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Solo te amo a ti por angelicahouski

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s los que leyeron mi fic aquie les dejo el ultimo capitulo (sip, es el ultimo) ya que me pidieron epilogo no podia quedarme con los brazos cruzados uwu queria darle un final a mi fic

 

Bueno espero que lo disfruten tanto como yo disfrute escribirlo, la verdad salio mas largo de lo que esperaba asi que espero que les guste

Gracias por leerme 

 

Unos débiles rayos del sol atravesaron la ventana que la noche pasada había olvidado cerrar y golpearon con suavidad su rostro, abrió los ojos y con pereza se estiro sobre la cama, pero se detuvo instantáneamente al sentir como sus manos sin querer chocaban contra un cálido y pequeño cuerpo que reposaba desnudo junto a ella

-se ve tan hermosa al dormir- dijo la castaña mientras estiraba su mano y con suavidad la posaba sobre la mejilla de su novia para dejar sobre esta una caricia-aunque, es normal que siga durmiendo… después de lo que hicimos anoche- sonrió más feliz recordando la perfecta noche que paso junto a su pequeña- aahhhh no podría estar más enamorada

Al decir esto noto como a su lado la pelinegra se removía en la cama, giro su rostro para verla nuevamente y noto como su pequeña con un leve puchero en su rostro tomaba las cobijas que estaban cubriendo su pecho y las subía hasta su rostro cubriendo así su boca y su nariz mientras gemía con suavidad por el esfuerzo hecho en medio de su sueño

-ahhhh adorable ¡¡¡- grito en su mente la castaña mientras apretaba su rostro con las dos manos para no dejar salir de sus labios un grito que pudiera despertar a su amada

Giro su rostro y pudo ver el reloj que reposaba sobre su mesa de noche-las 9:30- hizo cálculos en su mente, hoy era domingo y como es costumbre no tardarían en entrar a su cuarto para despertarlas, pero nunca de los nunca dejaría que alguien más viera a su pequeña desnuda

Con pereza se levantó de la cama para empezar a buscar la ropa que se encontraba esparcida por el cuarto ya que la noche anterior lo que menos les importaba era el orden –debo aprender a controlarme un poco- se dijo a sí misma un poco sonrojada al encontrar el panty de su pequeña sobre el televisor, recogió toda la ropa y con cuidado la deposito en la caneca de la ropa sucia, después camino hacia el armario y lo abrió completamente en busca de algo cómodo para su pequeña-esto y…esto- tomo una camiseta que a ella le quedaba algo suelta y la ropa interior de la pelinegra, luego tomo su propia ropa interior y se la puso para luego ponerse sobre esta una pantaloneta corta y un esqueleto suelto

Tomo la ropa que eligió para su pequeña y se encamino de nuevo a la cama, tomo las sabanas con cuidado y las aparto con suavidad del cuerpo de su niña y se perdió embelesada en el cuerpo desnudo del amor de su vida, no había algo más perfecto para Miyuki que su pequeña, la amaba con todo su corazón y nunca perdía oportunidad para decírselo

Escucho un par de pasos en el piso de abajo y se apresuró para despertar a su niña, poso su mano sobre el hombro de la pelinegra y con cuidado la sacudió, agradecía que su niña fuera de sueño ligero porque segundos después la vio removerse en la cama

-ahhhh- la peli negra bostezo un poco antes de abrir los ojos- buenos días…- dijo con voz adormilada mientras dejaba que la tenue luz que iluminaba el cuarto iluminara la silueta de la castaña- Miyuki- término de hablar con una sonrisa que solo logro que a la castaña se le acelerarla el corazón

-buenos días mi amor- le respondió la castaña acariciando la mejilla de su pequeña  para después acercarse y depositar un suave beso sobre sus labios, disfrutando de la calidez de ese cuerpo y el dulce sabor de su pequeña

-¿Qué hora es?- pregunto la menor en cuanto se separaron

-pasadas las 9:30- respondió la castaña sonriendo

-entonces no tardaran en subir- la castaña notaba a su pareja emocionada y enternecida por la personalidad de su pequeña se acercó a ella para unirse en un nuevo beso

-amor- la llamo la castaña al separarse- creo que deberías ponerte algo de ropa- guiño su ojo mientras apuntaba al cuerpo de su niña mientras celebraba internamente al ver el sonrojo de Nao – aunque me encanta verte de esta forma- beso la mejilla de su pelinegra y luego se acercó a su oído – pero no quiero que nadie más te vea de esta forma- dijo antes de dar una suave mordida en el lóbulo de la pelinegra que solo atino a sonrojarse aún mas

-n-no hagas eso Miyuki- le pidió Nao avergonzada- m-mejor ayúdame a vestirme – le pidió a la castaña con un tierno puchero por lo que esta solo atino a obedecer inmediatamente la petición de su pequeña

Después de ayudarla a vestirse la castaña se abrió nuevamente paso en medio de las sabanas y tomo el cuerpo de su pequeña entre sus brazos, no importaba el tiempo que pasara ella siempre estaría encantada de tener a tan hermosa mujer junto a ella

La pelinegra no se resistió ni un poco a los actos de la castaña, amaba sentir los brazos de Miyuki rodeándola con suavidad y al mismo tiempo con fuerza, escuchar su corazón latir rápidamente siempre que sus cuerpos se unían y más que todo amaba descansar su cabeza en el pecho de la castaña

Después de unos segundos de completo silencio en que la pareja se decía todo un mundo de secretos con solo mirarse a los ojos pudieron escuchar un par de pasos que se acercaban rápidamente hacia el cuarto en el que estaban, como ya era costumbre sabían que en pocos segundos la puerta se abriría y unos pares de ojos curiosos buscaría pruebas de movimiento por lo que como siempre hacían fingieron estar dormidas antes de que fueran descubiertas

Tal como predijeron en cuanto los pasos cesaron la puerta se abrió de un golpe dando espacio a que dos pares de ojos escudillaran el cuarto en busca de pruebas de movimiento, al no ver nada dirigieron sus ojos a la cama donde se encontraban la castaña y la pelinegra plácidamente “dormidas”

Miyuki y Nao sonreían bajo las sabanas que cubrían sus rostros, no importaban las veces en las que se repitiera lo mismo, para ellas era emocionante y divertido tener que fingir siempre estar dormidas para no ser descubiertas

-¿lista?- pregunto una dulce y suave voz

-uno...- escucharon los pasos que cada vez estaban más cerca de ellas- dos…-ya no escucharon pasos peor si unas risas algo contenidas- ….

