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Hasta el fin de los tiempos. por YamikoNeko

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Notas del capitulo:

:'D Bueno, hay capitulos mas largos que otros, cuestiones de inspiracion + trama

2008 - Diciembre

El ambiente pesado del verano se hacía notar, aún más en el campo de tiro. Espejismos del calor hacían una imagen borrosa en el llano, un hermoso espejismo de colores ocres y amarillentos. De este paisaje resaltaban los blancos de tiro, sencillas figuras negras y metálicas que brillaban por el reflejo del sol que chocaba violentamente contra ellos, y el ir y venir de los proyectiles que brillaban sagaces bajo el rayo del sol. Las únicas balas que se azotaban contra los hombrecillos venían de una sola arma, del único rifle de francotirador que seguía su entrenamiento sin detenerse ni errar una bala. Como una danza de guerra, las municiones salían en una humareda concentrada e impactaban contra el acero del sujeto de practica. El tirador, concentrado en no desperdiciar material, sentía como bajaba por su frente una única gota de sudor, no por esforzarse en disparar. Si no que por el calor del sol pleno golpeando en su cabeza.

 

EY Piers!- Un grito resonó en el campo, pero el tirador no se inmutó, el mundo fuera de sus protectores auditivos no le importaba, él tenía que seguir practicando para ser el mejor cadete. Para que cuando llegase la persona que todos esperaban, fuese él quien abandonara el campo de entrenamiento a su lado.


Y Siendo honestos, El novato más joven del campo de adiestramiento, había entrado con tan solo 21 años, y había demostrado las capacidades de un élite en tan solo 2 tardes de arduo trabajo. Eso había sido tiempo atrás, luego de tanto tiempo preparándose, y siendo humillado por su corta edad, la falta de confianza en sus capacidades habían solo intensificado su insistencia en el campo. Hoy en día era codiciado por muchas organizaciones para trabajar como tirador, sin embargo, eso era mucho más bajo de lo que quería alcanzar realmente.

 

Su única ambición era que la BSAA lo llamase Y hoy era el día, esos años de esfuerzo se vería reflejado en un par de horas. Otro gatillazo al franco tirador, que impacto nuevamente en el punto indicado. El metal se quejo por el impacto y resistió otro impacto, sin flaquear ni caerse. Como si retara al muchacho a derribarlo.

 

Chris Redfield, el líder del equipo alpha vendría a elegir a su nuevo equipo, uno de ellos debía ser él. El hombre que había visto cuando pequeño, que había visto en la televisión hablar con tanta pasión sobre defender a los civiles del bio terrorismo, lo había escuchado dialogar tan atentamente que hasta el día de hoy había atesorado en sus memorias cada imagen y cada palabra... tan solo tenía 13 años cuando había visto por primera vez a ese hombre en la televisión, cuando vio la pasión de la humanidad personificadas en un ser humano, cuando vio en sus ojos la determinación del bien, supo desde entonces que debería estar en la BSAA, que debía dedicar su vida para entrar al equipo del capital Redfield, él debía ser su mano derecha y acompañarlo a derrotar aquella maldad que rondaba la tierra. Su padre había entendido la determinación del muchacho y lo acompaño cada mañana al campo de tiro, lo hizo correr horas y horas cada mañana, desde antes que saliera el sol, su entrenamiento militar había sido tan solo una mera burla al arduo entrenamiento que el pequeño de 13 años había empezado a llevar a cabo.
Desde los 13 años había entendido, más allá de su vocación, otra cosa había despertado luego de ver al hombre al hablar, y eso era, que a veces hay hombres que no buscan mujeres. Para el joven Piers la vida había sido dura, no por el entrenamiento, si no por no entender por que era él uno de esos hombres que buscan otros hombres. Hasta el día de hoy no había amado a nadie, pues nadie sería jamás ni la sombra de la persona que guardaba en su corazón Mientras todos los jóvenes pasaban sus tardes satisfaciéndose, él pasaba sus tardes arrastrándose en los campos de entrenamiento, rodando, disparando, atacando con cuchillo... y en las noches, veía a la razón de sus sueños más profundo, sentado frente al televisor, repitiendo las grabaciones una y otra vez, del discurso de su amado capitán.

 

No entendía en ese entonces, pero llegando a los 17, cuando sus hormonas fueron más fuertes, entendió la necesidad de los jóvenes de sentir un placer único. él no quería encontrar a nadie, él no quería a una mujer, ni menos a un hombre, Ninguno se parecía al hombre que añoraba por las noches. El hombre con el que fantaseaba desde su adolescencia. El hombre que hacía que el joven Piers se encerrara en su alcoba para acariciar su cuerpo, imaginando que algún día sería su capitán quien lo tocase. Por eso, una tarde cuando su padre lo sentó y habló sobre las mujeres y los cuidados que debería tener para su vida adulta, Piers lo detuvo, tenía miedo de decir la verdad. Pero eran sus padres y deberían saberlo.

Papá... Yo... A.. A mi no me gustan... Las mujeres – Dijo apenado, Tantos años sabiéndolo en su interior, callándolo habían hecho un nudo de sus emociones– P-pero T-tampoco me gustan los hombres.... solo... un hombre – dijo bajando la cabeza, el miedo del rechazo de su familia lo asustaba. Su madre le sonrió con ternura y su padre acerco su mano firme a su hombro.

No te preocupes campeón, nosotros te apoyamos – Dijo su padre con un tono cariñoso, con su mano en el hombro de su hijo.

Pa...papá... - Sollozó el joven, sonriendo levemente por la emoción de las palabras de su padre.

