetivo de Law era hacer reír a Kid, lo había hecho soltar una carcajada que resonó por toda la zona, alrededor de las cabañas.
-Joder, con esa cara sí que te creo tío—Eustass se limpió las lágrimas a causa de la risa, con cuidado, mientras se fijaba en que, efectivamente, amenazaba con llover—Mierda…deberíamos volver.
-¿Te da miedo a la lluvia o qué?—Dijo Trafalgar, sonriendo como un cabrón, y eso de algún modo cabreo a Kid. Pero dentro de sí, sin duda, deseaba que su momento a solas con ese pelirrojo sabroso durara más.
-Cierra la puta boca, Trafalgar.
-Ayúdame con eso…
Y cuando precisamente Kid iba a responder, con media vena palpitándole en la frente, el agua estallo de forma violenta.
Lo primero que atino a hacer el pelirrojo fue a agarrar a Law del brazo fuertemente y salir corriendo con él. Lo malo es que habían caminado tanto, que Kid imaginó que se habían perdido, y no sabía a donde coño podrían ir a refugiarse con el agua cayendo a cantaros. A Law, por su parte, le tenía en las nubes el que Kid lo agarrara del brazo, y no porque fuera masoquista, sino porque fue el primer contacto físico que tuvo con Kid en ese día…
Casi que se le escurrían las babas de pensar cómo serían los otros…
Los ojos casi que se le volvieron unos corazones también, y para cuando logro darse una bofetada mental, se encontraban debajo del tejado de alguna tienda rodante que algún pendejo había dejado estacionada…
-J-joder…un poco más y me toca cargarte.
Kid jamás había corrido tanto en su vida, definitivamente le hacía falta más ejercicio para lograr correr de esa forma y no cansarse. Law le miraba desconcertado, tanto tiempo había estado en su embobamiento, que no se había dado cuenta que Kid había hecho lo posible por encontrar un lugar para que se cubrieran de la lluvia.
-No te obligue, más bien me hubieras dejado allí y ya—Contesto, tratando de que su instinto sarcástico y sínico saliera a flote, como para que no se le notara lo nervioso que estaba por pensar en tantas florecitas y unicornios.
-¿Me estas jodiendo, no?—A Law no se le pasó desapercibida la expresión seria de Kid por un milisegundo, que luego simplemente fue a quitarse las gafas y a escurrirse el mechón—Sabia que tenías algo de hi…
Para Law el tiempo se congelo, cuando Kid sensualmente, acomodo su sedoso pelo y fue a acomodarse las gafas de ingeniero, todo con los ojos cerrados…
…era un momento tan perfecto que se quedó con los ojos como platos, casi que dejando caer toda su saliva a suelo y con las mejillas arreboladas.
Hasta que de nuevo su yo psicópata y asesino le dio una bofetada, para despertar de su ensimismamiento y ver a Kid como le miraba, con cara de preocupación y miedo, como pensando que le había pasado algo.
-Y también eres raro—Añadió, después de toda la charla que le había soltado a Law, pero que por supuesto, el no había escuchado por haber estado observando cosas más…interesantes.
-Ejem…lo siento—Fue a decir, pero se dio cuenta que el pelirrojo no le estaba escuchando--¿Eustass-ya?
-Trafalgar, he oído un ruido extraño.
Kid justo estaba mirando hacia el frente, donde sobresalía una montañita, que justamente daba hacia un camino, donde cruzaban más árboles. Él aseguró haber oído un ruido extraño, como de jadeos, y de inmediato Law y él estaban caminando hacia allí, con cautela…
Y lo que se encontraron no fue lo que esperaban.
-¿Qué…coño paso aquí?
-Ace, Marco…
Kid y Law se miraron, como pasmados, para luego ver a las otras dos personas de donde provenían los ruidos…
***
-Marimo de mierda.
-Rubio cejas de sushi.
-Pedazo de alga sobrevalorada.
-Cocinero de mierda.
-Basta chicos, ya, ya—Dijo Nami, para luego ir a acostarse en su cama, taparse hasta las narices e intentar generar algo de calor para sí misma. Definitivamente, las peleas de estos dos chicos y el frio, no iban nada bien.
-Ustedes sí que pelean, cualquiera pensaría que más que odiarse, se adoran—Afirmo Ussop, y Nami le dio la razón con un bufido.
-¿¡QUE DIJISTE!?
Pero a Ussop se le enfrió hasta la nariz, cuando no más que ni cortos ni perezosos, los dos se pusieron frente a él, para darle un par de coscorrones gracias a las burradas que había dicho.
