Sara
Los rayos del sol se filtran por mi ventana, aun es muy temprano para levantarme ademas de ser sábado y no tengo que ir a la escuela, podría simplemente quedarme dormida otras 2 horas sin ningún problema, pero ash tengo hambre no debi irme a la cama sin comer nada anoche.
Me levanto de la cama y me levanto perezosamente hoy no tengo nada de ganas de salir de mi casa, pero bueno siempre es importante mantenerse aseado asi que por lo menos es mejor tomar una ducha, cuando paso cerca del baño veo el calendario marcando el dia de hoy
-¿asi que es hoy?- sonrio triste
Cuando salgo de la ducha veo la hora y son las 10 de la mañana no queria salir hoy pero en una fecha tan importante tengo que ir a visitarla, me visto un poco mas relajada de lo normal, solo con una pantaloneta corta y una camiseta suelta, no tengo necesidad de peinar mi dorado cabello, ni tengo ganas de aplicarme maquillaje, hoy no es un dia en el que me sienta particularmente llena de energía.
Salgo de mi cuarto y como siempre veo mi casa vacia, creo que despues de tantos años es normal el acostumbrarse a la soledad, bajo las escaleras y entro a la cocina, abro los cajones y la nevera y recuerdo por que no pude comer nada anoche, esta todo vacio – tengo que ir de compras- aunque hoy no tengo ganas, odio el sentirme de esta manera pero es inevitable hoy, encuentro un poco de cereal y decido que ese será mi desayuno.
Cuando ya estoy fuera de la casa abro el garaje y dejo salir mi auto, el único buen regalo de mis padres y despues emprendo mi camino para visitarla, siempre la visito en esta fecha tan importante para ella y para mi.
Estaciono el auto cerca de donde voy, es un dia calido y no me molesta, amo sentir el calor del sol sobre mi piel, me recuerda que aun estoy viva y puedo disfrutar un poco mas de este asqueroso mundo, cuando llego frente a su tumba me arrodillo y le acerco las flores que le compre en el camino, son lirios rosados, siempre fueron sus favoritos y yo amaba regalarle un ramo de estos en todos sus cumpleaños.
-hola Nana- sonrio al escuchar su nombre en mis labios- ha pasado mucho tiempo desde que no te visitaba y los siento mucho, pero sabes que nunca me gustaron los cementerios – siento como mi corazón se comprime un poco- mama y papa aun no vuelven, aunque no lo hacen desde hace mas de 12 años- lagrimas empiezan a caer por mi rostro- la única que desearía que aun estuviera a mi lado eres tu Nana…no sabes como te extraños aun tus regaños- sonrio un poco- te traje unas flores como siempre feliz cumpleaños Nana, espero que cuando llegue a casa encuentre un pastel por mi cumpleaños y no finjas que no lo recordabas- comienzo a llorar mas fuerte, ella siempre fingia que no recordaba que dia era para luego sorprenderme con un pastel, ese dia era el único en el que me sentía plenamente feliz porque Nana y yo cumplíamos años el mismo dia asi que tenia algo que me uniera a ella por siempre- te extraño mucho, ahora estoy sola de nuevo Nana, cuando vuelvo a casa ya no estas tu esperándome, pero sabes Nana aprendi a cocinar- ella nunca me dejaba entrar a la cocina por que decía que era un desastre- no soy una chef experta pero no moriré de hambre- sollozo y mi pecho duele, el nudo de mi garganta me llena de dolor, odio llorar pero no puedo evitarlo ahora- ¿me esperaras por siempre Nana? Prometiste estar a mi lado por siempre asi que espero lo cumplas, cuando llegue el momento estare a tu lado- hundo mi cara en mis manos y lloro fuerte intentando sacar todo el dolor que siempre ha estado en mi corazón desde que ella se fue de mi lado.
Me quedo una hora mas a su lado, cuando mis lagrimas cesan un poco me levanto para arreglar la tumba de mi Nana, siempre pago para que la mantengan en buenas condiciones, pero cuando vengo a visitarla me gusta limpiarla por mi misma, cuando termino me levanto y acomodo de nuevo las flores para que queden frente a su tumba
-me tengo que ir ya Nana – poso mi mano sobre su lapida- espera por mi, volveré el próximo año, deséame un feliz cumpleaños y espero que tu tengas un buen dia donde quiera que estes
Camino hacia mi auto y luego entro para empezar a conducir, primero no queria salir de casa y ahora no puedo regresar sin las compras, no pienso morir de hambre solo por un poco de pereza.
