BLUE LAKE
-¿Y cómo se llama este bosque?
A Killer le dio curiosidad saber su nombre. No solo era algo misterioso, sino que un silencio tranquilizador se formó desde que ellos llegaron. Ocasionalmente el chillido de un ave resonaba por el lugar, la brisa parecía ser fresca, y, ahora, que estaba anocheciendo, daba la impresión de que las es…
-¿Y esa cara de pendejo?
Kid tenía el don de hacerle volver a la tierra con una maravillosa patada en el culo.
-Nada… ¿Sabes el nombre?
-No, ni me interesa tampoco…solo tienes que darte cuenta con la recepción que nos dieron. Falta el fantasma de la niña correteando a todos los hijos de puta…si, eso suena bien.
Un escalofrió recorrió la columna vertebral de Killer, Kid no dejaba el mal hábito de sonar como un psicópata cada vez que hablaba.
-Que dulce eres, Eustass-ya—Por supuesto para Trafalgar no pasaba desapercibido ese detalle, y eso era lo que más le gustaba.
Y ahora que lo pensaba, no se sentía tan nervioso…
Además ya se había acostumbrado un poco a estar en presencia de ese machote, ahora podía decir que se sentía en tal comodidad, al menos, como para actuar con naturalidad frente a él.
Gracias Penguin y Sachi, pensó, pero eso no quita la paliza que voy a darles. Sonrió tan malvadamente que Kid arqueo una ceja, extrañado, al verlo.
-¿Por qué caímos en esta pocilga?—Pregunto. Hacía tiempo que ya llevaban como pendejos sentados sobre sus respectivas camas, mirándose las putas caras y también a la ventana que daba el exterior, que por cierto, dejaba mucho que desear—Al menos deberían limpiar esta mierda—Siseo Kid, después de haber pasado el dedo por el cristal y descubrir que estaba más sucio que el culo de un marrano.
-No te ofusques Eustass-ya. ¿Si no ponían papel higiénico en tu facultad, llegaste a creer que limpiarían esto?—Por su puesto Trafalgar le daba la razón, tirándole un pañuelito a Kid desde su cama para que se limpiara el dedo.
-Buen punto, comienzas a agradarme.
El corazón de Law dio un saltito, y de nuevo comenzó a ponerse nervioso, y muy, muy rojo….
Killer carraspeo al sentir el ambiente tan pesado y….caliente a su lado— ¿Ace y Marco?—Pregunto. Él se quedó dormido después de ordenar su ropa… ¿Y ese par? Cuando el despertó, ellos simplemente no estaban. En cambio de ello se encontró a Trafalgar leyendo como bendito y a Kid puteando, como siempre.
-Salieron a coger, al claro más cercano—Contesto Eustass simplemente, haciendo reír un poco a Law.
Killer rodo los ojos, la primera vez que oyera a Kid hablar con seriedad, le daría un premio.
-Dijeron que saldrían a comer—Contesto Law. A pesar de haber estado leyendo muy atentamente su libro favorito, había escuchado cuando los dos, muy melosos por cierto, dijeron que saldrían a buscar algo.
-Ahhh…si, lo había olvidado….o bueno, no puede importarme menos lo que hagan esos dos—Lo secundo Kid, aunque eso para Killer no era información relevante.
-¿Deberíamos salir, no? ¿O a que vinimos? Además ya empieza a oírse bullicio, lo que quiere decir que probablemente estén acampando….o tal vez prendan una fogata más tarde…. —Recomendó Killer, pero entonces la mirada fulminante de Kid le hizo cerrar la boca.
-¿Mala idea?
-Por mi parte, Killer-ya…no tengo el mínimo interés en salir, además, voy en la mejor parte—Dijo el médico, sonriendo tiernamente mientras más avanzaba en su lectura—Si ustedes quieren…
¿Cuál puede ser la mejor parte de ese libro…? , pensaron Kid y Killer al tiempo, mientras una gota de sudor resbalaba de sus nucas.