-¡tres!- grito Miyuki saliendo bajo la sabana y tomando a las dos niñas que reían, las abrazo con fuerza y se lanzó de nuevo a su cama con las dos pequeñas aun en sus brazos

- buenos días mama-Uki- dijo una de ellas con una enorme sonrisa en el rostro

-buenos días Kuro – respondió la castaña plantando un beso en la frente de su pequeña hija

La pequeña Kuro tenía 8 años y era la copia exacta de Nao, tenía su cabello negro, suave y liso que le llegaba un poco más arriba de la mitad de su pequeña espalda, su piel tan blanca como la porcelana e igual de suave, pero a diferencia de su madre, la pequeña Kuro había heredado los ojos verdes de Miyuki y  la personalidad de la castaña mayor, ver a Kuro era como ver a Miyuki con el cuerpo de Nao

-yo también quiero un beso- pidió la otra pequeña jalando un poco el esqueleto de Miyuki para llamar su atención con un adorable puchero en su rostro

-buenos días mi pequeña Kari- al igual que con su otra hija Miyuki acerco sus labios y beso con suavidad la frente de su hija

La dulce Kari tenía también 8 años, ella a diferencia de su hermana era una niña calmada, tranquila y muy dulce, con una actitud totalmente adorable que te derretía el corazón con solo verla. Kari era una copia de Miyuki, tenía su cabello castaño lacio que llegaba justo hasta su espalda baja, su piel era un poco más oscura que la de su hermana Kuro, pero la pequeña Kari había heredado los ojos azules de Nao junto con su adorable personalidad

-¡mami-Nao!- grito la pequeña Kuro antes de lanzarse sobre Miyuki para quedar junto a Nao quien la recibió feliz en sus brazos, amaba demasiado a sus gemelas pero notaba que la pequeña Kuro tendía a prestarle más atención a ella que a Miyuki –tal vez es porque es idéntica a Miyuki- era lo que pensaba la pelinegra

-buenos días mi amorcito- dijo Nao antes de besar todo el rostro de Kuro

-buenos días mami-Nao- la saludo la pequeña castaña que no se alejaba de los brazos de Miyuki, en realidad notaba como la pequeña se acurrucaba más y más junto a su esposa

La palabra esposa era dulce para la pequeña Nao, hace diez años las cinco chicas se graduaron de la escuela y como Miyuki prometió todas estudiaron juntas en la misma universidad, claro exceptuando a Carolina que ya estaba a punto de acabar su carrera y de Miyuki que de la escuela paso a dirigir al lado de su abuelo y el abuelo de Nao las compañías de la familia

Después de unos meses de que Nao empezara a estudiar Miyuki le pidió matrimonio a la pequeña quien respondió feliz y en alto un gran “SI”, la boda se dio un mes después de la proposición de Miyuki. Un año más tarde la castaña estaba decidida a tener hijos, no quería apurar a su pequeña pero se moría por formar una familia junto a ella, cuando la castaña le sugirió la idea a la pelinegra esta respondió de nuevo con un gran “Si”. Después de la respuesta de la pelinegra Miyuki empezó su búsqueda por los métodos que podría utilizar para tener una familia junto a su pequeña, cuando lo encontraron Miyuki dijo que ella seria quien se embarazaría pero Nao se negó y dejo en claro que ella quería llevar a su futuro hijo en ella, meses después del tratamiento la pelinegra le dio la maravillosa noticia a su ahora esposa de que estaba embarazada y después de oírlo se podían escuchar los gritos de felicidad de cierta castaña por todo el barrio, y ahora después de diez hermosos años estaban en la cama junto a sus dos hermosas hijas

-mami-Nao hay que hacer el desayuno- dijo emocionada Kuro sonriendo mientras se abraza a su mama

-oh… ¿la pequeña monstruo ya tiene el estómago vacío?- pregunto Miyuki sonriendo antes de lanzarse sobre su pequeña y hacerle cosquillas

-jajajaja no mama-Uki- se retorcía la pequeña en la cama intentando controlar las risas, Nao las observaba a sus pequeñas y sonreía al ver la hermosa familia que tenía, le agradecía a los dioses por permitirle conocer a Miyuki

-Kari también tiene hambre- dijo la pequeña pelinegra mientras jalaba a Miyuki para obtener su atención

-oh- Miyuki se giró y dejo que Kuro se refugiara en los brazos de Nao quien le sonreía y acariciaba su cabeza, se acercó a Kari y la tomo entre sus brazos para abrazarla suavemente- ¿Qué deseas desayunar mi dulce niña?- le pregunto con voz dulce mientras besaba su frente

-Kari quiere waffles- pidió la pequeña con una dulce sonrisa

-¡Waffles!- grito Kuro separándose un poco de Nao

-entonces mis niñas- las llamo Nao con voz dulce y maternal- bajen y preparen todo para que mama-Uki- sonrió al llamar a su castaña de esa forma- pueda prepararles unos deliciosos waffles, nosotras bajaremos enseguida

Tan solo un segundo después de escuchar esto Kuro se levantó rápido de la cama y corrió hacia la puerta con una sonrisa para después y girarse y llamar a su gemela

-¡vamos Kari!- la llamo levantando sus brazos como si fueran en busca de una gran aventura

-s-si – contesto la pequeña separándose lento de Miyuki y depositando con cuidado su pies en el suelo para luego correr a prisa tras su hermana

La pareja sonreía mientras escuchaba esos pequeños pasos correr libres por la casa y al escuchar las suaves risas que ahora eran un poco más lejanas

-siempre nos atacan de la misma forma- dijo Miyuki recostándose en la cama y luego jalando junto a ella a su pequeña Nao para abrazarla contra su pecho

-es porque siempre las recibes de la misma forma- le contesta Nao con una sonrisa abrazando a Miyuki

-es que es algo inevitable- responde la castaña plantando un beso en la frente de su amada- Kuro como siempre se lanza hacia ti sin importar que este en su camino- dice sonriendo Miyuki mientras toca su estómago justo en el lugar donde la pelinegra menor la piso para saltar hacia su Nao

