Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Haunted Forest por Bruzz

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaa!!!

(Joder, que me matan)

Si que he demorado en actualizar, en serio, lo siento.

He entrado a estudiar ya, asi que no he tenido mucho tiempo que digamos.

Ademas la inspiracion se fue corriendo...*¡¡Ey pendeja, no te vayas!!*

En fin...

Ya saben que si no actualizo rapido, es por una de estas dos cosas *Se esconde en un rincon*

Sin mucho mas que decir...

Cap adentro!!

Pd: Lamento si ha quedado mas corto de lo normal xD

LOS TRES ESPÍRITUS

 

-Entonces, como le decía, Zoro-san…

-¡¡Cállate!!

-Pero es que…

-El solo hecho de que un esqueleto diga mi nombre, me repugna…

-Es usted muy cruel yohohoho…

¿Qué cómo habían llegado a esa situación?

Eso ni Zoro lo sabía.

¿¡Cómo es que un esqueleto podía hablar!?

Zoro de por sí ya era tonto, así que ponerse a pensar en eso…

No, mejor no.

De lo que si se dio cuenta, fue de lo siguiente: El tipo no era malo. Cuando pudo reaccionar, Ussop y Nami reposaban sobre una de las camillas, y era porque precisamente Brook le había ayudado a llevarlos.

¿Era un fantasma? ¿Demonio? ¿Espíritu?

-Solo soy un esqueleto con afro yohohoho…

-Tsk—Zoro fulmino con la mirada a Brook, este carraspeó—Como si eso fuera muy normal…

-Soy un fantasma, un alma en pena, se podría decir—El esqueleto educadamente sorbió de su taza de té, mientras acomodaba el bastón entre sus huesudos dedos—Uno de los mejores músicos que existió…Soul King.

-Jamás escuche de algún músico con ese nombre—Zoro miraba atentamente como Brook serbia el té de nuevo. Cada vez que llevaba la bebida a su “boca”, intentaba, sin mucho éxito, seguir el recorrido de la misma a través de su “cuerpo”.

Pero no veía absolutamente nada. Era como una persona común y corriente bebiendo algo. El líquido no resbalaba de su tráquea, no recaía sobre sus pantalones, no rebotaba en el suelo, nada…

-A pesar de no conocerlo, se me hace bastante cabeza hueca, Zoro-san…yohohoho…

-Maldito.

Zoro, sin mucho miedo, le había zampado tremendo puñetazo en la mandíbula a Brook. Este comenzó a llorar desconsoladamente, tirando lágrimas de sus orbitas, haciendo que con eso el espadachín quedara mucho más perplejo de lo que ya estaba…

-¿Este tío puede llorar?—El peliverde parpadeo varias veces, sin creérselo.

-*Sniff* *Sniff* No es mi culpa lucir así, Zoro-san, es solo que ya estoy muerto…

-Si no me dices no me doy cuenta—Zoro rodo los ojos un momento, fijando su mirada en la camilla, donde Nami y Ussop dormían—¿Hasta cuándo piensan descansar…? Joder…

-Como Zoro-san parece tan poco receptivo…

-¡¡CALLATE!!

-¡¡AUCHH!!

-Más bien….¿Qué haces tú aquí? Con ese aspecto…¿Y qué demonios está pasando?—Brook miro con atención a Zoro, cuando este le pregunto. Acomodo su sombrero con suspicacia y suspiro, recordándolo todo, aun borroso, después de haber muerto.

 -Te contare una historia…algo que sucedi…

-Esa ya me la seo—Corto Zoro, con molestia—Te estoy preguntando de donde saliste y que demonios está pasando…

-Pero para saberlo tienes que enterarte de la…

-¡¡Que ya me la sé!!

-Bueno, bueno—Brook salto en su sitio al ver como una vena surgía de la frente del espadachín. Negó con las manos, para evitar morir por segunda vez…

-¿Y….?

-P-pues…yo era paciente de este hospital, a causa de una enfermedad terminal. Conocí a  una mujer, que casi fue víctima de un asesinato…

-¿La mujer maldita?—La expresión de Brook se areció un poco, de alguna forma le molestaba ese apodo. Aunque Zoro en realidad no noto el cambio.

