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Haunted Forest por Bruzz

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Notas del capitulo:

DIOS HE TARDADO!!!

Les juro que casi no alcanzo a actualizar esta semana tampoco...

Perdón por la demora, pero es que he tenido dos cosas primordiales en contra: El tiempo, la inspiración.

Se me ha hecho mas fácil lidiar con el tiempo, pero es que cuando no tienes inspirácion, vale verga si no estás haciendo nada.

En fin...

Este cap considero quedó corto también, mis disculpas si así fuese.

Espero entonces les guste...

Gracias por todos sus comentarios *-*

Sin mucho más que decir, a leer!!!

ALMA PERDIDA

 

Ace camino por bastante tiempo.

Casi que a la “deriva”, podría decirse.

La niebla era tan espesa que le costaba respirar, sin exageraciones. Estaba ido del miedo, y la preocupación no dejaba de elevarle el ritmo cardiaco.

Sachi, Penguin, Marco…

¡¡Luffy!!

Ah, verdad, olvido a Luffy por completo, que mal hermano era.

Después encontró cierto lugar, sí, eso debía considerarlo como algo bueno…

Pero se cagaba mil veces en su suerte.

Apenas fijando su vista a lo lejano, pensó que sería algo así como una amigable casa de campo. Pero a la par que se fue acercando, se dio cuenta de que estaba errado por miles de deducciones posibles.

Eso era un hospital, un jodido hospital abandonado.

Era ese hospital, el de la maldita leyenda…

Ni de coña entraba ahí.

No, ni de coña.

A penas con mirar el estado de la edificación, la energía que trasmitía, ese áspero césped que le decoraba, sacar con colusiones no le resultaba difícil…

De nuevo, ni de coña entraba.

***

Me…cago…en…la…puta.

Esos pensamientos se repetían una y otra vez, brevemente en su cabeza. Se juró no poner la pata ahí, pero por simples designios de su propia estupidez, resulto caminando e investigando el interior.

El frio le tenía fuera de sí. 

Podría decirse que, en comparación con el helaje que azotaba su cuerpo en ese momento, afuera la temperatura era más o menos soportable.

Ahora que caminaba adentro, se iba dando cuenta de que lo que más le llovían, eran pésimas ideas.

Sus dientes tiritaron del frio, y sus manos apretaron inconscientemente la linterna que por suerte encontró tirada en el suelo.

-Hubiera traído una cámara, mejor. Puta jaula embrujada…

Su arrepentimiento crecía a la par que avanzaba.

¿Cómo pudo ser tan estúpido?

A pesar de arraigar la negación con fuerza, totalmente en contra de entrar al hospital abandonado, la curiosidad golpeo su cabezota, haciendo que se armara de valor y se aventurara, para echar un “vistazo” no más…

 Un vistazo fue entonces, que termino por recorrer cada pasillo que se encontraba, sin siquiera mirar a atrás.

Maldita curiosidad, pensó, tenía que ser hermano de Luffy, al fin y al cabo.

Ruido era lo que menos se apreciaba en ese lugar. Durante el tiempo que avanzo, su compañía fue el eco de sus propios pasos resonando en el casi vacío. No podía negar que su respiración continua y sus rechines de dientes, alguna que otra vez, hicieron juego. Caminaba y caminaba, mirando con asombro la palidez del sitio. Cada habitación que logro ver de reojo, tan decaída y cutre como cada espacio que atravesaba a paso ligeramente rápido…

Si no salía de allí, se enloquecía en menos de nada.

El ambiente impregnado a medicina, una y otra vez, goteras, suciedad, ratas…

Y estaba casi seguro de que reconocería el olor a sangre, a miles de kilómetros, no era tan estúpido.

Olía a sangre. Si, efectivamente…

Entre más se acercaba, el olor más se acrecentaba. Devolvió sus pasos con miedo, importándole muy poco lo que podía dejar allí delante.

 

Pero espera, y si lo hacía…

Se estaría equivocando, porque…

Porque… ¿Qué tal y fuera uno de sus amigos? ¿Su hermano? ¿Su novio? ¿Necesitando ayuda? Tantas teorías que no podía con ellas. Debatiéndose entre continuar e ir a investigar, o devolverse sobre sus pasos y salir corriendo como alma que lleva el diablo.

Este lugar no me va a traer nada bueno, pensó Ace, avanzando ante todo pronóstico después de haber tomado una decisión, pero si encuentro a alguno, así sea herido, mucho mejor.

***

-Nada, Eustass-ya, no me pasa nada… ¿Por qué preguntas?—Las palabras de Law dejaban en claro una cosa, pero lo que daba a entender con sus gestos de niño caprichoso, era otra.