-y Kari solo desea tu atención- la pelinegra sonríe y se apega más a Miyuki- creo que heredo eso de mi- levanta su rostro y ve directamente a los ojos a su castaña, quien le devuelve la mirada con amor y dulzura – solo necesitamos de tu atención

-con eso no hay ningún problema- le responde Miyuki antes de besar a su amada de manera lenta- en mi mente solo están ustedes tres, 24 horas al día y 7 días a la semana- habla sin alejar sus labios más de unos centímetros del rostro de Nao- no hay nada más importante para mí en este mundo que mis tres chicas- junto de nuevo sus labios con los de su pequeña pero esta vez el beso era más apasionado, Nao podía sentir como su cuerpo se rendía ante su castaña siempre que la besaba de esa forma, sentía como Miyuki movía sus labios de manera experta sobre los suyos, como su lengua acariciaba cada rincón de su boca, como siempre le mordía sus labios de manera suave pero totalmente encantadora

-ahh- jadeo en medio del beso la pelinegra- Miyuki…- llamo a la castaña pero esta estaba perdida en el dulce sabor de los labios de su amada Nao- Miyuki- la volvió a llamar pero la castaña se veía lejos de poder responder así que la pelinegra tuvo que poner sus manos en los hombros de su castaña y empujarla suavemente

-p-pero ¿Por qué?- pregunto la castaña con un puchero

-Mi-Miyuki no podemos hacer esto- la reprimió con un sonrojo cuando la castaña recupero un poco la razón- las niñas están abajo esperando por nosotras

-bueno- bufo algo decepcionada la castaña- pero en la noche no te me escapas- le dijo antes de besar fugazmente los labios de su pequeña

-Mi-Miyuki- la reprimió con un sonrojo la menor

-bueno mi princesa- se levantó de la cama Miyuki y sonrió galantemente mientras miraba a su pequeña- ¿me daría el honor de llevarla en brazos?- le pregunto mientras extendía su mano hacia la pelinegra quien a pesar de su enorme sonrojo le sonrió de manera tierna

-sería un placer- le respondió

Dicho esto la castaña rodeo la cama y se acercó hacia su hermosa Nao, como lo habían hecho desde que se conocieron Miyuki tomo con cuidado a su niña, sujeto sus piernas y con su brazo derecho rodeo su espalda y la levanto con cuidado de la cama uniéndola en un abrazo a su pecho

Salieron del cuarto y se encaminaron a las escaleras pero antes de empezar a bajar por ellas notaron a dos lindas niñas que las observaban atentas y con ojos brillantes haciéndolas sonreír

-mama-Uki es como un príncipe- dijo la castaña viendo a Miyuki con ojos brillantes

-y mami-Nao es como una princesa-continuo la pelinegra menor observando a Nao- algún día quiero ser tan fuerte como mama-Uki para llevar a Sumi en mis brazos – dijo mientras sonreía con orgullo la pelinegra menor

La pareja había llegado al primer piso sonriendo al escuchar a sus hijas, Miyuki se acercó a la silla de Nao y con cuidado la dejo allí y luego se giró hacia sus hijas, se agacho un poco y de la misma forma en la que levantaba siempre a Nao levanto a la pequeña Kari quien sonreía dulcemente al estar en brazos de su madre, luego se giró hacia Kuro u acaricio su cabeza mientras Kari se agarraba de su cuello

-pero si quieres levantar a una hermosa señorita como tu madre en brazos debe ser porque ella te lo permita- le hablaba seria y la pequeña pelinegra le prestaba total atención- además debes tratar a la chica que te gusta como una dama, debes respetarla y cuidarla mucho – la castaña mayor se enderezo de nuevo y le sonrió a Kari- y tú ya eres una princesa mi pequeña-se acercó a su pequeña hija y roso su nariz con la de ella haciendo reír a la menor- además solo tu mama te puede cargar así- hizo un leve puchero y beso la frente de Kari- a menos de que mama vea que alguien merece llevarte en brazos

-Kari solo quiere que mama-Uki la cargue como princesa- le dijo la pequeña mientras se encogía más contra el pecho de la castaña

-entonces mama te cargara siempre que quieras mi princesa

-Kuro también quiere que la levanten- pidió la pequeña pelinegra al ver que toda la atención estaba en su hermana

-jajaja ven aquí pequeño monstruito- Miyuki sujeto a Kari con un brazo y con el que estaba libre levanto a su otra pequeña – ahora tengo a mis princesas en mis brazos- se rio y apretó más a sus hijas contra su cuerpo

-mama-Uki es muy fuerte

-Kuro será igual de fuerte a mama-Uki

-pero mama-Miyuki debe ser más fuerte para también llevar a mami-Nao en sus brazos- Miyuki se acerca a donde desde el comienzo su pequeña ha estado observando la escena y besa su frente- quiero poder llevar a mis tres princesas siempre en mis brazos  a todas partes- luego con cuidado Miyuki baja a las niñas de sus brazos y sonríe- bueno, vamos por esos waffles- sonríe y se acerca a su pequeña Nao empujando su silla hacia la cocina seguida de sus hijas

Como todas las mañanas Miyuki preparaba el desayuno siendo ayudada por Kuro mientras que Nao y Kari se encargaban de arreglar la mesa, eran el cuadro de la familia perfecta llena de amor

En cuanto todo estuvo preparado Miyuki sirvió el desayuno y cuando todas estuvieron en la mesa empezaron a comer, se dedicaron a hablar de todo, Miyuki y Nao escuchaban con una sonrisa las historias de sus hijas, les contaban sobre la escuela y de cómo Kuro siempre terminaba rescatando a Kari de un perro, un hoyo en el suelo, del gato malvado de la vecina, etc.

-di ahhh- le dijo Miyuki a su pelinegra mientras extendía su tenedor en el que sostenía un trozo de los deliciosos waffles que comían

-ahhh- respondió instantáneamente la pelinegra recibiendo el trozo de comida que le ofreció la castaña por instinto, para luego sonrojarse al notar lo que había hecho por acto reflejo.