-Su nombre es Robin—Comenzó con seriedad—Y ella no tiene la culpa de nada. El fantasma de esa niña…ella es la única culpable.

-Hmp..

-Yo hable bastante con Robin-san… puede que hayan sido solo dos días, mientras estuvo viva, pero fue más que suficiente para conocerla. Me escapaba de mi habitación, solo para ir a verla. Con la única persona que habló durante ese lapso de tiempo, fue conmigo….

Ella me conto todo lo que había pasado…

Quien había sido el asesino.

Pero le prometí que no se lo diría a nadie. Y tiempo después de su muerte, los designios del cielo me llevaron a mí también…

Por culpa de ese secreto, fui condenado a vagar en este hospital, que fue mi lecho de muerte, por siempre.

Al menos hasta que la maldición se rompa…

Maldición que no comenzó por la culpa de Robin-san, sino por la de esa niña…

Su hija.

-¿Y por eso luces como un esqueleto?—Zoro sin poderlo evitar, se burló.

-¡¡Eso es porque ya estaba viejo!!!

-No tiene nada que ver…

-¡¡Claro que sí!!—Carraspeo para no perder la decencia—Por culpa de esa niña, miles de cosas raras pasan en este hospital, y en la que fue su casa…

-¿Cosas…cómo?—Aunque Zoro quisiera negarlo, aquella información sí que le interesaba. Su despiste no daba para tanto, tenía la certeza de que la desaparición de Sanji guardaba relación con ello. Así que escucho atentamente, a lo próximo que dijo.

-Esa niña, ahora, es…

-¿Por qué paras?—Pregunto Zoro, viendo como Brook negaba con la cabeza.

¿Por qué…?

-El hospital es como un laberinto—Continuo Brook—Las personas que llegan aquí, jamás consiguen salir. Además de estar maldito, y de que muchos espíritus, atraídos por su energía, comenzaran a quedarse atrapados, el espíritu de esa niña…e incluso el de Robin-san, mora en este lugar…

-Joooo…

-¿Z-z-zoro…?

El tartamudeo de Ussop, hizo que Zoro girara la cabeza. Vio como el peli crespo desviaba lentamente su mirada, la cual recayó en Brook. A pesar de que el esqueleto sonrió de forma amable y le saludo, el moreno grito y grito con descontrol, tratando de despertar también a Nami.

-¿Por qué reacciona así, Zoro-san?—El esqueleto termino por quedar cabizbajo y avergonzado, mientras tímidamente observaba las reacciones desesperadas del chico.

-No creo que sea porque un esqueleto vivo le esté saludando—Dijo Zoro con evidente sarcasmo. Pronto se acercó al peli crespo y le acallo los gritos con una certera patada en el estómago—Deja de llorar, que el tipo es majo…

-¿¡MAJO!? ¿¡MAJO!? ¿¡QUE MAJO PUEDE SER…!? ¡¡AUCHH!! ¡¡DEJA DE PEGARME!!

-¡¡TE DIJE QUE DEJARAS DE CHILLAR!!

-Yohohoho…

***

 

-Pero ni tan malo ha sido, ¿no?...Encontramos como avanzar…

Doflamingo, Killer y Luffy subieron por unas estrechas escaleras de madera. Al inicio, era difícil de creer, pero definitivamente no era una alucinación: Estaban en el primer piso de esa porqueriza.

-Puede que digas eso…¿Pero cuando demonios encontraremos la salida?—Doflamingo estaba tan exasperado, que hasta el optimismo de Killer, ya le molestaba.

-Shishishi calma Doffy—Luffy era otro que le tenía los huevos llenos, solo que desde hace rato—Pronto llegaremos—El pequeño avanzaba dando saltitos, y observaba todo como si fuera mágico.

-Y cuando vio a esa mole casi se caga—Doflamingo suspiro, negando con la cabeza—¿Te conté que vimos una cosa horripilante aquí?—Miro a Killer, quien venía detrás de él.

-No tenías la necesidad, de todas formas yo también las vi…

-Joder, fue por eso que perdimos a Kid.

-Me lo supuse—Killer avanzo un poco más rápido, recordando el objetivo que se había planteado él mismo, teniendo la certeza de que los otros dos también lo habían hecho—Debemos encontrarlo…

-Si—Respondió el rubio mayor, con seguridad.