Kid se guiaba por sus expresiones de pataleta.

-¿Entonces por qué hinchas los mofletes?—El pelirrojo tuvo que esquivar el puñetazo que pudo dejarle media nariz rota, y luego contrataco--¿¡Y dices que no estás enojado!?

-¡¡No lo estoy!!

-Pareces una niñita—Que bueno que tenía reflejos, porque el siguiente pudo haberle dejado un buen hematoma—Dices no estar enojado, pero en el fondo quieres pulverizarme.

-Aun si no estuviera enojado, considero buena idea el borrarte de este mundo, escoria—El tono frívolo de Law ocasiono que Kid se atragantara con su propia saliva. Si es que no estaba enojado antes, ahora sí que lo estaba en potencia.

-¿Pero de que hablas? Cálmate…

-Anda a calmar a tu puta madre, que a ese si la calmas fácil…

-¿Con esa boca haces mamadas?

-Eres un idiota, Eustass-ya, tus argumentos me dan asco. ¿Al menos aprendiste a leer en la escuela?

Penguin y Sachi tenían un plan. Algo tan simple como quedarse relativamente cerca, pero lejos, de ambas bestias. Ambos sabían que cuando peleaban, era mejor estarse calladitos. Pero tampoco es como si pudiesen evitar tenerlos a la vista…

Es decir, mejor si todos estaban reunidos, no vaya a ser que luego ese loco del copete les arrinconara de nuevo.

Entonces fue así como terminaron por quedarse sentados en el suelo, comiendo de a piquetes para ganar energía, observando como los otros dos se “despedazaban”.

-¡¡TE DIJE QUE NO!!

-¡¡QUE SI!!

-¡¡QUE NO!!

-¿¡Pero qué clase de pelea es esta!? ¿¡No tienes nada más en la cabeza!?—El cabreo de Law rebasaba límites interminables. Podía gustarle Eustass Kid, pero eso no quería decir que se dejaría achicopalar por él. No, él era el que volvía mierda a los demás con sus  comentarios, mas no lo volvían mierda a él.

-¡¡Eso te digo, te enfadas por nada!!—A Kid tampoco es que le viniera muy buen la idea de aguantarse las desfachateces del otro, además, hasta que no le diera razones justas, no se rendiría.

-No me enfadé—Law recalco muy justamente la ultima palabra, haciendo otra vez un puchero—Tu solito te inventas cosas…

Mierda, es que ni haciendo un mayor esfuerzo puedo entenderle, pensó Kid, empezando a preocuparse por la salud mental de Law.

-¿Te dejaron caer de niño?—Pregunto como si tal cosa.

-A ti te dejaron caer de culo, por eso es que lo tienes como un…

-¡¡No te atrevas!!—Grito el pelirrojo cabreado y totalmente rojo. ¿Cómo se atrevía a decir eso? ¡¡El abría culos, no se lo abrían!! Que calumnia tan terrible.

Law no pudo evitar reírse, y con eso, soltar la mitad del enfado que tenía con Kid. El pelirrojo solo gruño cosas inaudibles y le fulmino con la mirada, gritando a Penguin y Sachi cuando estos se atrevieron a burlarse también.

-¡¡USTEDES SE CALLAN O LOS ABRO!!

-¡¡SI SEÑOR!!

-Bueno, ya esta bien Eustass-ya—Kid no supo como, pero Law volvió a la normalidad, así con la misma sonrisa sarcástica ladina de siempre—No te enfades tanto…

-¿¡Me lo dices tú!?—Law sonrió cuando Kid se jalo los cabellos del desespero. No podía negar que le divertía a sobremanera verle así, seguro y hasta se convertía en su deporte favorito.

-Chicos, perdón que interrumpa—Penguin carraspeo un poco—Pero creo que no deberían gritar mucho, pues estamos en territorio enemigo…

-Penguin-ya, ¿Puedo pedirte un favor?—Pregunto Law, mirándole de forma más que asesina.

-S-si…

-Cierra la boca, no hables, y mantente ahí sentadito donde estas, gracias.

-Vale.

Sachi escupió todo lo que tenia en la boca. Estaba de coña Law, pero le hizo mucha gracia ver a su amigo ser callado de tal forma. Gracias a eso, y como entre ellos no se tenían miedo, Penguin le dio una patada que le saco incluso más de lo que ya había escupido.

Y ahí empezó una guerra inocente de patadas y puños entre los dos.

Kid quería vomitar al ver la forma en la que se peleaban. Parecían muñequitas de porcelana. Se notaba que apenas y se rozaban, sin hacerse daño alguno.