-Kuro también quiere- dijo la pequeña Kuro mientras apoyaba sus dos pequeñas manos sobre la mesa y se impulsaba un poco hacia donde estaba la castaña

-Kari también- dijo la castaña mientras se impulsaba hacia Miyuki de la misma manera que su hermana- Kari quiere decir ahh para mama-Uki

-jajajaja está bien- la castaña le dio una ligera mirada a su esposa quien le sonreía y luego se giró hacia sus hijas, tomo un trozo del waffle que tenía en su plato y lo partió con cuidado para sujetarlo con el tenedor y levantarlo- Kuro di ahhhh- dijo la castaña mientras estiraba el tenedor hacia su hija

-ahhhh- dijo feliz la pequeña pelinegra sonriendo feliz al poder saborear el dulce sabor de los waffles- delicioso- los ojos de la pequeña Kuro brillaban y Miyuki sonrió feliz al escucharla, luego repitió el acto pero esta vez extendió su mano hacia su otra hija

-Kari di ahhhh- la pequeña Kari se estiro lo más que pudo sobre la mesa y tomo el trozo de comida que le ofrecía su mama

-rico- dijo la pequeña sonriendo con la comida en su boca

Miyuki repitió esto un par de veces más, le daba un trozo a Nao, luego a Kuro y al final a Kari, la castaña mayor se sentía totalmente feliz de poder alimentar en la boca a las tres hermosas señoritas frente a ella –esto es el paraíso- pensó la castaña mientras le daba un trozo a Kari

-bueno el siguiente es para mama-Miyuki - dijo la castaña mayor mientras tomaba los cubiertos pero se quedó quieta al notar que ya no tenía más comida sobre su plato

-¡Mama-Uki! – levanto sus ojos al escuchar la voz de su pequeña Kari solo para verla estirando su pequeña mano mientras sujetaba su propio tener que sostenía un gran trozo de comida

-aquí mama-Uki- la pequeña Kuro al igual que Kari sostenía comida en su tenedor esperando a que Miyuki la tomara

Miyuki sonrió y estiro su cuerpo para primero comer el trozo que le ofrecía Kuro y seguido el que le ofrecía la pequeña Kari- delicioso – dijo sonriendo mientras terminaba de masticar la comida

-ahora mami-Nao- dijo Kari haciendo lo mismo con Nao

-toma mama-Nao- le ofreció Kuro

-muy rico- dijo Nao en cuanto termino de masticar la comida que le dieron sus hijas, la pelinegra mayor solo sonreía, que más podría hacer si su corazón estaba lleno de amor y felicidad simplemente dada por esas tres mujeres sentadas frente a ella compartiendo la comida de un plato a otro

-gracias por la comida- dijo Miyuki antes de levantarse de la mesa y empezar a levantar los platos ya vacíos de la mesa

-gracias por la comida- dijeron a unísono las dos pequeñas mientras se levantaban de la mesa

-gracias por la comida – dijo Nao mientras jalaba a su esposa del esqueleto y justo cuando su rostro estuvo junto al suyo le dio un corto beso sobre su mejilla- estuvo delicioso- sonrió inocentemente haciendo que la castaña mayor se sonrojara de inmediato

Algo que le gustaba a la castaña era que después de los diez años que llevaban juntas pudo apreciar de primera fila como su pequeña Nao era cada vez más abierta a sus sentimientos y acciones, como paso de estar apenada con un solo beso a empezar a robarlos ella misma o de cómo era ella quien la abrazaba para sentir su cuerpo junto al de ella, le encantaba que su niña le mostrara lo mucho que quería estar a su lado, pero aun después de diez años las acciones de la pelinegra eran tan espontaneas que lograban sorprenderla y dejarla en blanco por varios segundos o hasta minutos

-Na-Nao- dijo volviendo en si la castaña en cuanto su pequeña la soltó y logro enderezarse- y-yo- llevo su mano libre hacia su mejilla y se tocó con suavidad justo en donde Nao la había besado sintiendo el calor dejado allí por los labios del amor de su vida

-Kari mira- escucho a lo lejos la voz de su hija- mama-Uki tiene el rostro rojo- grito la pequeña Kuro alertando a su hermana al ver a su mama de esa manera ya que era extraño verla de esa manera

-¡es verdad!- grito la pequeña Kari mientras se acercaba a su mama

-y-yo- la castaña aún estaba algo perdida pero al ver las risas en el rostro de sus hijas y de su esposa solo se sonrojo más aun- n-no es nada- dijo girando su rostro y caminando para llevar los platos sucios al lava platos totalmente avergonzada por dejarse ver de esa manera por sus hijas

-¿mami-Nao?- la pelinegra se giró al escuchar a Kuro llamarla

-dime- le respondió sonriéndole maternalmente mientras de acariciaba su mejilla

-¿Por qué es mama-Uki la que cocina siempre?- pregunto de manera inocente la pequeña logrando que ahora sea ella la que se sonrojara por completo

-a-a-a… etto – intentaba hablar pero solo lograba balbucear frente a sus dos inocentes pequeñas

Nao no podía decirles la razón por la cual ella nunca se acercaba a la cocina a menos de que fuera para comer, no quería perder el orgullo de madre responsable que tenía –que puedo decir- se preguntaba la pequeña Nao.

 La pequeña Nao no se acercaba a la cocina desde aquella vez hace nueve años en la que Miyuki había enfermado por una gripe que había pescado, Nao se dijo a sí misma y a todas sus amigas que no se preocuparan que ella podía hacerse cargo de Miyuki, ese día estuvo a cargo de la castaña ante todas sus necesidades, agradecía que por sugerencia de Carolina habían dejado a Miyuki en el sofá del primer piso así la pequeña pelinegra tenia total facilidad para movilizarse por la casa, pero no todo estuvo bien, casi a medio día Miyuki empezó a sentir un poco de hambre así que le sugirió a la pequeña que la dejara levantarse para cocinar algo pero esta se negó, le dijo que ordenaran algo a algún restaurante pero la pelinegra también se negó porque sabía que lo que Miyuki necesitaba era una sopa, un poco de fruta e hidratarse bien así que le dijo que ella se haría cargo, Miyuki sin fuerzas para protestar en contra de la idea solo la dejo ir cediendo ante las insistencias de su pequeña, Nao guio su silla por la casa hasta que llego a la cocina, dio un pequeño vistazo y con más confianza se dirigió a la nevera para tomar lo necesario –todo listo- se dijo a si misma

