CAPITULO III
Sentimientos & razones
(“Por la forma en que cambiaste la idea que tengo de todo lo que yo quiero, y me hiciste ver que algo me hacía falta”)
-¡¿Por qué tengo que estar en la misma habitación que el?!- reclamaba un joven de cabello negro azulado al director de la escuela que con paciencia trataba de razonar con un Ciel furioso, Sebastián solo era mudo espectador de aquella escena
-Cálmese joven Phantomhive-dijo tranquilamente el director mientras lo miraba con severidad
-por lo menos puedo saber cómo termine en la misma habitación que el- señalo a Sebastián que miraba un punto fijo de la habitación
-Cada año se hace un sorteo para ver quienes ocuparan las habitaciones y sus respectivos compañeros, no me culpe a mí, culpe al destino- Ciel soltó una risa ante la mirada severa del director
-¿No se puede hacer un cambio?- le dio al director una mirada seductora pero este no se inmuto en lo más mínimo
-si alguien está dispuesto a hacer un cambio- sentencio dando a entender que nadie haría el cambio, Ciel pensó en Grell y como si Sebastián le leyera la mente le dijo
-Grell tiene de compañero a Alois- Ciel torció el gesto mirando con furia a Sebastián que sonreía con inocencia y burla
-¿Qué piensa hacer joven Phantomhive?- Ciel medito por unos minutos sus opciones, quedarse en la habitación con el joven que lo había ¿salvado? ¿Condenado? O estar con su primo que prácticamente lo mataba con la mirada, no tuvo que pensarlo mucho
-Me quedare- se resignó completamente, luego a su mente llego la cara de Undertaker pero de inmediato desecho la idea, no odiaba tanto a Sebastián como para mandarle a alguien peor que el
-Muy bien y señor Michaelis- Sebastián se sobresalto
-¿sí?- dijo sumisamente
-Paciencia mucha paciencia- le dijo mirando a Ciel con una sonrisita, Sebastián no pudo evitar soltar una carcajada ante la mirada furiosa de Ciel
-Mejor me voy – y con paso enojado salió azotando la puerta, el director movió negativamente la cabeza mientras se sobaba la sien
-No sé qué voy a hacer con el- dijo sonriendo con resignación
-¿Lo conoce?- pregunto con curiosidad Sebastián sorprendiendo al director, ya que el joven Michaelis siempre era muy reservado respecto a la vida de los demás
-Es mi ahijado- suspiro con alegría- conozco a su padre desde que éramos niños y cuando me presento a su hijo yo… de inmediato me encariñe de el- explico con melancolía, Sebastián escuchaba atentamente- Sebastián- hablo con dureza sorprendiéndolo un poco
-¿Qué ocurre?- pregunto con incertidumbre
-Ciel es un chico difícil de tratar, tiene un temperamento horrible y un carácter sin igual, pero si te tomas el tiempo para conocerlo te darás cuenta de que es un chico maravilloso, inteligente, amable e incluso dulce, solo tienes que ser paciente- Sebastián estaba perplejo ante lo dicho por el director- ¿Puedo dejarlo en tus manos?- pregunto pero ya con la voz quebrada
-¿Qué?- Sebastián había perdido el hilo de la conversación así que ya no entendía a qué se refería el director
-Solo dime si o no- dijo moviendo la cabeza como para ahuyentar las ideas
-si director Diedrich- dijo con convicción mientras se encaminaba hacia la puerta para salir, cuando el director se encontró solo suspiro y dijo
-si tú supieras Vincent todo lo que ha pasado tu hijo…- mascullo mirando a la nada
Sebastián se dirigió hacia la habitación, cuando la abrió se encontró con el penetrante olor de humo de cigarro, empezó a toser algo desesperado
-deja de fumar- pido con voz suave para no molestar al chico
-mmm déjame pensarlo- dijo con sarcasmo- No- y siguió fumando con una sonrisa triunfadora, Sebastián solo abrió la ventana para ventilar la habitación
-oye ciel…- titubeo un poco
-¿Qué?- dijo desinteresado pero en realidad con cierto nerviosismo ya que intuía a donde se dirigía esa conversación
-¿Por qué… bueno porque me odias tanto?- Ciel soltó un largo suspiro ya que había retenido el aire