Law miraba con neutralidad. Bueno, ya estaba más que acostumbrado.

-¿Nos volvemos a poner los guantes, Eustass-ya?

Las provocaciones de Law eran más que efectivas en Kid. A pesar de él no quería, ni menos pensaba, seguir discutiendo, ese tonito del moreno le inflaba los huevos. Mas sin embargo, logro controlarse, apenas si gruño y se alejo de Trafalgar, recostándose sobre una pared mugrosa y aledaña.

-Póntelos tú y pelea contigo mismo, yo ya no tengo más interés en discutir contigo.

Eso fue como una cuchillada para Law. Su rostro se ensombreció un momento y su boca no articulo más palabra.

¿Eso quería decir que ya no le importaba?

Espera, solo estaba pensando estupideces.

Ahora no podía evitar actuar como un idiota, y eso era porque ni de coña le agradaría que Kid se enterara de sus sentimientos a punta de especulaciones. Por eso se comportaba así. Era como una barrera que se anteponía a sus emociones, para evitar tener que dar pasos sin sentido hacia adelante.

La pregunta era…

¿Sería un paso sin sentido demostrarle sus sentimientos al pelirrojo? ¿Estaba siendo demasiado exagerado? ¿Podía llegar a olvidar esa estúpida atracción? ¿Debería darse una oportunidad con alguien?

Kid miraba a Law con sospecha. No era solo su impresión, pues, en efecto, Law estaba siendo muy dramático últimamente. Conociendo más al moreno, estaba casi seguro que le molestaban ese tipo de respuestas, le ofendían, algo. Pero no comprendía como es que a él le importaba, lo que le importaba a Law, y llegaba a parecerle tan importante, más de lo necesario…

Ahh, que puto trabalenguas.

¿Qué le pasaba con ese estúpido arrogante? Hace un momento no supo definirlo, y dejo la pregunta vagar, hasta que pudo olvidarla. Pero ahora, que retomaba sus pensamientos, la cuestión salió flotando de su baúl mental, haciéndole recordar que debía aclararse las cosas a sí mismo.

El problema era, que no sabía la respuesta.

¿El tipo le parecía apuesto? Sí.

¿Buena onda? Ni cagando.

¿Sexy? No da muchos detalles.

¿Cuerpo que dan ganas de ir a follárselo hasta por las orejas? Eso ni se preguntaba, por supuesto.

¿Pero era solo eso…o había algo más?

No lo sabía.

Entonces Kid pensó.

Si me lo follo, sabré.

Y el pobre pelirrojo comenzó a darse de ostias contra la pared, cuando más que respuestas, sacaba conclusiones idiotas.

Ha de ser porque soy gay.

Law solo observaba a Kid con media gota de sudor resbalándole por la nuca.

Sachi y Penguin otra vez estaban pendientes de lo que pasaba.

¡¡¡¡¡SUPERRRR!!!!

Los cuatro quedaron más que atónitos con ese grito. Fue tremendamente fuerte, pero lo grave no era eso, lo grave era que ya lo reconocían. Se piraron como alma que lleva al diablo, corriendo a través de los pasillos. Mas sin embargo, mucho más adelante, el tal Franky les estaba esperando.

-Ya no hay peligro—Dijo con tremenda seriedad, cruzado de brazos—Ella  ya se fue…

Los cuatro frenaron en seco y se pararon a mirarle con duda.

No parecía quererles hacer nada, solo estaba ahí, observándoles…

¿Tal vez no era tan malo? ¿Quería a ayudarles? ¿Y por qué rapto a Law?

¿Pero a quien hacía referencia con ella? Era bastante rara la situación hasta ahora, y que le agregaran más interrogantes, dejaba mucho que desear.

-¿A-a quien te refieres con ella?—Sachi tembló cuando se percató de la sonrisa maléfica que Franky le dedicaba, tratando de asustarle. En menos de un segundo ya estaba usando a Sachi como escudo, y este quejándose.

-Ella es la jefa, la dueña de todo esto…

-¿A qué te refieres?—Ahora era Law el que mayor curiosidad tenía en el asunto.

Franky le dedico una mirada que no supo definir muy bien, pero que se le parecía a…

 De fogonazo, recordó al pobre anciano que hubo dejado atrás unas horas antes.

“Para mí ya no hay esperanza, pero anda tú a saber, hasta de pronto descubras el puto misterio que yo no pude…”

Los ojos del moreno brillaron de indignación. No podía dejarle atrás, como si fuera un animal. No era ese el tipo de persona que era. Debía volver y cumplir su palabra: Sacarlo de allí a como dé lugar. Así fuera cargándose a todas esas moles…

…chantajeado a la tal ella.