Unos quince minutos después la castaña tuvo que levantarse rápidamente del sofá al escuchar un pequeño estallido  y empujándose por la casa con la poca fuerza que sentía corrió hacia la cocina donde encontró a su hermosa niña toda cubierta por una sustancia verde, una sartén quemándose a todo fuego sobre la estufa y un líquido azul pegado en el techo, al ver esto la castaña se acercó primero a la estufa y apago el fuego, luego tomo a su pequeña la cual estaba a punto de llorar y la levanto en sus brazos y se encamino hacia el baño donde juntas tomaron una ducha para limpiar a Nao y para bajar la fiebre que había vuelto a subir en la castaña, después de la ducha Miyuki tomo su teléfono y llamo a alguien al cual la pequeña Nao no pudo reconocer, luego juntas fueron hacia el sofá y Miyuki dejo a Nao junto a ella para ver una película, unos veinte minutos después la puerta principal de la casa se abrió dejando ver a los padres de Miyuki entrar felices al ser llamados por su hija que necesitaba un poco de ayuda

Desde ese mismo día Miyuki se había jurado nunca más dejar a su pequeña Nao expuesta a los peligros de la cocina y Nao no tuvo ningún problema en aceptarlo ya que ni loca volvería a intentar cocinar, pero no le podía contar eso a sus hijas que siempre la miraban con un brillo de orgullo

-lo que pasa- intervino Miyuki mientras mantenía un plato en sus manos que procedía a ser secado- es que mama-Miyuki es un poco envidiosa- Nao se giró al igual que sus hijas para ver a la castaña mayor prestándole total atención a sus palabras- mama-Miyuki solo quiere que sus hijas coman la comida que ella prepara para que le digan que esta deliciosa- Nao sonrió al ver a los ojos de Miyuki y con ellos le agradeció por salvarla de tal cuestionario, pero la castaña solo sonrió para luego agachar su rostro un poco - ¿está mal?- pregunto levantando su rostro donde se podía admirar sus ojos húmedos como si estuviera a punto de llorar

-¡mama-Uki!- gritaron las pequeñas mientras corrían para abrazar a su mama

-a Kari le encanta la comida de mama-Uki- dijo la pequeña mientras acariciaba la mejilla de Miyuki

-A Kuro también le gusta- la pequeña pelinegra tomo el rostro de su mama y lo levanto para que la viera – Kuro siempre comerá la comida de mama-Uki- sonreía sincera de la misma forma en la que la castaña mayor lo hacia

-aaahhhhh- grito Miyuki abrazando a sus hijas y levantándolas del suelo las apretó a su cuerpo antes de girar un poco- me derretirán con tanta ternura – sonriendo con sus dos hijas en sus brazos se acercó hacia su esposa, bajo con cuidado a Kuro dejándola en el suelo y luego tomo con ambas manos a Kari y la dejo sobre las piernas de Nao

-¿ya es hora?- pregunto Nao viendo a su esposa sabiendo que siempre que hacia esto era hora de que las niñas fueran a tomar un baño y luego deberían estar listas

-sip- sonrió esta – ya casi son las 12 asi que es hora de que vayan a arreglarse niñas

-¡sí!- respondieron las niñas sonriendo

Kuro se puso detrás de Nao y con cuidado empezó a empujar la silla fuera de la cocina mientras Miyuki las miraba con una sonrisa, no podía estar más feliz de ver a sus tres mujeres juntas

Kuro empujaba con suavidad la silla hacia las escaleras mientras Kari se apegaba al cuerpo de Nao sonriendo feliz

-¿Qué hora es mami?- pregunto Kari mirando a los ojos de la pelinegra

-casi es hora para que lleguen sus tías- le respondió Nao mientras acariciaba la cabeza de su hija con cariño

-¿hoy vienen a jugar?- pregunto emocionada Kuro atrás de ellas

-sip- respondió Nao igual de emocionada que sus hijas

En cuanto llegaron a las escaleras Kuro se acercó a Kari y la tomo de la mano para llevarla escaleras arriba para ir directo a su cuarto y estar listas lo más pronto posible, Nao veía como sus hijas subían por las escaleras, sonreía al ver lo grandes que ya eran pero muy dentro de ella se sentía triste al no poder subir junto a ellas, al no poder llevarlas de la mano ni poder ser ella quien las cargara, se sentía mal por no poder darse ciertos lujos junto a sus hijas, agacho su rostro lamentando el día de aquel accidente, no siempre se sentía mal por no poder mover sus piernas, pero al ver a sus hijas crecer sin ella para tomarlas de la mano como deseaba era algo un poco doloroso

-siempre- escucho la voz de Miyuki junto a su oído asi que levanto el rostro solo para encontrarla con una sonrisa tierna mirando directamente a sus ojos- siempre de los siempres – vio como Miyuki se aceraba y la tomaba entre sus brazos y la levantaba para unirla a su cuerpo- yo estaré aquí para tomar tu mano- al decir esto Nao sintió un tibio beso en el dorso de su mano derecha- nunca la dejare ir- empezó a subir por las escaleras  con Nao en sus brazos, mientras esta sentía como su corazón latía con fuerza en su pecho- así que tú debes sujetar a Kuro y a Kari- Nao levanto su rostro y vio los ojos de Miyuki – así caminaremos siempre juntas

-Miyuki- su nombre simplemente se resbalo de sus labios al darse cuenta de que Miyuki siempre estaría allí, que sin importar nada Miyuki siempre encontraba la forma de hacerla sentir como si volara y sonrió al pensar que tal vez Miyuki podía leer su mente- te amo – le dijo acurrucándose en su pecho sintiendo como el corazón de Miyuki se aceleraba

-te amo mi pequeña- le respondió Miyuki

 

………………………………………..