-Shishishishi, ustedes son muy divertidos—Hablo Luffy, quien por su parte, no podía estarse quieto para nada. A pesar del frio, se conformó con un esqueleto y pantalones cortos, y eso aunque Nami le hubiera dicho que podría resfriarse si andaba tan escueto.
-¡¡Eso dolió!!—Se quejó Ussop, después de que le hubieran dejado el ojo morado y la cara hinchada. Yéndose al baño a mirarse y gritar luego de la impresión, y el dolor, por supuesto—¡¡MI CARA!!
Sanji y Zoro, sin importarles, gruñeron algo en voz baja, mirándose con odio innato.
-Sean al menos un poco más delicados—Dijo Nami, quien saco con habilidad la mano para apagar la lamparita que iluminaba su zona de dormir, como temiendo que el frio la tocara, y fue a recostar su cabeza sobre la almohada—Si van a hacer escándalo, que sea un buen lemon. Y hasta mañana…
Sanji y Zoro se miraron, sin entender lo último. Luffy también los miro desde su espacio y levanto los hombros.
-¿Ves lo que haces marimo de mierda? Nami-swan ya está alucinando con palabras raras por tu culpa…--Susurro Sanji a Zoro, muy cerca, para que Nami no lo escuchara.
-San-ji-kun—Se oyó un lindo siseo a través de las sabanas, desde la cama de Nami, por supuesto. Al pobre rubio se le pararon hasta los pelos del coño— ¿Ve a dormir, vale? Y así hasta considere no dejarte sin cojones.
Sanji no fue el único que trago saliva, de hecho Zoro también.
-Tsk…maldito cocinero, todo por tu culpa—Murmuro, enojado.
-No me vengas con esa mierda, alga con patas.
-¿Quieres pelear?—Mascullo un poco Zoro, cuando Sanji fue acercándosele y prendió un cigarrillo, botándole todo el humo en su cara—Rubio pervertido de la mierda…
Sanji casi que serrucho el cigarrillo que tenía en su boca, con sus dientes, yendo a escupirlo y destriparlo contra el piso, como imaginándose la cabeza de Zoro siendo destruida bajo sus pies. Y Zoro le fulmino con la mirada, tocando sus katanas para ya ir a desenvainarlas.
Preciso en ese instante se disponía a salir Ussop del baño, cansado y vacunado de tanto golpe, sin embargo, al ver la escena, se devolvió despacitico sin hacer ruido. Mejor dormir en la tina esta noche, pensó, mucho mejor, con cara de haber visto un cadáver.
-Chicos, iré a dormir—Dijo Luffy, de repente, ya muy cansado de verlos y bostezando, para ir y apagar su lamparita también—No hagan ruido, por favor—Añadió con tono de advertencia.
-Mañana lo arreglaremos que me ha dado sueño también—Comenzó Sanji, con cara de espanto.
-De acuerdo, totalmente—Le consiguió Zoro, saliendo disparado hacia su cama.
Y aquello era porque los dos sabían, que cuando a Luffy se le interrumpía el sueño, era peor de monstruo que Nami.
***
Law no sabía por dónde empezar. Si por darles sus buenos zarpazos a la parejita por arruinar su momento a solas con el pelirrojo, o si preocuparse por ellos y preguntarles, tímidamente:
“¿Qué mierda significa esto?”
Si, debía preguntarles primero, pero de una forma más sutil.
-¿Fue que les gusto follar amarrados, o qué?
Y para el no pasó desapercibida la mirada fulminante ni de Ace, ni de Marco, y eso que el rubio normalmente siempre tenía esa cara de pasivo, en todo el sentido de la palabra.
-Opino igual—Le secundo Kid, un poco más tranquilo que los otros— ¿Qué coño paso?
Y Marco y Ace se miraron un momento, temblando de frio, a pesar de que Kid y Law se quitaron medio atuendo para proporcionarles calor y que no les matara una hipotermia. Ya que, extrañamente, estaban sin ropa, a pesar de haberse vestido para ir a abrir esa puñetera puerta…
-De hecho, cuando ninguno de ustedes estaba, andábamos “intentando” follar en la cabaña, pero algo nos interrumpió, y pensamos que era alguno de ustedes jodiéndonos el rato—Comenzó Ace, al instante en que se abrazaba a Marco con fuerza para que entre los dos se transmitieran calor, lo cual el rubio acepto gustoso, oliendo un poco el cabello del contrario—Pero…salimos a ver quién era y…
-No recordamos nada mas—Continuo Marco, con tal cara de seriedad que Kid y Law no pudieron reclamar nada—Solo nos despertamos atados, el uno al otro y comenzamos a hacer ruidos para que nos encontraran, porque como vieron, teníamos la boca tapada con esa cinta de mierda…
-Y en ese instante ustedes llegaron.