La decisión fue simple: Sacare al anciano de aquí, aunque mi vida dependa de ello.

¿Y cómo no, si le salvó? Sentía la necesidad, que era lo correcto, que no simplemente podía deshacerse de su conciencia respecto al caso.

Su objetivo ahora era encontrar la forma de salvarlo.

-El espíritu que todo lo controla aquí niño—Respondió Franky como si tal cosa, pero con tanta seriedad que no pudieron dudar—El ser que mueve las paredes de este sitio…

-Déjate de rodeos—Dijo Kid, cabreado—Habla claro, y dinos quien cojones es esa tal jefa…

-La niña, por supuesto…

***

-No, no, no y no….

-Pero Doffyyyy…

-Vas a dejar a ese puto muñeco atrás, ya te lo advertí—Las venas que surgían de la frente de Doflamingo eran fáciles de contar, de lo brotadas que estaban— ¿Piensas que es común llevarse tremenda anomalía? ¿Es que no te das cuenta o ya de por si eres estúpido?

-¡¡Oye!! ¡¡No me digas anomalía!!—El tierno renito de peluche parlante que hallaron momentos atrás, ahora era posesión de Luffy, o eso era lo que aseguraba el pequeño.

 -¡¡Es mío!!—Recalco, haciendo un puchero y abrazándole mucho más fuerte—Y no lo dejare, amargado…

-Joder con ustedes—Killer quien ya perdía la paciencia, en cierta forma sentía lastima por el peluche—Solo déjalo, Doflamingo… ¿Qué podría hacernos un estúpido juguete?

-¡¡No soy estúpido, ni tampoco un juguete!! Bueno, un juguete sí, pero no estúpido…

-Mira que si es bien retrasado—El rubio se sobo las sienes ignorando los gritos cabreados del peluche—Ahora va a hacer juego con Mugiwara…pero yo a esos dos juntos no me los aguanto.

-Calma, calma, que cuando este distraído, se lo quitamos…

-No creo que eso sea posible—Susurro muy bajito el rubio mayor.

-¿Qué es lo que planean?—Al parecer a Luffy, sino usaba el cerebro a veces, escuchaba muy bien —Si lo que planean es quitármelo, váyanse olvidando—El adolescente les fulmino con la mirada y con su rosada lengua les dio un saludo.

-¡¡Este hijo de la…!!

-¡¡Calma!! ¡¡Calma!!

Al pobre de Killer se le agotaban las opciones. ¿Cómo evitar que pelearan como perros y gatos? Antes era Doflamingo el enojado, pero ahora, Luffy también se ponía a la defensiva, y eso hacia la situación más pesada e inmanejable.

Y él era…como un punto blanco en medio de esos dos.

Si la pregunta que debió hacerse hace un momento fue: ¿Por qué demonios un reno de peluche hablaba? Entonces estaba fuera de onda, porque ahora, al menos, ese extraño descubrimiento era lo que menos le importaba.

Si no controlo a estos dos, los tres salimos, pero como cadáveres, pensó Killer, observando atentamente como cada uno ignoraba al otro olímpicamente.

-¿Y cómo es que puedes hablar?—Pregunto curiosamente Luffy, al renito entre sus brazos. Sin querer mucho, Doflamingo y Killer prestaron suma atención también.

-E-e…este en realidad no soy yo—Contesto el juguete, tímido y triste a la vez—Mi cuerpo ya se descompuso hace tiempo…y mi alma entonces se resguardo aquí.

Luffy frunció el ceño, sin darse cuenta de que sus otros dos acompañantes también lo habían hecho.

-Este era mi peluche preferido—Prosiguió—Y ya que a mi alma le fue imposible descansar, termine envasado en el…

-Eres el hijo de esa familia—Intervino Killer, acercándose con cautela a Luffy, quien se alarmo un poco—Eres el niño que murió, con el juguete en brazos…

Entonces tenía mucha lógica, pensó el rubio, cuando el peluche dio un ligero asentimiento con su cabecita.

-Esto es terrible, en verdad lo….

-Lo fue, por un tiempo—El peluche le interrumpió, con tal amargura que el rubio sintió escalofríos--Pero después de tanto, puedo decir que ya estoy acostumbrado, perdí la esperanza y…

-¡¡No puedes decir eso!!

Killer y Chopper se sobresaltaron ante el repentino grito de Luffy. El moreno sacudía con violencia al juguete entre sus manos, para hacerle entrar en razón. ¿Cómo podía decir algo tan estúpido? Fuese lo que fuese, rendirse era una opción estúpida, y perder la esperanza, lo era aún más.

