CAPITULO II
Distracciones & sorpresas
(“Por ser la distracción perfecta”)
Los ojos de ciel no se despegaban de Sebastián, este al principio trato de ignorar aquella penetrante mirada azul zafiro pero al paso de los minutos ya no pudo ignorarla más, sus ojos se encontraron, Ciel desvió rápidamente la mirada y Sebastián se removió inquieto en su asiento
-¡Silencio!- callo el profesor a los jóvenes que le hacían preguntas sin parar a Ciel- bien Phantomhive tu asiento será…
-si no le importa profesor quiero sentarme ahí- señalo el lugar que estaba junto a Sebastián que estaba ocupado por Alois, este solo pudo mirarlo interrogante
-Pero está ocupado- le dijo el profesor algo extrañado por la actitud del joven
-¡Que mal!- puso una cara de tristeza, Grell simplemente no se pudo resistir a ese gesto
-Ciel- canturreo llamando la atención del chico- puedes ocupar mi lugar- le ofreció ante la mirada atónita de Sebastián y reprobatoria de alois
-¿Harías eso por mí?- le lanzo una mirada seductora que hizo suspirar a más de uno
-eso y más- coqueteo con discreción
-Bien Phantomhive tome asiento- índico el profesor, Ciel camino hacia el asiento del pelirrojo al pasar junto a él le susurro gracias señorita esto hizo que grell se pusiera completamente rojo y se desvaneciera con una mueca de total emoción, el profesor miro con reprobación a Ciel que solo atino a sonreír con burla. Se sentó mirando al frente pero después de unos minutos su vista viajo hacia Sebastián que estaba concentrado escuchando el sermón del profesor pero al sentir la mirada de Ciel su mirada viajo hasta el
-¿Por qué me miras?- dijo con brusquedad, Ciel arqueo la ceja para luego decir
-Profesor, Sebastián me está molestando- dijo Ciel con un gesto de malicia
-Joven Michaelis, le pido por favor que no moleste a Phantomhive, la próxima vez será sancionado-Sebastián estuvo tentado a defender su postura pero a su mente regresaron las imágenes del día anterior, suspiro quizá esa era la venganza del chico así que lo dejaría pasar…
-si profesor-contesto con sumisión ante la mirada sorprendida de Ciel y atónita de Alois
Después de ese incidente el resto de la clase fue tranquila, Ciel estaba mirando a la ventana sin prestar atención a lo que el profesor decía, se recostó en la banca para cerrar sus ojos y en menos de lo que esperaba callo en un profundo sueño…
Pero sus sueños nunca eran dulces, la sensación de las heladas manos de aquel sujeto recorriendo su cuerpo siempre estaba presente, sus penetrantes ojos que solo lo miraban con lujuria nunca se apartaban de su mente, sus gemidos forzados siempre resonaban en sus oídos… Jamás podría tener un sueño tranquilo porque esas sensaciones siempre estarían presente en ellos, aun estando dormido divago en sus pensamientos hasta que sintió como lo movían
-despierta- quiso abrir los ojos pero sus parpados se negaban a moverse- despierta ciel- de golpe abrió los ojos mirando todo con recelo se encontró con el rostro de Sebastián que parecía algo confundido- es hora del descanso- le informo, Ciel se dedicó a mirarlo por algunos segundos, luego sin decir palabra alguna se levantó y salió del salón
-es un maleducado- dijo Alois torciendo el gesto
-¿Por qué lo odias?- pregunto divertido pero a la vez curioso
-Es un…- pensó un poco en lo que diría- porque es presumido, siempre lo ha tenido todo pero…
-es un malagradecido- completo el mismísimo ciel que sonreía con burla- trata a los demás como basura cuando el mismo lo es- dijo con sorna sin demostrar lo mucho que le afectaban esas palabras- tiene un orgullo y un temperamento que nadie soporta- siguió diciendo- ¿Eso ibas a decir?-ladeo la cabeza con fingida burla
-No- dijo secamente Alois
-No le hagas caso Ciel- intervino Grell después de mucho tiempo, Alois lo miro con odio- esta celoso- lo miro de la misma forma
