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Hasta el fin de los tiempos. por YamikoNeko

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Notas del capitulo:

Olvide mencionar: aparte de los saltos temporales, decidí saltearme lo que son las misiones de Edonia y China. Por que? 

 

Por que me daria demaciado dolor tener que replantear el juego entero pensandolos a ellos como una pareja. Aparte de que no podría poner en buenas palabras una trama tan sensual como es la del juego. 

2009- Junio.

 

El hospital se alejaba rápidamente de su vista mientras el auto avanzaba a gran velocidad. El paisaje se volvía un manchón de colores a medida que Chris pisaba el acelerador y movía la palanca de cambios. Piers miraba atentamente por la ventana como el paisaje se deformaba por el movimiento hasta que la voz de Chris lo sacó de su concentración.

Iremos a mi casa... - Le dijo. - Yo te cuidaré desde ahora – Le sonrió

Los del hospital no dijeron nada? Digo... un capitán llevándose a su soldado herido a vivir con él? - inquirió Piers sonrojado. Estaría en la casa de Chris. Solos, en su casa. SOLOS. Se repitió mentalmente un par de veces observando la sonrisa de su pareja.

Les dije que tu familia vivía muy lejos y que tu padre no contaba de estudios suficientes para sanar tus heridas. Que era lo mejor para tu recuperación. - Respondió guiñándole un ojo. Si bien no era mentira, ambos sabían que esa no era la verdadera razón de por que Piers estaba ahora mismo en ese auto. - Piers... hay...algo de lo que debo hablarte – Dijo Chris y se aclaró la garganta. En su rostro se leía la preocupación. Algo malo había pasado.

S-si ? Que pasa? Dijo el menor, asustado por la expresión en el rostro de Chris.

Yo... tengo una misión. En 2 meses. - Respondió y observó a Piers.

Claro! Te cubriré como siempre “capitán” - Dijo sonriendole el menor

No... Esta misión... es MI misión. Me llevarán a África a acabar con esto de una vez. Han seguido el rastro de Wesker, el cabrón que inició todo esto... hasta allí, están desarrollando un virus más poderoso...y todo podría irse al demonio. - Dijo apretando la rueda del volante con fuerza.

Y... por que tu? - Dijo preocupado, el menor no podía siquiera imaginarse lo que podría pasarle a Chris ahí, él no estaría ahí para poder ayudarlo. No podría asegurarse de su bienestar y eso lo aterraba.

Yo era el compañero de Wesker, y creyeron que sería lo mejor... aparte... al parecer hay rastros de mi antigua compañera. La sede central pensó que era lo mejor que yo fuese, junto con una soldado de la zona. - Dijo apretando el semblante.

E-esta bien... supongo que tampoco hay mucho que pueda hacer... - Dijo el menor mirando sus manos. Una punzada en su hombro lo hizo quejarse, las heridas aún estaban sanando y seguirían molestando por lo menos un par de días más.

Ya casi llegamos... Resiste un poco más – Le dijo Chris preocupado. Su mirada se clavó en el menor, que se resentía del dolor y pasaba la mano por la herida con cuidado. - Sabes... me asuste mucho cuando me dijiste eso por el comunicador... - Admitió.

P-por que? - Se asustó el menor, sus ultimas palabras habían sido una confesión, ¿Por que podrían asustarlo?

Por que era una despedida... Estabas débil, y yo no estaba contigo para cuidarte... pensé... - comenzó a decir y su garganta se hizo un nudo. Recordar el terror que había sentido en ese momento era abrir las heridas de su memoria. Tomó aire y tragó el nudo para poder continuar de contarle al joven – Pensé que ya no te vería... - Agregó mientras sus ojos se humedecían levemente. - No vuelvas a asustarme así.. - Concluyó y llevó su mano a la del joven, acariciando el dorso con su pulgar.

Piers sonrió sonrojado y pasó un rato observándolo. Chris le devolvió la sonrisa y estacionó el carro. - Llegamos... - afirmo bajando del auto para ir a abrirle la puerta al joven. -Wow... tu casa es preciosa – con su vista clavada en la bella casa de madera y ladrillo en la que habían aparcado. Era pequeña pero muy prolija, Podía ver unas cortinas de color amarillento en las ventanas, que combinaba con la gama de colores de rojizo y marrón de la fachada. Chris tomó en brazos al joven, como si fuese su novia recién casada. Abrió la puerta de la casa, aún con Piers en brazos, quien se aferraba débilmente de su cuello para no caerse. Si bien se avergonzaba de ser tan débil, entendía que su cuerpo no podría resistir tanto peso en este momento, ni podría caminar hasta la cama solo.
Cocina... Comedor, allí al fondo esta el baño, y enfrente mi... - Empezó a decir y se interrumpió – “Nuestro” cuarto – corrigió sonriendole amorosamente – y arriba de la escalera del comedor, está el estudio. ahí hago papeleo y esas cosas.- Agregó mientras se dirigía al cuarto, era muy amplio y con un pequeño televisor, una cama de dos plazas perfectamente tendida, con un cubrecama de color verde azulado puesto encima. - Por ahora dormiremos separados, no me gustaría apretar tus heridas por la noche... - Dijo apenado mientras lo sentaba en la cama – tu duerme en mi cama... yo dormiré en el sofá – Le sonrió al menor, besando su frente

pero...- murmuró Piers y los labios de Chris lo silenciaron.

No quiero quejas... no está a discusión – dijo luego del beso. - Necesitas espacio para estar cómodo, y será a lo sumo una semana. - Le acarició la mejilla y besó su frente – Necesitas algo? - Preguntó sin dejarlo objetar nada.

no... - murmuró Piers,- estoy bien- Afirmó algo cabizbajo.