Paso junto a un hermoso parque y se me antoja bajar y caminar un rato, ademas cerca a este hay un gran supermercado asi que cuando me aburra solo hago las compras y ya, aparco cerca del parque y bajo de mi auto, siempre he amado los días soleados y hoy es uno de esos días, aspiro una gran bocanada de aire intentando llenarme los pulmones de tan agradable aroma a pasto y luego lo suelto antes de empezar a caminar.
-creo que quiero un helado- veo como un carrito de helados esta en medio del parque y empiezo a caminar hacia el antes de que mi celular empiece a sonar y me detenga para contestarlo.
-¿diga?
-…-
-¿hola?
-¿escuchaste eso?- escucho una voz masculina que nunca antes había escuchado
-¿Quién es?
-es tu teléfono Rocio- dice la voz masculina y yo me quedo helada es mama, pero ella nunca me llamo
-¿m..mama?- pregunto y mi corazón esta acelerado, no he hablado con mi madre en años
-¿Quién es?- su voz no ha cambiado nada
-s-soy Sara
-¿Qué quieres ahora niña?- me responde fastidiada
-¿Quién es?- escucho al hombre
-solo mi hija, no te preocupes y vuelve a acostarte- dice en voz baja pero para su, perdón mi desgracia logro escuchar
-¿Qué paso? ¿quieres dinero? Si eso quieres llama al bastardo de tu padre no a mi- escupe sus palabras que se entierran como dagas en mi pecho
-¿tienes una hija?- pregunta el hombre
-si pero fue un error asi que no es como si me importara- y hay se fue el ultimo rastro de esperanza de que tal ves me considerara un poco- ¿entonces que quieres?, habla de una vez, dios es tan estúpida
-vuelve a la cama Rocio- dice el hombre
-voy a colgar niña, no me vuelvas a llamar y dile a esa nana tuya por la que pagamos que no te deje tomar el teléfono de nuevo- escucho el timbre del otro lado, hablo de Nana, no creo que recuerde mi nombre como esperaba que estuviera enterada que Nana murió hace 5 años
Mi pecho me duele y siento como el nudo en mi garganta amenaza con volver, se supone que hoy debería ser un dia en el que pudiera ser feliz, es mi cumpleaños y debería tener un pastel y padres amorosos esperando por mi, pero lo único que tengo es a mi madre con su amante en cualquier parte del mundo, a mi padre trabajando para darle dinero a mi madre para que no le diga nada por sus amantes y a la única persona que me llego a amar de verdad muerta, odio mi vida, odio esto, si nadie me queria aquí por que tuve que nacer aquí la única que sufre soy yo, mi pecho duele cada vez mas y mi vista se nubla por las lagrimas que ahora caen por mis ojos.
No quiero estar mas aquí, quiero ir con mi Nana, quiero que ella me abrace y me diga al oído que todo estará bien, me quiero ir de este lugar, levanto el rostro y ya no veo el sol, miro a mi alrededor y todo esta oscuro.
-te necesito Nana
Nao
-entonces yo ire por los helado, esperame aquí- me dice Carolina antes de irse caminando
Hoy es sábado y como no tenia ningún plan con Mai y Lorena, Carolina se ofrecio a traerme al parque que queda cerca a mi casa, hace un hermoso dia y no podría pedir nada mas, bueno que Miyuki volviera ya, pero eso aun no se puede, cuando me llamo en la mañana me conto que aun no lograba cerrar el trato asi que tenia que luchar la siguiente semana por conseguirlo, me encanta lo fuerte que es Miyuki, la extraño bastante y espero que vuelva pronto.
Levanto mis ojos y veo como algunos niños juegan en el parque, es muy hermoso y prácticamente mi favorito ya que de niña siempre venia con Carolina a jugar.
Me giro para ver a Carolina, pero en vez de eso veo una melena rubia, ¿Sara? ¿Qué hace ella aqui?, me fijo mas en la rubia que pasa de largo por el carrito de helados, tiene su rostro palido y ¿esta llorando?, pero ella nunca llora, siempre esta con su actitud de soy mejor que todos asi que ámenme, pero ahora sus ojos están oscuros y camina casi como si fuera un zombi sin mas ni mas.