-Aquí también hay luz…

-Y todo parece jodidamente igual.

-¡¡Es divertido Shishishi!!

Yo todavía me pregunto qué parte de esto es divertido, pensó Killer, atento a los movimientos extravagantes de Luffy. Solo saltaba de aquí para alla, y hurgaba todo…

-¡¡No toques eso!!

En menos de tres segundos, una avalancha de utensilios aplastaba a Luffy. Curiosamente abrió una puerta, y todo le cayó encima. El pequeño se salió de allí como pudo, con la ayuda de Killer. Doflamingo solo miraba de lejos, queriendo asesinarlo.

-Y ojala le hubiera aplastado…

-No digas eso tío—Killer observaba con desdén el tumulto de cosas que ahora yacían regadas por el suelo—¿Y esto que coñazo es?

-Basura—Gruño Doflamingo, con rabia.

-Shishishi eso ha sido peligroso…

-¡¡NO NOS DIGAS!!

-¡¡Awww!! ¡¡Pero miren!!—Killer y Doflamingo atentos cuando Luffy, entre todo, saco un pequeño peluche, en forma de reno—Genial Shishishi, me lo quedare.

Los dos rubios se miraron con desconfianza.

-Definitivamente no, no y no—Doffy le rapo de las manos el peluche a Mugiwara—No podemos quedarnos con algo de esta puta casa, ni cagando…

-Pero es que no te lo vas a quedar tu—Reclamo Luffy, cruzándose de brazos y haciendo un puchero. Claro que a Doflamingo, muy rara vez le hacía efecto—Yo lo tendré en mi cuarto…

-¿Eres un puta cría o qué?—Contrarresto el rubio, alejando el peluche del alcance de Luffy.

-Bueno, bueno, bueno, no creo que sea para tanto—Killer miraba con algo de gracia como Luffy saltaba e intentaba tomar el juguete de las manos de Doflamingo—Después que te compres uno Luffy…

-¡¡No!! ¡¡Yo quiero ese!!

-Eh—Killer no lo podía creer, era un puto malcriado. Ya entendía porque su profesor tenía una vena en la frente saltándole ahora mismo.

-¡¡Dije que no!! ¡¡Compórtate como el hombre que eres!!

-¡¡No quiero escuchar eso de alguien con un abrigo rosa!! ¡¡Doffyyyy eres maaalooo!!

-¿¡Que dijiste!?

-¡¡Dámelo!!

-¡¡No!!

-¡¡Te doy una galleta!!

-¡¡A tu puta madre!!

-Bueno, a esa también, si quieres…

-Ey chicos…eso me está doliendo.

-Esa cosa…--Los labios de Killer temblaron por un momento, sintió que se le corto el aire.

-…ha hablado—Doflamingo observo como el peluche en su mano, tenía una expresión triste y se removía.

-¡¡GENIAL!!

-¡¡Diablos!!—El rubio soltó eso y como pudo lo mando a la mierda. El peluche fue a dar contra la pared más cercana, y gimió de dolor. Doflamingo se jalaba el cabello y gritaba.

-No lo tires así Doffy—Luffy se acercó al peluche, a pesar de que Killer trato desesperadamente de detenerlo. Lo cogió entre sus manos y le sobo la cabeza, saludándole con una sonrisa—Me llamo Luffy, ¿y tú?

El renito miraba al pequeño con vergüenza. Le dolía la garra de tremendo tropezón que se había dado. Más sin embargo, al ver su expresión, se sintió un poco más tranquilo.

-S-soy Chopper…

-Hola, Chopper. Shishishi…

-¡¡SUELTA ESA MIERDA YA!!

***

-Maldición…

La linterna de Marco estaba fallando. Titiritaba y su brillo era cada vez más débil. Los pasillos, a pesar de todo, demasiado oscuros. El rubio caminaba y observaba impresionado todo a su alrededor. Era como actuar en un filme de terror, sentía que en cualquier momento alguna porquería aparecería.

Y no estaba ni tan lejos de la verdad.

Hubo un momento en el cual la linterna ya no dio más. Marco la golpeaba contra la palma opuesta de su mano, pero ella no daba tregua.

Ahora sí que estaba en problemas.