 

-¡ABRE LA PUERTA!- Miyuki escucho el grito al otro lado del teléfono y se preocupó un poco al escuchar el agitado tono que utilizo Mai

-¿oye estas bien?- pregunto

-¡Lorena tiene el volante! – grito de nuevo la castaña haciendo que Miyuki palideciera un poco y corriera directo hacia la puerta de su casa dejando con una interrogante gigante sobre sus cabezas a su esposa y sus dos hijas

En cuanto llego a la puerta la abrió rápidamente justo a tiempo para ver como una camioneta negra derrapaba por la calle para luego arrancar con rapidez y estacionarse a tan solo unos milímetro de la puerta del garaje, luego vio como Mai empujaba con fuerza la puerta del copiloto y corría directo hacia la casa empujando todo a su paso incluyendo a Miyuki para luego ir directo hacia el baño

-creí que tenías prohibido conducir el auto- le dijo Miyuki a la hermosa pelirroja que bajaba con elegancia de la camioneta con una sonrisa triunfal en su rostro

-a-a Mi-Miyuki hola- Lorena se sonrojo al verse descubierta -Mai perdió una apuesta- le respondió aun avergonzada

-bueno eso no importa pero por favor no me digas que hay atrás vienen…- dijo señalando los asientos traseros del auto aún más preocupada

-¿eh?- pregunto la pelirroja antes de abrir las puertas

Segundos después de que Lorena abriera la puerta de la camioneta salió tambaleante una pequeña niña de cabellera rojiza, sus hermosos ojos azules estaban totalmente abiertos y su piel se veía algo más pálida de lo que normalmente era

-de eso hablaba- dijo Miyuki encaminándose hacia la tambaleante pequeña y tomarla en brazos - ¿estás bien Sumi? – le pregunto preocupada pero se relajó un poco al ver la enorme sonrisa que le daba la pequeña

Sumi al igual que las gemelas tenía apenas 8 años, al igual que su mama la pequeña Sumi tenía el cabello rojizo brillante y su piel era tan blanca como la nieve, pero lo que más encantador en la pequeña eran esos ojos azules que brillaban con fuerza, la pequeña era dulce, tímida, bondadosa y siempre tierna

-¡tía-Uki!- grito emocionada la niña abrazándose a Miyuki

-¡Sumi!- ambas se giraron al escuchar el grito que provenía de la puerta de la casa para ver a Kuro y a Kari quienes corrían directo hacia la pequeña pelirroja para abrazarla

Miyuki se levantó del suelo y se acercó a la pelirroja quien tenía medio cuerpo metido en la camioneta, inspecciono la camioneta pero no encontró ningún raspón y ni una sola magulladura –ella fácilmente podría competir en la fórmula 1- pensó y sonrió

-¿Por qué vienen en auto si viven cruzando la calle?- pregunto algo curiosa

-es que fuimos a visitar a nuestros padres primero- respondió Lorena sacando su cuerpo del auto mientras en sus brazos sostenía a la pequeña Hiro

Hiro era la hija menor de las Krenwat, tenía apenas 5 años pero para su edad era una niña madura y muy inteligente, era calmada y callada, hablaba lo necesario y prefería pasar su tiempo leyendo, pero a pesar de eso era una niña muy tierna y dulce, ella había heredado el cabello castaño de Mai, tan largo hasta su media espalda y los ojos avellana de Lorena

-hola Hiro- la saludo Miyuki mientras Lorena la dejaba en el suelo para volver al auto y sacar la mochila que la pequeña Hiro siempre llevaba con ella para después entregársela a la pequeña

-gracias mami- agradeció la pequeña al tomar la mochila y luego se giró hacia la castaña mayor para mirarla directamente a sus ojos- hola tia-Uki- la saludo y luego jalo de la camiseta que Miyuki llevaba puesta para que ella bajara a su altura y así poder besar su mejilla, luego la dejo ir y se encamino directo hacia la casa

-es igual que siempre – dijo sonriendo Miyuki al ver como Hiro caminaba hacia la puerta de la casa

-no creo que cambie ni en el futuro- respondió Lorena – etto Miyuki- la llamo- M-Mai ella… ¿está bien?- pregunto avergonzada

-pues cuando entro a la casa tenia cara de zombi así que de seguro estará en el baño un buen rato por ahora- Miyuki casi podía echarse a reír en el suelo al recordar el rostro de Mai pero en ese momento le gano la preocupación por sus sobrinas así que luego molestaría a la castaña por no soportar ni un solo paseo con su esposa al volante

-jajajaja eso fue tu culpa

Al escuchar esa voz Miyuki y Lorena se giraron solo para ver como Carolina se acercaba de la mano con una sonrojada Sara

-claro que no lo es- respondió Carolina sonriendo feliz- es tu culpa por ser tan linda- le dijo a la rubia logrando que se sonrojara aún mas

-n-no digas eso- le respondió Sara golpeando suavemente el brazo de Carolina

-pero es verdad- sonrió más amplio la castaña- ¿no es así Seki?- le pregunto a la pequeña rubia que traía sobre sus hombros

-es verdad – respondió la pequeña sonriendo- mama es muuuuuy linda – dijo extendiendo sus pequeños brazos como si con ellos pudiera medir sus palabras

-n-no le colabores a tu madre – reprimió la rubia mayor con una sonrisa

-tía-Lorena y tía-Miyuki – grito la pequeña Seki mientras agitaba sus manos feliz

La siempre alegre Seki era la hija de Carolina y Sara, una pequeña de 8 años con una sonrisa siempre adornando su pequeño rostro, tenía el cabello rubio que dejaba siempre suelto, sus ojos eran azules brillantes como si a cada segundo una nueva travesura atravesara su mente, era animada y alegre con una personalidad divertida, cuando estaba junto a Kuro no había nadie que pudiera frenar sus aventuras y miles de travesuras, pero cuando aparecía Kari en escena la indomable Seki se convertía en un dócil cachorrito

-hola Seki ¿Cómo…?- Lorena se quedó con las palabras en medio de sus labios por que justo en cuanto empezó a hablar los ojos de Seki se encontraron con los de Kari y sin previo aviso dejándose guiar simplemente por impulso salto de los hombros de Carolina y corriendo llego para levantar a Kari del suelo y abrazarla fuerte

-creo que todas quedamos en segundo plano cuando se trata de Kari- dijo Sara sonriendo

-bueno por eso dicen de tal palo tal astilla- Lorena sonreía mientras veía los rostros de confusión de Sara y Carolina