¿debería preguntarle como esta? Pero y si me manda a comer popo, mejor me quedo aquí esperando por mi helado y no interfiero en los asuntos de los d… ¿Por qué no se detiene?, esta apunto de llegar a la carretera y vienen muchos auto, ¿se va a matar?, no, no lo haría ¿o si?, pero hoy no parece la de siempre y ¿Por qué nadie la detiene?, ¡esta bajando de la acera!...
Ok Nao piensa que hacer, ¿Qué hacer?, ya se Carolina, le dire que corra y donde demonios esta, arg ok Nao es hora de correr, ¡pero no puedo siquiera caminar!, ¡entonces mueve esos brazos ¡
-a la orden- me digo a mi misma antes de moverme en mi silla con toda la fuerza que me es posible
Debo agradecer en este momento que no este pasando ningún auto, carajo, ¿y ese camión de donde salio? Maldita Sara deberia dejar de caminar o caminar mas rápido, acelero mas con mi silla, siento la adrenalina correr por mi cuerpo y se que debo empujar a Sara antes de que ese camión la mate
Cuando llego al final de la acera no me detengo asi que debo agradecer a los dioses el no haberme caído en cuanto toque el piso, ya estoy cerca de Sara y el camión que viene empieza a frenar pero estoy segura de que no lo lograra antes de matarla.
-¡SARA!- grito cuando ya estoy a unos centímetros de ella antes de llevármela por delante con mi silla
Salimos volando en cuanto las ruedas de mi silla se golpean con la acera siguiente, Sara cae y se golpea fuerte el cuerpo mientras que siento como mis manos arde, las levanto y me doy cuenta que están raspadas, arg que mal son lo único que necesito para moverme y ahora no podre ni tocar las ruedas de mi silla, me levanto con mis brazos y quedo sentada, veo que Sara esta a mi lado y la muevo un poco para ver si esta bien pero al girar su rostro me doy cuenta de que tiene sus ojos cerrados, por los dioses que no este muerta.
-¿estan bien?- me pregunta una señora que trae mi silla mientras se acerca a nosotros, levanto el rostro y veo un montón de gente que antes no estaba hay
-si gracias solo me lastime mis manos
-¿y tu amiga?- ¿eh?, ¿amiga?, la señora ve mi cara de desconcierto y señala a Sara, a claro, pero ella no es mi amiga
-supongo que bien pero esta …
-¡NAO!- Carolina se abre paso por la multitud y se lanza a mi para abrazarme- idiota me asustaste, me gire y no estabas , te busque con la mirada y te vi lanzarte a la calle ¿quieres matarte o que?
-estoy bien, es solo que ella estaba apunto de ser arrollada y al parecer nadie se dio cuenta asi que no lo pensé mucho y me movi para quitarla de en medio
-por los dioses en silla de ruedas y aun no aprendes que es malo jugar en las calles- me sonrie – pero eres una chica valiente
-no soy una bebe- le sonrio y veo a Sara que aun continua en el suelo a mi lado- ¿puedes ver como esta?
-claro- Carolina se acerca y le toma el pulso a Sara, luego acerca su oído a su boca- esta desmayada nada mas, debio ser por el susto que le diste Nao, ¿la conoces?