No obstante, continúo avanzando a tanteadas. Si antes era tétrico, ahora, lo era aún mas no saber por dónde iba. El olor a medicina le daba escalofríos. Siempre odio los hospitales, y no es que como si le trajeran gratos recuerdos.

Escucho de nuevo el llanto de esa niña.

Muy cerca de su oído.

Ya cuando el sudor surcaba toda su cara, Marco intento buscar el origen de esos quejidos. Mas sin embargo, no encontraba otra cosa que se le hiciese diferente. Esas asquerosas habitaciones y más pasillos adelante, fue lo único que pudo reconocer.

-Debería continuar—Se dijo a si mismo Marco, a pesar de que las piernas le pesaran.

Es cierto, desde hacía un momento que su cuerpo actuaba torpe. Cada paso que daba, requería el doble del esfuerzo. El frio tampoco es que ayudase mucho. Y pensándolo bien, era como si cada que avanzara, en medio de esa oscuridad irritante, se adentrara a un enorme refrigerador.

Sus dientes tiritaron del helaje.

Eso hasta que de nuevo el llanto sonó…

Ahora todo su cuerpo estaba entumido, mientras veía como misteriosamente la linterna volvía a funcionar.

Entonces señalo al frente, buscando nuevamente el origen.

Pero no había nada.

 Trago saliva por enésima vez y continúo.

Pero que mala idea había sido entrar a ese puto hospital…

Él no era estúpido, ya no se trataba de una niña que necesitaba ayuda.

Eso no era una niña.

A pesar de todo, el rubio tenía en su mente a alguien específico: Ace. Después de lo que vio, la probabilidad de encontrar a su novio en esa casa, acrecentaba en su mente. Debía estar allí, ¿Por qué no? ¿Y si encontraba a alguien más?  Al menos tratar de intentarlo, no sonaba tan arriesgado…

¿O tal vez si?

Una ventisca se formó de repente frente a él. La energía que provenía de esa habitación era catastrófica. Marco se sentía cada vez más débil. Cada que caminaba, perdía fuerzas. Intentaba interpretarlo como una consecuencia del miedo, pero no era más que basura.

Nada normal pasaba allí, nada.

Sus manos apretaron con fuerza la linterna que sostenía. Al momento vio pasar una sombra rápidamente a su lado.

Instantáneamente ilumino alla, y una risa estruendosa sonó.

-¿Esa es…?

La niña que todo este tiempo escucho llorar, se acurrucaba en el piso, sin mirarle. Seguía llorando, pensó el, cuando ahora los sollozos eran tan inaudibles, que podrían confundirse con el sonido del viento.

Marco tuvo miedo.

Era jodidamente igual a lo que pasaba en las películas de terror…

No me acerco a esa puta ni porque me paguen, pensó, viéndose scremeado de un momento a otro.

Así que solo guardo distancia, y espero.

-¿Papa...?—Pregunto la niña entre sollozos, aun pegada al rincón de la habitación.

Al rubio se le corto la respiración, e incluso sintió lastima. Pero no, no, no podía hacerlo, no podía acercarse, era una jodida trampa.

Eso…no…era…normal.

-¿Eres tu…?

Cuando volteo a mirarle, Marco sí que tuvo razones para forzar su cuerpo y salir corriendo. Al rubio le dio lo mismo para donde iba, de todas formas el objetivo principal era escapar de esa cosa. Dado que no le estaba persiguiendo como él creía, paro un momento y recupero el aire.

-Joder, joder, joder…

Esa mirada no era normal. Esos ojos y esos rasgos no eran normales. Era una muerta, con unos profundos ojos brillantes y azules. Por un instante quedo como perdido en medio de una espiral en movimiento, pero al reaccionar, que fue en menos de dos segundos, consiguió escapar.

-Jijijiji…papi… ¿recuerdas la última vez que jugamos?

Marco quedo helado al escuchar esa voz de nuevo. Era tan infantil…pero a la vez tan escalofriante. No se tomó la molestia de buscar su proveniencia, solo continuo corriendo.

Mas sin embargo, su linterna, que de nuevo fallaba, le señalo algo que no esperaba ver adelante…

Un muro.

Un muro que le quitaba la posibilidad de escapar.

Ya no había más que un jodido muro.