-No lo tomes personal- sonrió ladinamente- es solo que las personas que se meten en mi vida no me caen muy bien que digamos
Sebastián suspiro como armándose de valor- Me odias porque… evite que te suicidaras- soltó de golpe haciendo que ciel se ahogara con el humo de su cigarro
-Yo…- por primera vez desde que conoció al chico este se quedó sin palabra alguna- ya me voy a dormir- dijo mientras apagaba el cigarrillo en la pared aventándolo a los pies de Sebastián que suspiro cansinamente mientras levantaba la colilla para aventarla por la ventana, aun no anochecía pero dejo que el chico descansara…
Las horas pasaron y Ciel que estaba profundamente dormido, parecía tener una pesadilla ya que a cada minuto parecía estremecerse y gimotear, aun así Sebastián siguió concentrado en terminar su tarea ignorando los pequeños gritos que el chico daba a cada tanto. No fue hasta que un grito lo sobresalto y perturbo
-¡No! ¡Por favor detente!- de inmediato trato de despertar al chico que cuando abrió los ojos parecía desorientado y algo asustado- ¡No me toques!- le dio un golpe seco a su mano
-Lo siento es solo que…- Ciel se levantó de golpe caminando hacia la puerta abriéndola para salir precipitadamente del lugar, Sebastián pensó que sería mejor dejarlo solo pero algo no lo dejo, impulsado por una fuerza ajena a él lo siguió por el pasillo; por el internado y luego por el jardín
Ciel llego hasta una colina donde se tumbó en el pasto mientras encendía otro cigarrillo, lo fumaba inhalando con fuerza aquel humo que parecía relajarlo en sobremanera. Sebastián solo estaba ahí mirándolo fijamente
-Te he dicho que…
-Lo sé pero no resistí la tentación de seguirte- le contesto a Ciel que parecía algo enojado por la presencia del pelinegro pero al parecer no se notaba incomodo
-Idiota- mascullo por lo bajo mientras seguía fumando, Sebastián se sentó a su lado mirando el cielo nocturno, Ciel por su parte miraba las luces de la ciudad de Londres que contrastaban con la noche
-Ciel yo no quiero meterme en tu vida- le dijo sobresaltando un poco a Ciel- No tengo idea de que te haya orillado a querer hacer lo que ibas a hacer pero… no indagare a menos que tú me lo quieras decir…- Ciel miro a Sebastián perplejo, este le sonrió dulcemente, aquella sonrisa golpeo su pecho haciendo que su corazón se acelerara y sus mejillas se tiñeran de un tenue carmín- Sera mejor irnos, está prohibido vagar en las noches- se levantó ofreciéndole su ayuda a Ciel que simplemente lo ignoro para ponerse el también de pie
-¿Se puede visitar a alguien?- pregunto con cierta timidez
-si- le contesto simplemente
-Tengo que ir a ver a alguien- dijo mientras se desviaba del camino dirigiéndose a los dormitorios de los años superiores. Ciel caminaba con recelo, cuando estuvo enfrente del edificio vacilo un poco, suspiro para luego internarse en aquel obscuro edificio. Camino por largos pasillos hasta que se detuvo en una habitación en particular, toco suavemente y de inmediato un peliblanco le abrió la puerta
-Que sorpresa-rio tontamente cediéndole el paso- Lau... querido tenemos visitas- Lau tenía una pipa de opio entre sus manos, miro a Ciel sonriéndole de la misma forma que undertaker
-Hola- saludo jovialmente
-Déjense de formalidades, ahora quiero que le digan a Claude una cosa, quiero verlo este fin de semana para hablar con el- pidió rápidamente sorprendiendo a los dos jóvenes
-¿Seguro?- pregunto Undertaker con seriedad- sabes que es un maldito bastardo- le contesto
-Como si les importara- dijo ocultando lo mal que le ponía aquella conversación- simplemente hagan lo que les pedí- pidió, Lau se mantuvo callado mientras que Undertaker miraba a Ciel como interrogándolo del porqué de su decisión-bueno adiós- con esas simples palabras salió de la habitación
-Un maldito bastardo para el cual trabajamos- rio Lau al recordar lo que Undertaker había dicho
-Sabes que no me cae bien- rio tontamente recuperando su actitud de siempre