-Pero déjalo hablar coño—A Doflamingo le dio tanta grima que termino por arrebatarle el peluche, solo para protegerlo—No ha terminado de decir nada, y ya la agarras contra el…

-¡¡Mira quien habla!!

-¡¡A mí no me grites mocoso!!

-Bueno ya, se callan—El pobre de Chopper estaba mareado. La revuelta que le dieron de mano en mano le daba nauseas.  Y ahora, por alguna razón, resulto en los brazos de Killer—Déjenlo explicar la situación, luego si quieren pueden irse a romper el culo a otro lado…

-G-gracias…

-No es nada, pequeño…

-Lo siento Chopper, mi intención no era lastimarte—Luffy se disculpó, demasiado arrepentido. Tal vez reacciono muy a la ligera. Pero es que cuando oía a alguien hablar de esa forma, con ese tono, se le despertaba la ira…

-Está bien…de hecho me alegra mucho verles, pues desde hace tiempo que no veía más que la oscuridad de ese cuartucho…

-¿Puedes contarnos lo que pasó?—Doflamingo, más en confianza, gracias a lo que confeso el peluche, tenía curiosidad por terminar de entender ese rollo de una vez por todas.

Los tres se sentaron, en el piso.

Estaban cansados, con hambre…

Pero aun así escucharían…

Querían saber…

Mi familia era envidiable, y eso lo sostengo aun ahora, después de todo lo que pasó.

Todo lo hacíamos juntos, recuerdo.

Éramos unidos, y siempre, en todo tiempo, compartimos infinidad de cosas.

Tanto madre como padre fueron los mejores ejemplos del mundo…mi hermana y yo les adorábamos.

Pero en esta vida se sabe, que no todo es color de rosa.

Mi hermana, recuerdo, solía tener muchas pesadillas. De vez en cuando se despertaba gritando, pataleando como si la estuviesen reteniendo. En varias ocasiones, la pille hablando sola, con un alguien que no existía ante mis ojos. En medio de una conversación, se desconectaba del mundo a su alrededor, y sus expresiones idas lo confirmaban…

Esto no solo sucedió en el rango de tiempo que nos trasladamos a la casa de campo, porque, de hecho, por eso mismo lo hicimos: A causa de los terrores nocturnos de mi hermana, mi familia y yo, nos mudamos, pensando que con ello las cosas mejorarían, aunque fuera un poco.

Pero no fue así, incluso, empeoraron.

No podía quejarme del tipo de familia que tenía…no obstante, la condición de mi hermana, hizo que reconsiderara ese planteamiento muchas veces.

Ahora no solo soñaba cosas raras, gritaba, hablaba sola…sino que, mucho tiempo después, comenzó a arañarse a sí misma, a golpearse contra las paredes, a insultarme por nada, a contestarle con groserías a mi madre, a propinarle patadas a mi padre mientras trabajaba tranquilamente…

Mis padres la llevaron donde miles de especialistas tratarían de investigar la causa de sus comportamientos…

Esquizofrenia, término por ser lo más cercano.

Aquello fue una bomba pues, mi padre y mi madre se vieron sumidos en la peor depresión de sus vidas, por largo tiempo…

 Aun así, algo que me hizo admirarles mucho más, fue la capacidad que tuvieron luego para levantarse y apoyar a mi hermana, sin olvidarse de mí, sin olvidar que yo también necesitaba ánimos para continuar…

No por ser niño, eres ignorante de todas las cosas. Te das cuenta, tal vez no tan explícitamente, de que algo anda mal.

Y yo lo sabía…

Eso no era una enfermedad.

Muchas veces tuve que ayudar a mis padres, a controlar a mi hermana. Estuvo incontables veces internada, bajo droga y cuidados, pero nadie se enteró de ello. Mis progenitores eran precavidos, y jamás se dejaron pescar de los rumores.

Pero una noche, la “normalidad”, si es que así podía llamársele, rebaso sus límites…

Era como en otras ocasiones: Gritaba y mis padres corrían a su habitación a consolarla. Yo como siempre, movía el picaporte y desde una distancia prudente, observaba a que todo se calmara.

Y de hecho así fue…

Pero a media noche, me di cuenta de que algo andaba mal.

Tenía un terrible presentimiento.

Ya que siempre dormía con mi reno de peluche, esa vez lo abrace con fuerza y camine por toda la casa, buscando el origen de mis preocupaciones…

Y ahí estaba ella, de pie, mirando a través la ventana…

Jamás olvidare esa sensación.