Law y Kid se miraron de nuevo, suspirando, con cara de duda extrema.
-Deberíamos llevarlos de nuevo a la cabaña, y darles algo caliente, no quiero tener la molestia de ir a un velorio doble después de volver del paseo…
Ace iba a replicar algo, pero la voz seria y sin ápice de broma de Kid, lo cayó.
-Te entiendo, vamos entonces…
***
Poco a poco la lluvia cesaba, comprobó Kid, quien había estado mirando a través de la ventana hace como una hora, observando también como el sol se ponía en el cielo, anunciado el amanecer de forma lenta…
…pero esa tranquilidad se fue a la mierda cuando oyó los gritos de esos dos mocosos.
-¡¡ERA ESA NIÑA!! ¿¡VERDAD ACE, MARCO!?
-Grrr—Gruño Kid, hace poco los comenzaba a conocer y ya le venía de los cojones tener que oírles las mamadas, al menos, el único medio pasable, era Law.
-No recordamos nada—Aclaro Ace, quien acariciaba la cabeza de Marco con ternura, sobre sus piernas—Salimos a abrir la puerta, y puff…todo se desvaneció. No recordamos nada sobre una tal niña pelinegra…
-¡¡Nosotros la vimos!! ¡¡Lo juramos!!—Chillaban Penguin y Sachi, quienes parecían haberse quedado psicosiados de por vida con el tema.
Killer negó con la cabeza, y fue a por otro par de vasos de agua a la cocina, pues bien sabía que ellos los necesitaban.
-¡¡DEJEN DE LLORAR!!
Un muy cabreado Kid se levantó del sillón al pie de la ventana, dispuesto a emprenderla contra el par de chicos, los cuales solo atinaron a salir corriendo y esconderse tras de Law, quien volvía retomar su parsimoniosa lectura, que justo había dejado en la mejor parte.
-¡¡LAW-SAN!! ¡¡SALVENNOS!!—Y volvieron a llorar con fuerza cuando vieron como Kid se acercaba más rápido a paso pesado, temblando, con más miedo de que el pelirrojo los matara, a que la pequeña demonio que habían visto apareciera de nuevo.
-Está bien, Eustass-ya, no te tomes la molestia de callarlos a golpes, porque de seguro lloraran más—Dijo Law, un tanto mosqueado al ver la cercanía de Kid, apenas si levantando los ojos para verle.
Y con eso Kid se detuvo un momento, reprimiendo sus impulsos asesinos.
Justo en ese instante también llego Killer, dándole a ambos los vasos de agua correspondientes para que se calmaran, los cuales, gustosamente, aceptaron y se tomaron de un sorbo.
-Voy a ver que puedo hacerles de desayuno, mientras tanto traten de descansar…y joder Kid, tú cálmate un poco—Termino de decir el rubio, para luego adentrarse a la cocina.
-Vallan a dormir—Mascullo Kid con rabia cuando Killer ya se había ido, dirigiéndose a los otros, viendo como entretenidamente ambos muchachos se largaban a sus respectivas camas y se tapaban con las cobijas, mirándolo con terror a través de las mismas.
-Mejor así—Dijo Law, olvidando la presencia del otro y fijándose de nuevo en su lectura. Pero toda esa tranquilidad se convirtió en nerviosismo, cuando sintió como alguien se sentaba a su lado, oprimiendo gran parte del colchón.
-¿Qué coño es tan entretenido en ese libro?
Y tuvo la cabeza de Kid debajo de su mentón, explorando lo que estaba leyendo, con cara de curiosidad, dejando justo unos cuantos mechones arrimados a las mejillas del moreno…
…por supuesto Law no sabía si saltar de la dicha o desmayarse, pues estaba tan cerca, que podría jurar sentir su calor…
Y se sonrojo al ver como Kid alzaba la cara y recostaba el mentón sobre su hombro, acomodándose un poco más cerca.
-¿Te molesta si leo un poco contigo?
-N-no—Alcanzo a decir, justo antes de que su corazón comenzara a latir con fuerza y sus labios temblaran, al sentir el choque de la respiración de Kid, muy cerca de su nuca y oreja, dándole escalofríos.