Marco entonces se detuvo y miro de inmediato para atrás, totalmente en alerta. No vio nada a la primera vez, solo continuaba escuchando su respiración entrecortada. Los latidos de su corazón era lo único que podía sentir vibrar en su pecho.

-Tengo un nuevo juguete para ti… ¿Quieres que juguemos?

La puerta de una de las habitaciones laterales se abrió. Marco la señalo con la linterna, pero no pudo divisar nada. Él no quería entrar, pero había algo que le atraía más que la potente energía de ese lugar: Un presentimiento.

Debo ir, pensó, moviendo sus piernas en contra de la alarma que su cerebro le había enviado.

Cuando finalmente entro, la puerta se cerró tras él. Al fin despierto del trance a causa del sonido, giro para mover la perilla con total desesperación inundándole. Pero esta no daba tregua, la puerta no se abría de ninguna forma.

Escucho un quejido, en medio de todo.

Su corazón estuvo a punto de paralizarse.

Esa voz…debía ser la de un hombre.

¿Y si era él?

-Míralo, papi, ahora…podemos jugar juntos…

Marco volteo a ver, señalando con la linterna. A pesar de que suspiro de alivio, un jadeo de impresión se le escapo.

No era Ace…

Pero era…

-¡¡SANJI!!

***

-Owww tengo tanta hambre…

-¡¡Pero si acabas de comer!!

-Pero Penguin, tu sabes que yo soy pozo sin fondo…

-Debemos guardar las provisiones—Intervino Law, fulminando al tragón de Sachi con la mirada—Hay que dejar para más tarde.

-Pero esa comida la traje yo—Reclamo el pelirrojo haciendo un puchero, que con eso tuvo para que Law le pegara un puñetazo y le hiciera callarse.

-Dije, debemos guardarlas—Enfatizo el, poniéndose de malas pulgas de nuevo.

-A Trafalgar ni le hará falta…

-¿Eh? ¿Eustass-ya? ¿Qué has dicho? Es que mi pie sobre tu cara no me ha dejado oírte…

-M-m..aldito…

Sachi trago saliva al ver la escena. En definitiva, no quería que Law le pisoteara tal y como estaba pisoteando a Kid, así que mejor era cerrar la boca y hacer lo que él dijera.

-Parece que sempai está algo cansado—Esa fue la conclusión que pudo sacar Penguin, pues, generalmente cuando Law terminaba muy exhausto, se ponía en modo violento.

-Y que lo digas…

-¿¡QUE ESTAN HABLANDO DE MI!?

-¡¡KID, CONTROLA A ESA BESTIA!!

-JAJAJAJA…

-¡¡TU NO TE RIAS!!—El pie de Law ahora sí que le estaba rompiendo la mandíbula al pobre pelirrojo, tanto que este ya ni gemidos de advertencia podía mandar.

Tuvieron diez minutos como para pasársela molestando. Pero los chicos sabían que era tiempo de continuar. A Law y a Kid todo les parecía completamente igual al piso anterior, tanto así que el pelirrojo ahora era el cabreado, violento e irritante…

-¡¡¡AHH JODER!!! Esta mierda es una pesadilla…

-Y que lo digas…¿y ahora qué?—Pregunto Penguin, quien iba viene escondidito tras de Law.

-Había algo que quería preguntarles—Dijo Law, dirigiéndose a los dos chicos—¿Cómo llegaron aquí?

-A saber—Respondió Sachi, quien no se acordaba ni de media historia—Lo último que recuerdo es que…

Entre Penguin y Sachi contaron todo lo que había pasado. Como habían perdido a Marco y como luego pudieron encontrar a Ace. Entre más avanzaban en los hechos, más se preocupaban. ¿Cómo estaría Marco? ¿Dónde habría ido a parar Ace? Les carcomían las dudas. Law les miraba sin expresividad, mientras que Kid entre más palabras, más enojado e impotente se sentía.

¿Cómo podremos salir de aquí y ayudarlos?

Eso era exactamente lo que todos pensaban, a la par que caminaban entre los diminutos y decaídos pasillos de la casa.

-De alguna forma…saldremos de aquí—Fue lo que dijo Law, con tono convincente.

Sachi y Penguin se miraron, suspirando con mayor tranquilidad. Kid solo continúo caminando al frente.