Antes de que si quiera se percatara de mi presencia, yo ya tenía por hecho que esa no era mi hermana. Sentía una energía extraña; mi cuerpo se tensó, mis respiraciones y latidos se agitaron, mis ojos no podían despegar la vista de esa dirección.

Recuerdo que cuando giro a verme, el color de su iris era diferente.

Su mirada era otra.

-Ella me asesino primero, antes que a mis padres…

Doflamingo, Luffy y Killer se quedaron petrificados. ¿Qué podrían decir ante eso? ¿Qué palabras serían las correctas? Un lo siento sonaba demasiado mediocre. No había otro sentimiento en sus corazones además del pesar, el pesar de ver a un niño contar su historia con tal amargura.

Un niño que lógicamente no tenía la culpa, y mucho menos se merecía estar atrapado en un viejo muñeco de algodón.

-Su fuerza era descomunal, yo sabía que no era ella…

-Me imagino…—Killer frunció el ceño, analizando las cosas.

Primero, una mocosa de esa edad, incapaz seria de romper un cráneo, tal y como lo relataba la historia. Segundo, si era como él lo contaba, entonces esa niña estaba bajo una posesión demoniaca.

La pregunta era…

¿Sus padres consideraron aquella alternativa?

A su parecer, esa historia tenía muchos huecos…

¿Qué podía hacer de todas formas? Era de esperarse, pues el chico ni enterado debía estar de lo demás, o capaz había olvidado gran parte de los hechos.

Aun había mucho por descubrir.

El no vio lo suficiente…

Y no podía juzgarlo, pues tan solo era un niño.

Su curiosidad se acrecentó aún más entonces…

-Les ayudare a escapar—Dijo firmemente el peluche—No permitiré que ella les haga daño…

Luffy sonrió extensamente al escuchar esas palabras. Doflamingo también se sintió complacido, y dentro de su ser surgió un respeto incomparable, dirigido específicamente a ese pequeño. Killer se enterneció tanto que fue capaz de jurarse algo así mismo…

“Me iré, pequeño, pero después de que logre hacerte descansar en paz”

Pero no fue el único que lo pensó, de hecho, Luffy y Doflamingo también se convencieron de ello.

“Nosotros también te ayudaremos”

Y con esas palabras más vivas que muertas en sus bocas, los chicos continuaron avanzando.

***
Marco respiraba agitadamente. A decir verdad, deseaba con todo su alma que Law estuviera allí, pues  al menos el sabría cómo tratar las heridas del hombre que tenía al frente.

Sanji estaba en un estado deplorable.

Podría ser que la sangre fuera escandalosa, y que aquellas solo fueran heridas de rango menor, pero sus latidos a mil estaban en desacuerdo.

A penas lo vio, no se lo pudo creer.

Por suerte pudo escapar de esa habitación. Solo fue un impulso y tumbo la puerta, llevando el rubio a cuestas.

Pero ahora no tenía ni idea de que hacer. Toco su pulso y confirmo que estaba vivo. El rubio respiraba, pausadamente. Sangre surgía de su frente y vientre, pero era tanta que le desesperaba pensar en que se desangrara por su culpa: ignorancia a cómo tratar sus heridas.

Rápidamente, y mirando en las habitaciones aledañas, se propuso a buscar un botiquín. No pudo creer la suerte que tuvo cuando le vio en el suelo. La mayoría de las cosas estaban arruinadas, pero por suerte algunas curitas y vendas lucían en buen estado. El agua la tenía el, así que no habría problema.

Volvió entonces con Sanji, aun inconsciente…

Después de apretar un poco la herida, trancando la sangre, el rubio inicio a mover sus orbitas por debajo de los pliegues de sus parpados.

Estaba despertando.

Marco suspiro aliviado cuando Sanji abrió los ojos, y a pesar de verse desorientado, parecía estar casi que en perfecto estado.

-¿Estas bien?—Pregunto nervioso Marco, mientras que el otro rubio jadeaba.

-Que pregunta tan estúpida—Se quejó Sanji, quien sorprendido observo la cantidad de sangre que manchaba su vestido, añadiendo la misma que surgía de su frente— ¿Qué demonios me paso…?—Su mano manchada temblaba exageradamente.

-Eso quisiera saber yo—Marco recupero su semblante y volvió a apretar la herida de Sanji, ajeno a sus quejas—Y quédate quieto…un poco más y mueres desangrado…

-¡¡Eso duele idiota!!

-Dije que te quedaras quieto…

-¿Sabes lo que estás haciendo…?—Pregunto, curioso, mirando como Marco presionaba aún más fuerte.

-Trancándote la sangre, y luego te vendo.

