Salimos del colegio y me dirigía a mi casa, por detrás del colegio, y entonces siento que alguien me jala para volcarme.
-¿Se puede saber qué te pasa!!?- era James quien me había volcado así y ahora me había preguntado tal cosa, ahah sí que es imbécil, la rabia volvió, solo quería que me deje de joder, me vuelvo a volcar, para seguir mi camino, pero él me toma de la muñeca y apega a su cuerpo, sentía su aliento chocar con el mío- Que demonios tienes!!- me grito.
-Que tengo…- grite de igual forma, tratando de zafarme de sus manos que me agarraban de las muñecas, mientras de mis ojos comenzaban a correr lágrimas, el me miraba extrañado sin entender mi reacción- que te amo, maldita sea!!!- grite a pulmones llenos, él se quedó paralizado, apoye mi cabeza en su pecho, mientras lloraba, su agarre ya no era fuerte, dejando caer sus brazos, yo me aferre a él y lo abrace del cuello y me quede así por un rato, el no correspondió en ningún momento, yo quería que me toque o que me bese como siempre lo hace, subí la mirada, su expresión era la misma, bese su cuello y al parecer así el salió de sus pensamientos- tócame como siempre lo haces- susurre y me aferre más a él, sus manos querían apartarme, lo solté y lo mire entre lágrimas.
-Maldita sea- dijo entre dientes irritado.
-Te amo mucho- volví a decir, él bajo la mirada, yo lo tome de la barbilla, haciendo que mi mire- No te obligare a nada, solo quiere que me toces por como siempre lo haces, última vez- le susurre, el me miraba, y luego me tomo de la cintura y me beso, sentí como si sus labios me volvían a revivir, me abrace a su cuello, el me besaba apasionadamente, luego que se separó de mis labios, me miro serio- vamos a mi casa, te necesito- le dije en un susurro volviendo a aferrarme a él.
-¿Sera la última vez?- me pregunto indiferente, me dolía cuando me trataba así, yo asentí y el suspiro como si fuera un fastidio, y se separó de mí, caminamos juntos en silencio a mi casa.
Mama y papa no llegaban hasta la noche por que era lunes, al llegar a casa, le dije que esperara un rato, fui a mi cuarto y lo revise estaba todo acomodado, luego fui a el de mama y papa, para cerciorarme que la casa este vacía, esta lo estaba.
Me dirigí a la sala, él estaba sentado en el sillón grande, como para 3 personas, me pare frente el, iba a decir que vayamos al cuarto, pero él me jalo de la muñeca haciéndome caer en el sillón, se encimo en mí y comenzó a besarme, nuestras lenguas jugaban fuera de nuestras bocas, una de sus manos apretaba mi glúteo y la otra estaba en mi nuca con sus dedos entrelazando mi cabello, se separó de mí, yo estaba con los ojos cerrados y respirando agitado, abrí mis ojos lentamente y el me miraba, como la misma cara de lujuria y deseo de siempre, yo al ver su expresión sonreí, él se paró del sillón y me mostro su mano en señal de que la tome, lo agarre y el me jalo, volviendo a unir nuestros labios, mientras sus manos empezaban a desabrochar ágilmente mis botones y saco mi camisa, luego hizo lo mismo con los suyos, solo que se dejó la camisa, apretó mis nalgas entre sus manos y sus labios bajaron por mi cuello, besándolo y lamiéndolo, yo jadeaba, me dolía recordar que sería la última vez que me tocaría así, el mi miraba, noto que en mi expresión, no solo había excitación, también había tristeza acaricio mi mejilla haciendo por su contacto que yo abra mis ojos a verlo, los cuales, estaba cristalinos, el me miraba serio, volvió a besarme pero de manera más lenta, pasiva y tierna, abrazándose de mi cintura, profundizando el beso.