-Sera porque el si logra acostarse con Ciel y tu ni siquiera puedes acercarte a él sin que te ofenda- se burló Lau ante la mirada furiosa de Undertaker
-deja de indagar y presta para acá- le arrebato la pipa de opio sorprendiendo ligeramente a Lau
-Bien pero ya tenemos una orden… ¿De que hablaran?- pregunto Lau al aire como si este le fuera a responder…
***
Las clases eran muy tediosas para Ciel que siempre terminaba dormido sobre su butaca siendo despertado por Sebastián que sonreía con burla, Ciel simplemente le sacaba la lengua haciendo carcajear a Sebastián ante la mirada furiosa de Alois. La campana sonaba indicando el descanso, Ciel siempre era el primero en salir así que Sebastián lo quiso alcanzar
-¿Por qué te empeñas en estar con él?- reprocho Alois ante la mirada sorprendida de Sebastián, Grell simplemente se limaba las uñas mientras escuchaba la conversación, cuando alzo la mirada se encontró con la de su profesor, en un gesto de coquetería le guiño el ojo haciendo que este se pusiera tenso y saliera del salón, Grell solo alzo los hombros y siguió limándose las uñas
-Alois él no tiene amigos- contesto simplemente
-Pero con su carisma los puede conseguir- bromeo, Ciel que estaba del otro lado de la puerta rio sutilmente por el comentario de su primo
-Sera Alois que estas celoso de que Sebastián pase más tiempo con tu primo- dijo Grell haciendo sonrojar a Alois, Sebastián fingió no escuchar ese comentario
-¡Claro que no!- le grito sonrojado
-Pues si lo estás créeme que no lo disimulas- recibió un golpe en la cabeza de parte del rubio
-¡Que te calles!- le grito avergonzado- Ciel es un engreído y muy mala influencia, te prohíbo que le hables
-Tú no tienes derecho a prohibirme nada- le contesto con calma pero esas palabras hirieron el corazón de Alois, Ciel siguió escuchando bastante interesado, no entendía la actitud de su primo- Ciel no es mala influencia que te le tengas celos porque es mejor que tu es otra cosa…
-¡Wow!- exclamo Grell, a Alois se le llenaron los ojos de lágrimas, Sebastián sabía que había sido muy duro cuando intento disculparse Alois le grito
-¡Idiota! ¡Si tanto lo quieres vete con el!- y con esas palabras salió corriendo del salón hecho un mar de lágrimas, Ciel de inmediato se apartó para que Alois no lo viera, camino por los pasillos para salir al jardín e ir a su colina para fumar un poco. Al llegar se tumbó en el pasto mirando el cielo azul, disfrutando del viento que revolvía sus cabellos y de la momentánea paz que tenia
-Fumas demasiado- se levantó al escuchar la voz de Sebastián
-No debiste decirle eso a Alois- le reprocho sorprendiendo a Sebastián
-¿estabas escuchando?- pregunto, Ciel asintió mientras se volvía a recostar en el césped- si creo que fui muy duro con el- Ciel inhalo una bocado de humo de cigarrillo y se lo escupió en la cara a Sebastián, este ya se había acostumbrado a esa acción ya que era su forma de decirle IDIOTA…
-¡Idiota!- le grito- ahora lo tendré encima mío- le reprocho mientras se volvía a recostar en el césped- además yo no soy mejor que nadie…- dijo cabizbajo sorprendiendo a Sebastián
-Yo no lo creo así- le contesto sorprendiendo a Ciel- tienes un temperamento horrible y un carácter sin igual pero yo sé que eres un chico maravilloso- dijo Sebastián recordando las palabras del director, Ciel sintió como su corazón se aceleraba, sus orbes se toparon con los carmín de Sebastián- ah y ciel- le arrebato el cigarro para inhalar un poco de humo y escupirlo en la cara del chico que se empezó a ahogar sorprendido por la acción- ya casi se acaba el descanso- le devolvió el cigarro y con una sonrisa triunfadora se alejó del lugar dejando a un Ciel por demás atónito. Este se acostó en el pasto para cerrar los ojos y sonreír
-Idiota- rio feliz, por primera vez no fingía una sonrisa esta salía naturalmente de él, este hecho lo hizo sobresaltarse- ¿Qué me está pasando?- se dijo al sentir su corazón acelerado, sus mejillas levemente sonrojadas y en sus labios una verdadera sonrisa…