***
-¿Es lindo, no?—Ace ya llevaba como media hora agarrado del brazo de Marco y comiéndose un pincho de carne, sin embargo, para él no pasaba desapercibida la belleza mágica de aquel bosque. Fue extraño no haberlo notado recién llegaron, pero el ambiente era realmente relajante, por primera vez en su vida sintió que era el momento perfecto para cerrar los ojos y ponerse a dormir—Hace mucho que no venía a un bosque…O bueno, sí, pero no fue tan agradable—Recordó la última vez que salió con Luffy y Garp a pescar…fue realmente un desastre. Ese día justamente su pobre hermano llego como una mazorca de tantas picaduras que había recibido por parte de los insectos, y el, con envenenamiento por haberse comido una baya colorida en el bosque…
…Y pensar que su abuelo le había permitido hacerlo…
Viejo de los cojones, como te odio, pensó Ace.
Sus días con esos dos a cualquiera le parecerían una locura, pero sin duda, hace rato se había acostumbrado.
-Sí, es bastante…tranquilizador. Pero no me siento muy cómodo, Ace. Desde el principio me dio mala espina este paseo.
Ace miro extrañado a Marco. Pocas veces se quejaba de algo, era realmente raro que estuviera diciendo aquello cuando todo parecía tan perfecto— ¿Quieres volver?—Pregunto, al ver la cara inquieta de su novio.
-¿Y tu hermano?
-Con sus amigos, mira—Ace señalo a una horda de muchachos que ahora estaban discutiendo entre ellos, y por supuesto, a Luffy, quien devoraba la carne de forma violenta—Así que si quieres volver—Miro un momento a Marco, preocupado—Podemos hacerlo…
-¿Estás de acuerdo con eso…? Además creo que esos tres chicos ya salieron, así que podríamos tener más privacidad—Susurro Marco suavemente, con un tono no muy característico de él.
-Me gusta, me gusta la idea—Ace se acercó y lo beso con suavidad…joder, sí que lo amaba.
***
-¿Por qué siempre me obligas a hacer esas mierdas, Killer? No te imaginas cuanto te odio…
Dejando de lado el mal humor de Kid, Killer se vio dispuesto a sacarlo de aquella cabaña. ¿Es que acaso habían ido allí para pasársela encerrados?, pensó, era absurdo, para esa gracia se hubiera quedado en su casita viendo muuucho, muuucho porno.
Y Trafalgar era otro que…en fin, Killer creía que le iba resultar más fácil sacarlo, pero de hecho, puso más problema que Kid.
-¿Es que no puedes salir solito a comer, Killer—ya?—Pregunto Law, fulminándole con la mirada—Me ves tranquilo, leyendo y…te empeñas en tratar de convencerme, sabiendo que la respuesta es obvia: NO.
Pero ahí estaban, y lo bueno era que la comida, se podía decir, sobraba. Varios grupos de estudiantes prendían sus fogatas y cocinaban, compartiendo entre ellos. Socializando, que era lo que más odiaba Law, por supuesto. Y no es que a Kid le molestara…de hecho le aborrecía ese tipo de ambiente, él era de otras costumbres….
-¿Qué quieren comer?—Pregunto Killer, primero mirando a Kid y consecuente a Trafalgar.
Por lo que pudo darse cuenta, estaban de un humor de perros…a pesar de que él no les había apuntado con un arma para que salieran, en pocas palabras, no les había obligado…o bueno, no tan explícitamente.
Sí, eso era, su culpa no era.
-Un pincho de carne estaría bien—Contesto secamente Law.
Y enseguida Kid respondió:
-A mi tráeme una buena cerveza, ni putas ganas tengo de carne… ¿Y tú Trafalgar? ¿No estas como muy esquelético para comer tan poca cosa?—Pregunto.
-Es curioso que ni me conozcas y ya te preocupes por mis hábitos alimenticios, Eustass-ya—Siseo Law, muy lento.
Y no pasó desapercibida por Law la sonrisa malvada de Kid, que justamente ponía antes de partirle las bolas a alguien. Claro que, al contrario de darle miedo, le hizo sonrojar nuevamente.
Lo bueno era que ahora no parecía pendejo temblando como gelatina y trabándose en sus palabras. Al menos ya se podía controlar un poquitín más, respondiéndole como normalmente haría con cualquier otra persona.
-Para nada enano, me importa un carajo la mierda que comas, solo decía…un médico que no se cuida…--Comenzó a decir Kid, notando como Killer negaba con la cabeza, algo espantado…
…y fue porque precisamente Law tenía un aura demoniaca rodeándole, apuntando directamente hacia Kid. Era posible que estuviera planeando la forma más maravillosa de diseccionar el cuerpo de su amor platónico.