Tu madre y yo te amamos, y siempre será así pequeño... pero, en el ejercito deberás callarlo... Esas cosas no son bien vistas dentro de la milicia. - Le advirtió con un tono preocupado, la mirada comprensiva de su padre calmo todas las dudas de Piers y asintió

Hijito... Desde el día en que lo viste y decidiste entrar en la BSAA lo sospechábamos.. y decidimos que seas como tu decidas ser... - Su madre agrego con la dulzura y la comprensión que solo una madre como ella podría darle, acaricio la mejilla de su hijo y enjugó las lágrimas que empezaban a bajar por sus mejillas.

Sonrió internamente al recordar y una mano en su hombro lo saco de sus pensamientos. Alzo la mirada a la par que bajaba el rifle.

 

Está aquí... - le sonrió su compañero. En el grupo bien sabían la pasión que Piers ponía en su meta, y todos estaban dispuestos a dar un paso atrás por darle a él la prioridad de ir al equipo alpha. Solo uno de ellos, quien ahora ponía la mano en su hombro, sabía realmente que era lo que movía al joven castaño para levantarse cada mañana, sin desayuno y sin almuerzo para seguir mejorando en sus velocidades, aunque muchos lo consideraban imposible a esta altura.
El corazón de Piers se acelero y sin decir nada se incorporo, llevando consigo el rifle descargado. Ambos jóvenes caminaron impacientes hasta el muro que los separaba de la oficina donde era sabido que el capitán Redfield se encontraba ahora mismo dialogando con el oficial a cargo de los novatos. Con un movimiento ágil se ayudaron mutuamente para trepar el muro y escuchar las noticias. El corazón de Piers latió aún más fuerte cuando lo vio. Ahí adentro, en la oficina, tan solo una pared los separaba de ese hombre que mantenía en sus recuerdos. Había cambiado mucho, pero podía reconocer ese semblante serio y tan lleno de pasión como la primera vez que lo vio hablar. Sintió la sangre hirviendo correr por su delgado cuerpo. Todo el trabajo de una vida, todas las esperanzas de su existencia se encontraban detrás de una pared.


Piers siguió fantaseando en su cabeza, comparando las imágenes de la televisión con la realidad, hasta que dijo en voz alta, sin siquiera notarlo..

 

No puedo creerlo... es realmente él... - Sus ojos estaban clavados en su rostro, sin notar más nada, ni siquiera a su compañero que le advertía que bajase por que los oficiales los habían visto. La mirada de Piers choco con la de Chris. El Había volteado a verlo. Un cruce de miradas que acabo cuando uno de los oficiales se trepó al paredón con Piers.

 

Perdonelo... el joven es Nivans, Piers. Es el joven del que le he hablado este tiempo.... - Comenzó a disculparse el oficial hasta que la mano de Chris le pidió silencio. Su mirada se había clavado en el joven que esquivaba a los guardias como una simple pelea de gatos.

Ese muchacho es Nivans? - Preguntó para confirmarlo con un tono serio mientras veía las destrezas de Piers sobre el muro, esquivando a los oficiales. - el joven de 21 años que entró el año pasado? - El baile de los movimientos de Piers, seguido del vuelo de su bufanda al moverse con tanta agilidad tenía cautiva la mirada del capitán. Algo en ese muchacho lo había cautivado. Un sentimiento extraño y nuevo para él golpeó su corazón con fuerza.

Afirmativo, Su entrenamiento fue dado desde los 13 años por su padre, a los 21 se le permitió el ingreso ya que fue recomendado. Se hizo una excepción con él, no muchos le tenían fe. Pero esta convencido de que puede entrar a cualquier equipo como un soldado normal, personalmente creo que sería una buena adquisición para su equipo, señor Redfield – Inquirió el oficial mirando a Piers también. Los labios de Chris se levantaron en una pequeña sonrisa torcida. había hecho una elección cuando se lo habían mencionado, entre su edad y su determinación. Pero en cuanto vio al joven ahí trepado, supo que ese joven se iba con él.

NIVANS! - Los oficiales intentaban bajar a Piers, quien aún intentaba observar a Chris, y cuando volvió a centrar su vista en la ventana, notó que este ya no estaba. Busco con la mirada hasta que una mano fuerte lo tomó por el hombro. Volteó listo para dar un golpe certero a la cabeza y su mano se detuvo al ver el rostro de ese hombre tan corpulento. Sus ojos se abrieron a la par de su boca, no pudo formular palabra al ver al capitán Redfield, iluminado tenuemente por la anaranjada luz de un atardecer cercano. Vio la sonrisa del capitán y su corazón casi se sale de su pecho, Sintió la presión de su mano, la firmeza de su agarre y sus piernas le temblaron. Sentía como su cuerpo se derretía de nervios y trató de mantener la compostura. Chris Lo miró firmemente y sonrió. Esa sonrisa seductora del mayor acabo de sacarle el aire al joven.

 

Piers Nivans, verdad?- Preguntó Chris, mirando al joven directamente a los ojos, Sintiendo como miraba el alma del chico.

a-a-así es señor- se limitó a intentar responder Piers. Mientras bajaba la mano que hasta ahora había mantenido a la altura de sus sienes.

Muchacho, ve a buscar tus cosas. Bienvenido al equipo alpha -Dijo sonriendo le y viendo la expresión de alegría en los ojos del pequeño.

 

Así, bajo la mirada del cielo como testigo, y de sus oficiales, el sueño del joven Piers se había vuelto realidad.

Notas finales:

Gracias por leer! :D Nivandfield forevah!


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