-¿Estas bien, Trafalgar?—Susurro el pelirrojo, llegándose a sentir algo incómodo también.
Law se sintió capaz de girar un poco la cara, y de inmediato se flecho con aquella mirada ambarina. Los ojos de Kid brillaban intensamente, y aunque Law no quiso hacerse ilusiones, tampoco se le daba la gana de dejar de mirarlo. Por su parte, Kid se sintió extraño cuando esos opacos ojos grisáceos voltearon a mirarlo, además, no pasó desapercibida para su persona el sonrojo que Law tenía, en un atrayente color rosado.
Unos minutos más mirándose, sin nada que decir, solo respirando demasiado cerca…
Kid sintió su corazón palpitar con más fuerza, y por alguna razón, su cara calentándose cada vez más. Su mirada de pronto bajo a los labios de Law, que delineo perfectamente, con muchas ganas, acercándose lentamente, sintiéndose extrañamente atraído, volviendo a mirar sus ojos, los cuales se entrecerraban con algo de ternura…
-¿¡Interrumpimos algo!?
Law quiso cagarse en todos los cadáveres que había diseccionado, cuando Ace, sin previo aviso, llego a gritarles aquello casi en el oído.
El pecoso sonrió victorioso, temiendo por un momento ante la mirada asesina de Law.
-Marco y yo nos vamos a dormir, traten de no hacer tanto ruido—Termino diciendo, con una cara tan sonriente que a Law le dieron ganas de rompérsela a golpes, e inmediatamente se fue a la cama donde estaba Marco esperándole y mirando la escena con algo de gracia.
-Joder…--Gruño casi Law, cerrando el libro violentamente—Ya hasta las ganas de leer se me han quitado…
Kid se había quedado como en una especie de ensoñación, sudando frio y poniéndose azul ante la vergüenza que había acabado de pasar. Solo trago saliva y se alejó a punta de saltos de Law, yendo a buscar algo con lo que entretenerse y disimular el nerviosismo. Rebusco en el cajón de la mesa de noche…¡¡BINGO!! La psp de Killer estaba allí, intacta, perfecto, pensó, ahora puedo entretenerme.
El moreno suspiro con algo de tristeza, recostando su cabeza sobre la almohada y mirando al techo—Fue un accidente, Eustass-ya, no le tomes importancia, además, no soy gay…
…y Law volteo a mirar hacia las camas de sus mejores amigos, dándose cuenta de que ya se habían dormido, y suspiro con alivio—Bueno, al menos se durmieron antes de ver…
Kid quedo frio ante la anterior confesión de Law. Sintió algo extraño al escucharle decir aquello al moreno, como impaciencia, pero solo duro unos segundos y volteo a mirarlo, sonriéndole, restándole importancia, yendo a acostarse y a comenzar a jugar con la psp de Killer.
Pero ambos, sin concentrarse en otra cosa más que lo que había pasado…
***
-Fue gracioso, hubieras visto la cara de esos chicos…
-Fufufufu, solo son un poquitín torpes, ¿no?, se la tragaron toda.
El rubio sonrió extensamente, imaginando la cara de los tales Sachi y Penguin. Camie pudo asustarles de una forma demasiado esplendida, tal y como él quería, de hecho, desde que llegaron, el plan era darles un buen susto a todos los alumnos universitarios…
…y todo porque a Doflamingo le satisfacía y le daba gracia, además, le parecía una forma muy entretenida de pasar el rato.
Entonces fue cuando le pidió el favor a Camie, para que le ayudara, y a ella pareciéndole divertido, se apuntó también.
-Sí, pero…emm, este…
-¿Si?
-¿Había alguien más…disfrazado igual?
Doflamingo se quedó perplejo un momento, mirando a Camie con duda a través de sus gafas violeta. Bien era cierto que habían alquilado disfraces y todo para aquella maravillosa ocasión…
…y con Penguin y Sachi, corriendo como niñas a causa del disfraz de la peliverde, el plan se había inaugurado como un éxito total.
Pero solo eran ellos dos, solo ellos dos lo habían planeado…
-No.
-Entonces…
Sin embargo, no se esperó lo que ella le dijo a continuación, sin más preámbulos, con un mínimo tembleque en sus labios…
-Ese fantasma es real, y el mito de Blue Lake, también…porque, yo vi a la niña de las historias, justo cuando fui a irme a cambiar…
Y aunque Doflamingo no creía en fantasmas, sí que tuvo que pensárselo bien, cuando su alumna señalo un lejano caminito, que daba a esa casa…
La casa de los asesinatos…
CONTINUARA…