Pero eso Kid no lo había notado, y simplemente sonrió de la forma más inocente posible—Era una puta broma.
Lo que no noto fue como Law se recuperó con rapidez y entro en modo “colegiala puberta enamorada” recién vio esa sonrisa dibujada en sus labios. Se puso tan nervioso que ya no hacía nada más que mirar hacia el piso y gruñir. Killer incluso ya sospechaba algo, porque no dejaba de observar sus reacciones detenidamente y sacar conclusiones mentales.
-Este tío…--Fue lo que pensó el rubio, apenitas Law reacciono de esa manera—Genial…ahora Kid va a tener razones para voltearse las chupas…
…pensó Killer, pero entonces no noto la sombra enorme y negra que se abalanzaba sobre el pobre moreno. Lo último que vio fue a Law en el suelo, lleno de comida y con una cara de cabreo olímpica.
-¡¡TRAFFYYY!!—Grito el pequeño Mugiwara antes de aplastar a Trafalgar con su cuerpo. Le dio de lleno y terminaron en el suelo. Sin querer Law resulto manchado de salsa tártara y pedazos de carne en toda su ropa…
…pero eso al chico no le importaba, solo se empeñó en abrazar a su tan querido amigo y gritar como loco.
-Mugiwara—Gruño Law, rabiando, mientras sin éxito, retiraba los pedazos grasosos de carne de su pobre saco favorito….
…y retirándose a Luffy de encima en el proceso, que lo asfixiaba con su abrazo. Además, se sentía un poco incómodo, ya que la mirada de Kid y Killer recaía sobre él y la escena…¡¡NO!! Kid no podía llevarse malas impresiones, pensó, él debe creer que estoy libre…
…Pero…pero… ¿¡Que mamadas estoy pensando!?
-¿Por qué estás tan rojo, Traffy?—Pregunto Luffy, mirándole con curiosidad y yéndole a soltar de su agarre un poco, lo suficiente como para que Law se levantara y se limpiara con rabia innata su sudadera preferida, tapando su cara avergonzada con el gorro de motas que solía llevar.
-¿Por qué no vas a jugar con tus amigos, Mugiwara-ya?...Ellos deben estarte buscando…--Respondió, y no con un tono precisamente amable, haciendo que el pequeño inocente se levantara y sonriera.
-Shishishishi, tienes razón—Acomodo un poco su sombrero y se despido de los otros con la mano, para salir corriendo con emoción e ir a buscar a sus nakamas, como el mismo les decía.
-Joder…
-No sabía que te gustaran tan pequeños, Trafalgar—Escucho la voz de Kid hablarle, e inmediatamente su cara termino de encenderse. Intento negar con las manos para aclarar el malentendido…
…pero hasta Killer se había llevado una idea totalmente equivocada de ello.
-Es un poco pequeño… ¿No crees?—Pregunto el rubio, dando énfasis a la palabra pequeño con cierta cara de impresión.
-No es nada mío. Ustedes ya lo conocen, el chico es un poco salido del zarzo y va a lanzársele hasta a un vagabundo para abrazarlo y llamarlo amigo…solo, no lo malentiendan—Hablo Law, no sin antes recuperarse del pasmo y recobrar la poca dignidad que ahora le quedaba.
Kid asintió con desinterés y Killer simplemente sonrió—Les traeré lo que me han pedido—Dijo y se fue.
Pero lo que menos quería Trafalgar D. Watel Law era quedarse a solas con Eustass Kid…
…y mucho menos cuando vio como este lo llamaba con el dedo, para que se sentara a su lado.
***
-¡¡Maldito cocinero!! ¡¡Pon atención a lo que haces!! ¡¡Casi me quemas!!
Nami y Ussop ya no sabían cómo manejarlo. Estos dos vivían empeñados en pelearse el uno con el otro. Estaban terriblemente cansados… ¿Es que ni en un ambiente tan bonito podían tirar los guantes? Joder, que cualquiera pensaría que esos dos se gustaban…
¿O seria así…?
La nariz de Nami sangraba de solo pensarlo. No, ellos definitivamente se odiaban, de ahí no salía yaoi ni a palo.