-jajajaja lo que quiere decir- hablo Miyuki- es que lo que hace Seki es lo mismo que hace Carolina ¿verdad Lore?- pregunto con una sonrisa al ver el sonrojo en el rostro de la castaña

-¡yo no soy así!- grito Carolina

-¿a qué no?- pregunto Miyuki de manera retadora logrando que la castaña mayor girara su rostro sonrojada

-s-solo a veces- respondió ya resignada

-que linda- grito Sara antes de saltar y  abrazar a su castaña – tan adorable – le dijo besando su mejilla

-n-no Sara aquí no- Carolina la empujo suavemente- que luego no me puedo controlar 

-C-Carolina- la reprendió la rubia 

-jajajaja dejen eso para la noche- dijo riendo Miyuki – mejor vamos adentro a ver como esta Mai- Miyuki empezó a caminar mientras veía como todas las niñas entraban corriendo a la casa

-¿Mai?- pregunto Sara - ¿Por qué debemos ver como esta? ¿Le paso algo?- le pregunto a Lorena

-e-ella – intento responder la pelirroja totalmente sonrojada

-¡ya entendí!- grito Carolina- ese ruido que escuchamos eras tú derrapando por las calles ¿verdad?- pregunto sonriendo feliz como si hubiera descubierto el significado de la vida

-aaahhhh – Lorena no podía sonrojarse más, algo que siempre la había avergonzado era el que sus amigas la vieran conducir ya que siempre la empezaban a molestar con algo de la fórmula 1 y que debería unirse o del cómo se vería utilizando uno de esos trajes de competencia bien ajustados al cuerpo y que al terminar la carrera debería bajar el cierre del traje y dejar ver su pecho para ganar más fans y demás, por eso siempre evitaba que la vieran conducir por eso se maldijo al ver a Miyuki parada en la puerta a su llegada y luego prometido vengarse de Mai ya que no noto cuando la castaña realizaba la llamada a su amiga

En cuanto entraron en la casa lo primero que notaron fue que sus hijas habían desaparecido en alguna parte de la casa, lo segundo fue a la pequeña Hiro sentada en la sala con un libro que seguramente era de cuentos y tercero fue la preocupada voz de Nao que provenía del baño que estaba en el primer piso

Con lentitud se acercaron y pudieron ver a una preocupada Nao que juntaba su silla lo más que podía hacia la puerta del baño mientras en una de sus manos sujetaba un vaso con agua que seguramente era para la castaña que se encontraba tras la puerta

-¿Mai?- pregunto la pequeña Nao de nuevo, era la décima vez que llamaba a la castaña pero siempre como respuesta recibía un “bleeerg” de parte de la castaña

-jajajaja un está en el baño- grito Miyuki antes de sujetarse el estómago y recargarse contra la pared intentando dejar de reír

-jajaja que debilucha- se reía también Carolina recostándose junto a Miyuki

-¡no es gracioso!- escucharon el grito proveniente del baño y solo rieron más fuerte- ya perdí todo mi hermoso desayuno – se lamentó Mai mientras salía del baño con la cara un poco mejor

-¿ya estas mejor Mai?- pregunto Nao preocupada entregándole el vaso de agua

-mucho mejor ahora- respondió la castaña con una enorme sonrisa mientras acariciaba la cabeza de Nao

-l-lo siento- hablo Lorena viendo directamente a Mai

-no te preocupes- respondió Mai mientras se acercaba a su chica- pero esta noche no quiero oír quejas cuando te espose a la cama y …- Mai no pudo terminar de hablar ya que había recibido un fuerte golpe en la cabeza de parte de la pelirroja

-Mai pervertida- grito avergonzada la pelirroja

-¿tienes esposas?- pregunto emocionada Miyuki - ¿podrías prestármelas algún…?

-¡Miyuki!- la jalo Nao antes de que pudiera terminar de hablar  mientras su rostro se tornaba de color carmín

-Nao tiene razón- todas se giraron para prestarle atención a Carolina- no es necesario que utilices esposas- continua hablando totalmente confiada – además no es como si Nao se pudiera resistir mucho a lo que hagas – sonrió con suficiencia mientras en enorme rubor crecía en el rostro de la pelinegra- pero con Sara es diferente, si no la sujeto a la cama seguro que no me deja….

¡PAM!

Fue el fuerte ruido que se escuchó llamando la atención de todas las niñas que se encontraban en el patio trasero jugando logrando que entraran a la casa solo para ver a tres castañas, sus madres tiradas en el suelo sujetándose la cabeza como si con eso pudieran quitarse el enorme dolor que sentían mientras Sara, Lorena y Nao se iban por el mismo pasillo totalmente sonrojadas y sumamente enojadas hacia la sala

-¿estás bien mami?- le pregunto Sumi a Mai mientras acariciaba su rostro

-auch- se quejó la castaña- si- sonrió ampliamente- estoy perfecta mi amor- respondió antes de abrazar a su hija

-¿de nuevo molestaste a mama?- pregunto Seki mientras acariciaba la cabeza de Carolina

-no pude evitarlo- respondió Carolina sentándose en el suelo

-ya…ya- la pequeña Seki abrazo a su mama y dejo un beso sobre la cabeza de su mama- luego le pides disculpas

-mama-Uki- escucho Miyuki antes de ser abrazada por sus dos hijas- ¿Qué paso mama-Uki?- preguntaron preocupadas

-e-etto – en eso se giró para ver a Carolina y luego a Mai quienes sonreían con suficiencia al verla, como era obvio ellas sabían que Nao por nada del mundo golpearía a su castaña así que como si lo hubieran planeado una milésimas de segundo antes de que sus esposas las golpearan ellas ya habían levantado sus puños y las tres castañas mayores recibieron golpes al mismo tiempo- no fue nada mis princesas – le sonrió a sus hijas y amenazo con sus ojos a sus amigas

……………

Después de horas de jugar las niñas se encontraban ahora separadas, mientras Kuro y Seki seguían corriendo por toda la casa imaginando miles de cosas y rompiendo miles de otras, Kari y Sumi estaban en el cuarto que compartían las hermanas  viendo una película, o eso trataban ya que en medio de esta se vieron interrumpidas por un par de voces que las llamaban