-¿Han oído ese ruido?—Pregunto el pelirrojo con seriedad. Para él fue como si unos pasos sonasen acercándose.

-Creo que te patee muy fuerte, Eustass-ya…

-No te hagas el engreído…

-Mira quien habla…

-Solo deje que lo hicieras…de lo contrario ya estarías partido por la mitad…

-JAJAJA no me hagas reír.

-Además de que pegas como puta…

-¿Puedo tomar eso como un halago?

-Bueno ya, ya—Sachi y Penguin sabían que era prácticamente un suicidio, intervenir en las discusiones de esos dos, pero tampoco es como si a ellos les gustara aguantarse sus peleas…

-¡¡CALLENSE!!

Y ahí iba de nuevo…

-Pero que suuuuper pareja hacen ustedes dos…

Los cuatro chicos se miraron, buscando una respuesta. De todas formas, todos tenían la misma cara de confusión. ¿De dónde había venido esa voz?¿Que clase de comentario había sido ese? O tal vez…

-¿Quién fue el chistosito?—Fue lo que dijo Law, visiblemente cabreado y sonrojado, pues para él era probable que alguno de sus dos amiguitos estuviese bromeando.

-¡¡No fuimos nosotros!!—Se quejaron Sachi y Penguin, entendiendo la indirecta.

-¡¡Les dije que había escuchado algo!!—Dijo Kid, pasando de largo el comentario--¡¡Es la voz de un tipo!!

-Estas mal de la cabeza…

-¡¡Tú mismo lo oíste!!

-Debe ser alguno de estos dos pendejos, que ya quieren cavar su tumba—La mirada malévola de Law recayó sobre Penguin y Sachi. Ambos se abrazaron—¿¿Cier…to??

-N-no…¡¡Créanos s-s-sempai!!

-Jijijiji…

-Que puto miedo das—A Kid ya se le escurría una gota de sudor por la nuca, al ver como Law pasaba de su auténtica seriedad, a esa cara de psicópata enfermo.

-Me siento ignorado, jodeeer.

De nuevo esa voz. Todos los chicos se miraron. En lo que respectaba a Kid y a Law, se pusieron en guardia. Sachi y Penguin, como siempre, se escondieron tras ellos temblando como gelatinas.

Kid diviso una sombra en la lejanía, que se acercaba…

Era enorme, tanto como una mole…

Se reía, como un descosido.

Por puro instinto obligo a Law a que se pusiera tras él, para protegerlo.

El moreno se sonrojaba sin control y renegaba, mas sin embargo, a medida que la sombra se acercaba, Kid le escudaba más con su fornido cuerpo.

-¿Qué demonios es eso?

La sombra se detuvo a una distancia prudente, revelando a un sujeto de casi tres metros, fornido, con un extraño peinado, cabello azul…en tanga.

-¿Qué clase de broma es esta?—Law no pudo pensar en nada mas, menos cuando vio las fachas del otro.

-¿Quién eres?—Gruño Kid, aun en alerta.

-Soyyyy suuuuper…¿No es suficiente?

Kid tuvo la intención de irse a cargar al otro a punta de putazos, pero Law alcanzo a detenerlo, poniendo toda su fuerza en ello.

-B-basta Eustass-ya…

-¡¡Y una mierda!! ¿Quién se cree este pendejo para venir a hablarle así al gran Eustass Kid?

Se huele narcicismo en el ambiente, pensaron Sachi y Penguin, cuando más que tener miedo miraban la escena con resignación.

-Me llamo Franky—Respondió el enorme tipo de pelo azul, sonriendo—¡¡SUUUPEER!!—E hizo una pose tan vergonzosa, que Law creía que verla de nuevo, le causaría nauseas.

-Debe ser una broma—Gruño Kid, dejando de oponer resistencia—Solo eres un puto chiste, basura.

-Es cierto, deja de estorbar—Le respaldo Law.

-Joooo…tienen huevos de oro…

El tipo se desvaneció ante los anonadados ojos de los cuatro chicos. Fue como si de un momento a otro, su imagen se borrara progresivamente del ambiente. De nuevo se pusieron en alerta, sabiendo con anticipación que ya no se trataba de un humano.

Sachi y Penguin armaban escándalo, mientras que Law y Kid, con nervios también, miraban a todo lado.