-¡¡La culpa es tuya marimo de mierda!! ¡¡Quita las narices de ahí mientras estoy cocinando!! ¡¡Que hasta para eso eres pelmazo!!—El sonido de un cucharon reventando en la cabeza de Zoro, alarmo a los otros chicos, los cuales allí mismo llegaron para separarlos y evitar una enorme pelea, aun mas cuando Zoro comenzaba a sacar sus katanas…
-¡¡CONTROL!! ¡¡CONTROL!!—Gritaron Ussop y Nami al unísono, casi ganándose un sartenazo gratis de Sanji, que por cierto, iba exclusivamente para Zoro.
-Lo siento Nami-swan***Jamás tocaría a la rosa más hermosa de…
…pero Zoro lo callo, de una patada en el abdomen. Y entonces fue cuando se fueron a los golpes. Sanji peleando auténticamente con sus pies, y Zoro con sus peligrosas katanas, a pesar de que las armas estuvieran prohibidas…
-Oe, chicos.
Todos se detuvieron al oír la voz inocente de Luffy y voltearon a mirarlo. Solo estaba sentado en un tronquito, observando.
-¿No les pareces algo tenebroso este bosque?
Y sin más comenzó a tragarse la carne como un bendito, desgarrándola sin siquiera ir a masticarla luego. Todos se miraron entre ellos con confusión… ¿A Luffy le parece tenebroso algo? Generalmente a él hasta un accidente automovilístico le huele a aventura. Todo lo que veía era grandioso ante sus ojos, e, incluso en medio del peligro, se reía como un idiota y comenzaba a cantar.
Aunque Sanji le daba la razón, algo raro tenía ese bosque. A pesar de lo mágico y bonito, había sentido una extraña presión recién llego, la cual confundió con la presencia de Zoro, pero no, definitivamente eso era algo más…
-A este le dicen el bosque embrujado—Comento Nami, pero sin ponerse tan nerviosa como solía hacer cuando hablaban de algo sobrenatural—Pero son puras especulaciones, como ven, todo es completamente normal.
Y sonrió como si nada, recibiendo la mira extrañada de todos, hasta la de Luffy.
-¿Lo conocías?—Pregunto Zoro, yéndose a recostar sobre el suelo.
-Sí, le había visto por las noticias, su nombre era...Blue Lake, o algo así.
-¿Por las noticias?—Ussop no podía estar ya más cagado desde que Nami nombro “embrujado” en su respuesta. La chica asintió, para luego decir con algo de pesar:
-Varios asesinatos ocurrieron aquí.
-¿¡¡QUEEE!!!?
Los chicos no se dieron cuenta ni cuando Ussop se desmayó ni cuando la carne comenzó a quemarse de estar tanto tiempo en la parrilla.
¿Un asesinato? ¿En serio?
***
Un grupo de gemidos resonaba en la cabaña, aunque, por supuesto, la algarabía de afuera los ensordecía.
-¡¡Vaya, sí que se fueron!!—Gritaba Ace muy emocionado, jalando a Marco para que pasara—Buena suerte que tenemos cariño…
Marco sonrió dulcemente a su novio, y le planto un beso en la frente— ¿Y qué esperamos?
La sonrisa ladina de Ace salió a flote, y de otro jalonazo Marco resulto tumbado sobre la cama, y Ace, subiéndose a horcadas sobre él, comenzó a desnudarle, moviéndose con sensualidad, haciendo que Marco se excitara…
Y ahí estaban ahora. Marco trabajando en la erección de Ace, que por cierto, parecía mucho más dura que en los días anteriores. Marco dedujo que Ace sentía algo de adrenalina por hacerlo en ese lugar, ya que si algunos profesores o alumnos llegaban a verlos, podría ser problemático. Pero a pesar de eso, Marco seguía subiendo y bajando su mano por el candente pedazo de carne que ahora era suyo. Se sentía tan caliente…y los gemidos de Ace, a veces jadeos, le encendían aún más…abordándolo más, subía y bajaba su mano con más rapidez, dejando un camino de besos por el cuello de Ace y llegando a su estómago…
…Haciendo un calor estupendo creado por esos dos cuerpos, Ace acaricio la cabeza de Marco y entrelazo los dedos en su cabello.