-Kari – la llamo su hermana logrando captar su atención- S-Sumi – la pequeña pelinegra se había sonrojado un poco al nombrar a la pelirroja ya que esta la miraba con una enorme sonrisa en el rostro

-¿sí?- le pregunto Sumi a Kuro sonriendo dulcemente al notar el sonrojo de la pelinegra

-m-me… digo nos… nos preguntábamos si querían jugar… pero- la pequeña Kuro tartamudeaba, siempre se ponía algo torpe cuando Sumi la miraba directamente a los ojos

-¿jugar a qué?- pregunto Kari un poco más interesada en la conversación mientras pausaba la película

-vamos a hacerle una broma al gato malvado- dijo Seki sonriendo ampliamente

-no debes hacer eso Seki- le dijo Kari mientras se acercaba a la rubia a quien se le borro la cual fue remplazada por un leve sonrojo

-p-pero no lo lastimaremos- respondió  Seki mirando hacia otro lado

-tengo una mejor idea- dijo Sumi sonriendo mientras se acercaba a Kuro y la tomaba por el brazo – juguemos a ser esposas- sonrió amplio sin siquiera notar lo que ese simple contacto le hacía a la confundida Kuro quien no sabía porque su rostro se sentía caliente o el por qué su pecho se movía tan rápido

-yo seré la esposa de Seki – dijo emocionada Kari abrazándose a una sonrojada Seki

-y yo seré la de Kuro – Sumi se había apegado más a Kuro logrando que la pelinegra se avergonzara

-e-etto- intentaba hablar Seki pero había perdido toda capacidad de habla desde que Kari la había sujetado

-bien vamos a jugar- dijo Sumi feliz llevándose a una atontada Kuro hacia el patio

-Hiro será nuestra hija- dijo Kari mientras también se llevaba a una sonriente Seki

 

……………….

Llevaban horas de hablar, amaban compartir el tiempo juntas, no es como si no se pudieran ver entre semana, pero cada domingo era totalmente santo para las seis chicas, era el día en el que además de poder estar con sus familias, podían estar rodeadas por aquellas amigas que desde hace más de diez años habían aparecido en sus vidas para simplemente mejorarlas por completo

Normalmente entre semana Miyuki, Mai, Lorena, Sara y Nao podían verse seguido ya que habían logrado unir sus empresas por lo que eran socias y el estar juntas cerrando un negocio o viéndose para almorzar era normal, pero el tiempo siempre se veía medido por más trabajo así que no podían disfrutar por completo de su compañía, además de que tampoco podían ver a sus sobrinas y demás, Carolina por el contrario solo tenía el fin de semana para verse con sus amigas, como la doctora que era ahora dedicaba casi todo su tiempo a su esposa, su hija y a sus pacientes, la semana la dedicaban a sus trabajos y el domingo era único para su familia y nada mas

Habían pasado la tarde en medio de charlas, no perdían oportunidad para recordar el pasado y reír de viejas anécdotas,  Mai y Miyuki compitieron para ver quien comía mas rápido, Lorena Mai y Nao reían al ver a sus castañas pelear, escuchaban a sus hijas jugar en el patio, no había felicidad más grande que esta para las seis, después de pasar por miles de cosas, después de ver que ya nunca estarían solas, después de encontrar el amor, después de todo lo que pasaron ahora podían disfrutar de la felicidad junto a su familia, que había pasado de ser de tan solo seis integrantes a ahora tener otras hermosas pequeñas siendo parte de esta

Cuando llego la noche como ya era costumbre después de una larga cena todas se reunieron en la gran sala para ver una película juntas, cuando esta termino todas se levantaron y después de desearse buenas noches cada una se fue a su cuarto de la misma forma en la que lo hacían en sus días de escuela y universidad, las niñas después de cepillar sus dientes y ponerse sus pijamas corrieron felices al cuarto de Kuro y Kari donde dormían juntas toda la noche

-fue un gran día- decía Nao mientras era dejada en la cama por su esposa- ¿verdad?

-un hermoso día- respondió Miyuki dando un corto beso en los labios a Nao- además con todas las niñas juntas no hay silencio y es perfecto- Miyuki cubrió con las sabanas el cuerpo de su pequeña y después fue hacia la pared y apago la luz

-es divertido estar todas juntas- le dijo con una sonrisa Nao mientras aun podía ver a Miyuki moverse por el cuarto siendo iluminada por la hermosa luz de luna que se colaba por las ventanas

-pero no creo que mi cabeza sea tan dura como la de Mai para aguantar tantos golpes- recordó Miyuki mientras acariciaba su cabeza, siempre que estaban juntas por alguna razón siempre terminaba con un par de golpes

-es su culpa- dijo Nao con un puchero mientras veía como Miyuki con cuidado se metía bajo las sabanas y se acercaba a su cuerpo abrazándola con cuidado dejando su cabeza en medio de sus pechos

-es que con ustedes juntas es imposible resistirse a molestarlas- respondió con una sonrisa Miyuki apegando más a su pequeña a su cuerpo

-Miyuki – la llamo Nao logrando que Miyuki se perdiera en esos hermosos ojos azules que siempre la miraban con cariño y amor – gracias por esta felicidad- le dijo de forma sincera logrando que el corazón de la castaña se detuviera un segundo para después latir con más velocidad y fuerza que antes

-Nao- su nombre tan solo se resbalo de sus labios con suavidad  

-te amo- fue lo último que la castaña pudo escuchar antes de perderse en la inconciencia al sentir los labios de su pequeña Nao sobre los suyos

La noche era de ellas, solo de ellas y no dudaron en utilizarla para por medio de sus cuerpos expresar todo el amor que se tenían y en silencio se juraron una y otra vez amarse por el resto de sus vidas

 

 

 

 

FIN    ( ^O^ )/

Notas finales:

FIN .....

LES GUSTO ? la verdad me encantaron las hijas, el imaginarlas y escribir sobre ellas fue emocionante para mi

tal vez luego escriba un capitulo sobre ellas, osea dedicado solo a las hijas n.n 

Mi idea es seguir subiendo historias, unas que ya tengo en mente y planeo plasmar en palabras 

pensaba dejarles mi facebook para que pudieran ver mis planes de fics o cuando los subire pero prefiero que sea una sorpresa n.n

Nos veremos pronto 


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