-gracias preciosa dama- tomo la mano de grell para besarla, este se desmayó de nuevo siendo atrapado por Sebastián, sabía que la debilidad de su amigo era que lo trataran como una dama- adiós primito- le dijo infantilmente, mirando de reojo a Sebastián- Adiós- le dijo al pelinegro que se sobresalto
-si adiós- se despido con nerviosismo
Con esa respuesta Ciel abandono el salón para vagar por el internado, varios de sus compañeros se acercaron para hacerle compañía pero con unas sutiles palabras lo corría. Camino solo por varios minutos hasta que unos sujetos peculiares se le acercaron
-mira ahí está cielito- dijo con burla un peliblanco de cabello tan largo que podía competir con la melena pelirroja de Grell, tenía un flequillo que ocultaba sus ojos verdosos con destellos amarillos
-Si hola cielito- le siguió la corriente un asiático de ojos color dorado y cabello negro, Ciel resoplo para luego poner la sonrisa más falsa e hipócrita que tenía en su repertorio
-Undertaker, Lau que horrible sorpresa- dijo sonriendo- ¿Acaso Claude decidió que en lugar de una niñera me vendría mejor dos?- pregunto con sarcasmo
-Pues si- dijo riendo con burla el peliblanco- quiere tenerte bien vigilado
-es un maniático del control- susurro algo frustrado
-Pero sabes que esa no es la principal razón por la cual estamos aquí- dijo maliciosamente el pelinegro
-¿A qué te refieres Lau?- pregunto con verdadera incertidumbre
-El cree que Sebastián Michaelis, tu amiguito- remarco esa palabra con burla- es una amenaza que tiene que ser eliminada de inmediato- finalizo Lau sacando algo de su bolsillo, Ciel se quedó pálido al ver que era…
-¡No!- exclamo sorprendiéndolos- díganle a Claude que yo mismo le hare la vida imposible pero que no utilice esos métodos- ambos chicos miraron a Ciel interrogantes
-si eso quieres, pero estaremos al pendiente de ti- amenazo Undertaker, Ciel cerró los ojos y apretó los puños, solo atino a asentir para luego alejarse de esos dos jóvenes- esto será interesante- exclamo Undertaker con una tonta sonrisa
-Concuerdo contigo- ambos clavaron su mirada en Ciel que se alejaba a toda velocidad del lugar…
Ciel esquivaba a las personas aun con los ojos cerrados, no quería pensar, simplemente se perdió en sus pensamientos, cuando decidió abrir los ojos se topó de cerca con alguien
-disculpa- dijo secamente
-No hay problema- contesto el joven embelesado por la belleza que Ciel poseía- Me llamo Fred Aberline y tu…- dejo su pregunta al aire ya que el timbre lo interrumpió
-Tengo que ir a clases- susurro más para sí mismo que para el joven que estaba frente a él, sin despedirse corrió hasta el edificio para ir al salón dejando a Fred suspirando
-¿Quién era ese chico?- pregunto un peliblanco de ojos color magenta
-No lo sé Ash- contesto con un suspiro enamorado, Ash no presto atención a ese suspiro ahora su mente era ocupada por una sola persona… Ciel…
Ciel corría para llegar antes que el profesor cosa que fue imposible, pero este se lo perdono solo porque era el primer día de clases. La clase trascurrió lentamente para Ciel que estaba muy inquieto, se durmió un rato, dibujo en su libreta e incluso le prestó atención a la clase para mitigar su aburrimiento. Cuando el timbre marco el fin de la jornada de clases él fue el primero en abandonar el salón. Camino con paso apresurado hasta su habitación donde aventó su mochila, aun no conocía a su compañero cosa que lo ponía algo inquieto pero a la vez tranquilo. Suspiro mientras sacaba de su maleta un paquete de cigarrillos y se los escondía en los bolsillos de sus pantalones, salió de su habitación para dirigirse a los jardines del internado. Mientras más caminaba en ellos más encantadores le parecían, habían rosas de todos los colores, claveles rojos, narcisos blancos y hermosas gardenias siguió caminando hasta llegar a una bella colina donde sin pensarlo se tumbó, saco de sus bolsillos su paquete de cigarros y tomo uno, por un largo tiempo estuvo fumando sintiendo el frio viento; disfrutando de ese momento tan tranquilo que tenia que se vio abruptamente interrumpido por unas risas