-Desearía que Law estuviese aquí…

-Yo también—Marco dejo de presionar y consiguiente tomo unas vendas que hubo sacado de un botiquín que encontró. Pero en definitiva, su experiencia en vendaje hacia dudar a cualquiera.

-¡¡SUELTA!! ¡¡NO SABES LO QUE HACES!!

-Pero al menos lo intento…

-¡¡No soy tu conejillo de indias!!

Sanji después de mucho pelear, se cansó y termino por dejarse hacer. Mas sin embargo el ambiente se tornaba pesado, y lo peor de todo: no podía recordar nada; entonces fue cuando habló.

-¿Dónde…me encontraste?—Pregunto. Marco le observo un momento y continúo en su tarea.

-Tirado en una habitación… ¿Es que acaso no recuerdas nada?

-No, lo último que recuerdo es ir a la cafetería y…

-¿Pasa algo?—Marco se precipito a sostener a Sanji cuando este palideció, parecía que iba a desmayarse.

-¡¡Nami-san!! ¡¡Ellos están aquí!!

-¿Estas con los otros?—Marco esperanzado tomo a Sanji de los hombros, apretándole fuerte. Si su novio estaba ahí, todo valdría la pena.

-Estoy con Nami-san, Ussop y la alga de mierda—Continuo el rubio, soltándose del agarre del otro y mirándole con pesar—Pero Ace no está con nosotros, lo siento…

Lo sorprendente fue que Marco sonrió, a pesar de sus palabras. En cierta forma le alegro saber que una porción de sus compañeros estaba bien, y algo le decía que los demás se encontraban muy cerca, solo habría que buscarlos.

-Si puedes caminar, entonces vamos por ellos…

Sanji se paró a horacadas del suelo. Se sentía demasiado débil, probablemente por la pérdida de sangre. Marco lo sostuvo un momento, y luego se agacho para recoger el botiquín del suelo.

-¡Ah! Es cierto, se me olvidaba…--Marco escarbo en la cajilla mientras Sanji se recostaba en la pared y se sostenía con sus pocas ganas. Le miro con impresión cuando este le acerco un curita a la cara, sobre la herida limpia…

-¿Qué haces….? ¡¡ME LA HAZ PUESTO ENCIMA DE LA CEJA ESTUPIDO!!

-L-lo siento…--Marco hizo el amague de quitársela pero entonces Sanji le dio un manotazo. ¿Es que acaso era tonto? Se la jalaba así y su hermosa ceja espiral se desgarraría totalmente.

-¡¡ME LA QUITARAS!! ¡¡ALEJA TUS MANOS DE MÍ!!

-¡¡DIJE LO SIENTO!!

Y así, la búsqueda de ambos, comenzó, más o menos bien.

***

Normal o no, estaban haciéndolo.

¿Porque qué tan normal podía ser tener a un esqueleto de acompañante?

Brook a pesar de su ausencia muscular y tegumentaria, lucia tal y como un humano. Y a pesar de que en ninguno momento lograron que dejase hablar, sí que tenían que admitir que les tranquilizaba la “enérgica conversación” que sostenía consigo mismo.

-¿Dónde crees que esta, Zoro?—Pregunto Nami, ignorando por completo al esqueleto cuando este le dijo algo.

-¿Tengo cara de adivino?—Respondió altaneramente.

-No, de patán.

Si no te lo esperas, choca. Y es porque Nami recién despertó, tuvo que controlar todas sus acciones involuntarias y pensar con la cabeza. ¿Qué demonios hacia un esqueleto ahí? ¿Por qué hablaba, porque comía, por que intentaba mirarle las bragas…?

Brook dejo de darle miedo, para luego caerle mal.

Era un pervertido, lo tuvo claro desde el principio.

A Nami le importo una mierda el aspecto de Brook; una patada fue a dar donde antes existió su entrepierna, haciéndole gritar, y entonces la pelirroja sintió una enorme satisfacción.

Y justo después de que Ussop pasara del trauma, a la realidad, pudieron continuar la búsqueda.

Claro que esta vez con una pequeña diferencia.

Un esqueleto con afro que no paraba de contarles cosas sin sentido, y reírse de sus mismos chistes, les acompañaba.

-¿Dónde más deberíamos buscar?—Zoro se dirigió explícitamente a Brook, quien le miro por un momento y se rasco la barbilla.

-Va a ser que no se…

-Va a ser que te acuerdas o te parto en dos.

-¡Ah! Si, venga Zoro-san, sígame….

Brook apresuro el paso temiendo que le mataran por segunda vez. Nami suspiro de cansancio, al pendiente de Ussop para que este no se quedara atrás, y aún más importante, de Zoro, para que no se perdiera.