-estudia conmigo
-¿necesitan ayuda?- pregunta de nuevo la señora que acerco mi silla
-emmm no se, deberíamos dejarla en su casa con su familia y…
-la llevaremos a nuestra casa- le digo a Carolina y ella asiente
-ok es una mejor idea, te ayudare primero a subir a tu silla y luego
-yo le ayudare a subir y tu mejor levantas a la otra chica del suelo- dice la señora, al parecer es muy amable, me agrada
-ok, muchas gracias- dice Carolina mientras se agacha y levanta a Sara como si no pesara nada mientras la señora acerca la silla y me ayuda a subirme en ella
-gracias- le digo y la señora me sonrie
-entonces vamos Nao- me dice Carolina y yo me fijo en como mis manos están raspadas y me resultara un poco doloroso moverme por mi misma- tus manos- me dice viéndolas también
-yo las ayudare a llegar hasta su auto- nos dice la señora
-pero no trajimos auto- dice Carolina y yo veo a Sara, ella siempre anda en su auto asi que debe tenerlo cerca
-Sara tiene uno- le digo y Carolina me mira interrogándome con los ojos- podemos ir en el auto de Sara, no le importara- aseguro, aunque no estoy segura de creerlo ni yo misma
-¿sabes cual es?- me pregunta y yo asiento, llevo años viendo como llega y se va todos los días en su auto- ok entonces busquémoslo
Cruzamos de nuevo la calle y veo por donde venia Sara caminando antes de que pasara todo esto y veo en carro que ella conduce, se lo señalo a Carolina y emprende su camino hacia el, la señora aun sigue tras de nosotras, en verdad es muy amable, cuando llegamos Carolina saca del bolsillo de una inconsciente Sara las llaves del auto y tras espichar un botón este suena respondiendo a su llamado.
Carolina abre la puerta de la parte de atrás y acuesta a Sara, luego abre la del copiloto y me ayuda a entrar a mi y en el maletero deja mi silla, le agradecemos a la mujer que nos ayudo antes de partir a nuestra casa, en cuanto llegamos Carolina bajo y entro en la casa dejándonos en el auto a Sara y a mi antes de volver con un hombre alto y fornido que le ayudo a llevar a Sara mientras que ella me llevo a mi.
Decidimos que seria mejor dejarla en el cuarto de Carolina, por que en el mio seria un poco complicado para moverse y además necesitaba tener cuidado con ella y no estoy mejor capacitada para eso que la próxima doctora aquí a mi lado
-asi que ella es Sara- habla Carolina sentada frente a mi curando mis manos, ella sabia que Sara era la chica que hacia de mis días en la escuela un infierno
-si es ella
-¿Por qué la ayudaste?- me pregunta viendo mis ojos casi analizándolos
-¿Por qué no hacerlo?
-eres única Nao- me sonrie y se levanta – mas le vale a Miyuki valorarte o le partiré todo lo que se hace llamar cara – yo me rio por su comentario y ella tambien
-¿vas a ver si esta bien?- le pregunto viendo a Sara, me preocupa que aun no haya despertado
-eso pensaba hacer, que poco paciente eres- se acerca a la cama y poco a poco desviste a Sara
-¿q-q-que haces?- le digo sonrojada cuando termina de quitarle la camiseta dejándola en sostén
-nada malo pervertida- se gira y me mira feo- si te das cuenta ella esta mas golpeada que tu- levanta el brazo de la rubia y veo como tiene un pequeño morado y un raspón
-hhmm
-si- se aleja de ella y toma el botiquín, me quedo viendo como con maestría Carolina cura las heridas de Sara y en las otras les aplica crema, cuando termina la mete bajo las sabanas- podrias cuidarla mientras voy por algo – yo asiento y Carolina sale del cuarto
Giro mi silla para quedar en la parte de debajo de la cama para ver a Sara, la que esta ahora en la cama no se ve igual a la de siempre, la de todos los días anda siempre con esa sonrisa malvada y su maquillaje bien arreglado, pero la que esta acostada tiene una cara triste que casi te dan ganas de llorar por el dolor que muestra, no tiene nada de maquillaje y no esta esa sonrisa adornando su rostro, ¿Qué seria tan malo para intentar quitarse la vida?, al parecer su vida no es el cuento de hadas que aparenta ser.
Puede que esta chica haya hecho de mis días un martirio, pero al verla asi de inocente hasta cierto punto desprotegida me dan ganas de abrazarla y cuidarla, prefiero ver esa sonrisa finjida y mala a esa cara llena de dolor, cuando vi sus ojos hoy no tenian ese brillo que siempre traían en ellos sino que estaban oscuros y vacios.
Arg que estas pensando Nao, esta chica te odia y no sabes porque, como tampoco sabes que te dio para lanzarte y ayudarla, pero dentro de mi quiero que ya no sufra como lo hizo hoy, tonta pero si ni siquiera sabes que le paso, jummm mejor dejo de pensar un rato
Me intento girar de nuevo pero una voz me detiene
-¿Nao?- rayos ya despertó
-h-h-hola
-¿Qué hago aqui?
CONTINUARA…