-Ciel-mascullo con desprecio Alois al verlo a la distancia
-¿Qué está haciendo?- pregunto Grell al ver un poco de humo
-está fumando- le aclaro sin darle mucha importancia, Sebastián tenía su mirada clavada en el joven que al parecer miraba en esa dirección
-creo que hay que decirle que no puede fumar en el colegio- Ciel puso los ojos en blanco porque a pesar de estar lejos podía escuchar perfectamente la conversación
-ya está bastante grandecito para saber lo que hace- de alguna manera agradecía que Alois fuera el único de su familia que no se metiera en su vida. Sin prestar mucha atención a los comentarios de su primo siguió fumando, Sebastián sin escuchar lo que decía Alois se dirigió para hablar con Ciel- ¿A dónde vas?- cuestiono molesto
-necesito hablar algo con el- mascullo guiñando un ojo, Alois torció el gesto mientras que grell lo analizaba
-Enserio odias a tu primo porque es un maleducado o… lo odias por eso- señalo a Sebastián que parecía estar interesado en Ciel
-siempre tiene todo la atención…- gimoteo el rubio
-¿te gusta Sebastián?- pregunto de golpe el pelirrojo haciendo sonrojar al rubio
-¿Me vez cara de niña enamorada?- grell enarco una ceja y asintió haciendo enojar al rubio- mejor me voy
-recuerdas que somos compañeros- rio con burla, Alois le saco la lengua para echarse a correr, Grell miro a Sebastián antes de irse para alcanzar al rubio…
El rostro de Ciel era más hermoso de cerca, eso pensaba Sebastián al verlo tan tranquilo acostado con los ojos cerrados con un gesto de paz. Trato de ahuyentar esos pensamientos para concentrarse en el tema a tratar
-Hola- saludo con suavidad, Ciel no se inmuto en lo más mínimo ante esa voz- yo solo quería…- se detuvo unos momentos para pensar lo que diría- quería preguntarte algo ¿Puedo?- pregunto pero Ciel no respondió- tomare eso como un si…- rio burlonamente haciendo que el chico frunciera el ceño- ¿Por qué ibas a saltar de aquel barranco?- pregunto con más seriedad
-¿Acaso eres mi padre?- pregunto con brusquedad
-No pero creo que tengo que saber-dijo sin inmutarse ante el tono que el joven usaba. Ciel abrió los ojos levantándose del césped, encendió otro cigarrillo le dio otra bocanada que escupió en la cara de Sebastián que de inmediato se ahogó con el humo
-A ver niñito- dijo despectivo a pesar de que Sebastián era más alto que él y obviamente más fuerte- nadie se mete en mi vida, nadie- recalco con seriedad
-lo que tú digas niñito- en un gesto de burla le toco la nariz haciéndolo sonrojar de la furia
-¡Eres insoportable!- se abalanzo a él para tirarlo al césped, ambos rodaron peleándose por ver quien dominaba a quien, al final Sebastián lo puso debajo suyo sosteniendo sus muñecas- ¡Suéltame!- le exigió mientras se movía frenéticamente
-Tu empezaste- le reclamo mirándolo directamente a los ojos, el ambiente se tornó pesado, el viento revolvía el cabello azabache de Sebastián que cuando se dio cuenta de la posición en la que estaban se levantó rápidamente ofreciendo su ayuda a Ciel que la rechazo con un gesto despectivo
-no te metas en mi vida- le exigió, Sebastián suspiro y asintió. Con paso digno Ciel se dirigió a los edificios para entrar azotando la puerta de su alcoba, se tumbó en la cama para no pensar, en ese momento se abrió la puerta de su habitación, sabía que tarde o temprano tendría que ver a su compañero pero al abrirlos se topó con una desagradable sorpresa- ¡Oh por favor!- le grito a la nada al ver a Sebastián entrando a la habitación…