-¿Eso… es… todo?—Intento sonar decepcionado, pero fallo, justo cuando Marco enterró su erección en su boca, rozando algo de piel con sus dientes—¡¡Ahh!!
La voz de Ace sonó lo bastante excitada como para que Marco comenzara a lamer y succionar su miembro. Se sintió en las nubes cuando el rubio, no contento, mordió su ingle, y con la otra mano se paseaba por su torso desnudo, y acariciaba su mejilla…
…Ace apretando su cabeza y marcando el ritmo de subida y bajada, con ganas de venirse, pero deseando que Marco lo tomara ya para…
Toc, Toc***
Los dos chicos se quisieron cagar en la puta cuando oyeron ese llamado a puerta.
Sexo frustrado.
-Mierda—Dijeron al unísono, yéndose a levantar y a vestirse aun con sus notables erecciones.
***
Sachi y Penguin no se creían lo que acababan de ver…
…Parecía tan imposible que pensaron en un momento que eran solo alucinaciones, o, en su defecto, impresiones…
…Pero no habían tomado.
Ni una sola copa, ni una botella, nada.
Cuando dejaron a Law en la cabaña de Kid, temiendo que el moreno la emprendiera contra ellos, decidieron salir y darse una linda excursión por todo el puñetero bosque. Se la pasaron caminando, bromeando entre ellos y observando cada detalle de aquel misterioso pero bello lugar. Se encontraron con muchos alumnos de la universidad, en algunas ocasiones armaron conversación, y en otras, se fueron a caminar con ellos.
Llegada la noche fue que ya no vieron ni una sola alma humana cerca de ellos. Pensaron al inicio que se habían perdido, pero de lejos vieron las cabañas, y entonces eso les tranquilizo. Siguieron por el camino que no habían explorado…era casi lo mismo: arboles, árboles y uno que otro bicho…pero nada más.
Sin embargo, dieron de repente con un lindo lugar, totalmente despejado, donde las estrellas se veían y el aire parecía hechizado. Se fueron a sentar sobre uno de los troncos y comenzaron a bromear entre ellos, hablando de la situación de Law, las chichas buenorrras, sus promedios en la carrera, los profesores cabrones, etc…
…pero algo les llamo la atención, y fue Penguin el que se dio cuenta…
-¿Y esa chica?—El pelinegro señalo a un posible punto, donde, efectivamente, Sachi pudo comprobar que lo que parecía una niña, caminaba a paso lento entre los árboles.
-¿Se perdería?—Dijo, como si hubiera sido lo primero que llego a su mente…
…y Penguin lo miro, negando con la cabeza, para decir luego:
-Mira como esta vestida—Con cierto tono tembloroso.
La pequeña iba con un largo vestido blanco, y su cabello, incluso desde lejos, podía notársele mucho más abajo de las rodillas.
Ambos tragaron saliva y se miraron.
La niña seguía el mismo lento recorrido, confundiéndose con las sombras de los arboles…
Y ahora estaban espantados, porque precisamente, hace unos segundos, la chica había girado un poco, como percatándose de la lejana presencia de ellos. No obstante, siguió su camino, y lo más espeluznante, y que, definitivamente, les dejo sin habla, fue verla desaparecer…
…entre los árboles, su figura se perdió, como si se hubiera fusionado con el tronco de uno de los más altos…
…A unos veinte pasos de ellos nada más.
-¿Un fantasma?—Fue la pregunta más lógica que pudo hacer Sachi, y aunque no deseaba que Penguin le dijera que sí, estaba convencido que la muchachita normal, no era.
-Quisiera decirte que no, hermano mío, pero…
-Era un fantasma—Tembló Sachi, como llevándose una mano a su corazón y poniendo un gesto espeluznante.
Ambos se miraron, con los ojos y boca de par en par, temblando y sudando de la impresión…
Para luego…
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHH!!!
…correr como locos atravesando el bosque. Como nunca moviendo las piernas, arrepintiéndose de no estar en forma para poder correr más rápido…
***
El grito de unos estudiantes pudo oírse hasta el lugar donde se encontraban las cabañas y los demás reunidos, disfrutando en compañía.
Se formó un penoso silencio y todos se miraron con pasmo.
¿Qué…había pasado?
CONTINUARA…