Que ocurre? - Chris se sentó a su lado y acarició su mano suavemente. - Hice algo que te molesto? - Preguntó a continuación.

No... no es eso... es que... - Se ruborizó y se acercó a su oído para susurrar tímidamente – Debo ir al baño... -

Chris se rió levemente y lo volvió a cargar en brazos – Te dejaré ahí y el resto lo haces sólito, está bien? - dijo divertido viendo la expresión de vergüenza en el rostro del joven – Pero avísame cuando termines para traerte. Iré a cocinar algo mientras tanto.. y en 3 horas hay que cambiarte el vendaje y lavarte – Avisó Chris dejándolo en el retrete – Puedes bajártelos solo? - Agregó divertido mientras le señalaba el pantalón

No soy un bebe! - se quejó Piers avergonzado mientras Chris cerraba la puerta riendo levemente.

Chris se dirigió a la cocina y comenzó a preparar un almuerzo para ambos mientras su cabeza le traía recuerdos involuntarios.

JILL!- Gritó él mientras veía a su compañera empujar por la ventana al hombre que los había acompañado desde siempre. Vio a ambos caer por la ventana directo al agua y perderse para siempre.

Observaba la carne en la saeten, escuchaba el sonido del aceite al silbar por el calor. Recordó la comunicación con Piers antes del accidente. Apretó sus manos contra la mesada.

 

Lo había perdido de vista hacia rato, no sabía en que momento se habían separado, sentía los impacto en los enemigos por lo que suponía que el muchacho simplemente lo estaba cubriendo desde lo alto. Siguió corriendo hacia el objetivo cuando el comunicador hizo un pequeño sonido. sentía el eco del silencio, el ruido de lo que el otro parlante captaba. Piers?
capitán... - Era Piers, débil y casi inaudible.

Piers? DONDE ESTAS?! - Gritó al entender que algo andaba mal. Como podía haber sido tan torpe de dejarlo atrás? Era tan solo un niño! Y él lo había abandonado!

E-estoy... a resguardo...- la vocesilla del muchacho entre jadeos de dolor lo hizo entender. El joven estaba muriendo. Automáticamente Se volteó y empezó a correr hasta donde lo había dejado. – D-donde se encuentra... capitán? - Preguntó el muchacho. Chris comenzó a correr lo más que su piernas le permitían.

Voy por Ti Piers. Aguarda – Respondió él, y logró divisar rastros de sangre, algunas de las criaturas que combatían estaban tiradas en el suelo y supo que se acercaba.
N-no capitán... es muy peligroso... y-yo... no..- Chris supo por detrás de la falsa imagen que Piers le daba, que todo estaba mal. Vio un rastro de sangre en el suelo, que iban hacia una pequeña casilla. Mientras escuchaba los jadeos de dolor de Piers, sus ojos se humedecían. Estaba escuchándolo morir, sin poder hacer nada.- Yo... Lo amo- Dijo Piers. El corazón de Chris de detuvo un segundo. “Yo también te amo” Pensó. “Solo aguarda muchacho, por favor” Entró en la casilla y lo vio en el suelo, sentado contra una pared en un charco de sangre. Su cuerpo se congeló. Era tarde, había llegado tarde. Dos lágrimas cayeron de sus ojos, la furia y el dolor. Fue cuando vio como los labios del joven se abrían levemente para respirar. Vio su pecho inflarse dando leves respiro agitados y cansados.

Piers- Gritó mientras corría hacia él y lo levantaba en sus brazos. Llamó Por el comunicador a los helicópteros y corrió a su encuentro. No podía morir. No ahora

 

Lágrimas cayeron de los ojos de Chris al recordar esa horrible situación. La despedida del muchacho, su voz tan débil como un suspiro del viento. Pensar que había estado tan cerca de no poder verlo de nuevo. Dos manitos que rodearon su cintura lo sacaron de sus pensamientos.
Que haces aquí ? Ibas a estar en el baño – Dijo Chris preocupado volteando para levantarlo. Te llevaré a la habitación...

Quiero estar aquí contigo.. - Respondió el menor mientras lo tomaban en brazos. Era inútil poner resistencia en cuanto se refería a fuerza.

Quieres que te siente en el sillón? - Dijo con el muchacho aún entre sus brazos, quien comenzaba a rodear su cuello con delicadeza. El joven intentó levantarse con los brazos hasta la altura de su rostro, pero su hombro le recordó que no estaba en condiciones. Chris llevó al joven hasta el sofá y lo recostó con sumo cuidado. Le alcanzó el control remoto para que pudiese entretenerse con algo mientras el cocinaba.

C-Chris … - tartamudeó el joven avergonzado.

Que ocurre? - Dijo el susodicho, arrodillándose al lado de su rostro. El joven se acercó con cuidado a su rostro depositando un suave beso en sus labios. Chris correspondió al beso con suavidad y cerro sus ojos levemente. Esa suavidad aterciopelada de su piel, de su cuerpo, lo volvía loco. Se perdía en su fragancia y en su contacto con cada beso y caricia. Chris se separó levemente y beso las manos del muchacho con suavidad. - te amo... - murmuró el joven. Chris sonrió y lo besó en respuesta – Yo también – Le susurró con sus labios rozando los suyos.

Era una realidad y un mágico sueño al mismo tiempo. Ese era de esos momentos en que todo es tan precioso que parece simplemente una mentira perfecta. Pero la sinceridad de esos besos no podía ser fingida. Ahora tendrían el tiempo de sus vidas para amarse como se amaban.  

Notas finales:

Son todos llorones ahora que lo releo.

Bueno, son humanos <3

 

GRACIAS POR LEER!

 

NIVANDFIELD 


FOREVER. 


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