Empezó a caminar en dirección a mi cuarto, pateo la puerta, entramos y nos encaminamos a la cama, me recostó suavemente en ella, se separó de mis labios y volvió a besar apasionadamente mi cuello, lo lamia y succionaba dejando pequeñas marquitas, yo gimoteaba y jadeaba, su rodilla comenzó a hacer contacto con mi entre pierna, haciéndome gemir, su rodilla se movía suavemente entre mis piernas, comenzó a bajar con sus labios a mi pecho y lo besaba frenéticamente, lamiéndolo entero, sus manos se dirigieron a mis jeans comenzando a quitarlos, luego de quitarlos completamente sus manos tocaban mis piernas desnudas y sus ojos se centraron en mi bulto que comenzaba crecer, él sonrió al ver mi pene erecto, y me dio un beso por encima de la tela, haciéndome suspirar, comenzó a bajar mi bóxer, yo lo mire fijamente, como si le estuviera suplicando, el me sonrió tiernamente, tomo mi miembro desde las base y comenzó un movimiento con su mano, le paso su lengua por toda la extensión, yo gemí alto, el abrió mis piernas y su lengua se situó en mi entrada, lamiéndola y luego entrando junto con un dedo, yo gemí frenéticamente, me estremecí, el movía y sacaba su lengua, yo gemía más fuerte.
-James.. ahah ya… basta- pedí en un gemido, el retiro su dedo y su lengua, se relamió los labios y volvió a mi miembro, acariciándolo, luego lo beso y se lo metió a la boca, gemí agudo, el succionaba y lamia, yo explotaba en gemidos, luego sentí como dos dedos suyos entraban en mi de una, gemí fuerte y arquee mi espada de placer, sus dedos se movían y causaban estragos dentro mío.
El succionaba y lamia, de vez en cuando daba algunas mordida, yo le jalaba el cabello.
-Ahahah… ya James…aahaha basta- dije y el obedeció, saco mi miembro de su boca aunque sus dedos seguían dentro mío, yo lo mire con el ceño fruncido, él sonrió y saco sus dedos de mi interior, yo gemí, se paró sacándose lo que restaba de la ropa, mi cuerpo temblaba, como la primera vez que lo hicimos, estaba nervioso, y ansioso, él se dio cuenta porque no actuaba como ya era de costumbre, se acercó a mi rosto y beso mis labios superficialmente.
-Tranquilízate, no me gusta verte así- me susurro, yo asentí y las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos y se resbalaban por mis mejillas, el me atrajo a su cuerpo de mi cintura, sentándome en sus piernas comenzando a besarme apasionadamente, sentía su miembro chocar con el mío, sus labios se dirigieron a mi cuello y yo gemía suave en su oído, las lágrimas no paraban.
El me subió más y comenzó a entrar en mi suavemente, yo gemí agudo, me aferre más a su cuello, comencé lamerle por esa zona, el gemía mientras se movía dentro mío.
Mis gemidos cada vez se hacían más altos, convirtiéndose en gritos, el me tomo de la mejilla obligándome a que lo mirara, mientras gemía las lágrimas corrían por mis mejillas, el me miraba con una expresión de placer, yo oculte mi rostro en su cuello.
-Eres hermoso Dave- me dijo entre cortado, las lágrimas corrieron peor al terminar su frase, sentía que era un adiós.
Sus manos se situaron en mis caderas y empezaron a moverlas de arriba abajo, entrando y saliendo de forma más rápida, pero cuidadosa, yo gemía cada vez más fuerte, y el aceleraba el volumen de las penetradas, comenzó a recostar su espalda en la cama y doblo sus piernas, dejándome arriba suyo, yo comencé a subir y bajar auto penetrándome, el gemía primero con los ojos cerrados, luego los abrió lentamente y me miraba fijamente, siempre lo excitaba más verme, mis movimientos se hicieron más rápidos, y sus caderas se empezaron a mover al ritmo de las mías provocando más intensidad y profundidad, sentirlo así me volvía loco, empecé a grita de forma muy aguda mientras me movía, el también gritaba más y gemía incoherencias.
-Más..ahaha duro James- gemí, el me hizo caso y para subir la velocidad de las penetradas me tomo de las caderas moviéndome frenéticamente al igual que él se movía, no sé de dónde sacaba voz para gritar tanto, me recosté en su pecho y ya no aguantaba, mis espasmos y contracciones se hacían más intensas, y él se daba cuenta, cada vez quedaba más atrapado entre mis paredes, el gemía ronco.
-James… ahahah yo ya ahah no puedo más ahahahah- le dije entre gemidos.
El me movió de forma que el quedara arriba, se empezó a mover más, yo no aguantaría por mucho, mis lágrimas no se había calmado en ningún momento, los dos no pudimos más, rendidos en el placer terminamos llegando al éxtasis total, no corrimos al mismo tiempo, sentía como su semen se derramaba dentro mío, y esto me hacía gemir más, y yo termine en mi abdomen, salió cuidadosamente, y se recostó a mi lado y al momento me abrazo fuerte, porque comencé a llorar peor, me sentía como una mierda.