-Aquí ya habíamos venido—La pelirroja sentía su paciencia rebasar limites impensables, y no porque Brook los guiara, sino porque no entendía como podían seguir pasando una y otra vez por los mismos lugares.

-Lo sé, Nami-san, pero muchas cosas cambian en este lugar…

Brook continúo caminando y los demás le siguieron.

Para sorpresa de Nami, quien se anticipó a lo que iba a haber más adelante, todo era totalmente diferente.

¿Cómo podía ser…? Ella ya se había aprendido ese camino… ¿Cómo era posible que llegaran a un lugar irreconocible?

-No es magia—Enfatizo Brook—Es algo un poco más complicado…

Todos se quedaron absortos con el escenario al frente. En realidad, ninguna cosa era similar a lo que ya habían visto. Cosas lejanas a sus recuerdos, que a pesar de estar borrosos, reconocerían cualquier detalle que hubiesen retratado anteriormente.

-Bue, supongo que por aquí no habíamos ido…

-No digas—Ussop no estuvo plenamente consciente de su respuesta, sino hasta después que sintió un golpe seco en su cabeza—¡Perdón!

-Respeta a tus mayores—Zoro le dejo un golpe de ñapa y nuevamente fue con Brook adelante.

-Esto está peor que lo demás…—Nami miraba con asco como las telarañas que pudo ver atrás, se multiplicaban ahora. Todo era el doble. El olor se hizo terriblemente insoportable, tanto así que hasta Zoro sintió nauseas.

-Q-quiero irme de aquí…

-Compiten más cobardes contigo, y ganas—Zoro desvió la vista para dejar de ver como Ussop comenzaba a llorar de nuevo, pero no le gustó mucho lo que vio adelante—¿Debemos bajar por ahí?

-Así es…

-Pero cejillas esta en esta planta—El peliverde se detuvo drásticamente. No podían bajar, pues no habían encontrado a Sanji, y era probable que el estuviese en esa planta. Más sin embargo Brook se volvió sobre sus pasos y le convenció con una simple frase.

-Aquí no importa el orden, busca donde tengas la oportunidad de buscar...

Zoro asintió con la cabeza, volteando a ver a sus otros dos amigos.

-Debemos ir por ahí…

Nami entendió enteramente el mensaje de Brook, así que continúo. Ussop por su parte estaba en un estado sumisión, a causa del cual solo seguía órdenes y trataba a duras penas de no perder de vista a los demás, para no quedarse solo.

Cada uno descendió escalón por escalón, con eterna paciencia. El piso de abajo no era ausente a nada de lo que ya habían visto antes. Todo tan ligeramente parecido, la cosa es que por lógica estarían más cerca de la salida…

Aunque pensándolo bien, las palabras de Brook contrarrestaban esa teoría.

-Bien, ahora busquemos por acá…

-Quiero advertirles algo primero—Dijo repentinamente el esqueleto, ganándose la atención de todos—Entre más avancemos, el ambiente se pondrá más pesado…

-¿Qué quieres decir?—Pregunto Ussop, nervioso.

-Ya lo verán con sus propios ojos…a excepción de mi persona, ya que yo no tengo ojos Yohohoho….

-Que chiste tan malo, deberías desaparecer…

-Como siempre tan amable, Zoro-san.

Ussop con eso quedo para volverse a cagar de miedo, al lado de una Nami que solo añoraba encontrar a Sanji y poder respirar con mayor tranquilidad…

-Espero estés bien, Sanji-kun.

Aquel deseo se elevó y difundió a través del aire, acompañando a otros más que volaban sin ser libres aun.

Cada deseo obtenía diferente título…

Pero ahora ya no se trataba de trivialidades, que cualquier persona desearía tener.

Ahora se trataba de algo más grande.

Cosas gigantes que en menos de dos días le fueron arrebatadas a cada persona que se vio atraída por la maldición…

Ahora la pregunta es…

¿Qué les espera?

¿Serán capaces de atrapar sus deseos y hacerlos realidad?

De ser así, la maldición se rompería.

De otra forma, ella los absorbería por completo.

 

CONTINUARA...

Notas finales:

Eso ha sido todo chicos!!!

Espero y les haya gustado.

Tengame paciencia en las actualizaciones plz ?)

Pero es que definitivamente se me está haciendo un coñazo generar ideas...

Y eso es preocupante y raro en mi ?)

Quiero comentarios para animarme!!

*Se alimenta de eso* Okno, que miserable.

Les agradezco por seguir el fic y leer, me hacen very very happy.

Les deseo buenos dias, tardes, noches, lo que sea.

Cuidense mucho!!

Hasta la próxima!!


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