Eso hasta que Law sintió una enorme brazo rodear su espalda.

-¡¡Mierda!!

-Oye tranquilo, que no te hare nada…

Franky le abrazo posesivamente. El moreno solo se removía, pero sin éxito alguno en el objetivo de soltarse. Sachi y Penguin gritaron aún más fuerte, cuando vieron como Franky se alejaba de ellos junto con Law.

-¡¡Es un secuestro!!

-¡¡¡SUELTA A TRAFALGAR, MALDITO ANORMAL!!

-Jo…¿y si no que?—Franky reto a Kid, pero lo que más llamo su atención fue ese brillo desesperante en sus ojos—¿Te preocupa tanto?

-¡¡SUELTALO DE UNA BUENA VEZ!!

Kid no espero mucho y corrió hacia el sujeto grande. Este solo agarraba a Law con fuerza, y a duras penas esquivaba los intentos de Kid por rescatarle. El pelirrojo no se rendía, y lo más curioso fue como Sachi y Penguin lo apoyaron (Desde la distancia claro) para que rescatara a Law.

El pobre moreno parecía un costal de papas moviéndose de lado a lado, entre tanto jaleo.

Voy a matarlos a todos, pensaba Law, cuando por demás esa sería la mayor humillación que hubo vivido en su vida.

-Suuuuperrrr…eres persistente, joder…

-¡¡ENTREGAME A LAW!!

-¡¡Voy a matarte si no me sueltas!!—Law arañaba la espalda de Franky. Removía sus piernas, pero ni aun así, podía soltarse. Ya se comenzaba a cansar.

-¡¡MALDITO HIJO DE PERRA!!

Un sonido seco se escuchó, seguido de una risa infantil, en la lejanía…

Franky soltó a Law, quien cayó al suelo de primerazo.

-Es ella, coño…

Franky sabía que ella estaba cerca. Tenía que advertir a los otros para que huyeran de allí…

Kid no entendió una mierda, pero de inmediato corrió a auxiliar al moreno. No parecía estar herido, por lo que suspiro aliviado.

-¿Estas bien?

-S-si…--Respondió Law, sonrojado y desviando su mirada.

-Joder, menudo susto…

-¿Te preocupaste…por mí?—A Law, sino le dio más vergüenza, fue porque el sitio estaba más o menos absento de luz.

Por alguna razón desconocida, Kid no pudo evitar sonrojarse también. Ahora dejaba de ver a Law como alguien escalofriante. De hecho, se le hacía jodidamente tierno en ese mismo instante. Lo único que pudo hacer fue extenderle su mano y sonreír.

-Por supuesto que sí, eres mi compañero, después de todo.

Algo se rompió dentro de Law, Kid la había cagado. Forzó su sonrisa y termino de levantarse. Entonces fue cuando ambos se percataron, de que el espíritu con tanga, les estaba afanando para que se movieran.

-¡¡Tienen que irse!! ¡¡Rápido!!

Sachi y Penguin se miraron también, jalando consigo a los otros dos. Le hicieron caso al espíritu raro y continuaron corriendo. No solo por su advertencia, sino que podían aprovechar para perderlo de vista y escapar.

Y es que después de lo que le había hecho al pobre de Law, no era para menos.

Les metió un buen susto…

-¿¡Estas bien, Law-san!?—Pregunto Penguin, un poco asustado.

-Si…--Respondió este, como ido.

Sachi se guardó sus comentarios. Lo importante ahí era que su sempai estaba en optas condiciones, nada más.

Kid se sintió raro…¿Seria por lo de hace un momento? ¿Acaso Law…?

Ahora que lo pensaba…

¿Qué era lo que en realidad…sentía por Law?

 

CONTINUARA...

 

Notas finales:

Eso ha sido todo!!

Espero les haya gustado a pesar de lo corto xD

Dejen sus reviews si quieren. Adoro cuando me dejan sus opiniones, y mas cuando son asi bien laaaargas, que me quedo babeando mientras leo como por media hora ok no xD

Si tienen dudas respecto a algo, mejor que me pregunte.

Me da cosa no ser muy clara a veces con los sucesos y demas, asi que avisenme si algo xD

Y pues no siendo mas...

Cuidense chicos!!

Hasta la proxima!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).